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domingo, 3 de octubre de 2021

REVISIONISMO HISTÓRICO

Revisionismo histórico Sigo la pista 37 

El estudioso de la Historia pretende conocer y comprender el pasado. Su trabajo no consiste en emitir juicios morales sobre lo sucedido. En cambio, la Panóptica aspira a aprender de la Historia, servirse de ella para conocer mejor las conductas humanas, los movimientos sociales, las instituciones, el presente. Considera que toda la actividad cultural intenta resolver problemas universales, y que los hace con mejor o peor fortuna. Tiene también su propio método. Como toda ciencia, la Historia está en perpetua revisión, pero en los últimos tiempos hay una creciente ola de “revisionismo”, que intenta juzgar el pasado con criterios actuales, hacer responsables a los vivos de los desmanes de sus ancestros, o intentar borrar las huellas de los dominadores incluyendo lo bueno que hubieran podido hacer.

El Estado democrático debe pedir perdón

Vuelvo a tratar este asunto -que ya traté en los Panópticos 29 y 31-porque el Papa acaba de enviar una carta pidiendo disculpas a los pueblos indígenas por los abusos cometidos durante la conquista de América. Pedir perdón es un acto que puede realizarse de forma estricta o de forma metafórica. En sentido estricto, solo puede pedir perdón el culpable y solo concederlo la víctima. En sentido metafórico, puede pedir perdón un inocente, pero entonces solo significa que reconoce el dolor de la víctima y la conducta cruel del culpable. Así sucede cuando el Estado perdona a un asesino. No interviene en la relación psicológica y moral entre víctima y victimario. Solo intenta aminorar por otras razones la pena merecida por el culpable. En el caso español, por ejemplo, cuando a veces se reclama que el Estado democrático actual debe pedir perdón a las víctimas de Franco, lo único que se está pidiendo es el reconocimiento de una injusticia.

Creo que el Papa ha pedido perdón simbólicamente, es decir, se ha limitado a reconocer los errores que la Iglesia cometió.

Escribe:” Para fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la Historia del país”. “Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado que han sido muy dolorosos”. Concluye diciendo que lo importante es “aprender de ellos”.

Sentirse culpable de actos que hicieron nuestros antepasados es reavivar la teoría del “pecado original”.

Lo mismo pensamos desde el Panóptico. Sentirse culpable de actos que hicieron nuestros antepasados es reavivar la teoría del “pecado original”. Toda la descendencia es culpable de los crímenes que hicieron los antepasados. La actitud más justa es recordar a las víctimas, compadecernos de su dolor, escandalizarnos de la crueldad que atraviesa la historia, y conocer bien los mecanismos que llevan a la atrocidad, para no activarlos de nuevo. Pondré un ejemplo: la inquisición. La Historia debe documentar los hechos, conocer las motivaciones -políticas, económicas, religiosas- que impulsaron aquellos crueles actos. Pero desde el Panóptico, debemos aprender que personas bienintencionadas pueden cometer atrocidades. En Biografía de la Inhumanidad he estudiado como una hipermoralización, un afán obsesivo de purificar la sociedad, ha provocado terribles tragedias. Lo importante es no olvidar, conocer la facilidad con que los humanos se equivocan, la capacidad cegadora que puede tener la moral, la cautela que debemos tener con nuestras certezas. La Historia es una escuela de humildad.

 

 

 

                                                           

 

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