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martes, 25 de abril de 2023

RESEÑA del libro EL GRAN SECRETO DE LAS MONARQUÍAS EUROPEAS: SUS RAÍCES JUDÍAS

Autora de la reseña: ROSARIO ANZOLA. Publicada en el diario EL NACIONAL DIGITAL el 15 de Abril de 2023
Kálathos Ediciones acaba de publicar un libro de Joaquín Javaloys que dará mucho que hablar entre lectores, historiadores y genealogistas, dada la singularidad del tema planteado por el escritor con una acuciosidad deslumbrante. Javaloys posee una sólida formación profesional: es Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas, Licenciado en Derecho y doctor en Ciencias Económicas. Esta vasta preparación académica lo ha llevado a desempeñarse como Economista del Estado, como profesor universitario, como funcionario de su país en diversas Embajadas, como Concejal del Ayuntamiento de Madrid, como Asesor de varios Ministerios y le ha permitido encauzar sus vocaciones alternas: la de político, la de historiador y la de escritor. Respondiendo a un genuino compromiso ciudadano participó en el proceso de transición española a la democracia y la inquietud intelectual –que también lo caracteriza–, lo han convertido en un riguroso ensayista, cuyas reflexiones han sido transmitidas en entrevistas de radio y televisión) y a través de las redes sociales. Además posee un blog titulado “Desde el mirador de Javaloys”, donde podemos encontrar sus artículos y los de otros pensadores; este blog es una cantera de temas políticos, económicos e históricos y vale señalar que hasta el metaverso, los algoritmos y los blockchains ha encontrado cabida en tan interesante espacio. El autor tiene una especial devoción por la historia, dedicación que ha dado fruto en los últimos 20 años a títulos como: “El gran secreto de los cátaros” (2001); “Yo, Parsifal” (2006); “Yo, Juan de Austria” (2009); “Carlomagno” (2013) y dos libros esencialmente políticos como “La Autonomía regional ¿solución o problema?” (1978) y “El ocaso de las Autonomías”, publicado en el 2012. Capítulo aparte merece “El origen judío de las monarquías europeas” del año 2000, el cual da origen al libro recién editado. Cuando leí “El origen judío de las monarquías europeas” me quedé estupefacta y lo tuve que leer de nuevo. Tiempo después tuve una larga y amena conversación con Joaquín acerca de cómo y por qué había abordado un tema tan pero tan particular. Así supe de su aventura de años registrando archivos y bibliotecas, para el momento había acumulado una inmensa información. Entonces le dije: “Ese enorme esfuerzo que has hecho merece un libro mucho más extenso”. En varias ocasiones me permití insistirle en mi sugerencia, Joaquín solo sonreía, pero en un momento dado y para mi sorpresa me replicó: “Comencé a escribir el nuevo libro y es por tu culpa”. Una vez que arrancó no pudo parar y el encierro de la pandemia contribuyó a que dedicará los días enteros a esta nueva aventura literaria. Quiero puntualizar algunos aspectos de esta singular obra, tomando como punto de partida la condición de investigador que el autor posee, afianzada en su cultura y en una disciplina rigurosa que caracteriza la metodología de su trabajo. Es curioso como pasados largos años de trabajo en sus áreas de desempeño laboral, Joaquín se lanza a la ficción documentada históricamente para saciar su pasión por los enigmas del poder. A él le interesan más los personajes que los hechos, su abordaje literario de la historia se centra en la personalidad y comportamiento de los protagonistas, a la manera de un avezado psiquiatra. Cuando leí “Yo, Juan de Austria”, una de las cosas que llamó más mi atención fue que la voz del autor se mimetiza con la voz del protagonista, algo