Artículos para reflexionar y debatir sobre temas y cuestiones políticas, económicas, históricas y de actualidad.
jueves, 14 de junio de 2018
Europa debe ayudar a Italia con la carga migratoria o arriesgarse a su desintegración
El inversor multimillonario George
Soros explica en esta columna por qué la UE tiene que contribuir a
aliviar el problema o los temores de los pueblos europeos acabarán por
destruirla
Varios de los 629 inmigrantes rescatados a bordo del barco Aquarius, que
el Gobierno italiano rechazó, el 12 de junio de 2018. (EFE/cedida)
Tras una crisis que ha durado tres meses, Italia ya tiene un Gobierno basado en una inquietante coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga. Las dos partes tendrán dificultades para acordar un presupuesto, y es muy posible que el que propongan supere los límites que los acuerdos actuales
han impuesto a Italia como miembro de la eurozona. Esto podría resultar
en una nueva crisis política. Asimismo, es posible que el Gobierno
caiga y que se lleven a cabo elecciones este año o, lo que es más probable, a principios del año que viene.
El resultado de las próximas elecciones en Italia dependerá en gran medida de cómo la UE responda a la agitación en Italia. Europa se inclina fuertemente a utilizar la ocasión para darle una lección a Italia.
Si la UE sigue esta línea, cavará su propia tumba al provocar una
respuesta negativa del electorado italiano que, en consecuencia,
reelegirá al M5S y la Liga reforzando su mayoría.
En vez de tratar de darle una lección a Italia, la EU se debería preguntar a sí misma: "¿Qué puede aprender Europa
de la agitación en Italia?". Históricamente, Italia siempre ha sido el
país que más ha apoyado a la EU porque los italianos no confiaban en sus
propios gobiernos. Y con motivos suficientes: los gobiernos italianos
tendían a ser corruptos y a seguir políticas que no servían a los
intereses del pueblo. Pero la UE no debe castigar al pueblo italiano por los pecados de sus gobiernos.
¿Cuáles
eran las reivindicaciones legítimas del pueblo italiano que le hicieron
votar por Movimiento 5 Estrellas y la Liga? Antes de todo, el público
italiano estaba muy descontento con las deficientes políticas migratorias
de Europa, que impusieron una carga injusta sobre Italia. La EU no
tiene una política migratoria común. Cada Estado miembro tiene la suya
propia que, a menudo, está en conflicto con las de otros estados
miembros.
Sin embargo, la EU tiene el llamado Reglamento Dublín III,
que se aplica a todos los estados miembros. El reglamento sostiene que
los refugiados son responsabilidad del país en el que desembarcan
primero. Esto tiene un impacto desproporcionado para Italia, debido a la
norma internacional que exige que las embarcaciones que rescatan a
refugiados en alta mar los desembarquen en el puerto seguro más cercano, lo que en la práctica significa Italia.
Inmigrantes hacen cola para recibir alimentos en un campamento improvisado en Via Cupa, Roma, en agosto de 2016. (Reuters)
Hasta hace poco, la mayoría de los refugiados podían trasladarse al norte de Europa, adonde querían ir. Pero desde septiembre de 2015, Francia y Austria han cerrado sus fronteras y los migrantes rescatados se quedaron atrapados en Italia. Esta situación no solo era injusta, sino también una carga económica muy pesada en
un momento en el que Italia estaba a la zaga de la mayoría del resto de
países de Europa. En mi opinión, ese fue el principal motivo por el que
la Liga, en particular, tuvo tanto éxito en las recientes elecciones.
Además de esto, hay preocupaciones económicas. Los italianos son, en general, proeuropeos
y no quieren quedar fuera del proyecto europeo o del euro. Pero tienen
quejas razonables sobre la forma en que se está gestionando la zona del
euro. El Gobierno italiano necesita encontrar una narrativa mejor que la
de amenazar con abandonar el euro. Si la coalición introdujera alguna
innovación que pudiera considerarse, como una moneda paralela, se
desencadenaría un desplazamiento de bonos del Estado y una fuga de depósitos de los bancos italianos.
