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lunes, 31 de julio de 2017

POR QUÉ NO FUNCIONA LA LEY DE VIOLENCIA DE GÉNERO, NI FUNCIONARÁ NUNCA

No, no soy un machista del heteropatriarcado de nosequé, pero la LVG ni funciona ni funcionará jamás porque… (Dale al click porque el argumento es largo).



Hoy nos metemos en un berenjenal de tres pares de narices pero, por formación (tanto como detective privado como por psicólogo no ejerciente), uno no puede permanecer callado cuando lee el asombro que conlleva la falta de resultados reales de la LVG. Durante mi experiencia como detective privado, investigando divorcios y temas de custodia de menores he visto de primera mano las consecuencias no deseadas de una ley cargada de buenas intenciones y malos resultados.

Recordemos siempre que el problema no es tanto la ley sino la filosofía que la impulsa y que las leyes no vienen ni de la naturaleza ni de la “inspiración divina” sino de la voluntad, en ocasiones aprovechada, de nuestros políticos.

Voy a intentar explicaros mis argumentos sin entrar en temas jurídicos, a ver que tal sale:

Explicando por qué no funciona la LVG


Si va mezclado con huevo es tortilla.


Tortilla de patatas, tortilla de espinacas, tortilla de jamón y queso o tortilla de sandía y tortilla de melón. Si lleva huevo le llamaremos tortilla, lleve lo que lleve en su interior.
Pues con la violencia de “género” pasará lo mismo, si el presunto acto lo realiza un hombre será violencia de género y, automáticamente, clasificada de “machista”. Se ve que el término “machista” significa ahora “realizado por un macho”.

En la tortilla de la violencia de género mezclamos un montón de ingredientes distintos: machismo, malos tratos, homicidios, pérdidas de control de los impulsos, alcoholismo, episodios de depresión mayor, esquizofrenias, episodios maníacos, ideas religiosas, enajenación mental transitoria, arrebatos, etc..

Pues la política detrás de la Ley de Violencia de Género pretende tratar orígenes tan diversos como si fuera uno solo, simplificando el origen de la agresión (por citar un ejemplo) en el sexo (que no género) del agresor.

Medicina de género


Dejando atrás el ejemplo de la tortilla, tenemos la suerte que nuestros políticos solo se meten en clasificaciones legales, imaginemos, por ejemplo, que el mismo encargado de redactar la LVG se hubiera encargado del Vademecum.

Pues probablemente tendríamos la “medicina de género” donde el diagnóstico y el tratamiento se verían igualmente simplificados al mirar únicamente la entrepierna del paciente. Si es hombre le daremos “Machoarreglina”, sea cual sea la causa de su mal.

La “Machoarreglina” (patent pending) lo curará todo porque es un hombre y legalmente se ha dictaminado así. Por ley y punto. Tal vez luego veremos las estadísticas de curación y nos asombraremos: “Tiene que dar resultado, es así”. Entonces prescribiremos doble ración de “Machoarreglina”, volveremos a comprobar los resultados y no saldremos de nuestro asombro: Todo sigue igual.

La “Machoarreglina” y sus resultados abrirán los noticieros: “La Machoarreglina no varía sus resultados”. Al empezar a oírse voces discordantes, los “machoarregliniministas” cargarán con dureza contra sus detractores: “Machoarreglinifobos, no queréis arreglar el problema, vivís anclados en el pasado”.

Dejemos la citada medicación y hablemos en plata.

¿Sabéis qué pasa cuando algo no da resultados reales y se quieren forzar “grandes avances”? Pues que se evalúa otra cosa y se intenta convencer a la gente de que “si eso mejora es que da buenos resultados”. Un buen ejemplo de “trampa estadística” sería el “número de denuncias”. Un buen día alguien decidió, sin prueba empírica ninguna al respecto, que la variación del número de denuncias era algo positivo. Y así estamos.

Es más, como el resultado real no llega…

La LVG impide la investigación imparcial


Clasificar cualquier violencia (concepto que cada día engloba más cosas) producida por un varón como “de género” y sacar estadísticas oficiales en base a esa clasificación impide realizar estudios serios y objetivos sobre el impacto de diversos factores, uno por uno, en el acto realizado.

Las estadísticas publicadas solo muestran factores que nada tienen que ver con el caso en concreto o con la condición humana, hablan de denuncias previas o de episodios de malos tratos anteriores sin ahondar en nada e impidiendo que nadie lo haga.

La Ley de Violencia de Género está empezando a parecer un dogma religioso, o crees o no crees, o eres un seguidor o un detractor, y si eres del “otro bando” (como nos gusta a los españoles crear bandos) entonces no mereces ninguna consideración. El libre pensamiento, el diálogo entre ideas contrarias, la moderación racional, la duda metódica o el simple respeto no van con nuestra naturaleza.

Y yo lo siento, ni creo ni dejo de creer, y menos en leyes humanas, como científico social observo, disecciono la información, reúno datos, formulo hipótesis y verifico resultados. Aunque sea en el bar, tomando un café con mi cuñado (¿cuñadismo científico?).

Lo que nos hemos perdido estos años

Desde la creación de la ley, y le llamo creación porque proviene de la nada, nos hemos perdido poder averiguar el impacto que diversos factores tienen, han tenido y tendrán en las agresiones familiares. Enumero aquí, y sin mucha reflexión previa, algunos de los que se me ocurren:
–          Déficit en el control de los impulsos.
–          Alcoholismo y drogas.
–          Estatus socioeconómico.
–          Creencias religiosas.
–          Machismo (que sí puede ser una de las causas de algunos de esos episodios)
–          Conducta del agredido (factor políticamente incorrecto pero real)
–          Antecedentes previos de agresión (el único estudiado y que por sí solo se ha visto inútil para preveer futuras agresiones)
–          Existencia de menores en la pareja.
–          Condiciones previstas y/o reales de divorcio.
Y como estos muchos más.

Estudiarlos nos podría ayudar a “diagnosticar individualmente” y aportar soluciones reales para casos reales de personas reales.

Por ejemplo (totalmente sin base científica) se podría estipular que para que una mujer casada con un varón alcohólico con déficit en el control de sus impulsos y antecendentes previos el alejamiento de la pareja y la obligación de esta a someterse a tratamiento reducirá en un X% las probabilidades de que sufra una agresión.

O que la mejor manera de que un varón sin antecedentes previos ni problemas de alcohol y drogas, pero con capacidad económica limitada y 3 hijos menores no asesine a su familia y se suicide después al recibir una demanda de divorcio sea una ayuda económica del estado y una custodia compartida.

Igual funciona mejor eso que seguir amenazándole con una ley. O no. Pero nunca lo sabremos porque nos impiden investigarlo.

Perspectivas futuras de la Ley de Violencia de Género


Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes” Autor desconocido y atribuida dudosamente a Albert Einstein.

No me gusta recurrir a frases de otros, sobre todo si no se en el contexto en que se han pronunciado ni quien las dijo por primera vez pero ésta define plenamente la idea de este post, aunque tal vez cambiaría el término “locura” por “idiotez”o ceguera política. Populismo en temas realmente graves dirían otros. En temas con los que no se debería jugar.

Conocida la lucidez previa de nuestros gobernantes y la de los partidos de la oposición y visto lo que lucen en los medios las medallitas de “yo soy el que más lucha contra la violencia machista” mi previsión, y táchenme si quieren de radical, es:
Si siguen con las mismas medidas tendrán los mismos resultados.

Llámenme loco.



                                                                               

                                                                       FERNANDO MAIRATA 

                                                                       CEO at Omnia Veritas

Publicado en el blog Omnia Veritas Detectives el 16 de enero de 2017.

¿QUÉ SUCEDERÁ EL 1 DE OCTUBRE?

Hay un amplio abanico de caminos que puede tomar este conflicto y que lo aconsejable es que el Gobierno, aparte de confiar en el Apóstol Santiago o en la Virgen de Lourdes, elabore y prepare un plan para cada uno de ellos.

¿Qué sucederá el 1 de octubre? EFE

Las hojas del calendario van cayendo y el Gobierno separatista de Cataluña sigue adelante con los preparativos del referéndum inconstitucional, ilegal e irracional que tiene anunciado para el primero de Octubre. Ni las inhabilitaciones ni las sentencias judiciales ni las resoluciones del Tribunal Constitucional ni los procedimientos sancionadores abiertos por el Tribunal de Cuentas ni las investigaciones policiales en curso parecen hacer mella en su hasta ahora inquebrantable voluntad de acabar con España como Nación. Como una bola de nieve rodando ladera abajo, el volumen y la velocidad del golpe van creciendo imparables. Las causas remotas y recientes por las que se ha llegado a semejante situación han sido sobradamente analizadas y no se trata de insistir en ellas, sobre todo porque ya es tarde para cambiar un largo curso de errores estratégicos, ausencia de visión histórica, falta de patriotismo, debilidades conceptuales y oportunismos pusilánimes de los dos grandes partidos nacionales a lo largo de las últimas cuatro décadas. 