que se replica en todos sus libros. Cuando la narración se enmarca en la infancia de Juan de Austria, escuchamos la voz de Jeromín, y cuando quien habla es el Juan de Austria adolescente, sucede exactamente igual. Algo realmente inusual, que refleja la destreza expresiva del autor en el manejo de sus protagonistas. Yo, que me he dedicado en gran parte a la literatura infantil, no he visto casos similares. Al autor le apasiona escudriñar en el uso que del poder hacen los gobernantes; y quiero enfatizar que Joaquín es un católico practicante, condición que le lleva a analizar el poder como ejercicio del servicio con mentalidad cristiana. Javaloys desarrolla en este libro la historia de las uniones entre príncipes cristianos y algunos nobles procedentes de Babilonia que, como descendientes del rey David, detentaban el legado de su realeza. Es así como analiza el ejercicio del poder y sus prácticas, en este caso “el poder real” por la creencia del derecho divino a gobernar. Desde ese punto de vista las monarquías se consideraban “sagradas”, desde el mismísimo rey David hasta el rey Felipe II de España. Quiero referirme a la estructura que conforma la armazón de esta obra, lograda con la misma rigurosidad que la investigación de base. En el Capítulo I, con el sugestivo título de “Introducción a una historia oculta”, Javaloys cuenta cómo fue el proceso de investigación de ese primer ensayo histórico y abre la apetencia de los lectores cuando menciona la editorial de la revista HISTORIA 16, donde se publicó como “El mayor secreto de la historia”. Los siguientes tres capítulos remiten a la realeza en el antiguo reino de Israel y en los davídico exilarcas de Babilonia; luego se refiere a la dinastía de Jesús de Nazaret hasta los merovingios y el capítulo IV nos explica cómo se repartió el poder mundial en los siglos 7 y 8 DC. El capítulo V es una especie de intermedio dedicado por entero al gran emperador Carlomagno, como fundador de la Europa política y prototipo de la realeza sagrada medieval. En los capítulos del VI al IX se encuentran las pruebas de los cruces entre familias davídicas y carolingias, siendo el más relevante el capítulo VIII cuyo título incluye la contundente frase: “Las grandes dinastías de Europa tienen sangre judía”. El capítulo IX se sitúa en el Principado judío de Septimania y la dinastía de los reyes judíos de Narbona. Los siguientes capítulos, del X al XII establecen las conclusiones y contemplan la presencia real de los carolingios condes de Valois y de Vermandois hasta los descendientes capetos y Valois de Francia, aparece como figura el emperador Carlos V del sacro imperio romano-germánico y el último capítulo cierra el periplo narrativo con Felipe II y El Escorial destacándose la identificación de la realeza salomónica al servicio del poder divino. Mención aparte merece la meticulosidad de los numerosos cuadros incluidos en el libro, en cada uno de ellos hay que detenerse un largo rato para seguir la pista de los innumerables hallazgos que van develando las genealogías y la historia contada por Joaquín Javaloys, quien se mueve en los entretelones y entresijos de historias escondidas y silenciadas y nos asoma a ellas llenándonos de interés y expectación. Este libro dará lugar a numerosas y distintas reacciones y abrirá una polémica generadora de controversias, pero también tendrá quienes encuentren en sus páginas ideas concordantes con las suyas y quizá se deriven nuevos ensayos políticos e históricos que analizarán la evolución de los conceptos del poder hasta nuestros días y su prospectiva en los días venideros de este convulsionado siglo.
RESEÑA de ROSARIO ANZOLA. Publicada en EL NACIONAL DIGITAL el 15 de Abril de 2023.

