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domingo, 26 de junio de 2022

Allanar las empresas, degradar las instituciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EUROPA PRESS
No se veía cosa igual desde los tiempos de Rodrigo Rato en su condición de todopoderoso ministro de Economía del gobierno Aznar. Aznar y Rato, Rato y Aznar, colocaron al frente de los monopolios públicos por ellos privatizados a una serie de amigos llamados a convertirse en los grandes capos de la banca y la empresa españolas, alguno de ellos en serios problemas hoy con la Justicia. Pero, si me apuran, aquella fue una operación de privatización, llamada a engordar las arcas del tesoro, que estaba en el espíritu de los tiempos. Esta, no. Esta es una cacicada de muy difícil justificación. Me refiero a la toma de control por el Gobierno Sánchez de una empresa cotizada como Indra, en una operación de concertación, que hubiera requerido el lanzamiento de una OPA por parte de tres de sus accionistas, consistente en la destitución por sorpresa y en junta general de los consejeros independientes y su sustitución por otros menos díscolos dispuestos a decir sí a la autoridad. El brazo ejecutor, la "mano de obra" especializada, el Bertrand du Guesclin del golpe, ha sido ese misterioso armenio que se pasea por Moncloa como Antonio por su casa, Joseph Oughourlian, a la sazón presidente del grupo Prisa, quien por sorpresa introdujo como punto fuera del orden del día el cese de cuatro consejeros independientes encabezados por el vicepresidente Alberto Terol. Un atropello en toda regla al código de buen gobierno corporativo. Sorpresa relativa, cierto, porque la operación de toma de control de la multinacional de consultoría y defensa venía rodada desde hace tiempo. Empezó con la destitución de Fernando Abril-Martorell como presidente hace poco más de un año, siguió con la posterior salida de la consejera delegada, Cristina Ruiz, y culminó con el nombramiento como nuevo presidente de un paniaguado del PSC, Marc Murtra, el partido arbotante dueño de los días de Pedro Sánchez en Moncloa. Todo el poder para los amigos y conmilitones del gran líder, como el viernes contaba aquí Rubén Arranz. Los independientes de Indra, en cuyo accionariado figuran varios fondos internacionales, se opusieron entonces a que Murtra tuviera poderes ejecutivos. Firmaron su sentencia de muerte. Al mismo tiempo, y como el ejército que se apresta a la batalla tomando posiciones, SEPI decidió aumentar su participación hasta el 28% (oficialmente el 25% según CNMV), mientras el grupo industrial vasco Sapa Placencia, con sede en Andoain, Guipuzcoa, donde da trabajo a gran parte de los vecinos, y fuertes conexiones con el PNV, anunciaba su desembarco con el 5%. La dependencia de Sánchez del apoyo parlamentario del PNV, y su disposición a pagar las letras de cambio que firmó en junio de 2018. Nada comparable al sobresalto que, hace escasas fechas, produjo el anuncio de que el fondo Amber Capital del citado Oughourlian había adquirido, en una extraña operación con derivados, el 4,1% del capital. Entre los tres suman un 34,1% de Indra. Lo llamativo es que el capo di tutti capi haya hecho explotar la operación apenas unos días después de la debacle electoral andaluza. ¿En nombre de quién gobiernas, Pedro? Pleno de soberbia, desafió a la oposición en la sesión de control del miércoles, y ha contratacado destituyendo al director del INE (muerte al portador de malas noticias), a la presidenta del CSIC (todo mi respeto para las mujeres ejecutivas, siempre que sean de izquierdas), blindando el CIS a los manejos de Tezanos… Lo más grave, con todo, lo más alarmante, ha sido la decisión de asaltar definitivamente el Constitucional para hacer efectivo su control por Moncloa. Caretas fuera. A robar, a robar, que el tiempo se va a acabar. En la reunión del Consejo previo a la junta, los independientes de Indra habían llegado a un acuerdo con SEPI para que el presidente florero no hiciera uso de su voto de calidad, una forma de asegurar el pacífico desarrollo de la misma. Pero Sánchez y su "asesino" a sueldo, el capo de Prisa, presente en el cónclave, tenían otros planes. En realidad iban a repetir al milímetro la operación que el citado Oughourlian puso en práctica en 2017 con los independientes de Prisa, a cinco de los cuales fusiló al amanecer y sin testigos, con la vista puesta en asegurar el control del grupo mediático para Sánchez y su banda. Un episodio para una serie cuyo título podría ser "El testaferro de Sánchez mete la mano en Indra con mucha Prisa". Sánchez salvó Plus Ultra, ocupó AENA, regaló Correos a un amigo, asaltó Enagás… Por la lista de sus tropelías desfila Duro Felguera, Navantía, Red Eléctrica, Hispasat y un largo etcétera. Lo de Rodrigo Rato y sus amigos fue una broma comparado con lo de esta cuadrilla De modo que, ante la sorpresa de quienes estaban a punto de ser degollados ("¡Es que no sabíamos nada!"), el letrado del armenio, Alberto Alonso Ureba, socio del bufete Écija, abogado y asesor de Gescartera, un mercantilista de primer nivel y también "el primero en abrazar a la viuda en el funeral, a la novia en la boda y al niño en el bautizo", pide la palabra y reclama como punto fuera del orden del día el cese de cuatro consejeros para dotar de "más cohesión y estabilidad" a Indra, objetivo consensuado, según él, "con determinados accionistas significativos" que no pueden ser otros que SEPI y el grupo Sapa. Una concertación como una casa, como mejor que nadie sabe el propio Alonso Ureba, dada su tradicional intensa relación con la CNMV. De donde se colige la existencia de concertación que reclama el lanzamiento de OPA al superar el umbral del 30% del capital (Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores). La sorpresa fue de tal magnitud ("los cuatro intercambiábamos miradas de asombro") que, en ausencia de toma de posición por parte de los fondos, la propuesta fue aprobada por el 53% de los votos representados en junta. 