…por ser el primero que la entró, tomando posesión en su nombre, quedó el propuesto Vicente Javaloyas por castellano de los dos Castillos de la villa de Alpuente en nuestro Reino de Valencia, y sus términos, y juntamente le hizo merced del Palacio del Rey Moro, que tenía dicho Señor rey D. Jaime en aquel lugar, honrando vuestro linaje y Nobleza…”
Yo, el Rey (Felipe II).
(Real cédula o albala de 1 de Mayo de 1562).
En 1228
tuvo lugar una sublevación general de los musulmanes hispanos contra los
almohades, que triunfó en Andalucía y en Murcia, propagándose enseguida a la
Región valenciana.
El rey
de Valencia Zeyt-Abuzeyt se resguardó tras las potentes murallas de la capital,
pero no pudo resistir el asedio a que lo sometió el sublevado Zaiyán ben
Mardanish, de Onda, que tomó Valencia el 24 de enero de 1229.
Abuzeyt
huyó y se fue a Segorbe, porque en la cuenca del rio Palancia contaba con
muchos súbditos fieles. Entonces el destronado rey mahometano buscó la
protección de D. Jaime I, rey de Aragón, para poder volver a enfrentarse a sus
enemigos.
Según
Piles Ibars, el 20 de abril de 1229 se alió Abuzeyt con el rey de Aragón para
expulsar al usurpador Zaiyán, prometiéndole la cuarta parte de las rentas de su
perdido territorio y dándole en rehenes varios castillos, entre ellos el de
Alpuente, que seguía en poder de partidarios suyos. Con ello, D. Jaime tenía
título jurídico para intervenir en los asuntos internos territoriales
valencianos.
Ese
mismo año el rey de Aragón puso en marcha la cruzada para conquistar Mallorca,
en la que participó el caballero francés Vicente de Valoyas, señor de Javaloyas
(Albarracín) por herencia familiar, quien se integró en el cuerpo de ejército
comandado por el conde de Rosellón, D. Nuño Sanz, tío y
antiguo tutor de D. Jaime de Aragón, en el batallón cuyo jefe era el caballero occitano
Oliver de Termes.
Tras la
gloriosa reconquista de Mallorca el victorioso rey D. Jaime regresó a Barcelona
en noviembre de 1230, donde fue recibido jubilosamente por todos, entre otros
por el señor soberano de Albarracín don Pedro Fernández de Azagra.
Luís G.
de Valdeavellano, historiador de Castilla y Aragón en el siglo XIII dice[1]
que a principios de 1232 “mientras Jaime I se encontraba en Alcañiz, se
presentaron ante el rey el magnate aragonés Blasco de Alagón y el Maestre del
Hospital Hugo de Forcalquier y le pidieron que emprendiese una campaña contra
la Taifa de Valencia, cuyo reyezuelo Zaiyán se había aprovechado del reciente
viaje de don Jaime a Mallorca para hacer una audaz correría por tierras del
bajo Ebro, donde había devastado los campos de Tortosa y Amposta. Aceptada por
D. Jaime esta propuesta, el rey se dirigió a Teruel y desde allí a Gea, en el
señorío de Albarracín, invitado a cazar el jabalí por el señor de este
territorio, Pedro de Azagra…”.
El señor de Albarracín era muy amigo del tío del rey de Aragón, el conde D. Nuño Sanz, y ambos querían persuadir a D. Jaime de que emprendiese pronto la conquista del Reino de Valencia, para lo que organizaron esa cacería en tierras de Albarracín. Entonces, D. Pedro de Azagra puso a disposición del rey todos los hombres de armas y los medios disponibles que había en el señorío de Albarracín para la futura empresa reconquistadora de Valencia.
Además, como
Valeriano Herrero Herreroha escrito[2],“en
1232 D. Jaime pasó por Teruel, donde Abuzeyt le entregó todos los derechos que
se había reservado en Calatayud tres años antes, respecto a la ciudad de
Valencia y esto en reconocimiento de los muchos servicios que le había prestado
y le prestaba el (rey) de Aragón”, a quien le fue confirmada la donación de Alpuente
en rehenes.
