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viernes, 8 de mayo de 2020

MANIFIESTO: Por la igualdad de todos los pueblos soberanos

Declaración de los Ministros de Asuntos Exteriores de Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania, Eslovaquia y Estados Unidos en el 75° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial

 

La construcción del Muro de Berlín mantuvo dividida a Europa durante casi 50 años.


En 2020 conmemoramos el 75° aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial rindiendo homenaje a sus víctimas y a todos los soldados que lucharon contra el nazismo y pusieron fin al Holocausto.
Aunque para los europeos la Segunda Guerra Mundial concluyó en mayo de 1945, esta fecha no trajo libertad a toda Europa. La parte central y oriental del continente permaneció bajo el poder de los regímenes comunistas durante casi 50 años. Los Estados bálticos fueron ocupados y anexionados ilegalmente y sobre las otras naciones cautivas cayó el férreo yugo de la Unión Soviética basado en una fuerza militar abrumadora, en la represión y en el control ideológico.
Durante largas  décadas, numerosos europeos de la parte central y oriental del continente sacrificaron sus vidas luchando por la libertad y miles de personas fueron privadas de sus derechos y libertades fundamentales, sometidas a torturas y desplazamientos forzados. Las sociedades del otro lado del Telón de Acero buscaban desesperadamente un camino hacia la democracia y la independencia.
Los acontecimientos de 1956, la creación y las actividades de la Carta 77, el movimiento de la Solidaridad, la Cadena Báltica, el Otoño de las Naciones de 1989 y la caída del Muro de Berlín fueron hitos importantes que contribuyeron decisivamente al renacimiento de la libertad y la democracia en Europa.
Hoy estamos trabajando juntos para construir una Europa fuerte y libre, donde prevalezcan los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho. El futuro debe basarse en los hechos históricos y en la justicia para las víctimas de los regímenes totalitarios. Estamos listos para el diálogo con todos aquellos quienes persiguen estos principios. Manipulando los acontecimientos históricos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial y, a continuación, a  la división de Europa, constituye un lamentable esfuerzo por tergiversar la historia.
Quisiéramos recordar a todos los miembros de la comunidad internacional que la seguridad, la estabilidad y la paz en el mundo para que sean duraderos requieren de permanente acato y fidelidad a las leyes y a los principios internacionales incluida la soberanía y la integridad territorial de todos los Estados.
Habiendo aprendido las crueles lecciones extraídas de la Segunda Guerra Mundial, instamos a la comunidad internacional a unirse a nosotros para rechazar firmemente el concepto de las zonas de influencia e insistir en la igualdad de todos los pueblos soberanos.

                                                                                                 Vía EL MUNDO

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