53% frente al 47% restante. Una compañía dividida en dos mitades. Salen del Consejo los independientes Carmen Aguerreta, Enrique de Leyva, Ana de Pro y el propio Terol, además de Isabel Torremocha, cuya reelección fue rechazada. Se mantienen por amplia mayoría Luis Abril (consejero ejecutivo) y Francisco Javier García, así como Miguel Sebastián, exministro de Zapatero, y Antonio Cuevas, exdiputado del PSOE, ambos en representación de SEPI. La junta aprueba también (53% del voto) el nombramiento de Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad y consejero delegado de Sapa, además de su propietario. Ponen en la calle a todos los independientes menos a dos: Ignacio Martín y Silvia Iranzo, "y yo dimitiría mañana mismo si fuera uno de ellos, porque son gente seria que en modo alguno debería aceptar tamaño señalamiento. Me decepcionaría que no lo hicieran". Y bien, ya se han hecho con el control de Indra engañando a todo quisque y tras manejar la compañía como un juguete, pero ¿qué es lo que quieren hacer con ella? "Nadie lo sabe, porque no han presentado ninguna propuesta, ningún plan estratégico alternativo, nada", asegura una fuente cercana al Consejo, "lo que quieren es que Murtra sea ejecutivo y que sus decisiones no las cuestione nadie. Por cierto, va a ser el presidente ejecutivo más caro de la historia, que para eso la pública SEPI se ha gastado un pastón". Naturalmente, nombrarán nuevos independientes por cooptación, alguien que defienda los intereses del siniestro Oughourlian, desde luego, y se avecina escabechina en las áreas corporativas, en esa gente altamente cualificada sobre la que ha ido creciendo el prestigio internacional de la compañía. Nadie duda que seguirá Luis Abril, tipo de brillante currículo, como director general del negocio de TI, pero muy probablemente se cepillen al consejero delegado Ignacio Mataix, responsable del área de T&D (Transporte y Defensa). Porque el meollo de lo ocurrido en Indra parece estar en Defensa. Se entiende el interés de Pedro por controlar la Justicia: él y muchos de sus colegas acabarán más pronto que tarde ante un tribunal El misterio de llama ITP Aero, líder español en la fabricación de motores para aviación, con sede en Zamudio, donde da trabajo a más de 4.000 empleados, y propiedad de Rolls-Royce, segundo fabricante mundial de motores aeronáuticos. La multinacional británica vendió ITP en septiembre pasado al gigante del capital riesgo Bain Capital, en una operación en la que Sada Placencia, de la mano del PNV, tomó una participación cercana al 8% (unos 130 millones) y algo menos JB Capital, el banco de inversión de Javier Botín, hermano de su hermana. Estamos ante el empeño político del PNV por salvar ITP (contrato de cuatro años para el mantenimiento de los motores de los aviones y helicópteros de la Armada) y sus empleos, pero ese proyecto requiere mucha pasta, mucho cash (Bain Capital pretende ceder hasta el 30% a capital español), y ahí es donde Indra entra en escena. Indra está llamada a sostener financieramente un negocio a cuya entrada se oponía Abril-Martorell por considerarlo ajeno a su "core business". Pero el PNV aprieta y Sánchez cede, Sánchez paga la cuenta, o más bien la pagamos todos. Son las servidumbres de Sánchez. Sánchez entregó Bankia a La Caixa en la creencia de servir no solo a Fainé sino al independentismo catalán, y de paso hizo a Goirigolzarri presidente como un guiño al PNV. Pero las exigencias de Ajuri-Enea van creciendo, y ahora se ve obligado a asaltar Indra para ponerla al servicio del nacionalismo vasco. Es verdad que el aumento del presupuesto en Defensa de los Estados miembros de la UE ante amenazas como la del tirano Putin va a convertir a las industrias del sector en carnaza para cuervos como Oughourlian (se habla de que el armenio, especialista en perder dinero en los negocios que emprende, podría intentar colocar Indra en la órbita del Grupo Thales, empresa gala especializada en electrónica de Defensa, con más de 16.000 millones de facturación y casi 80.000 empleados), pero estas son virguerías conceptuales ajenas al pequeño mundo de nuestro gran héroe. Él tiene bastante con pagar las letras que los miembros de la "banda" le ponen periódicamente a cobro para seguir en Moncloa. Entregó Bankia, salvó Plus Ultra, ocupó AENA, regaló Correos a un amigo, asaltó Enagás… Por la lista de sus tropelías desfila Duro Felguera, Navantía, Red Eléctrica, Hispasat y un largo etcétera. Lo de Rodrigo Rato y sus amigos fue una broma comparado con lo de esta cuadrilla. En los últimos tiempos, Sánchez se ha reconvertido en eficaz conseguidor. Ha logrado, previa gestión ante su presidente, que Deutsche Bank salve la siderúrgica catalana Celsa, a la que SEPI quiere inyectar 550 millones (lo que sea menester con tal de tener contento a Rufián), y acaba de hacer una gestión personal ante el presidente de la multinacional Ford para que Almusafes fabrique los dos últimos modelos de coche eléctrico de la marca. Se supone que, como su "copain" Zapatero, también Pedro tendrá ya su Moratinos listo para pasar la gorrilla entre los agraciados por su altruista labor. Interviene en las empresas sin el menor respeto a las normas del buen gobierno corporativo, las politiza hasta la náusea, y al mismo tiempo atropella el prestigio de las instituciones (cuando no se encargan ellas mismas de hacerlo: la CNMV dice ahora que "va a investigar" esta OPA encubierta, ¡ya le vale al tal Buenaventura!, cuando la operación se lleva cocinando desde antes de la salida de Abril-Martorell) en beneficio propio. Tras el asalto a Indra, mucha gente se ha llevado las manos a la cabeza dada la presencia de la consultora en los procesos electorales. ¿Pucherazo a la vista? El temor puede ser descartado de plano: Indra no tiene ninguna participación en el recuento de los votos, limitando su labor a la transmisión de los datos. Pocas dudas, en cambio, sobre el futuro de su nivel de excelencia, llamado a desaparecer, incluso el modelo de compañía, mediante la destrucción de su mejor capital, el humano. La historia de Indra, sin embargo, está lejos de haber terminado: los grandes fondos internacionales ajustarán cuentas a su debido tiempo. Invasión, pues, de las empresas y allanamiento de las instituciones. El CNI, el INE, el CSIC, la CNMC (con el marido de la ministra Ribera, el lobista Bacigalupo, empotrado en el organismo), el CIS… y ahora el Tribunal Constitucional, palabras mayores, porque tolerar el control del alto tribunal por el poder Ejecutivo supone aceptar el final de la separación de poderes, lo que equivale a asumir la defunción de la democracia. Se entiende el interés de Pedro por controlar la Justicia: él y muchos de sus colegas acabarán más pronto que tarde ante un tribunal. Por bastante menos fue Rato a parar a la cárcel y el pobre Miguel Blesa se pegó un tiro.
Artículo de JESÚS CACHO Vía VOZ PÓPULI

