Pocos días después de la aprobación de la ley de Enseñanza de Celaá, se ha publicado el informe PISA llamado TIMMS que mide las competencias de los estudiantes de cuarto grado de primaria, es decir de 10 años de edad, de 64 países.
Una vez más, al igual que con los informes PISA sobre estudiantes de 15 años, el resultado ha sido muy negativo para España.
Este informe mide el rendimiento en matemáticas y ciencias. España, con 511 puntos, en este último ámbito, está claramente por debajo de la media de la OCDE, de 526 puntos. Se trata de un área de conocimiento que, después, marcará el itinerario educativo hacia las disciplinas no sólo científicas, sino también tecnológicas y profesionales. Un país desarrollado e industrial no puede tener este agujero negro desde su origen.
Algo similar sucede con las matemáticas. La media de la OCDE es de 527 puntos y la de España es incluso inferior a la de la ciencia, 502 puntos. Es un fracaso sin paliativos del sistema público de educación
Todo ello que con el agravante de que la valoración actual es peor que la del anterior estudio en 2015. Se avanza de forma implacable hacia la propia retaguardia.
A todo ello se le une los ya negativos resultados obtenidos en la pruebas PISA para estudiantes de secundaria a los 15 años. La radiografía es contundente: apenas si tenemos un 5% de alumnos en el nivel máximo (5º), y la gran mayoría se concentra en los dos niveles inferiores (1º y 2º).
Pero, no termina aquí el desastre. Existen más problemas, como el del abandono escolar prematuro, los estudiantes que dejan la escuela sin alcanzar la ESO. La dimensión de la deserción escolar temprana, esto sin graduarse. Para 2019 significa un 17,3%, en comparación con 10,3% de la UE. La cifra global enmascara una gran diferencia entre hombres y mujeres: 13% son mujeres y 24,7% son hombres.
Este informe mide el rendimiento en matemáticas y ciencias. España, con 511 puntos, en este último ámbito, está claramente por debajo de la media de la OCDE, de 526 puntos. Se trata de un área de conocimiento que, después, marcará el itinerario educativo hacia las disciplinas no sólo científicas, sino también tecnológicas y profesionales. Un país desarrollado e industrial no puede tener este agujero negro desde su origen.
Algo similar sucede con las matemáticas. La media de la OCDE es de 527 puntos y la de España es incluso inferior a la de la ciencia, 502 puntos. Es un fracaso sin paliativos del sistema público de educación
Todo ello que con el agravante de que la valoración actual es peor que la del anterior estudio en 2015. Se avanza de forma implacable hacia la propia retaguardia.
A todo ello se le une los ya negativos resultados obtenidos en la pruebas PISA para estudiantes de secundaria a los 15 años. La radiografía es contundente: apenas si tenemos un 5% de alumnos en el nivel máximo (5º), y la gran mayoría se concentra en los dos niveles inferiores (1º y 2º).
Pero, no termina aquí el desastre. Existen más problemas, como el del abandono escolar prematuro, los estudiantes que dejan la escuela sin alcanzar la ESO. La dimensión de la deserción escolar temprana, esto sin graduarse. Para 2019 significa un 17,3%, en comparación con 10,3% de la UE. La cifra global enmascara una gran diferencia entre hombres y mujeres: 13% son mujeres y 24,7% son hombres.
La misma relación para la Unión Europea da una horquilla más pequeña, un 12,2% de hombres y un 8,9%de mujeres. Para alcanzar el objetivo de acercarse a los niveles de la Unión se necesita una acción específica sobre los estudiantes, ya que las mujeres están más cerca de la media europea, a 4.1 p.p de distancia, mientras que los hombres están a ¡12,5 puntos! Una distancia tres veces mayor. Pero el gobierno ignora tales evidencias.
La tercera pata del desastre son los jóvenes que ni estudian ni trabajan, nini, que representan el 15% (2019) i el 20% (2020) de los jóvenes de 15 a 29 años.
