"Hemos vuelto a los niveles comparables a los del final del confinamiento. Hemos por tanto eliminado buena parte del progreso conseguido"
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Como saliendo de una pesadilla, hace apenas unas semanas los países europeos levantaban las últimas medidas de confinamiento y se adentraban de lleno en la desescalada. Sin embargo, el coronavirus no da tregua: a día de hoy, el virus está creciendo en prácticamente la mitad de Europa, superado ya el umbral de los tres millones de casos de covid-19 detectados, y preocupa especialmente la situación en España y varios países del este, como Rumanía, Bulgaria o Eslovaquia, cuya curva de nuevos contagios se ha disparado en los últimos días debido a los rebrotes. Pero no son los únicos. Países como Portugal, Bélgica o Suecia no logran contener tampoco el virus, Alemania ha detectado un crecimiento de contagios en los últimos días y Francia, con cifras de nuevos casos por encima de los 1.000 diarios, ha lanzado una severa advertencia.
"Hemos vuelto a los niveles comparables a los del final del confinamiento. Hemos por tanto eliminado buena parte del progreso hecho durante las semanas iniciales [después de que fuera levantado]", rezaba en un comunicado el DGS del Ministerio de Sanidad galo publicado este domingo. Actualmente, la tasa media de nuevos contagios en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes en Francia es de 14,6, ligeramente inferior a la media europea de 14,8 ofrecida por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades ECDC (que incluye también las cifras del área económica europea y Reino Unido).
Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los países europeos superan ya los 3,2 millones de casos, con 20.287 nuevos en las últimas 24 horas. Unas cifras que están muy lejos de los récords diarios alcanzados por EEUU o Brasil, pero que hacen temer a las autoridades de los países europeos que estemos ante la temida "segunda ola" antes de lo esperado. "La segunda ola ya está ahí. Cada día tenemos nuevos focos de infección que pueden dar origen a altas cifras de contagios", afirmaba este sábado el primer ministro del estado federado de Sajonia, Michael Kretschmer.
En la última semana, el ECDC ha detectado incrementos de nuevos contagios en Bélgica, Bulgaria, Chequia, Francia, Luxemburgo, Rumanía, España y Reino Unido. Portugal y Suecia, aunque han logrado aplanar la curva, siguen sin controlar el virus, con medias de nuevos casos en los últimos 14 días por 100.000 habitantes en 36,3 (por el brote en la región lisboeta) y 40,1 respectivamente. La actual tasa española, actualizada al 26 de julio, es la quinta mayor del continente, 39,4, solo por detrás de Luxemburgo (219,4, en parte por su escasa población de poco más de 600.000 habitantes), Rumanía (59,7), Bulgaria (44,8) y Suecia.
Varios países europeos han empezado a barajar nuevas restricciones, especialmente el uso obligatorio de la mascarilla o el cierre de espacios de ocio nocturno, uno de los sectores más culpados de los rebrotes. En los últimos días, Francia ha recomendado encarecidamente a sus ciudadanos a que no viajen a Cataluña, zona española más afectada por los rebrotes, y Reino Unido ha impuesto una cuarentena de 14 días para todos los que regresen al país desde España, con el consecuente descalabro para el turismo.
Alemania, que quince días atrás tuvo su rebrote más grave con unos 1.800 contagios relacionados con un matadero (otro de los sectores responsables de numerosos clústeres, junto a las discotecas), considera controlado ese foco. Sin embargo, sus autoridades observan con preocupación el número de infecciones detectadas entre quienes regresan del extranjero (Turquía, los Balcanes) -unos 189 casos-. Entre ellos, una familia de Cottbus (este), en la que verificó el contagio de regreso de Mallorca y después de que empleados del padre le pidieran que se sometiera a un test.
Portugal cuenta 206 brotes activos de coronavirus, según los datos más recientes divulgados por las autoridades. La mayoría de ellos, el 65%, se concentran en la región de Lisboa y Valle del Tajo, la más afectada por la pandemia. En esta región están vigentes hasta final de mes restricciones en diecinueve distritos, que están en situación de calamidad y bajo "deber de recogimiento" domiciliario, por lo que sus vecinos sólo deben salir de casa para actividades esenciales como trabajar o comprar alimentos.
Bélgica ha decidido no avanzar hacia las siguientes etapas previstas de desconfinamiento sino pausar el proceso para hacer frente al repunte de casos, que desde mediados de julio se detectó en comunidades locales pero ahora afecta ya al conjunto de la población. No se ha dado marcha atrás a etapas anteriores pero sí se han introducido ligeros endurecimientos en cuanto a la obligación de llevar mascarillas, que ya se aplicaba a los lugares cerrados y ahora a las calles comerciales más transitadas.
En Países Bajos, aunque mantiene una tasa de contagios reducida, por debajo de la media europea, la propagación del coronavirus aumentó esta semana en este país, con 987 nuevos casos hasta el día 24, lo que supone casi el doble de la semana anterior. El número de pacientes hospitalizados en cuidados intensivos aún sigue estando estable.
En el este europeo, Rumanía cuenta con la situación más preocupante: está viviendo un fuerte repunte de casos, con récords diarios de nuevos contagios de coronavirus, por encima de los 1.000 en 24 horas. El número de infecciones diarias empezó a crecer a principios de junio, después de que experimentara una caída considerable el mes anterior. Las autoridades han atribuido este incremento a la excesiva relajación de la población, que dejó de estar confinada de manera obligatoria el 15 de mayo al levantar el Gobierno el estado de emergencia decretado por dos meses antes. El Gobierno ha señalado los lugares turísticos del litoral rumano como los principales puntos de los rebrotes, que también se han producido en hospitales y otros centros de ocio del resto del país.
A.A./AGENCIAS EL CONFIDENCIAL
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