miércoles, 22 de junio de 2022

¿En nombre de quién gobiernas, Pedro?

Sánchez carece de la legitimidad para gobernar que otorgan las mayorías sociales, porque ya solo le apoyan la izquierda radical y el nacionalismo periférico
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez />
Vistos los resultados cosechados el domingo por el PSOE en su tradicional granero de votos andaluz, una pregunta flota en el aire reclamando urgente respuesta, una pregunta que la ciudadanía tiene el derecho, incluso el deber, de formularse: ¿En nombre de quién gobierna usted, señor Sánchez? ¿A quién representas, Pedro? ¿Qué número de españoles confía en ti a estas alturas? Conviene hacer un rápido repaso a su currículo electoral reciente. En las generales de noviembre de 2019, aquellas que el gran líder concibió como trampolín sobre el que afianzar su poder, el PSOE se dejó 721.000 votos en la gatera respecto a las celebradas seis meses antes. Pablo Iglesias podría ilustrarnos con sabrosos comentarios sobre lo acontecido en Moncloa la noche del 10 de noviembre de ese año. Desde entonces, el sujeto ha salido trasquilado en Galicia (mayoría absoluta PP), País Vasco, Madrid (estrepitosa debacle socialista), Castilla y León y Andalucía (mayoría absoluta PP). En las autonómicas andaluzas del domingo, el PSOE perdió tres escaños y casi 128.000 votos. Conviene insistir: ¿en nombre de quién gobiernas, Pedro? ¿A quién representas a estas alturas? El batacazo andaluz solo puede ser interpretado como un plebiscito inapelable sobre la forma de gobernar de un personaje del que, tras cuatro años en Moncloa, lo sabemos casi todo, y todo lo que sabemos es malo o casi. La respuesta a un paisaje como el aquí someramente descrito llevaría a la clase política y a los medios de comunicación de cualquier democracia europea a la exigencia de disolución del Parlamento y la convocatoria inmediata de elecciones generales, para que el pueblo soberano dijera quién debería hacerse cargo de la gobernación del país, España en este caso, en uno de sus momentos más difíciles de su reciente historia, con el respaldo de qué partido y en cumplimiento de qué programa. Sorprendentemente, nadie en el PP, ni siquiera un triste subalterno de la cuadrilla Feijóo, ha abierto la boca para formular lo evidente: que, por encima de los apoyos que puedan prestarle los socios de “la banda”, Sánchez carece de la legitimidad para gobernar que otorgan las mayorías sociales, porque ya solo le apoya la izquierda radical y el nacionalismo periférico, ni siquiera están con él, como se ha visto en Andalucía, crecientes capas del socialismo moderado. Evidentemente no lo hará. En lugar de disolver las Cámaras por el bien del país, evitando el destrozo añadido que puede significar año y pico de dislates políticos y económicos, el señorito se prepara para resistir cual gato panza arriba contra toda suerte de evidencias. Con el acompañamiento orquestal de la sinfónica de El País y otros solistas de reconocido prestigio en el periodismo de rodillera, el amigo prepara para este sábado una batería de medidas económicas capaces de asombrar al mundo, acollonar a Feijóo y acaparar los parabienes de Bruselas, Fráncfort y FMI, aunque sea el hazmerreír de los inversores y de los mercados de capitales. Gasto público a capón. Más déficit, más deuda, y el que venga detrás que arree. Pero esto ya no tiene vuelta atrás, Pedro, y lo sabes. Eres un enemigo formidable, lo he escrito varias veces, tienes un gran talento para el engaño, eres un superdotado para el mal, lo has demostrado con largueza, y seguro que dispones de conejos varios de esa tu chistera de refinada maldad, pero estás más muerto que la Mónica Oltra. Queda por saber quiénes serán los desvergonzados Baldovís que te acompañen sobre el escenario en el baile de la muerte, y la fecha definitiva de tu defunción política. Que no tardará en llegar, porque en mayo de 2023 tienes una prueba que, a tenor de cómo están hoy las cosas, en modo alguno podrás superar sin darte un castañazo de los que hacen época: las municipales y autonómicas del año próximo, un envite que puede (la hipotética suma PP-Vox lo haría incontestable) hacerte perder el poder territorial que aún ostentas en Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Te quedarías para vestir santos con un PSC que no es tuyo, que ni te quiere ni te respeta, y con esa Asturias a la que el PSOE ha convertido en una ruina subvencionada y con bable. Poco más. Demasiado poco, demasiado tarde. El drama de tu recorrido por la política española desde junio de 2018 es que te has arriesgado tanto, has engañado tanto, has mentido tanto, te has puesto tan en evidencia, que el ejercicio de equilibrismo que supondría despedir ahora a tus socios de Gobierno y cambiar de caballo en pleno charco no lograría sino agrandar tu desprestigio o, como diría el gran Borges, aumentar el número de tus agonías. Visto con las luces largas del futuro, la verdad es que a estas alturas importas ya muy poco, Pedro. Eres un pato cojo de todos los remos. Una paloma con demasiado plomo en las alas, una calamidad con pasaporte a la historia maldita de un país sobrado de canallas. Importa, repito, el futuro. Para quienes, desde la independencia de criterio, hemos sentido la satisfacción de lo ocurrido en Andalucía no por la victoria del PP sino por la derrota de una forma de gobernar contraria al más elemental sentido de la decencia; para quienes nos hemos abstenido de elevar a los altares a san Juanma Moreno por una cuestión de elemental autoestima, lo importante ahora es preguntarse qué va a hacer Juan Manuel Moreno Bonilla y el PP con esa arrolladora victoria, preguntarte qué vas a hacer, Juanma. Si te dedicas a sestear, a colocar amigos, a hacer favores, a gestionar aseadamente la economía y a poco más, dilapidarás tu mayoría absoluta como el nefasto Rajoy dilapidó miserablemente la suya a partir de 2012, desaprovecharás una oportunidad de oro para cambiar Andalucía como un calcetín y perderás el poder apenas dentro de cuatro años, cuando te toque salir de nuevo al patio electoral. Sí, por el contrario, te rodeas de talento, entronizas honradez y te arriesgas a ensayar un proyecto liberal para Andalucía con la vista puesta en la creación de riqueza, saliendo de casa, viajando al exterior, hablando con inversores, intentando convertir Cádiz en un nuevo Silicon Valley, tratando de doblar el milagro de Málaga en la Andalucía occidental, trabajando por dotar al Jaén levántate brava de oportunidades para los jóvenes, combatiendo la corrupción, acabando con la cultura de la subvención, mandando al cubo de la basura algunas de las leyes más sectarias paridas por el socialismo (cosa que no has hecho, por cierto, en los pasados cuatro años), liberalizando a uña de caballo… el futuro será tuyo y tuya la gloria de una región necesitada de hombres capaces de mostrarse a la altura del momento que les ha tocado vivir. Confieso que, como a tantos liberales, me hubiera gustado que hubieras necesitado a Vox para formar Gobierno, que hubieras necesitado los escaños de Vox, porque Vox (incluso con todo lo que incluye el “paquete Vox”) te hubiera, creo, proporcionado el impulso necesario para llevar a cabo el programa de cambio profundo que Andalucía necesita. No ha sido así, y el temor a ese “marianismo” paralizante que desde hace lustros corroe al PP se mantiene vivo. Que es el miedo que rodea hoy la figura de Alberto Núñez Feijóo. Por difícil que pueda parecer a quienes sufrimos la decepción de la mayoría absoluta de Rajoy dilapidada en el altar de la más estulta mediocridad, los destrozos causados por estos años de sanchismo son de tal magnitud, en lo político y en lo económico, el panorama tan desolador, la posición de España tan frágil, que a día de hoy no cabe descartar en absoluto un Gobierno Feijóo con mayoría absoluta. Sé que en política un mes es un año o más, pero a día de hoy esa posibilidad no puede ser desdeñada. Una mayoría absoluta de nuevo. Y la pregunta vuelve a ser la misma: ¿Para hacer qué? ¿Para seguir atrapados en la dinámica de corrupción que caracterizó a los “partidos del turno” durante la Transición? Ya no se trataría de escribir una carta a los Reyes Magos, de aludir a la Justicia, la Educación, la ley electoral, el separatismo catalán y el ventajismo vasco, el modelo territorial, la emigración, el gasto público y un larguísimo etcétera, no. Se trata simplemente de salvar nuestra democracia, se trata de volver a entronizar la Ley como valor supremo y de hacer realidad la nación de ciudadanos libres e iguales que Sánchez y sus socios han dinamitado. Porque estamos obligados no solo a trabajar lo necesario –echar a Sánchez cuanto antes-, sino a reclamar lo imposible. />
Artículo de JESÚS CACHO Vía VOZ PÓPULI