domingo, 16 de abril de 2023

EL DAVÍDICO Y CIRCUNCIDADO REY CARLOS III ANTE SU CORONACIÓN Y SU SAGRADA UNCIÓN

Recientemente se ha publicado en el diario La Vanguardia, de Barcelona, y en otros medios de comunicación, un llamativo artículo cuyo subtítulo es el siguiente: "La tradición de circuncidar al futuro rey del Reino Unido fue iniciada en el siglo XIX por la reina Victoria, convencida de que la familia real descendía del Rey David". En ese artículo se dice, entre otras cosas, lo siguiente: "Al negarle la circuncisión a su hijo William, la princesa Diana de Gales rompió una tradición que viene de la reina Victoria. La princesa Diana de Gales rompió la tradición de circuncidar al futuro rey del Reino Unido que fue iniciada en el siglo XIX por la reina Victoria, convencida de que la familia real descendía del Rey David. Carlos III ha sido el último monarca circuncidado hasta ahora. Cuando nació Philip Arthur George, el primer hijo de la reina Isabel II y Philip Mountbatten, y actual rey Carlos III, el 14 de noviembre de 1948, su madre llamó al rabino Jacob Snowman, un conocido médico y mohel de Londres, para circuncidar a su hijo, revela Jewish Press, el semanario judío independiente de mayor difusión en los Estados Unidos. La tradición de la familia real de contratar mohels judíos para circuncidar a sus hijos se remonta a la reina Victoria pero fue interrumpida en 1982 con el nacimiento del príncipe William, porque su madre Diana, la fallecida princesa de Gales, no lo permitió." En realidad, "la tradición real británica de pedir a un mohel judío que circuncide a sus príncipes se remonta al rey Jorge I, quien nació en Hanover, Alemania, y reinó sobre Inglaterra desde 1714 a 1727. Jorge I llevó esa costumbre a Inglaterra. Años más tarde su tataranieta la reina Victoria contrató a mohalims judíos para circuncidar a todos su hijos, pues ella creía que su árbol familiar se remontaba directamente al rey David de la Biblia"
El rey Carlos III de Inglaterra, tocado con una kipá. EFE
En todo caso, actualmente, ante la coronación de Carlos III el próximo 6 de mayo, hay que tener en cuenta que una parte esencial de esa coronación es la que se denomina unción real, pues por esta unción religiosa el rey del Reino Unido se convertirá en monarca por la gracia de Dios tras una ceremonia sacra que se celebrará en la abadía de Westminster y que especificaremos más adelante, pues en ella habrá hebraísmos. Ahora vamos a demostrar que el circundado Carlos III es davídico biológicamente, pues desciende del rey David de Israel. En realidad, el hecho de que los reyes europeos son descendientes biológicos del bíblico rey David es una verdadera historia que se ocultó desde hace muchos siglos cuando Francia y otros países, en la Edad Media, expulsaron a los judíos de los territorios de Europa, lo que yo he relatado minuciosamente en mis siguientes libros: - El origen judío de las monarquías europeas. Editorial EDAF. Madrid. Año 2000. - El gran secreto de las monarquías europeas: sus raíces judías. Kalathos Ediciones. Madrid. Año 2022. Esa historia se ocultó para que se olvidase un asunto tabú: a lo largo de los siglos, las fuentes documentales, especialmente aquellas genealogías en las que deberían aparecer mezclados judíos con cristianos, como ocurrió en la realidad, han sido manipuladas, destruidas o sustituidas, en nombre de la limpieza de sangre (para que apareciesen o solo judíos o solo cristianos, sin mezclarse) o de otros intereses particulares o doctrinarios. Se fue ocultando así la verdad histórica, sobre todo por los cronistas de los reyes y de los magnates quienes, en la Edad Media, eran frecuentemente clérigos inquisitoriales. Y, todavía hoy, los partidarios de "la limpieza de sangre" siguen queriendo ocultar que los reyes europeos son descendientes del rey David de Israel. ¡Claro!, hay que tener en cuenta que, en la memoria histórica, perdura todavía el terrible recuerdo del holocausto, pues en los años 40 del pasado siglo XX varios millones de judíos fueron exterminados en Europa, por la única razón de ser hebreos. Pero ya es generalmente conocido que