Lo interesante es intenta adivinar cuál será el desenlace de esta tragicomedia, qué es lo que puede ocurrir el día de autos
A menos de nueve semanas de la fecha fatídica que marcará un antes y un después en nuestra vida colectiva, lo interesante es intenta adivinar cuál será el desenlace de esta tragicomedia, qué es lo que puede ocurrir el día de autos y qué probabilidad cabe atribuir a cada uno de los potenciales resultados de la temeraria operación emprendida, en contra del orden legal vigente y de la más elemental prudencia, por Puigdemont, Junqueras y sus acólitos. De hecho, a la hora de la predicción estamos obligados a movernos en el terreno de las hipótesis, dado que hemos alcanzado un punto en que es imposible saber con certeza qué ocurrirá ni qué hará cada una de las partes implicadas a medida que se vayan dando los sucesivos pasos del proceso desde hoy hasta la prevista jornada de la consulta. No lo sabemos ni los que asistimos como observadores activos o pasivos al espectáculo, ni tampoco lo saben los que evolucionan sobre el escenario. Si se tratase de una obra teatral, sería singular, ya que su final es un misterio tanto para el público como para los actores que la representan. El único que debería estar en el ajo es el autor, pero nos encontramos ante una pieza que en realidad es anónima al haber sido escrita por numerosas plumas inconexas a lo largo de mucho tiempo, sin un hilo que preste consistencia al relato ni un argumento estructurado. A lo que más se parece este embrollo es a un fenómeno aleatorio regido por la teoría del caos.

Ningún Gobierno digno de tal nombre puede permitir una vulneración flagrante de la legalidad a cargo de representantes institucionales bajo su control

En principio, ningún Gobierno digno de tal nombre puede permitir una vulneración flagrante de la legalidad a cargo de representantes institucionales bajo su control, y no digamos si además dicha transgresión tiene como objetivo la liquidación de la Nación que debe proteger y preservar, pero el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy ha dado ya muestras tan asombrosas de pasividad ante las tropelías de Junts pel Sí, que es normal que haya quien abrigue dudas al respecto. Supongamos, sin embargo, que saca fuerzas de flaqueza y aplica alguno de los instrumentos normativos de los que dispone, declaración de estado de excepción o de sitio, ley de seguridad ciudadana, interrupción temporal de transferencias de fondos a la Generalitat rebelde hasta que desista de sus propósitos secesionistas, u otro que descubran los doctos juristas sorayescos - el famoso artículo 155 está invalidado por la inacción de Rajoy, que ha agotado el plazo para utilizarlo -. Ante coacción tan contundente, los separatistas pueden bajar velas, renunciar al referéndum y convocar elecciones autonómicas dándoles un carácter referendario o, indiferentes al castigo, mantener el pulso forzando al Gobierno a emplear las fuerzas de seguridad del Estado. El asunto podría quedar ahí o adquirir mayor gravedad si los sediciosos se resisten, toman las calles, y se inicia una escalada de violencia que comporte una intervención de la necesaria efectividad de la policía y la Guardia Civil, con heridos en un número considerable o algo peor. Si este escenario de confrontación física se desborda, podría en el límite requerir el recurso al ejército.
Otro posible cuadro consistiría en una cascada de dimisiones de altos cargos autonómicos contrarios a incumplir la ley por temor a las consecuencias sobre sus carreras y sus patrimonios
Otro posible cuadro consistiría en una cascada de dimisiones de altos cargos autonómicos contrarios a incumplir la ley por temor a las consecuencias sobre sus carreras y sus patrimonios, acompañada de la negativa de bastantes funcionarios de a pie, entre ellos los Mossos d' Escuadra, de obedecer a sus superiores si les dan órdenes incompatibles con la legalidad, lo que llevaría a la imposibilidad de celebrar la consulta. Un fracaso de este tipo es el que desea fervientemente el equipo monclovita y sería desde luego el menos traumático.

Una tercera opción es que el Gobierno central siga instalado en la parálisis más allá de inanes actuaciones ante los tribunales, y el referéndum tenga lugar. Obviamente, lo que seguiría dependería de su resultado, pero su mera celebración implicaría que España como sujeto reconocible de soberanía habría dejado de existir.

La verdad es que hay un amplio abanico de caminos que puede tomar este conflicto y que lo aconsejable es que el Gobierno, aparte de confiar en el Apóstol Santiago o en la Virgen de Lourdes, elabore y prepare un plan para cada uno de ellos. ¿Lo está haciendo así? He aquí una incógnita que nos acecha gracias al insondable y misterioso esquema mental del que, en última instancia, deberá dictar las disposiciones de las que en esta etapa crítica de nuestra historia depende el futuro de los catalanes y del conjunto de los españoles.


                                                                         ALEJO VIDAL-QUADRAS  Vía  VOZ PÓPULI

VACACIONES

Mi mejor sugerencia para las vacaciones es la de hacer cosas muy distintas de las habituales. Hablar con personas cuyas vidas y ocupaciones sean bien diferentes a las nuestras




Seguramente estará a punto de hacer las maletas. Quizás esté viviendo el estrés de los últimos días previos a las vacaciones, afanado en rematar flecos de lo que debía quedar niquelado 'antes del verano'. Los anglosajones llaman 'deadline' a ese punto fatídico que supone el plazo final al que todo objetivo ha de enfrentarse irremediablemente. La llegada del verano es uno de esos momentos de la verdad que nos confrontan con la sensación de logro cumplido o pendiente. Por supuesto, siempre queda el recurso de la patada hacia delante y enviar el balón a septiembre, un mal menor aliviado por el balsámico paréntesis que inmediatamente nos aguarda.

Como cada año, vuelven las recomendaciones bienintencionadas para los días que se acercan. Descanso, familia, vida saludable, deporte, viajes, aventuras, tertulias, buena mesa, lecturas relajadas, reflexión… Incluso no hacer nada, algo mucho más útil de lo que parece, como fórmula para activar favorablemente el cerebro hacia la creatividad —como decía mi amiga Pilar Jericó en una entrevista hace unos días—. Mi mejor sugerencia para las vacaciones es la de hacer cosas muy distintas de las habituales. Hablar con personas cuyas vidas y ocupaciones sean bien diferentes a las nuestras e interesarnos realmente por ellas. Es fantástico salir de la burbuja de nuestra profesión, cambiar el registro de nuestras rutinas, menesteres e interlocutores cotidianos. Dejar por unas semanas de mirarnos el ombligo, oxigenarnos, ampliar nuestra perspectiva, enriquecernos, en suma, como personas. El resultado suele ser bastante reparador y beneficioso para mentes acaparadas por pensamientos bastante monotemáticos durante el resto del año.

La llegada del verano es uno de esos momentos de la verdad que nos confrontan con la sensación de logro cumplido o pendiente

Pues bien, dadas las fechas, podría haber centrado exclusivamente el apunte de hoy en estas reflexiones ligeras y frescas. Nada de sesudos mensajes ni de insistir en cuestiones puramente profesionales relacionadas con los negocios, las empresas, el talento y el liderazgo, la política, los resultados… Mejor dejemos las cosas reposar y volvamos a la carga más adelante.

Dicho lo anterior, no quiero pasar por alto algunos de los últimos acontecimientos recientes, que merecen nos paremos a pensar por un momento en un asunto serio. Me refiero a lo que verdaderamente importa cuando hablamos de liderazgo: los valores. Finalizamos este curso con pésimas noticias, nuevas detenciones e ingresos en prisión de dirigentes de organizaciones —por cierto, ¿se puede ser durante 30 años presidente de una federación deportiva, o de lo que sea?— que culminan sus trayectorias con un legado de deshonor, desprecio y escarnio. Incluso el suicidio como trágico final. Falsificación, abuso, fraude, apropiación indebida, delito fiscal, corrupción, prevaricación, la lista de lindezas es larga para unos y otros.

En definitiva se trata, lamentablemente, de buscar el provecho propio en lugar del bien ajeno. Llegar arriba para servirse, no para servir. Líderes de sonrojo que, lejos de ensalzarla, representan la miseria de la condición humana. Dirigentes que no solo carecen de las capacidades necesarias sino, lo que es peor, de los valores que deberían presidirlas y orientar su actuación.

