Hace un año, en el verano de 2019, Nicolasito representó a Venezuela en un viaje a Corea del Norte. Lo que vio allí le debió de resultar inspirador. Una dinastía comunista desde hace tres generaciones. Y al actual Kim Jong-un puede sucederle su hermana, Kim Yo-yong, una hábil propagandista. ¿Por qué no poner las bases en Venezuela?
Como representante de las Juventudes del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), Nicolasito Maduro dejó claro en Pyongyang que el gobierno chavista considera que «la lucha del pueblo coreano es justa, y más que eso, humana. Como tal, es nuestra también». A Nicolasito lo llaman el Kim Jong-un tropical.
Nicolasito es hijo del líder chavista, Nicolás Maduro Moros, que cumplirá 58 años en noviembre, y de Adriana Guerra, su primera esposa. Gran parte de la oposición mantiene que Maduro realmente no es venezolano, sino colombiano de la frontera, como su madre, de nombre Teresa. Su partida de nacimiento no aparece. Nicolás y Adriana se casaron en 1988 en la parroquia caraqueña de El Valle. Dos años después nació Nicolasito, su heredero, que tiene dos hijas con Grysell Torres.
El líder chavista se casó en segundas nupcias con Cilia Flores, la «primera combatiente» con quien no tiene hijos. Cilia Flores es madre por partida triple. En Venezuela se conoce a sus hijos como los chamos. Son Walter, Yosser y Yoswal Gavidia Flores, que aparecen mencionados en un comunicado del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, acusados de recibir sobornos y prebendas de empresarios que querían hacer negocios con el gobierno chavista.
Los chamos habrían obtenido beneficios del programa de distribución de alimentos entre familias desfavorecidas, conocido como CLAP. Clave en este operativo es el empresario colombiano Alex Saab, actualmente preso en Cabo Verde, a la espera de extradición solicitada por Estados Unidos. Saab sabe todo y más sobre los negocios de la familia Maduro Flores.
El gobierno chavista ha señalado a Saab como diplomático al servicio de Venezuela para conseguir alimentos y medicinas. Hasta ahora decía desconocer los tratos de este millonario colombiano, con excelentes contactos en Turquía y Rusia.
Sancionado por Estados Unidos
Nicolasito Maduro también está sancionado por Estados Unidos desde junio de 2019. «Maduro se sostiene en su hijo Nicolasito y otros cercanos a su régimen autoritario para mantener el control de la economía y reprimir a la gente de Venezuela», afirmó entonces el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado del que se hizo eco la agencia Efe.
El hijo varón de Maduro es miembro de la Asamblea Constituyente, considerada «ilegítima» por Estados Unidos y por aquellos países, entre ellos España, que consideran que es la Asamblea Nacional, presidida por Juan Guaidó, la representante legítima de los venezolanos. Fue designado por su padre, el líder chavista, como director del Cuerpo de Inspectores de la Presidencia.
Ahora Nicolasito aspira a ocupar un puesto en la Asamblea Nacional, que se renovará tras las elecciones legislativas del próximo mes de diciembre. Ahora cuenta con mayoría opositora, y lo que trata el régimen, con un tribunal electoral bajo su control, es acabar con el único poder legítimo del país.
En su programa en YouTube Maduro Guerra, está entrevistando a dirigentes chavistas, que hacen campaña con vistas a estas supuestas elecciones. A lo que sigue negándose el régimen de Maduro es a convocar presidenciales bajo supervisión internacional y liberar a los presos políticos.
La decisión del Tesoro de EEUU implica que quedan congelados todos los activos que tuviera Nicolás Maduro Guerra bajo jurisdicción estadounidense y prohibió a las empresas de EEUU comerciar con él.
El régimen chavista ha sufrido un severo varapalo este viernes con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra que ha reconocido a Juan Guaidó como presidente de Venezuela y ha negado al líder chavista la posibilidad de vender los 31 lingotes de oro depositados en sus arcas. Tienen un valor de unos mil millones de dólares, según informa la BBC.
