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viernes, 17 de abril de 2015



DESCRIPCIÓN DE MI BIOGRAFÍA DE CARLOMAGNO


Existen cientos de biografías de Carlomagno. Entonces ¿para qué hace falta una más? ¿Es que mi nueva biografía de Carlomagno aporta novedades? ¿Ayudará a conocer mejor cómo fue el verdadero Carlomagno?.
Antes de responder a estas cuestiones hay que tener en cuenta que el emperador tenía una personalidad compleja y multifacética. No existió un único Carlomagno, lo que complica la tarea de sus biógrafos, pues sus facetas eran tantas, tan diversas e, incluso, aparentemente contradictorias, que resulta casi imposible describir certeramente y de forma exhaustiva a este plural protagonista. Cualquier historiador o escritor que se acerque al emperador intentando conocerlo ha de hacerlo con modestia no exenta de valentía. Carlomagno no fue uno de esos personajes a los que se los conoce en cuanto se repasa la cronología de sus acciones: él no se dejó llevar solo por las circunstancias ni por objetivos ambiciosos; su conducta siguió ciertas pautas de comportamiento acordes con sus convicciones.
Entonces ¿cómo fue el verdadero Carlomagno?. Esta es la pregunta a la que se ha tratado de responder durante muchos siglos, sin que hasta ahora exista una contestación precisa y unánime, a pesar de que cientos de autores han dedicado su atención a este grandioso y excepcional emperador.
En mi acercamiento a este magno protagonista yo he sido consciente de que una biografía no es solo una relación de las hazañas y de las acciones del personaje, ya que el robusto joven Carlos, rey de los francos, siendo inicialmente un palurdo llegó a ser un buen alumno de la escuela palatina y acabó siendo un sabio emperador, por lo que era indispensable que llegase a conocer y a describir las causas de esa positiva evolución sistemática y radical de Carlomagno a lo largo de su dilatada vida.
En esta biografía, yohe analizadoasimismo el fundamento y el significado de las realizacionescarolingiasa la luz de su humanidad y de sus cualidades personales, por las que todos sus súbditos lo consideraban a la vez amable, admirable y temible. Además he tenido en cuenta la situación en la que se encontraba entonces el pueblo de los francos, del que Carlos era supatriarca; así como que fue también un rey feudal patricio de los romanos, además de una especie de liberador cruzado en Sajonia, en la danubiana Panonia y en la reconquista de la Marca Hispánica, sin olvidarme de la naturaleza específica del Imperio que Carlomagno instauró.
Uno de los rasgos más sobresalientes del emperador esque puede ser considerado como arquetipo del carismático fundador de un conjunto de entidades, de poderes y de instituciones, en diversos niveles:
· local: monasterios, condados, marcas fronterizas, etc.
· estatal: Francia, Alemania, Italia,…
· supranacional: la Cristiandad como ente político, el Imperio cristiano y Europa.
En definitiva, Carlomagno fue un líder carismático que tenía una personalidad fascinante y arrolladora, lo que le permitió ejercer una realeza singular y extraordinaria: la realeza davídica carolingia, que era un modelo de dominación carismática; e instaurar posteriormente un Imperio basado en la utopía de la agustiniana Ciudad de Dios.En efectoel emperador,gracias a su carisma,fue capaz de apaciguar y de domar los corazones de los duros y feroces francos y de otros bárbaros hasta límites que nunca el poderío del Imperio romano consiguió; pues los convenció pacíficamente para que en su Imperio cristiano solo hicieran lo que convenía al bien común.
Carlomagno, que vivió en una época en la que la fuerza primaba sobre el derecho, se impuso la misión de hacer prevalecer el espíritu de justicia y, en base al universalismo cristiano, reguló las relaciones entre los hombres e instauró una moral social en el continente europeo que todavía rige algunos de nuestros comportamientos; todo ello en el marco de un fecundo renacimiento cultural, denominado carolingio.
Desde luego, una civilización común y unas creencias semejantes que nos identifican a los europeos occidentales empezaron a ser distintivas nuestras desde la remota Edad Media en que vivió el emperador, tal vez porque entonces hubo en Europa unos líderes que, como el rey de los francos, compartían análogas ambiciones y tenían unos comportamientos enraizados en convicciones que, respecto al más allá, se referían al Dios único de la tradición cristiana.
Antes de finalizar quisiera subrayar que en mi biografía de Carlomagno sí que existen novedades que no aparecen, o lo hacen mínimamente, en otras anteriores biografías suyas: en primer lugar, que antes de narrar las hazañas del personaje yo dedico un amplio espacio a una minuciosa exposición del humanismo que había en él, que fueuna persona con muchas virtudes y ciertos defectos; en segundo lugar, que también dedico muchas páginas a la reconquista carolingia de la Marca Hispánica, que abarcó todo el sur de los Pirineos y la mayor parte de la actual Cataluña, a diferencia decasi todas las existentesbiografías de Carlomagno, que han sido obra principalmente de autores alemanes, franceses o anglosajones que no han dedicado el espacio y la atención que merece la victoriosa reconquista de la Marca Hispánica, que llegó a ser más amplia más amplia territorialmente que el reino astur-galaico-leonés contemporáneo de Carlomagno. La tercera novedad de esta biografía es que resalta y describe los motivos por los que el emperador fue el carismático fundador de Europa pues, cuando se tienen en cuenta los diferentes aspectos de la tarea realizada por Carlomagno, se concluye que, sin haber terminado su obra el emperador, la civilización europea quedó entoncesdiseñada para mantener su vigencia durante milenios.
En efecto, su obra pervive actualmente. El Imperio carolingio fue el núcleo originario de Europa, y Carlomagno, el primero de los europeos, fue arquetipo de rey sabio y ejemplar. Por ello me parece que este libro es oportuno, porque en la desnortada Europa de hoy, donde ejercen el poder mediocres burócratas carentes de valores y, a veces, de ideas, hacen falta hombres de Estado como Carlomagno; quien entonces supo encontrar un dinámico denominador común –el cristianismo- capaz de unir secularmente a todos los pueblos de Europa occidental.
Este libro se ha hecho para contribuir a que el emperador sea más conocido, especialmente por los europeos, quienes tanto debemos a su genio político y a la civilización que implantó en nuestro continente. Los acontecimientos narrados en él responden a la veracidad histórica y los datos en que se basa están contrastados y documentados. Se ha intentado hacer una obra de fácil y amena lectura que llegue al gran público, en la que Carlomagno aparece redivivo, situado en la sociedad de su época, con las personas de su entorno, siempre cercano a sus heterogéneos súbditos de los diversos países europeos integrantes de su Imperio, al menos mientras su Corte fue itinerante, antes de ser fijada establemente en la renana Aquisgrán.

¡Muchas gracias a todos Vds. por su amable atención!.

                                                                                                                           JOAQUÍN  JAVALOYS.

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