Por esa
época, a Abuzeyt se le sublevaron varios pueblos, incluso Alpuente, por lo que,
según dice Lázaro Ramiro[3]“en
el archivo de la Villa consta que en mil doscientos treinta y dos, Almuganer,
capitán suyo, haciendo una correría con setecientos hombres de Teruel se
apoderó de esta Villa, y Castillo, habiéndose aprovechado del descuido de la
guarnición, y moradores, que a la sazón estaban en el campo”. Esta fue la
primera vez que los cristianos, ahora capitaneados por el musulmán Almuganer,
conquistaron Alpuente a los moros partidarios del rey valenciano Zaiyán.
Posteriormente,
en fecha desconocida, Abuzeyt se convirtió al cristianismo y fue bautizado con
el nombre de Vicente. Entonces, como agradecimiento a la Iglesia, concedió al
obispado de Segorbe la comarca del alto Mijares el 22 de abril de 1236.
Lázaro
Ramiro asegura[4]
que “en 28 de mayo de 1236 se ratificó en Teruel el referido Tratado de
Calatayud, y fue otra vez dado en rehenes Alpuente al rey de Aragón, para que
lo guarneciese de Nobles Infanzones, (pues) no era menester menos que la
Nobleza para asegurar una Plaza tan importante.
Concluida
esta confederación de allí a dos días (dice Diago) en el penúltimo de mayo,
habiendo ido a Cedrillas, aldea de Teruel, otorgó el rey D. Jaime a ruegos de
Zeyt-Abuceyt una liberal franqueza a los de Alpuente para todos sus Reynos y
Señoríos en presencia de Don Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín, (y
otros)…
En el
mismo año para la guarnición de cristianos que en ella (Alpuente) puso el rey
don Jaime, se purificó y dedicó a Nuestra Señora de la Piedad una mezquita contigua
al Castillo, que en la traslación de la iglesia a la que hoy existe quedó en
ermita de Santa Agueda…”.
Cerámica conmemorativa de la conquista de Alpuente (Valencia) en honor de su conquistador Vicente Javaloyas o de Valoys
Es
decir, que en 1236 Alpuente fue guarnecida con nobles infanzones cristianos. La
presencia del señor de Albarracín junto al rey D. Jaime en Cedrillas muestra el
gran interés de Pedro de Azagra en la futura conquista del reino de Valencia, sobre
todo por dominar la cuenca del río Guadalaviar, que es la ruta natural entre
Albarracín y Valencia, donde Alpuente era una valiosa fortaleza estratégica.
Por ello, en la nueva guarnición militar de Alpuente había algunos vasallos del
señor de Albarracín, capitaneados por el noble caballero Vicente Valoyas, señor
de Javaloyas -guerrero veterano de la conquista de Mallorca, en la que había participado
ayudando al rey de Aragón-, quien había sido ya propuesto alcaide del castillo
de Alpuente por D. Jaime[5].
Para
tratar sobre todo de la conquista de la ciudad de Valencia, el Rey convocó
Cortes generales en Monzón, que se reunieron el 15 de octubre de 1236, y en
ellas se acordó realizar la cruzada contra el Reino de Valencia, prometiendo D.
Jaime tierras a los que tomasen parte en esa guerra santa. A las Cortes
asistieron prelados, nobles y representantes de Aragón y de Cataluña.
Al
llegar la primavera de 1238, los diversos cuerpos del ejército cruzado llegaron
a los alrededores de la ciudad de Valencia, tras rendir a su paso algunas
poblaciones musulmanas. Las tropas de Teruel y los guerreros de Albarracín, todos
ellos al mando del conde de Rosellón, D. Nuño Sanz, siguieron el camino del rio
Palancia, por Segorbe, hasta llegar a Sagunto donde se unieron a las tropas
reales de D. Jaime. La guarnición de Alpuente, como los hombres de armas de
otros pueblos cristianos, se integraron en el ejército cruzado, pues todos los
hombres disponibles acudieron a la convocatoria real, para apoderarse de la
capital valenciana.Tras cinco meses de asedio, Valencia cayó en poder de los
cristianos al anochecer del día 28 de septiembre de 1238. Esa misma noche entró
en ella el victorioso D. Jaime.
