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sábado, 1 de agosto de 2015

¿QUÉ FUE PRIMERO? ¿LA NACIÓN ESPAÑOLA O EL ESTADO ESPAÑOL?



¿Primero el huevo o la gallina? Pues no, aquí está claro: primero fue el Estado y después vino la nación. Los Reyes Católicos fueron capaces de crear un nuevo estado sometiendo a la turbulenta nobleza. Por cierto – los descubrimientos tecnológicos siempre han sido claves como uno de los motores de la historia. Recuerdo cuando un viejo profesor de historia me explicaba a mis catorce años en aquel excelente bachillerato antiguo donde lo que contaba era el esfuerzo y los conocimientos cómo el descubrimiento de la pólvora en Europa tuvo mucho que ver con la unificación definitiva de España pues los hasta entonces casi inexpugnables castillos donde se enrocaban los señores feudales en caso de ataque dejaron de ser refugios seguros gracias al invento de la pólvora. Los cañonazos demolieron muros y derechos feudales e inauguraron el absolutismo. Los Reyes Católicos siguieron una táctica militar muy acertada. Llegaban al castillo con su ejército, ¿te rindes y lo entregas? ¿Ah no? ¡BOOM! Las piedras y murallas saltaban por los aires y conquistaban la fortaleza sí o sí. Que el señor feudal lo rendía, pues el ejército rendido pasaba a engrosar el de los Reyes Católicos: se unificaron los territorios de España ante el poder absoluto de un monarca y se acabó la Edad Media. 


Una vez unificada los habitantes de aquellas tierras llegaron a tener poco a poco el sentimiento de pertenecer a una misma nación: España. Éste es un hecho histórico y un derecho de los españoles inalienable. La emocionante lectura de los galdosianos episodios nacionales ofrece un retrato histórico del patriotismo indiscutible existente en el S XIX en todo el territorio español. Por lo tanto España es una nación unida indiscutible.

En cambio, EE UU al carecer de historia cuando se formó no pudieron unificarlo en una nación siguiendo el mismo proceso que en España: cuando echaron a los ingleses se encontraron que no sabían que hacer. No existía precedente histórico alguno. primero intentaron una confederación y fracasó la primera constitución. Los mismos que redactaron esa primera constitución al ver que la cosa no funcionaba redactaron una segunda. En todo el proceso y sin buscarlo inventaron la democracia moderna. Por lo tanto, las federaciones surgen cuando las nuevas naciones se ven incapaces de estructurar históricamente un estado unitario. Querer federar o confederar España entra en el absurdo más esquizofrénico y solo denota ignorancia de los conceptos más elementales o algo peor.

Ahora bien, otra cosa es una secesión por medio de la guerra. En ese caso hay que callarse. De esa forma se separaron Cuba o Filipinas, por ejemplo. Una vez ha corrido la sangre y se ha ganado la independencia viene lo de la nación si un territorio se ha secesionado. El Estado español y el useño se ganaron a cañonazos.

Dividiendo un territorio en Comunidades Autónomas y pasando competencias en un juego sucio de tira y afloja (por el poder y nada más que por el poder) tampoco puede crear Estados nuevos. No ha ocurrido nunca y quien sigue a A.G. Trevijano (a quien tienen escondido de los medios para que no hable) así lo puede corroborar.

Lo de regalar un Estado que acabe en nación se refiere a los imperios coloniales de hace dos siglos donde continentes separaban a colonizadores de colonizados. Entonces el país invasor, digamos el Reino Unido, le regalaba la independencia a un país africano o asiático, por ejemplo: son los únicos casos de regalo que ha habido en la historia. No inventemos ahora la sopa de ajos con cebollas.

  Vicente Jiménez   Publicado en su blog LO QUE NOS UNE

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