A todo este desastre la llei Celaá no sólo no lo aborda, sino que lo profundizará, en línea de lo que explica el profesor de secundaria Andreu Navarra y su ahora famoso libro Devaluación Continua, que describe por experiencia la situación de estudiantes sin capacidad, memoria, incapaces de concentrarse, que no toleran el fracaso y que se derrumban ante cualquier problema. Con una ignorancia supina sobre hechos históricos recientes y distantes, que ignoran tanto lo que es una iglesia gótica como quién es el actual jefe de Estado del país, que no tienen cultura general, ni madurez intelectual. Es una historia devastadora.
Ahora, con la nueva ley, los resultados estadísticos de la deserción escolar y los repetidores, que nos colocan a la cola de Europa, mejorarán rápidamente, simplemente porque las pruebas que los califican dejarán de tener vigencia. La ley generaliza y profundiza una praxis que ya da más de lo necesario en la actualidad, que es pasar de curso con asignaturas suspendidas, sin que luego esto implique un esfuerzo para recuperarlas.
La tercera pata del desastre son los jóvenes que ni estudian ni trabajan, nini, que representan el 15% (2019) i el 20% (2020) de los jóvenes de 15 a 29 años.
A todo este desastre la llei Celaá no sólo no lo aborda, sino que lo profundizará, en línea de lo que explica el profesor de secundaria Andreu Navarra y su ahora famoso libro Devaluación Continua, que describe por experiencia la situación de estudiantes sin capacidad, memoria, incapaces de concentrarse, que no toleran el fracaso y que se derrumban ante cualquier problema. Con una ignorancia supina sobre hechos históricos recientes y distantes, que ignoran tanto lo que es una iglesia gótica como quién es el actual jefe de Estado del país, que no tienen cultura general, ni madurez intelectual. Es una historia devastadora.
Ahora, con la nueva ley, los resultados estadísticos de la deserción escolar y los repetidores, que nos colocan a la cola de Europa, mejorarán rápidamente, simplemente porque las pruebas que los califican dejarán de tener vigencia. La ley generaliza y profundiza una praxis que ya da más de lo necesario en la actualidad, que es pasar de curso con asignaturas suspendidas, sin que luego esto implique un esfuerzo para recuperarlas.
Se podrá obtener el grado de ESO y pasar al bachillerato a pesar de arrastrar suspensos. La ley con su castigo a la enseñanza concertada, la destrucción del derecho de los padres a la educación moral y religiosa de sus hijos, destruirá todavía más el mermado capital social localizado en la familia, y rebajará más las capacidades educativas, que una escuela cada vez mas ideológica , doctrinaria y menos exigente en conocimiento básicos, acabará por rematar. Es un muy negro panorama.
Mientras, el gobierno acumula más y más leyes divisivas a paso acelerado, saltándose consultas y comparecencias. Es la eutanasia que viene, y la ampliación de la ya muy alta capacidad para abortar, que incidirán, como ya hace la ley de educación, en restringir la autoridad de los padres. Si esto sigue así en solo un quinquenio la sociedad española estará sumergida en una crisis absoluta de perspectivas sociales y económicas, y hundida en una crisis moral.
Quizás necesitamos un Elías que hable a este reino de Judá en que se ha convertido España.
Mientras, el gobierno acumula más y más leyes divisivas a paso acelerado, saltándose consultas y comparecencias. Es la eutanasia que viene, y la ampliación de la ya muy alta capacidad para abortar, que incidirán, como ya hace la ley de educación, en restringir la autoridad de los padres. Si esto sigue así en solo un quinquenio la sociedad española estará sumergida en una crisis absoluta de perspectivas sociales y económicas, y hundida en una crisis moral.
Quizás necesitamos un Elías que hable a este reino de Judá en que se ha convertido España.
EDITORIAL de FORUM LIBERTAS
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