No es posible un liderazgo carente de ética y tampoco debería ser tolerable

Mucho más allá de la capacidad de gestión, propia de la dimensión ejecutiva, las verdaderas raíces del liderazgo residen y traen su sentido de su dimensión ética. El líder verdadero y valioso para la comunidad es el que tiene como compromiso el mejorar a quienes le siguen o rodean. No es posible un liderazgo carente de ética y tampoco debería ser tolerable. Valores como la integridad o la honradez no admiten medias tintas, aunque a menudo se preconicen con cierta hipocresía. Son las posiciones de mayor responsabilidad las que exigen al mismo tiempo la mayor ejemplaridad. La confianza otorgada al líder no es un cheque en blanco, sino que le acredita para decidir y actuar solamente si lo hace de acuerdo a los valores, esos principios que delimitan el bien del mal.

Hecha esta reflexión que considero oportuna, tampoco pretendo poner amargura en estas fechas, que invitan a tantas cosas apetecibles. Para la mayoría será un nuevo verano de descanso y de disfrute, con unas expectativas de futuro, además, mucho más favorables que las de años anteriores, que ojalá se cumplan. En todo caso, mientras tanto, les deseo unas muy felices vacaciones.


                                                                            PLÁCIDO FAJARDO   Vía EL CONFIDENCIAL

“Susana, Page… están agazapados, esperando un momento que ya nunca llegará”

Los barones críticos, como se pudo comprobar este fin de semana, siguen remando a la contra más por devoción que por convicción


El mapa del PSOE en noviembre, una vez hayan concluido los congresos regionales, reflejará una formación totalmente alineada con Pedro Sánchez. Salvo en tres federaciones, la andaluza, la castellano-manchega y la valenciana, donde ventea un resentimiento que en ocasiones raya el odio sarraceno, el resto es coto privado del nuevo comandante en jefe del partido socialista. Aunque algunos siguen empecinados en resaltar las debilidades, los Saulos se cuentan por millares y, tras caer del caballo, se han vuelto más sanchistas que el propio Sánchez.

No es el caso de los barones críticos que, como se pudo comprobar este fin de semana, siguen remando a la contra más por devoción que por convicción. “Están callados, agazapados… Han dado un paso atrás después de las primarias, pero no se dan por vencidos. Esperan su momento. Ahora están intentando afianzar sus plazas, luego habrán de conservar los gobiernos regionales y ver qué tal le va a Pedro en las generales. Y si Pedro pierde escaños, entonces volver a intentarlo. Lo tienen muy difícil, por no decir imposible, repetir un golpe como el del pasado año, pero saben que han de dejar la llama encendida y crear expectativas, especialmente entre los suyos”, comenta un hombre de confianza de Pedro Sánchez.

No hacía falta una jornada como la de ayer, ni debates como el de la plurinacionalidad, para que Ferraz dé prácticamente por perdida a Susana Díaz. No hay posibilidad de reconciliación. Es algo sanguíneo. Cuestión de piel. Todo ello a pesar de que el uno y la otra se necesitan mutuamente. La andaluza, que ha demostrado ser una mala candidata fuera de su comunidad y está por ver si no lo es también dentro, deberá tirar de la máquina de Madrid si no quiere poner en riesgo una plaza histórica en las próximas autonómicas. Y si Ferraz no la apoya y la presidenta pierde Andalucía, entonces adiós al PSOE y a cualquier posibilidad de Sánchez de alcanzar La Moncloa.

García-Page no es sanchista ni tampoco susanista. "Page solo es de Page". Es el gran 'tapado', presto y dispuesto si las cosas se le tuercen al secretario

Otro de los que militan en el bando crítico es Emiliano García-Page, que no es sanchista ni tampoco susanista. “Page solo es de Page”. En el equipo de Sánchez dicen que es el ‘tapado’. Una vez chamuscada Susana Díaz, el castellano-manchego puede jugar sus bazas si las cosas vuelven a torcerse para el líder del PSOE. Page se deja querer, siempre se ha dejado, y aunque niegue más aspiraciones que las de ocupar el Palacio de Fuensalida, le gusta que le regalen los oídos. “Unas aspiraciones demasiado ambiciosas para alguien que perdió en Toledo en las primarias y con unas bases detrás que no entienden por qué ha dado ese giro de 180 grados con Podemos y se resiste a consultarlo con ellas”, le censuran en el equipo de Sánchez.

El tercero de los críticos, Ximo Puig, hizo este viernes un esfuerzo por escenificar la ‘pax romana’, un acercamiento convencido de que están abocados a convivir. Pero estas declaraciones de intenciones que hacen en público, luego, en 'petit comité', trocan en adjetivos más que gruesos. No se fían. Igual que en Ferraz consideran un error la entrevista que concedió a 'El País' tras alzarse con la federación valenciana, un texto que, en opinión de los sanchistas, traslucía sobredosis de rencor, los de Ximo miran con preocupación en lontananza a Rafa García, ese 'tomahawk' que viene de Burjassot y que ha aglutinado al 42% de los votos en la federación valenciana. “Que se cuide mucho Ximo. Es muy complicado gobernar teniendo a la mitad de tu casa en contra…”.


El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, conversa con militantes y con el líder valenciano, Ximo Puig. (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, conversa con militantes y con el líder valenciano, Ximo Puig. (EFE)

Como cuarto miembro de este póquer de barones díscolos figura Javier Lambán, secretario general de los socialistas aragoneses, que en ningún momento ha mostrado empatía alguna con su jefe de filas, Pedro Sánchez, y mucho menos con Pablo Echenique, líder de Podemos en esta comunidad, de quien depende para sacar los Presupuestos. Aragón tiene todos los visos de convertirse en el próximo campo de batalla socialista. “Lambán lo tiene jodido. Él o quien Lambán elija para el congreso regional. Enfrente van a tener a un candidato de Ferraz y van a perder. Que no les quepa la menor duda”, auguran los pretorianos de Ferraz.

Pedro Sánchez está montando un partido a su medida. Más manejable, menos orgánico y, sobre todo, muy presidencialista. Entre los fontaneros apenas quedan representantes de las etapas de Zapatero y Rubalcaba, a excepción de un José Enrique Serrano siempre lúcido. Poco más. Al resto los ha ido laminando con más o menos sordina. Nada tiene que ver este PSOE con los anteriores ni sirven los nombres que antes le daban imagen. Lo de Sánchez es una opa hostil. Ha comprado las siglas y ha montado una nueva formación.

Lejos de la imagen que dio en la funesta entrevista con Évole, Sánchez se muestra más sereno y maduro, y controla el partido con puño de hierro

De ahí la imposibilidad de los barones críticos de repetir un golpe como el del 1 de octubre de hace un año. Por muchos conciliábulos y planes que bosquejen, Sánchez está blindado. Si bien antes había múltiples recursos para promover una asonada en Ferraz —véase la dimisión de la mitad de la ejecutiva—, ahora dichos recursos han desaparecido. Ahora está todo en manos de las bases y las bases, como se ha visto, las controla Sánchez.

Lejos de la imagen que dio en aquella funesta entrevista con Évole, después de la cual a muchos de sus colaboradores les entraron ganas de exiliarse en Tombuctú, el actual secretario general de los socialistas se muestra más sereno y maduro. Controla el partido con puño de hierro, y lo que todavía no está bajo su égida lo estará próximamente según vaya confeccionado las listas para las europeas, municipales y generales. En su contra, en cambio, juegan el laberinto catalán y los tiempos. Dice no tener prisas, pero a veces se deja llevar por los impulsos. Asegura tenerle cogida la medida a Pablo Iglesias, pero en ocasiones, más frecuentemente de lo que quisiera, cae en su telaraña.



                                                                               NACHO CARDERO  Vía EL CONFIDENCIAL

EL HOMBRE, UN SER FAMILIAR POR NATURALEZA

"El hombre es un ser social, vive en sociedad. La sociedad es, en primer lugar, la familia. Luego el hombre es un ser familiar, vive principalmente en familia."


José F. Vaquero

Nuestros políticos, como buena parte de la sociedad, se van de vacaciones. Y suponemos, y esperamos, que también tengan unas semanas de vacaciones las noticias políticas. Desayunamos, comemos y cenamos con noticias políticas, y con frecuencia poco animantes: corrupción política, individualismos y discusiones políticas, mucho gasto político y poca mejora social. Política, política, política.

Más de alguno recordará, con cierta ingenuidad: es la sabiduría de Platón y los griegos clásicos, su descripción del hombre como zoon politikón, animal político. Hagamos un poco de justicia al bueno de Platón y a su “política”. La política griega clásica, a la que se refería el filósofo, dista mucho de la política como un modo de ganarse la vida (ganar dinero) gracias al partido, a la trepa dentro del mismo, o a sus fundaciones y enchufes. Su zoon politikón lo expresa la sociología clásica y moderna como “el ser humano es un ser social por naturaleza”, nace, crece y vive en sociedad.

