El anuncio del "comité de la desinformación" coincide con el gran pacto de las instituciones de la UE para crear un mecanismo que suspenda la entrega de fondos comunitarios a aquellos países en los que se violan las normas democráticas y del Estado de derecho
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE
Ojalá la pregunta fuera retórica. Si el Gobierno, hoy, en 2020, sabe que España forma parte de la UE, ¿por qué, en pleno estado de alarma, anuncia medidas y mecanismos para establecer, a cargo de dos de los hombres más cercanos al presidente, lo que considera que es información verdadera y falsa?
El rimbombante título de Comisión permanente contra la desinformación, además de desembocar obligatoriamente en las repetidas citas a George Orwell y el Ministerio de la Verdad, tiene una traducción sencilla y exacta en todas las lenguas europeas: censura. Censura es decidir, desde un Gobierno, qué es verdad y qué es mentira. Censura es decir a los medios lo que pueden publicar o no.
Para sus tropelías, el Gobierno tiene el don de la oportunidad. Si el anuncio del intento de controlar a los jueces vino cuando tenía que llevar a Europa el borrador del Plan de Recuperación, el anuncio del "comité de la desinformación" coincide exactamente con el gran pacto de las instituciones de la UE para crear un mecanismo que suspenda la entrega de fondos comunitarios a aquellos países en los que se violan las normas democráticas y del Estado de derecho. Desmontando el Estado de derecho es precisamente el título de un certero y contundente artículo en este periódico de la abogada del Estado Elisa de la Nuez.
Este Gobierno juega con los derechos fundamentales, por razones tácticas en una mitad del Ejecutivo y por razones ideológicas en la otra mitad. Pero, además de jugar con los derechos fundamentales, juega con el dinero que necesita España para salir de esta crisis: los nuevos fondos europeos.
En Bruselas, el Parlamento, la Comisión y los Estados miembros acabamos de decidir que no se puede enviar dinero a los países que no respetan el Estado de derecho, y que se va a vigilar que esos fondos se gasten bien. Estamos hablando no solo del fondo europeo de recuperación que Pedro Sánchez parece que quiere gastar para una larga campaña electoral extendida (tampoco en esto sabe cómo funciona Bruselas), sino también del resto del dinero de la UE, como los fondos FEDER y la PAC.
Por primera vez en la historia, Bruselas se pone seria y anuncia sanciones financieras para frenar las derivas antidemocráticas dentro del club. Las normas sin duda se plantean pensando en las derivas antidemocráticas en los países del este, pero, por el camino que vamos, tendrán que ser utilizadas para algún país del sur (de cuyo nombre no quiero acordarme). Fue la UE la que frenó, precisamente por esa preocupación, el intento de politizar completamente el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y Bruselas, y los 27, mirarán con lupa los proyectos que quieran acogerse al Fondo de Reconstrucción, porque los parlamentos de todos los países de la UE tienen que ratificar ese dinero. ¿Alguien tiene la menor duda de que España debe ser el mejor alumno de la clase, en la situación en la que estamos?
No hay dos objetivos más importantes ahora mismo en nuestro país que el respeto al Estado de derecho y la vigilancia extrema sobre la estabilidad económica para navegar de la mejor manera posible la terrible crisis en la que estamos. Todo el equipo de Ciudadanos Europa nos comprometemos a hacer desde Bruselas lo que haga falta para que los dos objetivos clave se cumplan: para que no haya derivas totalitarias o populistas y para que el dinero se gaste bien. El Gobierno tendrá que rectificar su disparatado invento de la Comisión de desinformación como hizo con el CGPJ. Y tendrá que hacer los deberes que no ha hecho hasta ahora para aprovechar la oportunidad histórica de la ayuda para la reconstrucción. Porque la UE está basada en la estabilidad, en la buena gobernanza económica y, también, en el Estado de derecho.
¿Es que no se ha enterado el Gobierno?
LUIS GARICANO* Vía EL MUNDO
- *Luis Garicano, jefe de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento europeo, es vicepresidente y portavoz económico de Renew Europe.
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