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jueves, 11 de junio de 2015

LA INÚTIL COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID ES PRESCINDIBLE



El ruinoso Estado de las Autonomías se ha convertido ya en el Estado del bienestar de los partidos políticos, de sus afiliados y de sus enchufados.
La principal ventaja de la autonomía territorial para el ciudadano es que las gestiones administrativas que ha de realizar le son más asequibles al tener más cerca la administración. En el caso de la Comunidad de Madrid esta ventaja no existía cuando se creó porque la villa de Madrid era -y sigue siendo- la capital de España, donde tiene su sede la administración del Estado, dotada con todos los medios necesarios para la mejor prestación de servicios sociales. Además existía entonces una eficiente Diputación provincial de Madrid para atender a la prestación de servicios en todos los pueblos de la provincia. Por ello, la artificial Comunidad autónoma de Madrid nació innecesariamente por iniciativa del PSOE madrileño, apoyada por los restantes partidos, y se constituyó en 1.983 para mayor gloria y poder de los políticos, de la clase extractiva; si bien su primer Estatuto fue aprobado por unos madrileños que, en su mayor parte, desconocían lo que era la autonomía.
            Tras 32 años de funcionamiento ha llegado ya la hora de hacer balance de resultados de la gestión política, social y económica de la Comunidad de Madrid, para comprobar si es útil a los madrileños o si sería mejor hacerla desaparecer.
            El presupuesto consolidado de la Comunidad de Madrid para 2015 es deficitario, pues tendrá unos ingresos de 16.053 millones de euros mientras que los gastos serán de 17.820 millones de euros, de los que el 64,8 % se dedicarán a Sanidad + Educación y el 21,8 % a Amortización e Intereses de la Deuda.
             Del excelente artículo Comparaciones odiosas entre Autonomías, publicado por Luis del Pino en Libertad Digital-Libre Mercado[1], reproduzco dos importantes  conclusiones:
1) "Madrid es la comunidad con menor gasto educativo por habitante y una de las que menos gasta en Sanidad por habitante. Sin embargo, la calidad de los servicios sanitarios y educativos de Madrid es significativamente superior a la de muchas otras comunidades. Eso indica una de dos cosas: o bien las ineficiencias de gestión en algunas comunidades son altísimas, o bien algunas comunidades incluyen en sus cifras de gasto sanitario y educativo cosas que nada tienen que ver con mejorar la calidad de la enseñanza o de la atención sanitaria".
2) "El descontrol en las cuentas autonómicas está teniendo el efecto de generar una pelota de deuda que crece sin control, porque los ingresos no dan para satisfacer la voracidad del estado autonómico".
La insuficiencia de recursos de la Comunidad de Madrid obligará a seguir aumentando la deuda pública autonómica, que a finales de 2014 era ya de 24.632 millones de euros, un 12,5 % del PIB de la Comunidad. En 2015 cada habitante de Madrid capital tiene una deuda (pública) de 3.876 euros per cápita.
En todo caso, el ya ínfimo gasto por habitante en Sanidad y Educación que se registra en la Comunidad de Madrid es tan sorprendente como injusto, dado que los madrileños somos los mayores contribuyentes entre los españoles. En efecto, en 2011 el Estado recaudó en Madrid 66.000 millones de euros; pero, a pesar de ello, las transferencias estatales se limitaron a 11.474 millones de euros. La cuantía de estas transferencias se comparan muy desfavorablemente con las cifras de Cataluña para ese año 2011: el Estado recaudó allí 27.000 millones de euros y le transfirió 15.800 millones de euros. Si los nacionalistas catalanes dicen que “Espanya ens roba”, los madrileños podemos decir que el Estado español nos atraca. Entonces, si esos nacionalistas piden la independencia por tan poco, ¿qué es lo que tendríamos que reivindicar los madrileños ante el saqueo a que nos somete el Estado?. La “hucha” del Estado es Madrid, no Cataluña: en efecto, si tenemos en cuenta los últimos datos disponibles quedará confirmado el creciente expolio de los madrileños.