Vemos clara esta afirmación, aunque no han faltado pensadores que se agarran a un pesimismo social por naturaleza: el hombre es un lobo para el hombre, y el otro siempre es mi enemigo, mi límite, mi barrera para poder crecer y auto realizarme. El hombre es un ser social, pero demos un paso más. ¿Cuál es la sociedad más básica, la primera, la más sencilla? Según nos enseña la biología, la psicología, y sobre todo el sentido común, esa primera sociedad es la familia.

Si los estudiantes de lógica, esa técnica que nos ayuda a pensar, tenían razón, podríamos resumir diciendo:

El hombre es un ser social, vive en sociedad.
La sociedad es, en primer lugar, la familia.
Luego el hombre es un ser familiar, vive principalmente en familia.

El razonamiento, el pensamiento, las ideas, están ahí. ¿Pero realmente es tan importante 
la sociedad? ¿Lo sabemos y por ello la cuidamos? Que la familia es importante creo que lo sabemos; y lo hemos visto en la reciente crisis económica con bastante claridad. ¡Cuántas familias, prisioneras del paro o de trabajos extenuantes, salen adelante gracias al apoyo de los abuelos, apoyo económico y apoyo educacional cuidando a los nietos!

Pero eso de que la sociedad cuide la familia, no lo veo muy claro. Hace cuarenta o cincuenta años había asociaciones importantes en el entramado social que favorecían a los huérfanos y sus familias. Era un problema que preocupaba a la sociedad, y con razón. Una familia sin padre, o sin madre, necesitaba especiales cuidados económicos y sociales, y temperamentos fuertes para sacar adelante la familia: cinco hijos a cargo de la viuda de un soldado muerto en la guerra o de un trabajador fallecido en un accidente laboral; o cinco hijos a cargo del viudo que había perdido a su mujer por una complicación médica hospitalaria.

Ahora, sin embargo, “creamos” a niños huérfanos con demasiada ligereza, porque una mujer soltera siente grandes deseos de ser madre, y médicamente reduce al padre a un esperma anónimo facilitado por la clínica de fecundación in vitro. Ya no son problemas los niños huérfanos. Todo está justificado por el deseo, y una industria más que genera beneficios económicos.
 
Ahora, sin embargo, “facilitamos” la orfandad del niño a través del divorcio fácil. Unos y otros repiten que hay que buscar el bien de los hijos, que los hijos son las principales víctimas de un divorcio o una separación, pero a mi juicio falta un interés sincero y eficaz por solucionar y reducir estos problemas. El problema en un divorcio no aparece cuando los padres se dirigen a un abogado de familia, para ver cómo gestionan mejor la separación, sino muchos meses o años antes, quizás cuando se empezó la relación, pensada como un “seguimos adelante mientras las cosas funcionen”, nos sintamos bien, mientras duren las burbujas del enamoramiento físico y sexual.

Cuando la Iglesia insiste en el matrimonio como un compromiso serio, exclusivo, que hay que madurar juntos el novio y la novia no es por capricho; es por la profundidad de la decisión, tanto para los novios como para los futuros hijos. Un ejemplo más de que la Iglesia es experta en humanidad, conoce al ser humano y quiere su bien integral, más allá de un número más en sus datos de estadísticas sacramentales.
 
Ante un problema económico pensamos, con cierta facilidad, en solicitar la ayuda de la Iglesia a través de Caritas. Y son muchas las personas que viven gracias a esta obra de la Iglesia. ¿No deberíamos hacer lo mismo ante un problema matrimonial, cuando están asomando las primeras señales? Acudir a la Iglesia, a través de su “Caritas familiar”, sus Centros de Orientación Familiar (COF).


                                                                          JOSÉ F. VAQUERO  Vía RELIGIÓN en LIBERTAD 

domingo, 30 de julio de 2017

SANTI VILA, EL HOMBRE QUE SUSURRABA AL OIDO DE SORAYA

Santi Vila, el hombre que susurraba al oído de Soraya EFE


Tras declarar como testigo en el juicio por la trama Gürtel, Mariano Rajoy se fue a almorzar a un coqueto bar-restaurante de la calle Menorca, Madrid, muy cerca del parque del Retiro, en compañía de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y de la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro. No está claro si el Presidente se fumó un puro, pero realmente no parecía muy afectado por el cerco al que le acababan de someter los abogados de las acusaciones. Resultó que alguien advirtió la presencia del trío en “La Catapa”, y dio cuenta de ello a este diario con la correspondiente foto adjunta, anécdota de la que nos hicimos eco de inmediato. La sorpresa llegó apenas unas horas después, cuando el director, Miguel Alba, recibió una llamada de Martínez Castro para comentar el Buscón de Vozpopuli. No había queja, pero sí una aclaración: no eran tres los comensales, sino cuatro. Se nos había olvidado decir que al ágape asistió también Elvira Rodríguez, la mujer del presidente, y “Mariano tiene especial interés en que digáis que también Viri estaba en el almuerzo”. Tales eran las preocupaciones, tal la angustia vital que embargaba al Presidente apenas horas después de su testifical sobre Gürtel que había traído a Madrid a decenas de periodistas extranjeros. 

Por si le quedara alguna sombra de duda, la actualidad acudió puntual en su ayuda al día siguiente con una EPA histórica. El número de desempleados bajó entre abril y junio en 340.700 personas, dejando el número total de parados en 3.914.300 personas (17,22%), lo que significa bajar de la cota de los 4 millones por primera vez desde 2008. Y el viernes por la mañana, apenas unas horas antes de la comparecencia de Rajoy ante la prensa para realizar el tradicional resumen político antes de las vacaciones de agosto, supimos que el PIB creció un 0,9% entre abril y junio, una décima más que en el trimestre anterior, lo que eleva la tasa interanual al 3,1%. La economía va como un tiro, llevando a Mariano en volandas sobre el paisaje de una época teñida de deslumbrantes contrastes: la miseria moral de la corrupción, la opulencia de quienes empiezan a forrarse como en los viejos tiempos (“Todo se compra; tengo 800 pisos entre Barcelona y Madrid y no tardo ni 24 horas en alquilar lo que queda libre. El dinero extranjero llega a espuertas; todos te dicen que ahora mismo no hay mejor país que España parta invertir, y todos pasan del tema catalán”, asegura un empresario barcelonés), y el alivio de quienes encuentran su primer empleo, ello sobre el telón de fondo de una nación dispuesta a reñir la batalla de su ser o no ser en los próximos dos meses.
El presidente pareció relajado en exceso, casi ausente tras la descomprensión provocada por el arrebato de Gürtel
En el salón de tapices de Moncloa, el presidente pareció relajado en exceso, como distraído, casi ausente tras la descomprensión provocada por el arrebato de Gürtel. Mariano se había cortado el pelo y estaba feo. Más de lo habitual. O tal vez fuera ese punto de solemnidad exigido por la dureza del desafío que plantea el independentismo catalán. Ha llegado la hora de la verdad. Salvo que el loco que conduce la Generalidad a 2OO km hora por las curvas del Garraf decida echar el freno en un ataque de cordura en el que ya solo cree la vicepresidenta Soraya, oveja trasquilada en la tomadura de lana a que le han sometido en Barcelona en estos meses, ya no hay vuelta atrás. El miércoles, la mayoría secesionista en el Parlament dio luz verde a la reforma del reglamento de la Cámara que permitirá aprobar la llamada “ley del referéndum” por la vía rápida y sin debate previo. Precisamente este viernes, los diputados de JxSí y la CUP rubricaron (hasta un total de 71 firmas), esa supuesta ley que mañana lunes, 31 de julio, registrarán en el Parlament.

El gran fiasco de la duquesa del Ampurdán


Al frente del prusés no quedan más que los locos. Los tibios, los encogidos o simplemente los cobardes han sido pasados por las armas, purgados sin piedad. También los que no temiendo la cárcel, no están dispuestos a perder su patrimonio. Algunos han sido forzados a seguir en la balsa de La Méduse -el óleo romántico de Géricault, metáfora de ese secesionismo que navega hacia las rocas de Mauritania-, de la que trataban de apearse. ¿Chantajeados? Está por ver lo que ha pasado con Santi Vila, el “liberalismo de base progresista” (sic) del PCECat, la gran esperanza del catalanismo sensato, el hombre que debía reconducir el prusés, el espía que susurraba al oído de Sáenz de Santamaría, la Soraya de la triste figura que soñó con ser nombrada duquesa del Ampurdán tras arreglar ella solita el problema y que lo único que ha hecho ha sido el ridículo. “Ella presume de que trabaja mucho, de que va y viene, de que pincha y corta, pero en realidad hace mucho menos de lo que dice; al final todo es “yo se lo encargué a fulano” o “yo le mandé a zutano”; siempre se escaquea”, dicen en su entorno. Pero, ¿qué ha pasado con Vila, ex de Cultura, convertido en un duro tras “aceptar” el encargo de Purgamont de sustituir al tibio Jordi Baiget al frente de la consejería de Empresa? ¿Y qué, con el jefe de los Mossos? ¿De qué casa de orates han sacado a ese Pere Soler del “me dais pena todos los españoles”?  