los miembros de la realeza inglesa, como afirmó la reina Victoria, son descendientes biológicos del rey de David de Israel, a quien Dios concedió el derecho divino a gobernar para él y sus vástagos que aceptasen sus santos. preceptos. Por lo tanto, el rey Carlos III de Inglaterra, descendiente de la reina Victoria, tiene ascendencia davídica, como han confirmado algunos genealogistas. Para confirmarlo, hay que tener en cuenta que un famoso genealogista, que vive en Estados Unidos, David Hughes, publicó el año 2012 un certero y extraordinario libro de 584 hojas, titulado DAVIDIC DYNASTY que, generosamente y para general conocimiento, insertó en Internet, pues está disponible en el siguiente enlace: https://prioratulromanobss.files.wordpress.com/2012/10/davidicdynasty.pdf En esa dinastía davídica de David Hughes se relata que "cuando Palestina estaba sometida a Roma como un territorio de su gran Imperio, gobernaba Judea el rey Herodes y los davídicos tenían como líder de los judíos al patriarca de Jerusalén. Cuando nació Jesús de Nazaret el patriarca de Jerusalén era Hillel "el Grande", fundador de una dinastía de nasis davídicos en Palestina, cuyos descendientes, que voy a detallar seguidamente, generación por generación, se unieron matrimonialmente con la realeza de la naciente Europa y llegaron a configurar linajes aristocráticos de descendientes del rey David de Israel que fueron monarcas de las principales naciones europeas. David Hughes, en su citado libro Davidic Dynasty reproduce el itinerario genealógico, uno a uno y generación por generación, de cada miembro del linaje que comienza con Hillel "el Grande" y que llega hasta el rey Jacobo I rey de Inglaterra y de Escocia (1603-1625). Reproduzco literalmente lo que este gran genealogista dice sobre este principal linaje davídico europeo: ""Hillel "el Grande", Nasi de los palestinos, descendiente del rey David en la 40 generación. Es el 60 patriarca de Jerusalén. Fue fundador de una nueva dinastía de nasis palestinos: Hillel "El Grande", patriarca of Jerusalén (20 antes de Cristo-año 10), fundó una nueva dinastía [Hillelita Dinastía] de nasis palestinos, padre de (41) Simeón I nasi en 10-30, el padre de (42) Gamaliel I "El Viejo", cerca de 30/43-68, (43). Simeón II, 68-70, el padre de (44). Johanan, 70-90, nombrado por Roma (45). Gamaliel II, c 90-110 el padre de 46. Simeón III, c 135-165, el padre de (47). Judah I, llamado Juda El Nasi, 165-217, el padre de (48). Gamaliel III, 217-225 el padre de (49). Judah II, llamado Juda Nasi'eh, o Joullos, c 225-250, el padre de (50). Gamaliel IV, c 250-265, el padre de (51). Judah III, c 265-330, el padre de (52). Hillel II ["D"], c 330-365, el padre de (53). Gamaliel V, c 365-380, el padre de (54). Judah IV, c 380-400, el padre de (55). Gamaliel VI Nasi, Patriarca/Príncipe, c 400-415, (d426), el último de esta línea, depuesto por Teodosio II, el emperador bizantino, que abolió el patriarcado palestino. Continuación de (55) Gamaliel VI Nasi fue: 56A Ezra, antepasado de una noble familia europea: padre de (57). Hezron, engendró (58). Erza, engendró (59). Solomon, engendró (60). Abinadab, engendró (61). Daniel, engendró (62). Jacob, engendró (63). Joseph, engendró (64). Manasseh, engendró (65). Ebenezer, engendró (66). Jehoash, engendró (67). Moshe, engendró (68). Malachi, engendró (69). Isaac, engendró (70). Jonathan, engendró a Nabal (71A) quien engendró (72). Juan, apellidado Paleólogo, fue el ancestro de la familia Paleólogos de Bizancio, cuya familia enlazó matrimonialmente con la imperial casa de Constantinopla y eventual e irónicamente heredaron al verdadero Imperio que antaño habían conquistado el reino de sus antepasados. Juan engendró a (73). Andres, engendró (74). Miguel, engendró (75). Teodor, engendró (76). Constantino, engendró (77). Alejandro, engendró (78). Juan, engendró (79). Teodoro, engendró (80). Manuel, engendró (81). Michael, engendró (82). Alexis Paleologo engendró (83). Andronicus, engendró (84). MICHAEL VIII, Emperador bizantino 1261-1282, engendró (85) a Andronicus II, Emperador 1282-1328, depuesto, murió 1332 pero estaba casado