Este desvalijamiento de los madrileños se confirma más todavía teniendo en cuenta los datos de la balanza fiscal de la Comunidad autónoma de Madrid, que es la diferencia entre los impuestos que pagan los ciudadanos y las empresas, y el valor de los servicios sociales (Sanidad, Educación,…) que reciben. Efectivamente Madrid, la segunda región más rica, y la primera como contribuyente, es una de las últimas en cuanto a los servicios sociales que recibe por habitante. ¿A qué se debe esta paradoja?. Y ¿cómo se puede resolver esta injusta situación?.
Esta paradoja se debe a la perjudicial –para la mayoría de los madrileños-  existencia de la Comunidad autónoma de Madrid, tan cara como ineficiente, que es la intermediaria que nos abastece de servicios sociales, en lugar de hacerlo directamente el Estado. En efecto, el mantenimiento de la Comunidad es carísimo porque, para administrar 15.294 millones de euros de gasto social en este año se gastaron 16.023 millones de euros en 2012, en cuatro grandes conceptos: personal 6.248 millones de euros, gastos corrientes, bienes y servicios 3.563, gastos financieros 654, y transferencia corrientes 5.557 millones de euros. Si esos 15.294 millones de gasto social los hubiera administrado directamente el Estado en lugar de la comunidad de Madrid se estima que serían solamente unos cinco mil millones de euros los gastos de personal y los gastos corrientes, bienes y servicios que hubiera necesitado; cifra muy inferior a los 9.811 millones que consumió la Comunidad en estos dos conceptos.
Pero lo peor, sin duda, es que la comunidad de Madrid está penalizada por el actual sistema de financiación autonómico acordado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera de las CCAA,que la discrimina negativamente en el reparto de los fondos disponibles. Esta situación fue denunciada reiteradamente sin éxito por la ex presidenta Aguirre cuando el PSOE gobernaba la administración central, pues Zapatero acosaba y asfixiaba al gobierno del PP de la comunidad de Madrid. Actualmente, cuando Rajoy gobierna el Estado, esa discriminación negativa a la comunidad de Madrid no ha cesado e, incluso, se ha incrementado pues Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas, le ha quitado a la Comunidad mil millones de euros de la contribución estatal para la financiación de Madrid. Si la Comunidad esperaba que el Gobierno estatal del PP iba a escuchar sus reiteradas reivindicaciones financieras habrá quedado muy defraudada.
Ante esa ruinosa situación, la mejor forma de resolverla es que los partidos políticos con representación parlamentaria en la Comunidad autónoma de Madrid se pongan de acuerdo para renunciar a la autonomía para la Comunidad, devolviendo al Estado todas las competencias transferidas a cambio de que se haga cargo de la deuda autonómica madrileña y de un generoso programa plurianual de inversiones públicas en el territorio de la Comunidad autónoma. En tal caso, tendrán que restablecer la antigua Diputación provincial de Madrid, pero con amplísimas competencias para el futuro gobierno provincial que, además, habría de atender las demandas específicas que le hiciesen los pueblos madrileños sobre cooperación en la prestación de servicios. Entonces, los ciudadanos madrileños sí que conseguiríamos vivir mucho mejor, sin la actual comunidad autónoma.
En fin, lo que no parece sostenible ni justo es seguir sustentando una artificial, innecesaria y superendeudada comunidad de Madrid que solo proporciona a los ciudadanos unos mediocres y recortados servicios sociales cada vez peores, porque tiene que mantener y pagar una gigantesca, pero poco eficiente, estructura miniestatal político-administrativa, empresas públicas, Telemadrid,... en beneficio exclusivo de los partidos políticos, de sus enchufados y de sus intereses particulares. Si los partidos políticos no desmantelan ya la ruinosa comunidad autónoma de Madrid los ciudadanos lo tendremos en cuenta en las sucesivas elecciones para castigarlos y, entretanto, las protestas y manifestaciones, callejeras o no, aumentarán hasta hacerse continuas e insoportables.

                                                                       JOAQUÍN JAVALOYS


[1] "Comparaciones odiosas entre autonomías", por Luis del Pino. Libertad Digital-Libre Mercado. 9-IX-2012. http://www.libremercado.com/2012-09-09/comparaciones-odiosas-entre-autonomias-1276467867/

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