Entretanto la desguarnecida fortaleza de Alpuente, como muchas otras poblaciones lejanas de Valencia, fue ocupada por musulmanes partidarios del derrotado rey Zaiyán.
Durante
muchos meses el rey de Aragón, con sus principales cortesanos y con el señor de
Albarracín, se dedicaron a hacer la repartición de la rica huerta valenciana a
los guerreros conquistadores.
Finalizado
el repartimiento, y con el fin de someter a los poblaciones que todavía
ocupaban los moros, el Rey ordenó que dos cuerpos de ejército de tres mil
hombres cada unoemprendieran la marcha. Uno de ellos se dirigió hacia la
comarca de los Serranos por la cuenca del río Guadalaviar o Turia, para rendir
Liria, Chelva y Alpuente. En este cuerpo de ejército se integraron los
guerreros de Albarracín, y posiblemente fuese comandado por el propio D. Pedro
de Azagra, señor de Albarracín, el mayor interesado en la reconquista de los
pueblos del camino directo entre Valencia y Albarracín, pues D. Jaime le
concedió al Azagra la población de Chelva, posiblemente por derecho de
conquista.
Ubieto y
Floriano afirman que Liria fue conquistada en 1240. También Chelva lo fue por entonces.
Posiblemente D. Pedro de Azagra permaneciese en Chelva, o regresara a Liria o
Valencia; porque la mayor parte de ese cuerpo de ejército prosiguió su avance por
la Serranía, capitaneado por el caballero Vicente de Valoyas, señor de
Javaloyas y alcaide de Alpuente.
Cuando los guerreros cristianos llegaron ante Alpuente la guarnición musulmana se les enfrentó encarnizadamente. El asedio a Alpuente debió ser duradero. Por fin, el caballero Vicente Javaloyas, al mando de sus tropas, derrotó a los infieles sublevados “…por ser el primero que lo entró (en el castillo), tomando posesión en nombre del rey D. Jaime…”. Entonces, en el verano de 1240, Alpuente fue ya reconquistado definitivamente, fecha que ha confirmado Valeriano Herrero Herrero cuando dice[7]que “el propio Sr. Ramiro (Lázaro) habla de un decreto en 1240 por el que D. Jaime declaraba sujetas a Alpuente las aldeas de La Yesa, Aras y Titaguas”.
JOAQUÍN JAVALOYS.
* La información de este artículo está parcialmente entresacada del libro LOS VALOIS DE ESPAÑA, del que es autor Joaquín Javaloys García, en la edición digital corregida y actualizada del mismo, de julio de 2016. Para ver el texto de esta edición digital hay que ir a la siguiente dirección :
[1] “Historia de España antigua y medieval”. Tomo III: Castilla y Aragón en el siglo XIII. Alianza Editorial. Madrid. 1988. Página 92.
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=9113842718057588051#editor/target=post;postID=5896500599263959520;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=11;src=postname
[1] “Historia de España antigua y medieval”. Tomo III: Castilla y Aragón en el siglo XIII. Alianza Editorial. Madrid. 1988. Página 92.
[2] “La Villa de Alpuente. Aportación al conocimiento de un pueblo con
historia”. Valeriano Herrero Herrero. 2ª edición. Segorbe. 1993. Páginas 62 y 63.
[3]“Historia de la Virgen de la Consolación”.
Pamplona. 1785. Página 46.
[4] Obra citada. Páginas 46 y 47.
[5] Certificación de 9 de enero de 1703 emitida por D. Juan Alfonso de
Guerra, cronista y rey de Armas del rey Felipe V de España, sobre la historia
de la familia apellidada Javaloyas, Valoyas o Valois. Biblioteca Nacional.
Madrid. Manuscrito número 11.393. Folio 2.
[6] Certificación ya citada, de 9 de enero de 1703. Folio 2.
[7] Obra citada. Página 70
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