con Yolande, heredera de Montferrat, que fueron padres de (86) Teodoro Paleologo, marqués de Montferrat (murió 1338) quien con su esposa Argentina Spinola, engendraron (87) a Yolande, esposa de Aimon, conde de Savoya (murió 1343), madre de (88) Amadeo VI, conde de Savoya (murió 1383), quien se casó con Bonnie [hija de Pedro I, duque de Borbón], y engendró (89) Amadeo VII, conde de Savoya (murió 1391), quien se casó con Bonnie [hija de Juan I, duque de Berri], y engendraron (90) Amadeo VIII, conde de Savoya que se casó con María, hija de Felipe II, duque de Borgoña, y engendraron (91) Luis, duque de Savoya (murió 1465), quien se casó con Anna de Lusignan, heredera de Chipre, Jerusalén [el reino de los cruzados], Armenia, etc., engendraron (92) Margarita, que fue segunda esposa de Pedro II, conde de San Paul (murió 1482), y fue madre de (93) Maria de Luxemburgo, esposa de Francisco de Borbón, conde de Vendôme (murió 1495), y madre de (94) Antoinette, esposa de Claudio de Lorena, duque de Guisa (murió 1550), y madre de (95) Marie, esposa de James V, rey de Escocia (murió 1542) y madre de (96) Mary (d1587), reina de los escoceses, quien se casó con su segundo marido, Henry Stuart, Lord Darnley (murió 1567)(descendiente directo por vía masculina de un linaje que inició Santiago el Justo, el "hermano" de Jesucristo), y fue la madre de (97) James I, quien fue rey de Inglaterra durante el periodo 1603-1625, y ancestro de todos los siguientes monarcas británicos. Además, voy a reproducir seguidamente otro importantísimo linaje davídico que se detalla en el "Davidic Dynasty" del genealogista David Hughes, que se une a un destacado linaje real hispano y cuyo itinerario genealógico acaba en la reina Victoria de Gran Bretaña. Efectivamente, David Hughes también ha demostrado que del exilarca davídico de Babilonia número 30, Mar-Zutra, que lo fue en el periodo de los años 512 a 520, desciende otro distinguido linaje que llega hasta la reina inglesa Victoria, pero pasando por los reyes Austrias de España. Es el siguiente : - Mar Zutra, exilarca en 512-520, padre por su segunda esposa de - Sutra "Rav", príncipe de Israel, padre de - Saadia (Sa'adyah), príncipe de Israel. - Guriya, príncipe (600/625). - Sutra II, príncipe (650) - Yakov, príncipe. - Shemaiah, príncipe. - Haninai, príncipe (750). - Magis, (Magus) (Migas) (Misas), príncipe. - Nehemiah (Nekhemya) (Nechemia), príncipe. - Abdimi (Avidima) (Dimi), príncipe. - Abbai, príncipe. - Pinkhas (Phinehas) (Pinchus), príncipe. - Hazub (Khazuv) (Chatzuv), príncipe (950), depuesto por el califa fatimida Mu'ezz-II-Din-Allah, que conquistó Jerusalén en 969. - David, hijo de Hazub. - Nathan. - Avraham. - Zakkai. - David. - Hizkiya. - David. - [C]Hiyya Al-Daudi (murió en 1154) que fue un destacado rabbi, compositor y poeta que sirvió como consejero al rey de Portugal. - Yaish ibn Yahya. - Yahya Ha-Nasi o Yahya ibn Yaish o Don Yahya "El Negro", señor de Aldea de los Negros, en Portugal, que murió en 1222/7. Fue el patriarca de la familia "Ibn Yahya", residente en Lisboa. - Yosef (murió en 1264). - Shlomo Ha-Zaken (murió en 1299). - Gedaliah. - Paloma, esposa de Fadrique (murió en 1358), hermano del rey Enrique II de Castilla. - Alfonso, casado con Juana de Mendoza. - Fadrique, que murió en 1473, casado con Mariana de Córdoba. - Juana (Enriquez) casada con Juan II, rey de Aragón. - Fernando II de Aragón, casado con Isabel I reina de Castilla. - Juana la Loca, reina de España, casada con Felipe el Hermoso de Austria, padres de Carlos I de España y V emperador de Alemania
Emperador Carlos V de Alemania y I de España
(continuación de este linaje) - Fernando I, (emperador en 1558-1564), casado con Ana de Bohemia y Hungría. - María, casada con Guillermo V de Cleves, Julich y Berg, que murió en 1592. - Ana, casada con Felipe Luis de Neuberg que murió en 1614. - Ana María, casada con Federico Guillermo de Sajonia-Altenburg, que murió en 1602. - Juan Felipe de Sajonia-Altenburg, que murió en 1639, casado con Isabel de Brunswick-Wolfenbuttel. - Isabel Sofía, casada con Ernesto I de Sajonia-Ghota y Altenburg, que murió en 1675.