domingo, 19 de junio de 2022

LA HONRADEZ DE LA IZQUIERDA

La izquierda no necesita demostrar que actúa correctamente o que sus políticas son acertadas. Es buena y seráfica por dogma de fe
La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y portavoz del Consell, Mónica Oltra Europa Press/>
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha citado a declarar como investigada a la vicepresidenta del Gobierno de dicha región, Mónica Oltra, bajo la acusación de prevaricación, abandono de menores, omisión del deber de denunciar delitos y malversación. La verdad es que no está nada mal para una persona de tan alta responsabilidad institucional entre cuyos objetivos declarados para pedir el voto de sus conciudadanos están la lucha contra la corrupción y la regeneración de la vida pública. Se da además el hecho de que el código ético de la formación en la que milita dicha señora, Iniciativa por el Pueblo Valenciano, integrada en la coalición Compromís, contemplaba originalmente la obligación de dimitir para cualquier cargo que fuese imputado (ahora investigado) en una causa penal. Literalmente, esta norma interna rezaba así: “En caso de imputación por hechos relacionados con la hacienda pública y seguridad social y delitos contra la administración pública, violencia machista, corrupción, etc., que el Consejo Ejecutivo considere fundamentada, se exigirá la dimisión inmediata de los cargos públicos y/o del partido”. Una simple lectura del pronunciamiento de la fiscalía y del auto del TSJCV llevan a la conclusión de que la acusación está “fundamentada”. Pues bien, el pasado mes de abril, cuatro años después de la proclamación solemne de tan loables exigencias regeneradoras, Compromís ha actualizado curiosamente su código ético y en él se establece el “estricto cumplimiento de la legalidad”, lo que parece razonable -no se entendería muy bien que los responsables políticos de una entidad con tan sentida y sincera vocación de limpieza de sus conductas se dedicasen a incumplir el orden legal vigente-, pero, oh sorpresa, el requerimiento de dimisión en caso de imputación se ha esfumado. Dado que esta modificación estatutaria tuvo lugar precisamente cuando empezaron las cuitas judiciales de la vicepresidenta, parece que la actualización en cuestión fue una clara maniobra defensiva en previsión de lo que está sucediendo ahora. Esta martingala recuerda bastante al célebre chiste de “estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros”. Hay que imaginar lo que habrán sentido la fiscal y los doctos magistrados que se ocupan de este asunto al verse tildados tan alegremente de peligrosos fascistas Oltra ha declarado que no piensa dimitir, el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, está sumido en un clamoroso silencio y los correligionarios de doña Mónica han atribuido su delicada situación procesal a una persecución de la “ultraderecha”. Hay que imaginar lo que habrán sentido la fiscal y los doctos magistrados que se ocupan de este asunto al verse tildados tan alegremente de peligrosos fascistas. Pasemos a otra pantalla. El expresidente del Gobierno de la Nación, José Luis Rodríguez Zapatero, en un vibrante acto de la campaña andaluza en Vélez-Málaga acompañando al candidato Juan Espadas, ha dicho que “se siente orgulloso” de Manuel Chaves y Juan Antonio Griñán, a los que ha calificado de “personas honestas”. Teniendo en cuenta que el primero ha sido condenado a nueve años de inhabilitación por prevaricación y el segundo a seis años de cárcel y quince de inhabilitación por prevaricación y malversación al haber utilizado ambos indebidamente la friolera de setecientos millones de euros del presupuesto de la Junta de Andalucía, el mayor latrocinio perpetrado por cargo público alguno desde la Transición, estas rotundas muestras de afecto y respaldo a esta pareja de delincuentes, resultan algo desconcertantes. Como también suscitan cierta intriga las razones por las cuales los organizadores de la campaña electoral socialista en Andalucía han considerado que exhibir a un empleado de un narcotirano vulnerador sistemático de derechos humanos es un buen reclamo de cara a las urnas. Misterios de la mente progresista. La izquierda ha tenido y tiene tanto atractivo sobre los votantes, a los que les encanta saber que hagan lo que hagan, digan lo que digan y destruyan lo que destruyan, estarán libres de pecado Aunque la lista podría ser muy larga, bastan los dos ejemplos aquí traídos para ilustrar un interesante fenómeno, digno de profundo estudio por antropólogos, teólogos, psicólogos, psiquiatras y exorcistas: la izquierda es impermeable al mal, que resbala sobre su impoluta piel sin dejar huella. Fechorías que, cometidas por cualquier ciudadano corriente y no digamos si tiene veleidades liberales o conservadoras, deben ser objeto de la repulsa más airada y de la condena más implacable, perpetradas por gentes cobijadas bajo el manto protector de la izquierda quedan automáticamente justificadas o desaparecen milagrosamente. Los ladrones progresistas son honrados, los asesinos progresistas desbordan de bondad, los genocidas progresistas aman tiernamente a la humanidad y los corruptos progresistas practican la caridad. La izquierda no necesita demostrar que actúa correctamente o que sus políticas son acertadas. Es buena y seráfica por dogma de fe. Los que no compartimos esta fe y nos atenemos a la evidencia probada, somos réprobos que no merecemos gobernar y si nos ponemos demasiado insistentes la demonización, la inspección de hacienda, el campo de concentración o el paredón nos pondrán en nuestro sitio. Por eso la izquierda ha tenido y tiene tanto atractivo sobre los votantes, a los que les encanta saber que hagan lo que hagan, digan lo que digan y destruyan lo que destruyan, estarán libres de pecado si se adhieren al credo salvífico de los Zapateros, Sánchezes, Monteros, Iglesias, Belarras, Echeniques y Garzones de turno. Y Moreno Bonilla pidiendo al PSOE que se abstenga para no depender de Vox. Vivir para ver. />
Artículo de ALEJO VIDAL-QUADRAS Vía VOZ PÓPULI

LAS GUERRAS SAGRADAS

¿Qué nos enseñan las guerras sagradas? Que las religiones movilizan emociones muy profundas, que esas emociones unen a grupos grandes, que pueden dirigirse contra los enemigos de la religión, que tienen una sobremotivación ética, y son creadoras de sentido. Movilizar esas emociones es una de las herramientas del poder. Muchas causas sagradas han sido políticas, pero con un modelo emocional religioso. Michael Burleigh ha estudiado como política y religión se han unido en la Europa del siglo XX, en su libro Causas sagradas. Una y otra vez se repiten patrones parecidos. Personajes carismáticos como Lenin, Mussolini, Hitler, Stalin o Mao, provocan una devoción casi religiosa. Posiblemente algo parecido está sucediendo en Rusia. La Vanguardia ha publicado una interesante entrevista de Alex Rodriguez y Alex Rodriguez-Rata con Cyril Hovorun, ex secretario del Patriarca de Moscú. Piensa que la personalidad del patriarca Kiril está muy presente en lo que sucede en Rusia. Durante años, su objetivo era pensar nuevas formas de existencia de la iglesia rusa. “La sociedad rusa estaba fragmentada y sigue estando muy fragmentada., Necesitaba algún tipo de cohesión, algún tipo de grapa y de hecho Kiril acuño esta palabra: ser la grapa espiritual para que la sociedad rusa se mantuviera unida”. Promovió la idea de que Rusia tiene un papel central que jugar en la historia de la humanidad y que está señalada por Dios para salvar al mundo. Putin no supo construir ninguna narración que sustituyera a la comunista. Kiril, sí. Putin es un hombre limitado, con una mente muy limitada. No podía pensar en grande. Kiril, sí. Putin comenzó a pensar así después de involucrarse con la iglesia. “Ahora piensa en términos cósmicos, como una persona de significado universal y una misión especial de Dios que considera a Occidente como la encarnación del mal existencial global”. La iglesia le ha infundido la idea de que está luchando contra el mal global que se encarna en Occidente y que él defiende la bondad global, que encarna Rusia. Esta idea de que hay naciones con un papel salvador se ha repetido a lo largo de la historia. El “eje del mal” denunciado por el presidente Bush entraba dentro de ese modelo. En el caso ruso, el asunto viene de lejos. Quien conozca la obra de Dostoievski recordar que para él la esencia de Rusia es el “pueblo” humilde, apegado a la tierra, se opone al cultivado “occidental”, que se aparta de la vida profunda y se convierte en un ente inconsistente, artificial y enfermo. ”Sus instintos no ha sido aún engañados, de suerte que posee un seguro sentido de dirección y de distinción,” “de tal suerte vive el pueblo y en el individuo vive la indestructible realidad del ser, al cual, empero, está entregado. Ha de sobrellevar el peso de la existencia, solo que no se plantea la cuestión acerca de su tal carga, se justifica. El hombre del pueblo admite la vida con todas sus penurias como algo dado; por lo demás, no conoce las técnicas que le permitirán sustraerse a ellas., Simplemente las soporta y de ahí su grandeza. El pueblo es un ente abandonado a sí mismo, fatigado y agobiado. Romano Guardini en su libro sobre El universo religioso de Dostoievski concluye que para el gran escritor el pueblo está cerca de Dios. “El propio pueblo se convierte en un misterio de Dios en el que es preciso creer”. Nabocov en sus comentarios sobre la obra de Dostoievski le criticó duramente por haber opuesto el egoísmo europeo, encarnación del Anticristo, con la hermandad de Cristo y Rusia. Separó así a Rusia de Occidente, presentándola como una nación santa, amante de Dios, cuyo propósito es salva al mundo con el cristianismo ortodoxo. Lo que resulta sorprendente es la nostalgia del Caudillo, que vuelve una y otra vez a las naciones. El primero de Mayo de 1918 Lenin fue declarado Vozhd, “caudillo supremo”. Sus colegas comenzaron a hablar de él como si se tratara un dios mortal.” Él es realmente el elegido entre millones. Es la auténtica figura de un caudillo de los que nace uno cada quinientos años en la vida de la humanidad” (Burleigh, M.op.cit. 81). Todos los movimientos políticos han envidiado la energía emocional que la religión genera y han intentado apropiársela o copiarla. Mussolini era muy consciente de ello cuando dijo: “El fascismo no es solo un partido, es un régimen; no es solo un régimen, sino una fe; no es solo una fe, sino una religión que está conquistando a las masas trabajadoras del pueblo italiano “(Mussolini, B. Discorso di Pesaro, (Opera omnia de B.M-22, p. 127, 1956). En agosto de 1922 decía “El siglo de las democracias ha concluido. Las ideologías democráticas han sido liquidadas”. Proclamo su deseo de pisotear el “cadáver más o menos descompuesto de la Diosa de la libertad”. En la esencia de la fe está la obediencia y por eso el fiel no echa en falta la libertad. Goebbels en su novela autobiografía Michael escribió: “Es casi intrascendente en qué creemos, mientras creamos en algo”. Por cierto, eso mismo decía Unamuno. Hitler pensaba que un pueblo necesita una fe común, ya fuese religiosa o de otro género. Mao Zedong recibió el título de “El gran Timonel”. No cabe duda, el sapiens es el único animal que tropieza siete veces en la misma piedra. ¿Por qué nos cuesta tanto aprender? Me inclino a pensar que la razón está en que los conocimientos progresan, pero las emociones son muy viejas, y estas tienen más fuerza movilizadora que las razones. Pero tal vez esté equivocado./>
Artículo de JOSÉ ANTONIO MARINA Vía Diario de un investigador privado