Los han sacado de la bolsa del odio sembrado por Jordi Pujol, el padre de la patria catalana, durante décadas de Educación supremacista en las escuelas contra la convivencia entre españoles, proceso consentido por los Gobiernos centrales y cristalizado en ese intento de “golpe de Estado” que el jueves denunciaba Fomento del Trabajo (“Aprobar la ley del referéndum supondría un golpe de Estado jurídico contrario al derecho interno e internacional”, y sería, además, “un ejercicio de enorme irresponsabilidad política de consecuencias impredecibles”). Ha tardado lo suyo, cierto, pero la patronal catalana ha terminado por estallar. Los grandes patronos, sin embargo, con excepción hecha de las brillantes excepciones conocidas (con José Luis Bonet, Freixenet, a la cabeza), siguen escondidos. ¿Hasta cuándo va a guardar silencio Isidro Fainé, por ejemplo, el hombre con más poder de toda Cataluña? ¿A qué espera? ¿Qué está haciendo Josep Oliú, el patrón del Sabadell, un banco que recibió ayudas de casi 5.300 millones de fondos públicos para sanear la CAM y, de paso, el propio Sabadell?

Rajoy anunció el viernes que el Gobierno ha registrado ya recurso de inconstitucionalidad contra la reforma exprés del reglamento del parlamento catalán antes citada. Puigdemont y su tropa sudorosa llevan la delantera: aprueban, desafían, deciden, se flagelan, se victimizan… mientras el Gobierno de la nación, tarde y a remolque, intenta taponar las vías de agua que el ímpetu del prusés provoca en la obra viva de la nave del Estado. Lo hace por la vía judicial y la estrictamente económica, aunque también hace, ya era hora, algunas cosas más en secreto. David Madí, ese chico todo elegancia que fue mano derecha de Artur Mas durante años, acaba de ser despedido de Endesa por el patrono Borja Prado. Madí llevaba tiempo pregonando por los despachos madrileños que vivía dedicado a los negocios y que los indepes eran una banda de tarados sin remedio. Hasta que se descubrió que seguía en el puente de mando como gran ingeniero del prusés. ¿Qué puede inducir a un tipo talentoso como él a suicidarse de ese modo, enfrentándose al todopoderoso Estado? Tal vez la humana tentación de convertirse, cabeza de ratón, en el gran capo de esa Cataluña independiente gobernada hoy por arquetipos humanos de la belleza de los Junqueras, Forn, Tardá y compañía.  

Cosas que hace el Estado en secreto


Es evidente que Prado ha recibido el correspondiente toque de atención desde la instancia adecuada. A partir de ahora ni una broma. El Estado va en serio. Es la misma corriente que ha anegado las posibilidades de Miquel Martí, presidente del grupo Moventia e independentista desorejado, de ser el próximo presidente de la Fira de Barcelona, un consorcio convertido en una de las instituciones feriales más importantes de Europa. El alargamiento durante otro semestre del mandato del actual presidente de su Consejo, el citado Bonet, es todo un síntoma. Y es la que pronto cegará el camino de Sixte Cambra (detenido en febrero de este año por la Guardia Civil por su relación con la financiación ilegal de CiU), al frente de Puerto de Barcelona, ente gestionado por la Autoridad Portuaria de Barcelona, perteneciente a Puertos del Estado. A partir de ahora, los ricos indepes que acaban de empezar vacaciones en sus masías de L’Empordà, vendrán obligados a guardar una cierta coherencia entre su ideología y su fortuna.

El desafío catalán marcará no solo la legislatura, que va de suyo, sino el futuro de España para mucho tiempo, además del de toda la clase política actual. El Gobierno teme que esta semana –con el lunes 7 de agosto como fecha tope- Puigdemont disuelva el Parlament y convoque autonómicas catalanas para hacerlas coincidir con el 1 de octubre. Todos los ministros pegados al móvil. Mariano, que aún no ha jugado la baza electoral que supondría reprimir con firmeza el golpe de Estado separatista, sigue contando como gran activo con la pobre condición, intelectual y humana, de los líderes de la izquierda española. “Es difícil entender cómo hemos llegado al punto de que el presidente del Gobierno declare como testigo en un caso de corrupción y no pase nada” se preguntaba esta semana esa luminaria llamada Alberto Garzón. La respuesta llegó inmediata a su propia cuenta de twitter: “yo te lo explico, Alberto, porque la alternativa sois tú y gente como tú” Imposible decir más con menos. La alternativa a la corrupción del PP es el chavismo de Podemos y la levedad solemne de un tarambana como Pedro Sánchez. Forzados, pues, a seguir amarrados a La Medusa, la balsa a la deriva que pilota el gran Mariano.


                                                                                                      JESÚS CACHO  Vía VOZ PÓPULI

Venezuela, Pablo Iglesias y la hucha de Olof Palme

Unidos Podemos no solo se equivoca respaldando de forma indirecta a Maduro no denunciando su régimen, hace un flaco favor a la izquierda que luchó contra el franquismo




Ahora que se cumplen 40 años de casi todo, es probable que merezca la pena recordar una de las imágenes más célebres de la Transición. En ella, se puede ver al por entonces primer ministro sueco, Olof Palme, disfrazado como hombre-sándwich y sujetando, con su mano derecha, una hucha petitoria.

El socialdemócrata Palme, brutalmente asesinado años después, había acudido junto a su ministro de Economía a un mercado de Estocolmo para reunir fondos destinados a la oposición democrática española. La colecta pública se produjo el 3 de octubre de 1975, apenas un mes y medio antes de que muriera Franco, y un par de días después de la última aparición pública del dictador, que el 1 de octubre había congregado en la plaza de Oriente a cientos de miles de seguidores a protestar contra lo que el régimen consideraba 'injerencias extranjeras' sobre asuntos internos de España, y que habían alcanzado la máxima tensión tras la ejecución de cinco militantes del FRAP y ETA.

El acto era la respuesta política de un régimen que se desangraba y que tuvo que enfrentarse en pocos días al asalto de numerosas legaciones diplomáticas, incluido el saqueo e incendio de la embajada de España en Lisboa y la toma de consulados en Francia y otros países europeos. “Todo lo que en España y Europa se ha armado obedece a una conspiración masónico-izquierdista, en contubernio con la subversión comunista-terrorista”, dijo el general con un hilo de voz casi ininteligible en aquella macromanifestación, en la que los corresponsales extranjeros fueron zarandeados y vilipendiados por la muchedumbre.

Como en el tardofranquismo, Nicolás Maduro acusa a quienes le hostigan de actuar como terroristas al servicio de intereses extranjeros

Nicolás Maduro no es Franco. Pero al igual que sucedía en 1975, su régimen bolivariano agoniza. Y como en el tardofranquismo, acusa a quienes le hostigan de actuar como terroristas al servicio de intereses extranjeros. Ya se sabe que Rajoy es su diana favorita. Pero también Trump, Colombia, Francia, el imperialismo y todo lo que huela a democracia y derechos humanos.

Hasta aquí nada nuevo. Todos los dictadores suelen escudarse en las injerencias procedentes del exterior para mantenerse en el poder, lo cual es una buena forma de ocultar las miserias interiores. Lo singular es que en 2017 –40 años después del fin de la dictadura– una parte de la izquierda española, la que representa Unidos Podemos (sucesores de quienes eran los destinatarios de los fondos que recaudaba Olof Palme), vea lo que está sucediendo en Venezuela como un asunto privado.





Imagen de un discurso de Nicolás Maduro en la campaña a las elecciones de la Constituyente. (Reuters)
Imagen de un discurso de Nicolás Maduro en la campaña a las elecciones de la Constituyente. (Reuters)


Lo peor, sin embargo, es que algunos dirigentes –Garzón o Monedero– asumen las tesis de Maduro y llaman a la oposición ‘terroristas’, como hacía Franco cuando sus padres ideológicos salían a la calle para luchar por la libertad y contra la represión franquista. Otros, por el contrario, como Iglesias o Montero, son incapaces de distanciarse de un régimen completamente agotado, y ni siquiera Errejón ha encontrado la ocasión para construir un discurso propio más allá de las obviedades que se dicen cuando da miedo decir con nitidez lo que se piensa. Es decir, de una manera o de otra, Podemos acepta cosas en Venezuela que hoy en España llevaría a sus dirigentes a tomar de nuevo la Puerta del Sol.