¿Qué puede hacer Europa para influir a su favor en los resultados de las próximas elecciones en Italia? Debería alterar las normas de Dublín IIIy aceptar pagar el grueso de la integración y el apoyo a migrantes desproporcionadamente atrapados en Italia.
Trasladarlos por la fuerza a otros países no es posible ni deseable. Otros países, especialmente Polonia y Hungría, se resistirían enérgicamente. De hecho, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ganó las últimas elecciones basando su campaña en la afirmación falsa y ridícula de que yo quería inundar Hungría de inmigrantes. Siempre he defendido que la asignación de refugiados en Europa debe ser completamente voluntaria.
Esto
se desprende del principio voluntario de que el problema del Reglamento
Dublín III no se puede resolver con el reasentamiento forzoso, sino
únicamente si la UE compensa económicamente a Italia por
los migrantes que desembarcan allí. Históricamente, Italia ha sido muy
acogedora, no solo con refugiados políticos sino también con migrantes
económicos. Esto cambió cuando Francia y Austria cerraron sus fronteras y
el líder de la Liga, Matteo Salvini, obtuvo su victoria electoral incitando al público italiano en contra de los inmigrantes.
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, el 7 de junio de 2018. (Reuters)
De hecho, los migrantes únicamente imponen una carga económica en el país receptor hasta que se integran.
A la postre, el aporte que hacen al país receptor es mucho mayor que el
coste de integrarlos. Yo me pregunto, ¿durante cuánto tiempo el incitar
al público en contra de los migrantes seguirá siendo un método seguro
para ganar elecciones? Con el tiempo, la gente se dará cuenta de que
está siendo engañada por políticos sin escrúpulos. Por
ejemplo, Orbán, el amigo de Salvini, está perjudicando directamente los
intereses de Italia al negarse a aceptar refugiados. Por el contrario,
la UE prestaría un gran servicio a Italia si buscase un Plan Marshall
para África utilizando su capacidad de endeudamiento, en gran medida no
utilizada.
Reformar el Reglamento Dublín III será un proceso a
largo plazo. Para poder influir constructivamente en las próximas
elecciones italianas, la UE, en su cumbre de junio, se debe comprometer
firmemente a compensar a Italia aun antes de que se haya completado el proceso. Esto requerirá que Emmanuel Macron y Angela Merkel asuman el liderazgo y persuadan a las fuerzas disidentes en la UE a que les sigan.
La Unión Europea tiene muchos problemas que tratar en su cumbre de junio. Sin embargo, Italia se ha convertido en el más apremiante porque está haciendo peligrar los valores sobre los que se fundó la UE. La desintegración de Europa ya no es una figura retórica, es una dura realidad.
La UE se
enfrenta a una gran cantidad de amenazas, tanto externas como internas.
Desde fuera, la UE está amenazada por los Estados Unidos de Trump, la
Rusia de Putin, la Turquía de Erdogan, la Siria de Asad y por Libia,
ahora un Estado fallido. Desde dentro, Polonia y Hungría están socavando
los valores sobre los que se basa la UE, pero Italia está emergiendo
como el desafío más apremiante para su sostenibilidad.
La UE tiene pocas posibilidades de evitar la desintegración, a menos que
la alianza francoalemana se mantenga. Sin embargo, dicha alianza se ve
amenazada por las elecciones para el Parlamento Europeo en 2019, en las
que ambos países se enfrentarán para controlar la selección del próximo presidente de la Comisión Europea.
No veo cómo se podría evitar ese enfrentamiento, a menos que ambos
acuerden abandonar el sistema 'spitzenkandidat' y encuentren una mejor
forma de seleccionar al próximo presidente.
Es importante reconocer los problemas para poder resolverlos. Quienes están tratando de destruir la UE no se dan cuenta de lo que perderían si lo logran.
GEORGE SOROS* Vía EL CONFIDENCIAL
*Una versión en italiano del presente artículo se publicó en el 'Corriere della Sera'.
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