Reina Victoria de Gran Bretaña
(continuación de este linaje) - Federico I de Sajonia-Ghota, que murió en 1691, casado con Magdalena Sibyla de Sajonia-Weissenfels. - Federico II de Sajonia-Ghota, que murió en 1732, casado con Magdalena Augusta de Anhalt-Zerbst. - Augusta, casada con Federico Luis, príncipe de Gales, que murió en 1751. - Jorge III, rey de Inglaterra, quien perdió los Estados Unidos de América, y quien fue exactamente el descendiente de la generación número 100 del rey David de Israel, y también fue antepasado de los sucesivos monarcas británicos, incluso de su nieta la reina Victoria del Reino Unido de Gran Bretaña, que vivió en 1837-1901.
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Ahora, tras comprobar que los reyes ingleses, incluso Carlos III, son davídicos vamos a referirnos a su coronación real, que se llevará a cabo el 6 de mayo próximo, y a sus elementos religiosos que ponen de manifiesto la presunta "sacralidad" de la monarquía inglesa: la cruz que guiará la ceremonia y la unción regia por la que Carlos III será rey por la gracia de Dios, que se celebrará en la abadía de Westminster. En cuanto a la cruz de la ceremonia de la coronación del rey Carlos III es preciso subrayar que contiene fragmentos de la cruz en la que fue crucificado Jesús de Nazaret, según el Vaticano, porque el papa Francisco aportó dos fragmentos de la sagrada cruz, uno de cinco milímetros y otro de un centímetro, que fueron colocados en una crucecita incorporada a la cruz ceremonial, la cual es visible tras un cristal de roca color rosa. El rey ha presentado esta cruz de Gales a la Iglesia anglicana para su centenario. Diseñada por Michael Lloyd, la cruz se ha fabricado durante dos años a partir de lingotes de plata reciclada, con fragmentos de madera y de pizarra. Tras la coronación, será compartida por las iglesias anglicanas y católicas romanas del País de Gales. Carlos III ha puesto su autentificación real, una cabeza de leopardo, en la parte de plata que hay en la cruz, durante una visita a Londres que hizo el año pasado. El arzobispo de Gales, Andrew John, ha bendecido la nueva cruz ante dignatarios y fieles en una ceremonia celebrada en Llandudno, en el norte del País de Gales, y posteriormente ella ha sido enviada a Londres para que encabece la procesión de la coronación el próximo 6 de mayo. Respecto a la unción real de Carlos III hay que resaltar ahora los hebraísmos que contiene. En esa ceremonia sacra el aceite que se usará, procedente de aceitunas recogidas del monte de los olivos de Jerusalén y de los huertos que tienen los monasterios de la Ascensión y de santa María Magdalena (en este monasterio está enterrada la abuela paterna de Carlos III), ya ha sido consagrado en la iglesia del Santo Sepulcro por su beatitud Theophilos III, patriarca de Jerusalén, y por el arzobispo anglicano local Justin Welby. La unción real será una ceremonia atractiva, mezcla de fantasía épica y de elementos medievales cuasibizantinos con su liturgia barroca llena de simbolismos tradicionales muy antiguos, parcialmente hebreos. Será un acto íntimo del rey Carlos III con sus vasallos británicos en presencia de Dios, al que no podrán asistir reyes en ejercicio, pero sí representantes de las casas o dinastías reales. La princesa Leonor de Borbón, heredera de la Corona de España, asistirá como representante de su Casa.
Autor: JOAQUÍN JAVALOYS