Libertad y democracia


Unidos Podemos, sin embargo, no es culpable de lo que sucede en Venezuela. Ni siquiera remotamente. Tampoco su nula contribución a la libertad y a la democracia del país –los presos políticos son una realidad evidente– justifica que a modo de mantra muchos dirigentes conservadores aburran con la idea de que el partido de Pablo Iglesias está deslegitimado para hacer política por su estúpido apoyo al régimen bolivariano. Unidos Podemos cuenta con cinco millones de votos y muchos de sus electores lucharon contra la dictadura, mientras que otros, los que ahora se llenan la boca de libertad y democracia, permanecían en casa o se abstenían en el referéndum de la Constitución de 1978.

Por eso, precisamente, sorprende la actitud de los dirigentes de Unidos Podemos, incapaces de apoyar a la mayoría del pueblo venezolano, levantado contra un patán rodeado de canallas que han llevado a su pueblo a la ruina y a la pobreza, y cuyo sistema clientelar, eso que se ha llamado el petropopulismo, se hundió cuando el petróleo pasó de 140 dólares a los 50 actuales. Es por eso que mientras que Unidos Podemos no se desmarque del régimen bolivariano, seguirá habiendo fundadas sospechas –en algunos casos ya existen certezas– de que solo la financiación ilegal del partido explica su absurdo comportamiento. Miedo a que alguien desvele secretos inconfesables.







Es posible, sin embargo, que la respuesta de los dirigentes de Unidos Podemos tenga que ver con el desprecio con que una parte de la izquierda –afortunadamente no toda– ha tratado históricamente el concepto de libertad, y que atronó hace menos de un año con ocasión de la muerte de Fidel Castro, cuando muchos dirigentes de Unidos Podemos no supieron responder a una verdad incómoda: por qué los españoles tienen derecho a la libertad y los cubanos no.

Para demasiados, la libertad es un simple instrumento de lucha política –una herramienta con fines tácticos–, pero no un objetivo en sí mismo. Es decir, un paso obligado en el camino de la dictadura, y conviene recordarlo ahora que se cumple el centenario de la revolución rusa y 97 años desde el célebre encuentro entre Fernando de los Ríos y Lenin, en el que el líder comunista le respondió: “¿Libertad para qué?", obviando, precisamente, que solo en libertad –con los límites que impone el caos social o la desigualdad injusta, como decía Isaiah Berlin– progresan las naciones. Y por eso, construir discursos en los que aparecen como antagónicos conceptos como la libertad y la igualdad no es más que un retroceso ideológico. Una visión reaccionaria de la historia que hoy, Podemos, parece asumir. Como denunció también Keynes tras su histórico viaje a la Rusia de Lenin por aquellas fechas.

¿Qué dirían Iglesias y Garzón?


La fantasmagórica Asamblea Nacional Constituyente (ANC) no es más que un golpe de Estado interno –como el que ha hecho Erdogan en Turquía– destinado a que el régimen bolivariano se perpetúe en el poder. Como la terrorífica Ley Habilitante que el Reichstag aprobó en 1933 para entregar todos los poderes a Hitler después de que su partido fuera el más votado.
¿Y qué opinarían del hecho de que la tercera parte de los ministros sean militares que controlan todo el sistema de producción y distribución del país?

¿Qué dirían Iglesias y Garzón si Rajoy se sacara de la manga un Congreso de los Diputados paralelo para expulsar a Unidos Podemos del parlamento? ¿O cuál sería la respuesta de los dirigente de UP si se aplican los criterios de la ley electoral bolivariana, que rompe el principio de una persona un voto en busca del voto clientelar? ¿O qué dirían si el referéndum revocatorio de un presidente, como Podemos ha incluido en su programa electoral, se incumple pese a que la oposición logró todos los requisitos que exigía la Constitución bolivariana para destituir a Maduro? ¿O del hecho de que la tercera parte de los ministros sean militares que controlan todo el sistema de producción y distribución del país? ¿O qué pensarían Garzón e Iglesias si Rajoy ordenara detener uno a uno a todos los magistrados del Tribunal Supremo?

Podemos, habrá que repetirlo, no es culpable de lo que pasa en Venezuela, ni siquiera donde gobierna –algunas de las grandes capitales españolas– practica la represión que acepta para los venezolanos. Y por eso, precisamente, bien harían sus dirigentes en desmarcarse y denunciar a un régimen patético que representa lo peor de los valores de esa izquierda que Pablo Iglesias dice defender.



                                                                           CARLOS SÁNCHEZ  Vía EL CONFIDENCIAL 

TESOROS ESCONDIDOS Y PERLAS

"El tesoro escondido, la perla preciosa, no es otra cosa sino Jesús. Es como si Jesús con esas parábolas quisiera decir: la salvación ha llegado a vosotros gratuitamente, por iniciativa de Dios, tomad la decisión, aferradla, no la dejéis escapar."



Raniero Cantalamessa

1R 3,5.7-12;
Sal 118,57-130;
Rm 8,28-30;
Mt 13,44-52).

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscado perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra. También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos».

Tesoros escondidos y perlas

¿Qué quería decir Jesús con las dos parábolas del tesoro escondido y de la perla preciosa? Más o menos esto. Ha sonado la hora decisiva de la historia. ¡Ha aparecido en la tierra el Reino de Dios! Concretamente, se trata de Él, de su venida a la tierra. El tesoro escondido, la perla preciosa, no es otra cosa sino Jesús. Es como si Jesús con esas parábolas quisiera decir: la salvación ha llegado a vosotros gratuitamente, por iniciativa de Dios, tomad la decisión, aferradla, no la dejéis escapar. Este es tiempo de decisión.

Me viene a la mente lo que ocurrió el día en que terminó la segunda guerra mundial. En la ciudad, los partisanos o los aliados abrieron los almacenes de provisiones dejados por el ejército alemán en retirada. En un santiamén la noticia llegó a los campos y todos a la carrera fueron a conseguir esos bienes, volviendo cargados unos con mantas, otros con cestas de productos alimenticios. Pienso que Jesús con esas dos parábolas quería crear un clima semejante. Como para decir: «¡Corred mientras estáis a tiempo! Hay un tesoro que 
os espera gratuitamente, una perla preciosa. No dejéis escapar la ocasión». Sólo que en el caso de Jesús la apuesta es infinitamente más seria. Se juega el todo por el todo. El Reino es lo único que nos puede salvar del riesgo supremo de la vida, que es el de errar el motivo por el que estamos en este mundo. 

Vivimos en una sociedad que vive de seguridades. Se asegura contra todo. En ciertas naciones se ha convertido en una especie de manía. Se asegura incluso contra el riesgo de mal tiempo durante las vacaciones. Entre todos, el más importante y frecuente es el seguro de vida. Pero reflexionemos un momento: ¿a quién le es útil un seguro tal y contra qué nos asegura? ¿Contra la muerte? ¡Ciertamente no! Asegura que, en caso de muerte, alguien reciba una indemnización. El reino de los cielos es también un seguro de vida y contra la muerte, pero un seguro real, que sirve no sólo a quien se queda, sino también a quien se va, a quien muere. «Quien cree en mí, aunque muera, vivirá», dice Jesús. Se entiende entonces también la exigencia radical que un «asunto» como éste plantea: vender todo, desprenderse de todo. En otras palabras, estar dispuestos, si es necesario, a cualquier sacrificio. No para pagar el precio del tesoro y de la perla, que por definición son «sin precio», sino para ser dignos de ellos.

En cada una de las dos parábolas hay, en realidad, dos actores: uno manifiesto, que va, vende, compra, y otro escondido, sobreentendido. El actor sobreentendido es el antiguo propietario que no se percata de que en su campo hay un tesoro y lo liquida al primero que se lo pide; es el hombre o la mujer que poseía la perla preciosa, y no se da cuenta de su valor y la cede al primer comerciante que pasa, tal vez para una colección de perlas falsas. ¿Cómo no ver en ello una advertencia dirigida a nosotros, gente del Viejo Continente europeo, en acto de vender nuestra fe y herencia cristiana?

No se dice en cambio en la parábola que «un hombre vendió todo lo que tenía y se puso en busca de un tesoro escondido». Sabemos cómo acaban estas historias: se pierde lo 
que se tiene y no se encuentra ningún tesoro. Historias de ilusiones, de visionarios. No: un hombre halló un tesoro y por ello vendió todo lo que tenía para adquirirlo. Hay que haber encontrado el tesoro para tener la fuerza y la alegría y vender todo.

Fuera parábola: hay que haber encontrado primero a Jesús, de manera nueva, personal, convencida. Haberle descubierto como propio amigo y salvador. Después será cuestión de broma vender todo. Se hará «llenos de alegría» como aquel hombre del que habla el Evangelio. 