domingo, 12 de junio de 2022

Argelia confirma: Sánchez fue chantajeado

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Mohamed VI el pasado abril. MONCLOA
Sentados sobre un barril de pólvora. El asunto que acapara todas las conversaciones desde que Pedro Sánchez anunciara su decisión de regalar el Sáhara Occidental a Marruecos, la sospecha que embarga a millones de españoles desde entonces, tomó carta de naturaleza esta semana tras la denuncia realizada por el Gobierno argelino acusando a Marruecos de estar librando una guerra sucia contra España utilizando las escuchas de Pegasus y la emigración como método de presión. Ya no es un rumor. Es una acusación directa de Argel contra Rabat, con los servicios secretos de al menos tres países de por medio. En efecto, el Enviado Especial argelino para el Sáhara Occidental y el Magreb, Omar Belani, acusó el jueves a Marruecos de estar detrás de los ataques a móviles efectuados a ministros del Gobierno español y a su propio presidente, con objeto de forzarle con la información obtenida a reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara. Belani ha ido más lejos, acusando a Rabat de "utilizar fórmulas amorales" y de actuar con enorme cinismo y sin ningún tipo de escrúpulos. Es el relato de un chantaje como la copa de un pino. Transcribo las palabras pronunciadas el jueves por la conductora de 'Noticias Mediodía' de Onda Cero, Elena Gijón, porque me parecen de una valentía inaudita en la radio española y más en una empresa del grupo Atresmedia: "Es hora de que el Gobierno desmienta de forma rotunda que Rabat está chantajeando al Ejecutivo con información sensible o comprometedora obtenida del móvil del Presidente, porque una cosa es una chapuza de graves consecuencias y otra muy distinta que el Gobierno se hubiera [se haya] avenido a perjudicar al país para que no salieran [salgan] a la luz determinados asuntos. Quedamos a la espera". Una acusación muy grave. ¿Ha reconocido Sánchez la titularidad marroquí sobre el Sáhara para evitar que los españoles sepamos lo que hay en esas dos gigas de información robados de su móvil por, según toda evidencia, los servicios secretos marroquíes? ¿Ha sido Sánchez sometido a chantaje por parte del rey de Marruecos, como afirma el citado alto cargo argelino? ¿Ha dañado gravemente los intereses de España para salvar el suyo propio? Estamos ante el escándalo potencialmente más grave de los ocurridos en mucho tiempo. El Gobierno Sánchez, as usual, no solo no ha desmentido nada, sino que calla cual muerto. Lo llamativo del caso es que también la oposición, sobrecogida y como asustada por la dimensión de un episodio que debería hacer saltar al Gobierno por los aires, permanece en silencio. Un caso, conviene repetirlo, que terminará llevando a un Sánchez que a estas horas debería estar procesado al banquillo de los acusados por un posible delito de alta traición. Estamos ante el escándalo potencialmente más grave de los ocurridos en mucho tiempo. El Gobierno Sánchez, as usual, no solo no ha desmentido nada, sino que calla cual muerto Esta semana hemos conocido las consecuencias (algunas) de la decisión del sujeto de entregar el Sáhara Occidental a Marruecos a cambio de nada, con la decisión argelina de suspender el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación suscrito con España el 8 de octubre de 2002. Casi de inmediato, la argelina Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros (Abef) recibía la orden de congelar las domiciliaciones bancarias en operaciones provenientes y destinadas a España. Adiós a cerca de 2.700 millones de exportaciones a Argel. Apenas 36 horas antes de que se anunciara la bomba, el ministro de Asuntos Exteriores cenaba en el Palacio de Santa Cruz con dos prominentes empresarios del sector energético a los que transmitía todo tipo de seguridades de que "Argelia es un socio plenamente fiable" y "no hay ningún riesgo de que pongan pies en pared". Es decir, no tenían ni idea de lo que se les venía encima, lo que explica la cara de alelado que estos días luce el ministro Albares, supuestamente el tipo más "inteligente" de este Gobierno. Lo cual vuelve a poner en evidencia que estamos gobernados por una cuadrilla cuya prepotencia solo es comparable a su ignorancia y a su demostrada capacidad para conducir al país hacia el abismo. La ministra de Hacienda, con su habitual gracejo, ha salido a la palestra para asegurar que no peligra el suministro de gas argelino a España. Una verdad a medias o ni siquiera eso, como todo lo que tiene que ver con esta irrepetible señora. El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha venido a aclarar la cuestión: "El contrato que tenemos con Sonatrach tiene dos partes, una es el contrato de cantidades y otra son los contratos de precio. El primero es de largo plazo [hasta el 2032] y como tal ni está ni nos han dicho que vaya a estar en ningún momento bajo sospecha o revisión. Lo que está en discusión ahora mismo es el acuerdo de precios, que se revisa cada tres años". Lo que no ha dicho Reynés, porque no lo puede decir sin perjudicar a su empresa, es que esa renegociación está en marcha desde noviembre pasado y lleva tiempo atascada, porque los argelinos han puesto sobre la mesa una importante subida del precio del gas. Tampoco ha dicho que, desde el momento en que Sánchez soltó su bomba sobre el Sáhara, las relaciones con Sonatrach se han vuelto muy tensas. Esta es la dimensión del problema: no solo hay que esperar una subida significativa del precio del gas que Argelia suministra a España, sino que no cabe descartar males mayores teniendo en cuenta que Sonatrach es una empresa propiedad del Estado argelino y que la toma de decisiones está, al final de la cadena, en manos del presidente Abdelmayid Tebune. La parte más débil de la cadena está, naturalmente, en Madrid. De hecho, la decisión argelina de romper la baraja ha venido a demostrar la debilidad de un país, España, en manos de un aventurero de la política a quien cualquier Gobierno, de cualquier tamaño, es hoy capaz de lanzar un órdago y ganárselo. La respuesta del Ejecutivo de Sánchez ha consistido en ir corriendo a llamar a la puerta de Bruselas pidiendo árnica, como el alumno maltratado que en el cole acude a pedir auxilio al profesor. Este viernes noche, Moncloa desplegó sus mejores esfuerzos llamando a directores de periódico para que valoraran como un "gran éxito del Gobierno" la respuesta del Ejecutivo argelino a una Bruselas que horas antes había pedido a Argel "dar marcha atrás". Y no son pocos los periodistas que compraron la mercancía. Pero, ¿qué dice la carta de respuesta argelina? Pues que Argelia va a cumplir sus compromisos, va a respetar los contratos de suministro suscritos, naturalmente, porque no tiene ningún interés en acudir a un arbitraje en la Cámara de Comercio Internacional de París y, fundamentalmente, porque gran parte de las divisas que entran en el país proceden de la exportación de su gas natural. De modo que el gas argelino seguirá llegando a España, pero ya podemos ir atándonos los machos por lo que respecta a su precio. El destrozo económico es tan grande, la crisis política tan profunda, que la posibilidad de una moción de censura contra el Gobierno Sánchez no debería ser descartada en modo alguno, señor Feijóo, incluso para perderla Tras dos meses de espera, la CE aprobó el miércoles la llamada "excepción ibérica" por la que España y Portugal podrán aplicar un límite al precio del gas para la producción eléctrica, una medida que costará 6.300 millones a las arcas públicas. Y una cierta sensación de que la Comisión ha terminado cediendo en un ejercicio de voluntarismo que saben inútil, en un "concedámoselo, a ver si son capaces de salir del hoyo antes de que fatalmente tengamos que intervenirles". Y todo ¿para qué? Para que el impacto de un embrollo que ha supuesto intervenir el mercado, dañar a las empresas y crear falsas expectativas se limite a un ahorro de entre 6 y 8 euros por factura y mes. Eso es todo. Eso, y la gasolina por encima de los 2 euros litro, y la inflación cerrando mayo en el 8,7%, y el PIB que no recuperará su nivel prepandemia hasta 2024, y el BCE anunciando el fin de las compras de deuda y la subida de tipos de interés… El destrozo económico es tan grande, la crisis política tan profunda, que la posibilidad de una moción de censura contra el Gobierno Sánchez no debería ser descartada en modo alguno, señor Feijóo, incluso para perderla. Para que se retraten todos, empezando por el PNV. Y menos mal que existe Bruselas, menos mal que contamos con ese muro de contención capaz de impedir algunas de las peores tropelías del personaje, capaz de poner un poco de orden en un país sumido hoy en el caos por un Gobierno débil con los fuertes -perplejo y aturdido ante Argelia, silente ante el Marruecos chantajista-, pero fuerte y determinado y delincuencial a la hora de seguir adelante con la demolición del edificio constitucional. Me refiero a la noticia según la cual la Agencia Tributaria está de nuevo mirándole los bajos a Juan Carlos I, ahora centrada en investigar quién pago los gastos de las monterías a las que el Emérito fue invitado por Albertos, Abellós y demás sagrada familia de ricohomes patrios durante los ejercicios fiscales 2014 a 2018, es decir, después de la abdicación. Según esta doctrina, toda invitación a un concierto, una boda, una simple comida o a pasar un fin de semana en casa de un amigo es susceptible de caer bajo las garras de Hacienda. Un completo absurdo si tenemos en cuenta que, desde un punto de vista fiscal, cualquiera de esas invitaciones entraría dentro de la categoría de donación sujeta al ISD, lejos de las competencias de la AEAT. Es evidente que esto no tiene otro objeto que seguir teniendo bien trincado a Felipe VI, que no a Juan Carlos I, por lo que le cuelga. El emérito se ha convertido en el ariete con el que el Gobierno social comunista pretende demoler las defensas de la institución monárquica. ¡Pedro, te queremos de presidente de la III República!
Artículo de JESÚS CACHO Vía VOZ PÓPULI

