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viernes, 27 de noviembre de 2020

LO QUE EXIGE UNA DICTADURA

 Los gobernantes pueden estrangular todo lo vivo de una sociedad. Pero cada individuo tiene un castillo interior.

 

Sobre las inclinaciones liberticidas de la banda de Sánchez casi nadie alberga dudas, y menos que nadie los que las niegan. Pero, ¿quién es ese casi? El grueso del cuarto poder. 

Con la diligencia del oso en hibernación, en general los medios han ido refiriendo los numerosos asomos autocráticos, perfectamente coherentes con un plan de demolición del sistema, como si de sucesos aislados se tratase.

¡Anda, mira, Lola va de Fiscal General! Fíjate tú, a la Mateo no la sacan ni los GEO. ¿No dijeron que venía para dos meses? Oye, que parece que van a reformar el delito de sedición, así que los Junqueras y compañía quedarán libres. ¡Qué suertudos! Eh, tíos, ¿ya sabéis lo de la desaparición del

castellano como lengua vehicular? Bueno, claro, algo tendrán que darles a los indepes, ja, ja. Qué divertidos, los indepes.

Hay mucha tontería, ponte como quieras. Pero también está la superstición de los sucesos aislados. Te cuento: apretar un botón es un suceso aislado, y que salga disparado un misil es otro suceso aislado. Hijos, no os pido ya que leáis, y fijaos que para escribir os iría bien, pero, ¿os importaría pensar un ratito? Luego podéis seguir con la Play. Nada está aislado en el mundo, chavales, salvo vuestras mentes y las de los «ejpertos», que son los expertos que no dan una.

Así que no ha lugar a consignar aquí la ristra de evidencias de esta dictadura constitucional en transición a dictadura sin más. Aquel que pueda entender ya ha entendido lo que significa la ley Celaá, ya ha imaginado cómo será la España de la próxima generación tras quince años aplicándola. Ya sabe de la decisión de imponer verdades institucionales sobre cualquier asunto, de la existencia de una historia oficial y del regreso de la censura. Es consciente de lo que va a pasar con los fundamentos morales del sistema al integrarse Otegui en la dirección del Estado. Así que no perdamos el tiempo.

¿Afecta al sistema la pudrición roja, la enfermedad que convierte en polvo el centro de los troncos de los árboles? Los gobernantes duchos en tareas destructivas pueden estrangular todo lo vivo de una sociedad. Pero cada individuo tiene un castillo interior. Hay un límite con el que no cuentan los ingenieros sociales, ni los posmarxistas, ni los maestros Ciruela empeñados en reeducarnos. Y eso es porque no conocen al ser humano. Ajenos a la idea de libertad, no prevén cómo se les va a resistir una parte de España. Minoritaria si quieren, pero aun así lo bastante grande para plantar cara con éxito a los nuevos autoritarios.

La banda de Sánchez va a llenar el país de analfabetos funcionales adoctrinados, y lo va a arruinar. El votante lo ha querido. Pero la libertad de los happy few no depende de mayorías parlamentarias. Ni de nada. Para consumar planes como los suyos se necesitan checas, policía política, comandos paramilitares, torturas... El paquete entero. Y ni así.
 
 
                                      JUAN CARLOS GIRAUTA  Vía ABC

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