                                                        RANIERO CANTALAMESSA  Vía RELIGIÓN en LIBERTAD


sábado, 29 de julio de 2017

La principal ley de 'desconexión' se atasca por disputas entre los independentistas

Desencuentros en la familia secesionista catalana. La principal de las tres leyes de desconexión se atasca. Puigdemont quiere poner todo el foco en el referéndum.



Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Turull y Raül Romeva EFE

La principal ley de la 'trilogía de la desconexión' se atasca. Los independentistas  pretendían presentar públicamente la denominada Ley de Transitoriedad Jurídica a principios de la semana próxima. Hay pugnas internas en el bloque secesionista y emergen algunos desacuerdos que se ocultan bajo gestos de firmeza.

El pasado miércoles se aprobó la reforma del reglamento de la Cámara que permitirá bendecir la ley del referéndum por la vía exprés. Este viernes se hizo lo propio con una de las tres leyes de la futura desconexión, la que recoge el diseño de la futura normativa fiscal catalana.  

Sin embargo, la pieza clave de la arquitectura legal de ruptura, la Jurídica, especie de embrión de la futura Constitución catalana, ha sufrido un frenazo en su puesta en marcha. El Gobierno de la Generalitat había acordado con la CUP presentarla en sociedad la semana próxima, pero ha trascendido que hay cambio de planes. El trámite queda aplazado hasta finales de agosto o primeros de septiembre. 

El debate no ha sido sencillo puesto que ERC y la CUP pretendían airearla cuanto antes. Se trata de una ley sobre la que el diario 'El País' adelantó buena parte de su articulado, como, por ejemplo, quien tendrá derecho a la nacionalidad catalana, cómo se diseñará el aparato judicial... pero oficialmente se mantiene en el más estricto de los secretos.

Puigdemont ha optado por echar el freno, con la excusa de que es preferible centrarse en difundir la ley del Referéndum, que este mismo viernes firmaron en pleno tanto los miembros del Gobierno como todos y cada uno de los diputados de la mayoría secesionista. El Gobierno central la ha recurrido este paso ante el Constitucional, que posiblemente la neutralice la semana próxima. 

El derecho a ser catalán


La ley de desconexión Jurídica es objeto de disputa entre los secesionistas casi desde su puesta en marcha. El presidente de la Generalitat piensa que carece de sentido ponerla en circulación antes de que se celebre el referéndum. Los radicales de la mayoría gubernamental tienen prisa. Quieren que todo el trámite parlamentario quede despachado antes de la fecha mágica del 1-0. El pulso, por ahora, lo está ganando Puigdemont, lo que, en contrapartida, le obliga a no dar ni un paso atrás en los preparativos del referéndum, sea cual fuere la reacción del Ejecutivo de Rajoy la acción de la Justicia.

El presidente del Gobierno dejó claro, en su última comparecencia del curso, que no habrá consulta, que es ilegal, que la ansiedad no es buena consejera y que sigue abierto al diálogo. Los separatistas hacen caso omiso, siguen adelante con su plan. Este lunes presentará su ley del plebiscito en la Cámara, último día hábil para hacerlo, y confían en que el debate se celebre después del 15 de agosto, cuando el Parlamento catalán haya recobrado la actividad tras el breve descanso veraniego. 

Estos tironeos internos en el bloque secesionista apenas trascienden a la opinión pública. El presidente de la Generalitat enfatiza los pasos de unidad, como la firma conjunta, aunque en secreto y sin cámaras, de la ley del referéndum en un acto émulo de Fuenteovejuna. "¿No dicen que teníamos miedo a firmar? Pues hemos firmado todos", señalaba a este periódico un diputado del Pdecat.

Rajoy habló con Puigdemont no por el futuro 'choque de trenes', sino por el choque de un tren en la estación de Francia, que dejó cincuenta heridos. Sólo conversaron de eso. Ni una concesión a estirar el diálogo telefónico para abordar otros aspectos. Es norma de Moncloa, férreamente establecida, que hasta que el referéndum no desaparezca del horizonte, nada hay que hablar con el presidente de la Generalitat. 



                                                                        JOSÉ ALEJANDRO VARA  Vía VOZ PÓPULI

"Tenemos dos graves problemas: el TC y la informática judicial en Cataluña"

"¿Quién te dice que el día 1 de octubre no se 'cae' el sistema informático de todos los tribunales y juzgados de Cataluña y se produce un apagón de la administración de justicia allí?"


“Me pillas con un pie en el estribo. Este va a ser un agosto de quince días. Vamos a descansar a saltos porque el conflicto de Cataluña empeora”. Nada nuevo, le digo a mi interlocutor togado. “Sí, hay algo nuevo y poco alentador”. Tú dirás. “Lo más decisivo es que el Tribunal Constitucional está determinado a no aplicar la reforma de su ley orgánica que le dotaba de facultades ejecutivas, no punitivas y temporales, para hacer cumplir sus sentencias. La vicepresidenta creyó en octubre de 2015 que dar poderes ejecutivos al TC era la gran jugada. Se equivocó. Aunque el propio tribunal declaró constitucional la reforma en noviembre de 2016, lo hizo dividido: siete a favor y cinco en contra. Ahora resulta que todos, magistrados conservadores y progresistas, están conjurados en no hacer uso de esas facultades".

¿Y si lo pide formalmente el Gobierno? “Tampoco. Le dirán que antes debe actuar el fiscal y los jueces, o que el propio Ejecutivo debe hacer uso de sus facultades coactivas y que el TC es la última ratio ejecutiva”. Tiene su lógica, esa reforma no fue un acierto precisamente porque ha habido instancias internacionales que la criticaron. “Ahí le has dado: el Consejo de Europa, a través de la Convención de Venecia, puso pegas a la reforma en marzo de este mismo año. Los magistrados tienen mucho en cuenta estos matices”.




¿Se llegó a pensar que el Constitucional suspendería, por ejemplo, a Puigdemont? “No lo dudes. De hecho, la reforma de su ley orgánica se hizo para eso, para eludir el 155, para no tener que someterse al ritmo siempre lento de los juzgados y tribunales… y ahora resulta que el TC se queda corto para el Gobierno que, además, carece de fuelle temporal para poner en marcha las previsiones del 155". De hecho, le apunto, hay una aplicación encubierta al intervenir, o poder hacerlo, las transferencias desde el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). “Efectivamente, esa ha sido la medida que más ha impactado al gobierno de la Generalitat y la posible exigencia de responsabilidad contable de Mas, Ortega, Homs y Rigau por el Tribunal de Cuentas, pero estamos en los prolegómenos”.

Supongo que te refieres a la aprobación de las leyes de “desconexión” con un reglamento parlamentario que se suspenderá de inmediato. “También, pero no solo. Todo va a suceder en los primeros días de agosto y, a partir de ahí, el presidente de la Generalitat entra en el territorio de la desobediencia flagrante porque al amparo de ese reglamento legalmente inaplicable tramitará la ley de referéndum y de desconexión”. Y ¿entonces? “Pues que el Gobierno intentará que sea suspendido por el TC temporalmente, este no lo hará y tendremos una crisis adicional".

Todo sucederá en los primeros días de agosto. A partir de ahí, Puigdemont entra en el territorio de la desobediencia flagrante

Quizás el Constitucional cambie de opinión. “No. No lo hará, y esto no es una opinión, es una información. La alternativa no es otra que querellas del fiscal con petición de medidas cautelares radicales”. ¿Cuáles? “Permíteme que no te las explique en este momento, están en estudio”. ¿Sería posible la detención de Puigdemont? “No adelantes acontecimientos. No te voy a contestar sobre esa hipótesis”. Pero es verosímil. “Lo es, pero ahora estamos en otra pantalla: la determinación del Constitucional de no aplicar sus facultades de ejecución ha desconcertado. Hasta ahí puedo leer”.

“No es lo único que preocupa”. Ya me lo imagino. “Seguramente no has reparado –ni tú ni muchos otros– que en 1990 se transfirió a la Generalitat los medios materiales y personales de la Administración de Justicia. Si consultas el Real Decreto de transferencia (son varios y sucesivos) verás que le encomienda dotar a los tribunales y juzgados de 'bienes informáticos', o sea, de informatizar la oficina judicial. Esa transferencia está consumada y depende de la Consejería de Justicia del gobierno de la Generalitat de la que es titular el republicano Carles Mundó, quien ya intentó en mayo una sospechosa inspección de los juzgados evitada por el TSJC y el Consejo General de Poder Judicial. Y vamos a ver, ¿quién te dice a ti que el día 1 de octubre no se 'cae' el sistema informático de todos los tribunales y juzgados de Cataluña y se produce un apagón de la administración de justicia allí?” Sería demasiado fuerte. “Tan fuerte es declarar en un periódico extranjero que no se aceptarán las resoluciones del Constitucional y ahí lo tienes, negro sobre blanco. O sea que si en estos tiempos de desatinos confiamos en la sensatez de ese equipo de bonzos –como llamaste tú a los consejeros de Puigdemont– que Dios nos coja confesados”.