UN GOBIERNO DE ESPAÑA ANTIESPAÑOL

¿Sobrevivirá España a la acción de este Gobierno, que se ha erigido en su verdugo, y logrará llegar viva a las próximas elecciones generales?
Pedro Sánchez con Mohamed VI/>
El comentarista soporífero Pablo Iglesias Turrión recordó en una ocasión a sus seguidores que la política consiste en “cabalgar contradicciones” aludiendo así a su hábito de mentir, engañar, calumniar u ocultar los hechos con tal de conseguir sus fines. No se puede negar que en este menester de pisotear la verdad cuantas veces sea necesario para alcanzar o conservar el poder, Pedro Sánchez ha sido un alumno tan aventajado que sigue en La Moncloa mientras el supuestamente intelectualizado maestro fue implacablemente arrastrado por el polvo por una modesta periodista metida a política cuyo coraje, claridad de ideas, solidez de principios e intuición indiscutiblemente femenina le enviaron a exhibir su frustración tras micrófonos alquilados a base de subvenciones. Sic transit gloria mundi. Sin embargo, dentro del ámbito de las contradicciones las hay de diversas categorías, leves, medianas, graves e insoportables. España padece en sus torturadas carnes una especialmente imposible de sobrellevar. Somos el único país del orbe que tiene un Gobierno que trabaja incansable para destruir la Nación y la sociedad a las que debería proteger de sus enemigos internos y externos, proporcionar mejores condiciones de vida para sus ciudadanos y fortalecer en su posición en el escenario internacional. Pues bien, todo lo que hace, dice, urde, legisla o ejecuta esta sobrecargada caterva de ministros y ministras con su amoral jefe a la cabeza, ya sea en unos casos por deliberada maldad y en otros por flagrante incompetencia, se mueve en sentido inverso a lo que prometieron ante el Rey y sobre la Constitución el día que accedieron a sus cargos. La tarea que le dejarán a sus sucesores -porque es imposible que los Hados sean tan crueles como para castigarnos con cuatro años más de semejante horror en el futuro inmediato- consistirá no en corregir aquí, suplir allá y retocar acá, nada de eso, sino en reconstruir por completo lo que no hace tanto fue, con sus defectos y sus carencias, una democracia aceptable y una economía viable y es hoy crecientemente un montón de escombros. Las represalias argelinas están siendo terribles y en Rabat se ríen a mandíbula batiente mientras preparan el próximo alfilerazo Baste citar un reciente ejemplo entre las incontables tropelías de la banda monclovita en el que se entremezclan la torpeza, la estupidez y la vileza a partes iguales para probar la certeza del título de esta columna. Se trata, por supuesto, de la tremenda crisis creada con Argelia, que ha conducido a este vecino meridional a retirar su embajador, congelar el Tratado de Amistad y Cooperación vigente hasta este desgraciado tropezón entre ambos países e interrumpir relaciones comerciales. Corolarios de esta catástrofe son una mayor presión de inmigración irregular procedente de las costas argelinas, una posible falta de asistencia en temas de seguridad y una más que probable subida del precio del gas suministrado por Sonatrach a Naturgy. Esta historia aciaga empezó con una idea genial de Ángeles González Laya, a la sazón ministra de Asuntos Exteriores, con la necesaria aquiescencia de Pedro Sánchez, consistente en intentar engañar a Marruecos introduciendo el 18 de abril del año pasado clandestinamente en España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para ser tratado de covid en Logroño. Esta astracanada, que hubiera avergonzado incluso a Mortadelo y Filemón, consistió en recibir en un aeropuerto militar al saharaui con nombre falso, lo que, teniendo en cuenta que Ghali tiene DNI español, constituye una estupidez supina. Hubiera bastado advertir con antelación a Marruecos de que el ciudadano español Brahim Ghali viajaría a España por razones médicas para evitar todo el descarrilamiento posterior. Como era de esperar, los servicios de inteligencia marroquís descubrieron el pastel de inmediato y se indignaron por dos motivos, primero por la desleal maniobra y segundo por tomarles por tontos. A partir de aquí, todo fue de mal en peor. Los teléfonos del presidente del Gobierno y de algunos ministros fueron espiados por Marruecos utilizando el sistema Pegasus y grandes cantidades de información sensible pasaron a manos de Mohamed VI. Una vez en posesión de este material, Pedro Sánchez ha sido chantajeado y la política española en relación con el Sahara Occidental que se había mantenido invariada durante cuatro décadas con Gobiernos de variados signos, experimentó un viraje inexplicable e inexplicado por el que el presidente aceptó de la noche a la mañana la soberanía de Marruecos sobre un territorio del que España es todavía legalmente potencia administradora y en contra de reiteradas resoluciones de Naciones Unidas. Esta pirueta grotesca se llevó a cabo sin consultar ni al resto del Gobierno, ni al Rey, ni al Parlamento ni a nuestros aliados ni ¡a Argelia! No se puede dar mayor concentración de errores e ignominias en un solo acto. Como es lógico, las represalias argelinas están siendo terribles y en Rabat se ríen a mandíbula batiente mientras preparan el próximo alfilerazo. A mayor abundamiento, el director de un prestigioso medio digital le ha dicho el pasado jueves a Carlos Herrera en la COPE que Estados Unidos guarda cosas sobre Sánchez aún peores que las obtenidas por Marruecos con Pegasus. O sea, que nuestro presidente de Gobierno está sentado sobre un barril de pólvora cuya mecha se encuentra en Washington y en Rabat. A los pies de los caballos Como muestra es suficiente el botón descrito, pero si a esta pifia monumental que deja a España a los pies de los caballos, se añade que el Gobierno de Sánchez alberga en su seno y se apoya para su estabilidad en gentes cuyo designio permanente es la liquidación de España como Nación, que el BCE va a dejar de comprar deuda soberana y se dispone a subir los tipos de interés mientras el insensato que rige nuestros destinos no hace más que crear nuevo empleo público y gastar sin freno y que nuestra política energética en plena guerra de Ucrania es simplemente suicida, nadie podrá discutir que los españoles nos hallamos en una carrera contra la muerte. La pregunta que nos atormenta es, en efecto, ¿sobrevivirá España a la acción de este Gobierno, que se ha erigido en su verdugo, y logrará llegar viva a las próximas elecciones generales? Se admiten apuestas y vaticinios, pero argumentados, por favor./>
Artículo de ALEJO VIDAL-QUADRAS Vía VOZ PÓPULI