El régimen dice que los iba a emplear en paliar los efectos de la pandemia, pero la oposición venezolana asegura que es una mera excusa, como decir que Saab es un mediador que busca alimentos para los necesitados.
Juerguista como su padre
Nicolás Maduro Moros tiene fama de juerguista. Al líder chavista le gusta bailar y tiene fama de mujeriego. Con Cilia Flores, diez años mayor que él, parece haberse contenido, o al menos trata de que no se conozcan sus devaneos. La «primera combatiente» no admite muchas bromas. A Nicolás Maduro se le relacionó con varias misses muy llamativas.
De Cilia dice Maduro: «Yo le hago caso a Cilia. Ella es la que gobierna. Mujeres al poder, ella tiene un carácter de hierro»… Y añade: «Pero yo siempre tengo la última palabra que suele ser: ‘Así es, mi amor'».
Cilia Flores, que formó parte del equipo jurídico que defendió a Hugo Chávez cuando estuvo en prisión por golpista, fue la primera mujer presidenta de la Asamblea Nacional.
Nicolasito, como su padre, es amante de la fiestas. La última, por su 30 cumpleaños, ha sido sonada. Convocó una juerga en una urbanización en el este de la capital, mientras el país estaba en cuarentena. El estruendo llevó a los vecinos a quejarse. Los jefes policiales que mediaron por ellos han pagado su atrevimiento: los arrestaron.
No era la primera vez que el Kim Jong-un tropical daba la nota. De 2015 data un video de YouTube donde baila en la boda del empresario sirio venezolano José Zalt entre una lluvia de billetes. Dos años más tarde una mujer que le grabó en pleno desvarío en Maracaibo acabó arrestada. En Corea del Norte también se grabó bailando un merengue del grupo Los Melódicos.
Una carrera impulsada desde arriba
A los 23 años, Nicolasito fue nombrado jefe del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia de la República. Era su primer puesto una vez que su padre sucediera a Hugo Chávez, que murió de cáncer en marzo de 2013. Su misión era vigilar que los empresarios no especularan con los precios. Inventaron el puesto a su medida. «Hicimos un curso de inspectoría y empezamos a recorrer los estados», afirmaba en el canal Noticias24.
Nicolasito Maduro Guerra tiene inquietudes artísticas y pudo saciarlas como coordinador de la Escuela de Cine de Venezuela con gran escándalo entre cineastas y gente de la cultura. Estudió algunos cursos de música en la Universidad de la Artes de Caracas y toca la flauta. Fue alumno de Económicas en la Universidad Nacional de las Fuerzas Armadas, pero no consta que obtuviera título alguno.
En 2017 resultó elegido como miembro de la Asamblea Constituyente. En agosto de 2017 respondió a Trump, que había amenazado con recurrir a la opción militar en Venezuela. «Si se diera el supuesto negado de mancillar el suelo patrio los fusiles llegarían a Nueva York, señor Trump, y tomaríamos la Casa Blanca». Pero la Casa Blanca está en Washington.
En junio pasado ha lanzado su programa en Instagram bajo el nombre Maduro Guerra Live, que retransmite la televisión del Estado. Ha entrevistado, entre otros chavistas, a Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación, y hermano de Delcy Rodríguez, la vicepresidenta, también sancionada, íntima de José Luis Rodríguez Zapatero, cuya entrada en España provocó una auténtico escándalo en el gobierno de Sánchez.
Coincide esta ofensiva mediática con el momento en que el régimen chavista ha anunciado la celebración de legislativas, que son ya fraudulentas de partida, al no haber un tribunal electoral independiente. Las principales fuerzas de la oposición llaman al boicot.
En esa nueva Asamblea Nacional, Nicolasito busca su sitio. Y quizá, cuando su padre se retire, en el Palacio de Miraflores. Méritos chavistas está haciendo.
ANA ALONSO Vía EL INDEPENDIENTE
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