El 'conseller' de Justicia de la Generalitat, Carles Mundó (i). (EFE)
El 'conseller' de Justicia de la Generalitat, Carles Mundó (i). (EFE)

La verdad, este punto de vista es inquietante. “Lo es. Mírate el anexo del Real Decreto 966/1990 de 20 de julio y verás que la dependencia funcional de los funcionarios judiciales es del juez, pero la orgánica es de Justicia de la Generalitat.” Le echaré un vistazo. “Además, y aunque te digan lo contrario, lo cierto es que el sistema informático de tribunales y juzgados de Cataluña no es compatible con los demás. O sea, que si el sistema se 'cae' no se puede tramitar ni un requerimiento”.

¿Está el Gobierno sobre estos asuntos? “Sí, claro que lo está. Este último surge como alarma de la propia magistratura que vive la oficina judicial de forma intensa. Otras alertas proceden de asesores gubernamentales que están estudiando todos los escenarios, pero ni uno es bueno. Funciona el obstruccionismo legal a la logística del referéndum pero parecería que al nuevo gobierno de Puigdemont le importa más un gran conflicto que el propio referéndum”.

¿Y no se puede hacer algo más? “¡Hombre, si hasta Endesa se ha cargado a David Madí, el consejero en la sombra de Mas y del presidente catalán que cobraba un buen sueldo de la eléctrica como presidente de su consejo asesor! La verdad sea dicha: el Constitucional suscitaba unas expectativas que no se van a cumplir, la informática judicial catalana está en manos de la Generalitat, lo que es un auténtico peligro, pero el Gobierno está tratando de tocar todas las teclas". ¿Le quedan muchas por afinar? “Alguna, pero no sería discreto que te lo contase ahora. Un poco más adelante”.



                                                            JOSÉ ANTONIO ZARZALEJOS  Vía EL CONFIDENCIAL

A propósito de Alfonso Guerra: en el nuevo PSOE no se hacen prisioneros

El cese del socialista como presidente de la Fundación Pablo Iglesias ha provocado una conmoción en el partido, del que forma parte decisiva de su historia


Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro'.
George Orwell

Para el público en general ha sido una noticia más, pero en el interior del PSOE la abrupta destitución de Alfonso Guerra como presidente de la Fundación Pablo Iglesias –la única responsabilidad partidaria que le quedaba– ha producido una conmoción. El pesado silencio que ha seguido al anuncio solo muestra la naturaleza del clima que se respira en ese partido desde el 21 de mayo, Día de la Victoria. Aunque pronto se romperá el silencio: aguarden al sonoro y nada inocuo homenaje que los socialistas andaluces harán a Guerra este domingo, en presencia de quien lo ha puesto en la calle.

Para muchos es una decisión incomprensible e inexplicable, que se lee como una venganza alicorta por la posición de Guerra en las primarias. En realidad, no es que no tenga explicación, es que no se puede explicar, que es lo peor que puede pasarle a una decisión política.



No sé si Pedro Sánchez conoce la frase orwelliana, pero está claro que la comparte y aplica. Cuando los socialistas adquirieron la casa en que murió Pablo Iglesias para establecer allí su sede, respetaron la fachada pero demolieron el resto del edificio y levantaron uno nuevo. Mantener la marca y cambiar el producto, ese es el sentido último del proyecto de Sánchez. Y el objetivo, hacer de la 'Reconquista' un hecho irreversible, no sujeto a contingencias orgánicas ni electorales.

Para ello son precisas dos operaciones quirúrgicas. Por un lado, vaciar al partido de su organicidad, enervar los mecanismos de control y de decisión colectiva para instaurar el modelo cesarista en el que solo existe la relación directa entre el caudillo y las bases. Por otro, proceder al borrado de la memoria, lo que exige diluir o emborronar el recuerdo de sus principales referentes. Sería algo así como inocular el Alzheimer en el PSOE. Por este segundo camino se llega rápidamente a Guerra y a la explicación de su cese.

Como se hizo anteriormente con la casa de Pablo Iglesias, el sentido último del proyecto de Sánchez es mantener la marca y cambiar el producto

La Fundación Pablo Iglesias no es un 'think tank' al uso. Su misión no es servir de laboratorio ideológico ni renovar el pensamiento socialdemócrata. Se dedica sobre todo a preservar, fijar y dar esplendor a la historia del partido político más veterano de España y uno de los diez más longevos del mundo. Tiene mucho sentido que esa tarea la encabece Alfonso Guerra, entre otras razones porque su biografía forma parte, y no menor, de esa historia.

La forma de ejecutar el cese y el perfil del sustituto demuestran que no se busca renovar y revitalizar la Fundación Pablo Iglesias, sino decapitarla primero –derribando al icono– y después meterla en vía muerta. Para esa encomienda, Tezanos es valor seguro (en esta clase de episodios siempre aparece un Bruto).

Hay otros aspectos simbólicos en la figura de Alfonso Guerra que la hacen singularmente incómoda para la actual nomenclatura:
Pedro Sánchez reconquistó el poder cabalgando sobre el mito de 'La Militancia', esa criatura legendaria que en la nueva ortodoxia populista debe ser nombrada en singular y con mayúsculas. Pero de todos los dirigentes vivos del PSOE, Alfonso Guerra es quien ha representado por encima de cualquier otro la identificación emocional con los militantes. Felipe González y después, a su manera, Zapatero, tuvieron el proyecto y el liderazgo; pero la gran mayoría de los cuadros socialistas hoy mayores de 50 años aprendieron eso que llaman “cultura de partido” a la sombra de Guerra (los escasos restantes lo hicieron combatiendo a Guerra, en todo caso referencia inexcusable).



El colectivo es consciente de que, sin él, el PSOE que regresó a rastras del exilio jamás habría llegado a ser la organización política más eficiente que ha conocido la democracia española. Ese privilegiado vínculo militante que Guerra poseyó –y que probablemente conserva– lo convierte en un odioso punto de comparación en la hora de la refundación.

Desde una innegable firmeza ideológica llevada en ocasiones más allá de la rigidez, Alfonso Guerra representó una forma de hacer política opuesta a la del 'noesnoísmo' sanchista.

Es sabido que la Constitución tuvo siete padres (los ponentes) y dos comadronas, Alfonso Guerra y Fernando Abril. Ellos dos tutelaron el proceso de principio a fin y juntos fueron resolviendo todos los atascos de los que los juristas no sabían salir. Sin Abril y Guerra, esta Constitución no habría nacido.​

Guerra es quien ha representado por encima de cualquier otro la identificación emocional con los militantes. La 'cultura de partido' se gestó con él

Sin renunciar a sus convicciones, a la hora de la verdad, Guerra fue un izquierdoso antifranquista que operó como el principal negociador constitucional con los herederos de la dictadura; un anticomunista que se hartó de armar pactos con los comunistas; un jacobino al que nacionalistas vascos y catalanes siempre consideraron su interlocutor más fiable; y un ateo anticlerical que en el primer gobierno socialista dirigió y engrasó la relación con la Iglesia Católica hasta el punto de que los obispos –que del poder saben más que nadie– solo querían hablar con él.

Arquitecto del PSOE moderno y aparejador de la democracia, como percibió bien el golpista Tejero cuando sacó del hemiciclo a los principales dirigentes del país (Suárez, Gutiérrez Mellado, Felipe González, Santiago Carrillo) e incluyó en el lote a Alfonso Guerra. En el caso del PSOE no había que liquidar a uno, sino a dos.

El socialista Eduardo Madina, en la sede del partido en Ferraz. (EFE)
El socialista Eduardo Madina, en la sede del partido en Ferraz. (EFE)

Supongo que la situación que ha conducido a apartar de un empujón a Guerra para colocar en su lugar a un subalterno con alma de tal es la misma que ha llevado a Eduardo Madina a la conclusión de que este microclima no le deja espacio para desarrollar una acción política digna y productiva. O la que convenció a Javier Fernández de que había llegado para él la hora de apearse. Habrá más, porque está visto que en el nuevo PSOE no se hacen prisioneros.

El Partido Socialista ha experimentado un prolongado proceso de deterioro de su capital humano que, a mi juicio, está en la raíz de casi todos sus males. La diferencia está en que, lo que durante años se debió a la incuria, ahora tiene un designio y se ejecuta de forma programada.

Cuentan las noticias que Pedro Sánchez intentó vestir la mona ofreciendo a Guerra la presidencia de honor de la Fundación Pablo Iglesias. Obtuvo la respuesta esperada, porque esta vez tenía enfrente a un tipo con un agudo sentido del honor.


                                                                          IGNACIO VARELA  Vía EL CONFIDENCIAL