LOS PARAISOS ARTIFICIALES

Yuval Noah Harari tiene talento para las grandes síntesis y esa me parece la razón de su éxito. Su tesis en Homo Deus es que controlados (¿?) los grandes males de la Humanidad – la peste, el hambre, y la guerra- los tres nuevos proyectos son la inmortalidad, la felicidad y ampliar nuestras capacidades hasta convertirnos en dioses. Al hablar de la felicidad en el siglo XXI menciona la “felicidad bioquímica”. Los lectores de El deseo interminable asistirán al cambio en el modo de concebir la felicidad. Epicuro y los antiguos consideraban que la búsqueda de la felicidad era un objetivo personal, pero los pensadores modernos tienden a verla como un proyecto colectivo. “Sin planificación gubernamental, recursos económicos e investigación científica, -escribe Harari- los individuos no llegarán muy lejos en su búsqueda de la felicidad. Si nuestro país esta desgarrado por la guerra, la economía está pasando una crisis y si la atención sanitaria es inexistente, es probable que nos sintamos desgraciados”. (p. 42). A esto me refiero al hablar de la “felicidad objetiva” como condición de posibilidad de la “felicidad subjetiva”. A finales del XVIII estaba claro: el objetivo del Estado es aumentar la felicidad global. Sin embargo, continua Harari, durante el XIX y el XX los países no medían su éxito en términos de la felicidad de sus ciudadanos, sino sgun el tamaño de sus territorios, el crecimiento de su población y el aumento de su PIB, no en términos de felicidad de sus ciudadanos. Las escuelas se fundaron para producir ciudadanos hábiles y obedientes que sirvieran lealmente a la nación. La sanidad tampoco se organizó para la felicidad de la gente, sino para que la nación fuera más fuerte. Incluso el sistema de bienestar se planteó originalmente en interés de la nación, no de los individuos necesitados. Cuando a finales del XIX Bismarck estableció por primera vez las pensiones y la seguridad social estatales su objetivo era asegurarse la lealtad de los ciudadanos. Uno luchaba por su país cuando tenía un año y pagaba sus impuestos cuando tenía cuarenta porque contaba con que el Estado se haría cargo de él cuando tuviera setenta” (Beatrice Scheubel: Bismarck ‘s Institutions: A Historical Perspective on the Social Security Hypothesis, Mohr Siebeck, Tubinga, 2013). Los Padres Fundadores americanos establecieron el derecho a la búsqueda de la felicidad, que era en realidad una defensa contra el Estado. Pero ahora se ha convertido en derecho a la felicidad directamente. Pero esto es más difícil de conseguir. El aumento de la riqueza no asegura la felicidad. De hecho, el número de suicidios es mayor en países ricos. Conseguir la verdadera felicidad puede resultar mucho más difícil, “En la Edad Media bastaba un pedazo de pan para que un campesino hambriento se sintiera alegre. ¿Cómo se aporta alegría a un ingeniero aburrido, con un salario excesivo y sobrepeso?” (p. 46). El nivel de vida en Estados Unidos subió espectacularmente de 1950 a 1990, pero los niveles subjetivos de felicidad eran aproximadamente los mismos. Lo mismo sucedía en Japón. ” Un porcentaje creciente de la población toma medicamentos psiquiátricos de forma regular. No solo para luchar contra enfermedades, sino para aumentar el bienestar El techo de cristal de la felicidad se mantiene por dos razones: 1 Psicológica La felicidad depende de expectativas y no de condiciones objetivas. A medida que las condiciones mejoran, las expectativas se disparan 2 Plano biológico Estamos más determinados por nuestra bioquímica que por las circunstancias sociales o económicas. Para la ciencia, la felicidad en último termino son sensaciones físicas placenteras. El problema está en que desaparecen con rapidez, por culpa de la evolución. “Durante incontables generaciones, nuestro sistema bioquímico se adaptó para aumentar nuestras probabilidades de supervivencia y reproducción, no nuestra felicidad. El sistema bioquímico recompensa los actos que conducen a la supervivencia y a la reproducción con sensaciones placenteras. Pero estas no son más que un truco efímero para vender” (p.49). “Si la ciencia está en lo cierto y nuestra felicidad viene determinada por nuestro sistema bioquímico, la única manera de asegurar un contento duradero es amañar el sistema. Olvidemos el crecimiento económico, las reformas sociales y las revoluciones políticas: para aumentar los niveles mundiales de felicidad necesitamos manipular la bioquímica humana. Y esto es exactamente lo que hemos empezado a hacer en las últimas décadas” (p. 51). Un porcentaje creciente de la población toma medicamentos psiquiátricos de forma regular. No solo para luchar contra enfermedades, sino para aumentar el bienestar. Las personas beben alcohol para olvidar, fuman marihuana para sentirse en paz y consumen cocaína y metanfetaminas para sentirse poderosas y seguras, mientras que el éxtasis les proporciona sensaciones de euforia y el LSD los envía a encontrar con “Lucy un the Sky with Diamons” (p. 53) Los estados permiten las drogas que son compatibles e incluso fomentan la estabilidad política, el orden social y el progreso económicos. No parece que esta tendencia vaya a disminuir. La búsqueda de “modificadores del ánimo” ha sido una constante en la historia de la humanidad. Por eso, Daniel Lord Smail argumentó la necesidad de elaborar una visión psicotrópica de la historia, estudiando cómo ha intentado encontrar la felicidad por medios artificiales. (Smail, D.L., On Deep History and the Brain, 2007)/>
Artículo de JOSÉ ANTONIO MARINA en su "Diario de un investigador privado"

domingo, 5 de junio de 2022

SI ESTO ES UN "APARTHEID"...

El separatismo está utilizando la lengua como herramienta de victimismo identitario contra la legalidad española y el Estado de Derecho
Gabriel Sanz />
La periodista Olga Sanmartín publicó en 2017 en EL MUNDO un reportaje esclarecedor. Contaba el acoso al que habían sido sometidos dos años antes una madre de Balaguer (Lérida) y sus dos hijos de seis y ocho años por ejercer su derecho a solicitar una asignatura más de castellano en la escuela pública Gaspar de Portolà. Ella tenía un parque infantil, el único de la localidad: el Petit Món. Los demás padres lo boicotearon. Les hicieron la vida imposible. En los chats del colegio, se llamaba a humillar a los niños: "Que pasen vergüenza". Se convocó una concentración y la encabezó el propio alcalde, de Esquerra. Tanta fue la presión que se vieron obligados a dar un paso atrás. Ana Moreno lo recuerda ahora así: - "Busqué todo tipo de alternativas antes de reclamar más horas de castellano. Pero es que no hay ni un colegio que dé las clases en español en todo Lérida. Podía irme a Zaragoza o a Huesca. Hasta en Andorra lo hay. Nos sometieron a un señalamiento público, nos cancelaron todos los cumpleaños... Tuve que cerrar mi negocio, pasar una temporada en el paro y empezar a trabajar por cuenta ajena. Mis hijos se cambiaron de escuela, a 30 kilómetros, no volvieron a hablar más con sus amigos de entonces. Nadie tiene que pasar por ese calvario. El Estado tendría que estar para proteger a los niños". Casi 820.000 alumnos estudian en 5.072 centros educativos de Cataluña. Aproximadamente el 55% tiene el castellano como lengua materna y habitual. Sin embargo, menos de 2.000 reclaman que la cuarta parte de las asignaturas se imparta en español. El número, ínfimo, lejos de representar la aceptación normalizada del sistema de inmersión, es expresión de exactamente lo contrario: una anomalía democrática, producto de una asfixia social y una espiral de silencio animadas por el nacionalismo que coarta la libertad y se manifiesta en situaciones de histerismo disuasorio como el descrito de Balaguer o el más reciente y conocido de Canet de Mar. Es la "mentalidad de asedio" que los independentistas proyectan sobre la lengua catalana y que tan bien describe David Jiménez Torres en su preclaro ensayo 2017. El bilingüismo es la realidad de la calle. Cataluña es mestiza lingüísticamente porque así se desprende naturalmente de los entornos familiares, de los medios de comunicación y, entre los más jóvenes, de la profundidad de redes sociales como Twitch o TikTok. Una conciencia cívica sana e integradora conduciría a "elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es normal", por citar a Adolfo Suárez. Pero esto no sucede en los colegios catalanes, en los que se impone un monolingüismo contumaz que responde a un proceso de construcción nacional permanente, para trasladar el mensaje de que el castellano es una lengua extranjera e impuesta, y a una voluntad de desacato irredento a la legalidad española. En definitiva, expulsar a España de la escuela. Es primero y principalmente la vigencia del imperio de la ley y del Estado de Derecho lo que está en juego en Cataluña. La capacidad de la democracia para imponer sus reglas frente a quienes se obstinan en desobedecerlas desde su peana de poder. La aprobación esta semana por el Govern de la Generalitat del decreto que declara inaplicable el porcentaje del 25% de castellano en las aulas -cuota que en realidad apenas representa el mínimo ético imprescindible- a solo unas horas de que venciese el ultimátum del Tribunal Superior de Justicia nos coloca frente a un choque institucional de magnitud ahora mismo desconocida. El consejero de Educación, el lenguaraz Josep González-Cambray, envió instrucciones a los centros instándoles a incumplir la sentencia y mantener exclusivamente el catalán como vehicular, en contra de la Constitución. En cuanto en los próximos días reciba el informe de la Alta Inspección del Estado sobre el grado de cumplimiento del 25%, el tribunal puede y debe hacer una aplicación directa de la Constitución y ordenar la ejecución efectiva de su sentencia para que se cumpla la ley en Cataluña; puede y debe incoar una causa por desobediencia contra González-Cambray e imponerle una multa de 1.500 euros diarios en tanto persista el incumplimiento, y puede y debe advertir a los directores de los centros de que seguirán ese mismo camino. En manos de los jueces está ahora depositada la ilusión de miles de familias que han tenido que soportar el riesgo del estigma y recurrir a organizaciones de la sociedad civil que han jugado un papel casi heroico para restablecer sus derechos ante el abandono del Gobierno de Estado. Por desgracia, no hay ningún motivo para confiar en el Gobierno de Pedro Sánchez, preso como está de una alianza estratégica con el partido político que tiene entre sus objetivos existenciales hacer del catalán, sin escrúpulos, la lengua nacional única y oficial de Cataluña. Primero la ley Celaá eliminó la mención del castellano como lengua vehicular y nunca actuó para protegerlo. Y el Ministerio de Educación de la decepcionante Pilar Alegría ha renunciado a instar la ejecución forzosa de la sentencia o a reforzar las competencias y la dotación de la Alta Inspección para garantizar su cumplimiento. El último eslabón es la participación del PSC en la aprobación de una ley diseñada ad hoc para burlar la resolución judicial, un comportamiento inédito propio del poder legislativo de un régimen autocrático, que se sitúa al margen del control de legalidad de los tribunales. Esta norma consagra el catalán como única lengua vehicular y de aprendizaje y degrada al castellano a la categoría de "curricular", como si fuese el francés o el inglés. Fue patético escuchar a Salvador Illa en Onda Cero balbucear, quizá avergonzado de sí mismo, que la norma garantiza la misma competencia en las dos lenguas al finalizar el aprendizaje reglado. ¿Por qué entonces el fracaso escolar estadísticamente es muy superior en alumnos castellanoparlantes? El peaje socialista por sus expectativas de poder presentes y futuras se traduce en una vulneración de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Del principio de igualdad de todos los españoles, discriminados en función de su conocimiento lingüístico. De la libertad de expresión de los niños. Y del libre desarrollo de su personalidad. Precisamente este año, el nacionalismo celebra el centenario del político pujolista Ramón Trías Fargas. Diputado en la legislatura constituyente, durante el debate del artículo 3º habló así: - "La lengua materna es un derecho del hombre, un requisito pedagógico de máxima importancia. [...] Sólo dominando esta lengua podemos expresar el marco cultural que nos es propio. Y, en consecuencia, cambiar de lengua en la niñez dificulta extraordinariamente la capacidad del niño, cosa bien conocida y demostrada estadísticamente. Muchos niños son incapaces de este refuerzo inicial y su facilidad de expresión sale definitivamente perjudicada y, en todo caso, la capacidad del niño para aprender también queda mermada". El párrafo es perfectamente ilustrativo de la evidencia pedagógica del perjuicio que padecen los niños cuando se evita conscientemente transmitirles el registro culto de su lengua materna, el propio de una terminología científica o humanística. Que Trías se estuviera refiriendo entonces al catalán y ahora esas palabras puedan aplicarse especularmente al castellano en Cataluña es también elocuente de la traición del nacionalismo al espíritu de concordia constitucional. El Partido Popular tiene también una historia contradictoria cuando se trata de enfrentarse al marco nacionalista y al cercenamiento de los derechos lingüísticos. Pero su nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo, habló también esta semana en Onda Cero: dijo nada menos que en Cataluña se vive un "apartheid lingüístico". Si tan grave es la situación como para denominarla así, llegó entonces la hora de actuar. Poniendo en relación esa afirmación con otras de los últimos meses -la apuesta por el "bilingüismo cordial" y su preferencia por el 50% como mucho más justo que el 25%-, habrá que tomársela como un compromiso. Y bien está. Desde el Gobierno del Estado que aspira a presidir tendrá competencias para establecer los límites en la política lingüística y hacerlos cumplir. Desde la oposición, tiene margen de acción, y no sólo de palabra, para que quienes sufren la vulneración de sus derechos vean en él a una esperanza. El separatismo no está protegiendo el catalán: está utilizando la lengua como herramienta de victimismo identitario contra la legalidad española y el Estado de Derecho, en claro perjuicio de los niños. Es necesario que las fuerzas vertebradoras del sistema político recuperen un compromiso inequívoco para asegurar el cumplimiento de la ley en cualquier parte del territorio. Lo contrario pone en peligro la capacidad de los individuos para dirigir su propia vida. No poder ser educado en la lengua materna, en contra de la ley, en un sistema de bilingüismo oficial, deja herida la convivencia en el seno de una sociedad en la que la mitad de los ciudadanos siente que sus derechos son vulnerados precisamente por quien está obligado a garantizarlos. La concordia empieza en las aulas. />
Artículo de JOAQUÍN MANSO Vía EL MUNDO
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