Los
políticos han transformado el derecho de los trabajadores a sus pensiones contributivas
en una especie de prestación benemérita del Gobierno, como si el Fondo de
Pensiones fuera suyo y no de los trabajadores cotizantes. Por ello, la gestión
gubernamental de las pensiones contributivas es negativa actualmente y los
ciudadanos, pensionistas o no, deberían rechazarla dejando de votar a los
grandes partidos culpables del mantenimiento de un Sistema de Pensiones tan
injusto como insostenible.
Ahora
el dinero de la "Caja Única" está en manos de los políticos, quienes en
1978 cambiaron el tradicional y sostenible Sistema de Pensiones autogestionado
por los trabajadores a través de sus Mutualidades Laborales por un nuevo
sistema de reparto en el que los cotizantes de hoy pagan la pensión de los
jubilados de hoy. Pero este Sistema tiende a ser inviable hoy por varios
motivos: 1) porque los manirrotos políticos gestionan arbitrariamente los
fondos de pensiones, 2) porque España tiene una pirámide demográfica invertida
y 3) porque, en la crisis económica que todavía nos afecta, la Seguridad Social
en conjunto es deficitaria, pues han disminuido sustancialmente el número de
cotizantes y los salarios medios de los trabajadores.
Con el Sistema actual la pensión no se
calcula según el valor actuarial de lo cotizado en toda la vida laboral, sino
en los últimos años, cosa que es perjudicial para quienes no pudieron cotizar
mucho en los años previos a jubilarse, pero sí a lo largo de su vida activa, y
que infla de manera insostenible la nómina de las pensiones hasta no hace
mucho, en los dos últimos años. Como eso aumentaba de manera inviable para las
arcas públicas las pensiones a pagar, se pasó a tener en cuenta los quince
últimos años. Y recientemente, a los últimos veinticinco años.
Además
el Sistema de Pensiones actual está aquejado de una gran inseguridad jurídica y
falta de transparencia, pues ¿qué trabajador en activo sabe qué pensión le
tocará el día de mañana, y quién le garantiza que el Gobierno de turno del
futuro no le bajará la pensión que esperaba cobrar?.
Entre 1978 y 2015 el Sistema de Pensiones
se ha ido deteriorando porque se han adoptado medidas contra los jubilados,
como los reajustes con topes de cotizaciones, los topes de jubilaciones cada
vez menores, las penalizaciones injustas cambiando índices totales por
anuales...; pero el gran expolio a los
pensionistas que se lleva a cabo actualmente es de carácter fiscal, pues el
cobro de una pensión contributiva se considera un hecho imponible sujeto a
gravamen como si fuera un nuevo rendimiento del trabajo, sin tener en cuenta
que las pensiones se fueron generando durante la vida laboral y que al cobrar los
salarios mensuales/anuales fueron sometidas ya al I.R.P.F. Es decir, ya
tributaron por ese impuesto. Por lo tanto, al ser sometidas las pensiones
contributivas en la actualidad al I.R.P.F., están siendo gravadas nuevamente
por el mismo impuesto, cayendo claramente en la figura de "doble
imposición", que se debe corregir haciendo que el cobro de la pensión
quede excluido del I.R.P.F.
En general
todo ahorro debe estar exento de impuestos a su rescate, entre otras cosas
porque ya tributó anteriormente. Por lo tanto, el cobro de la pensión contributiva debe ser excluido del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
(IRPF) por las siguientes razones:
1. No es un rendimiento del
trabajo.
2. Las pensiones (contributivas) actuales se fueron
generando durante la vida laboral activa de los trabajadores, cuyos salarios
mensuales/anuales fueron sometidos al
I.R.P.F. Es decir que ya tributaron por ese impuesto.
3.
Por lo tanto al ser gravadas en la actualidad por I.R.P.F., están siendo
sometidas nuevamente por el mismo impuesto, cayendo claramente en la figura de
"doble imposición", que se debe corregir haciendo que la pensión
quede justamente excluida del I.R.P.F.
4.
Si acaso, la pensión (contributiva) podría tener cabida como rendimiento de
capital mobiliario, con una fiscalidad mucho menor y que va disminuyendo
progresivamente de manera notable con la edad del jubilado (en las rentas
vitalicias de los Seguros privados el gravamen es del 20% de la renta percibida
en el intervalo de los 65 a 69 años del perceptor; y del 8% a partir de los 70
años).
Esta figura está contemplada en la correspondiente
Ley de la cual se benefician las entidades financieras privadas con el producto
Renta Vitalicia inmediata aplicada a un capital del cliente (que en nuestro
caso sería el capital acumulado por nosotros durante la vida laboral) para
obtener eso: una renta vitalicia inmediata (asimilable al concepto de nuestra
pensión).
5.
Conclusión: La pensión contributiva no es un nuevo
rendimiento del trabajo y ya fue sometida al IRPF durante la vida laboral del
contribuyente, por lo que se hace necesario corregir esa injusticia.
La exención del IRPF que grava actualmente a
las pensiones contributivas afectaría positivamente a la mayoría de los
millones de pensionistas existentes. No se conoce exactamente la cuantía de la
reducción de ingresos públicos por la aplicación de esa exención de I.R.P.F. a
las pensiones contributivas; pero puede estimarse que es de unos 5.000 millones
de euros, por lo que podría ser compensada sin merma para los ingresos de la
Hacienda pública, solo con que se eliminase una séptima parte de las
duplicidades y redundancias existentes actualmente en la prestación de
servicios públicos por las Administraciones, o intensificando la Agencia
Tributaria la necesaria lucha contra los defraudadores. O sea, que es
totalmente factible, si hubiese voluntad política; pero si no la hay es porque
resulta fácil para los gobernantes expoliar a los pensionistas mediante la
imposición del I.R.P.F. al cobrar sus pensiones contributivas.
Este saqueo
legal pero ilegítimo por injusto, se realiza ahora por el Gobierno del PP, pero
se efectuó también anteriormente por el Gobierno del PSOE y se continuará
llevando a cabo hasta que los millones de pensionistas damnificados dejen de
votar en las elecciones generales al partido del Gobierno de turno dando su
voto a uno de los grandes partidos que se comprometa a eximir del IRPF a las
pensiones contributivas.
De los nueve millones de pensionistas el 39 % votaron al
PP en las últimas elecciones generales, y el 35 % de los pensionistas votaron
al PSOE. Dada la escasa diferencia que
las encuestas dan en intención de voto para
las elecciones generales del próximo 20 de diciembre entre los tres grandes
partidos: PP-PSOE-C's, si uno de ellos incluyera en su programa electoral esa
exención del IRPF a las pensiones contributivas, conseguiría que muchos centenares
de miles de pensionistas lo votasen en lugar de hacerlo a otro de esos grandes
partidos, lo que facilitaría que fuese el partido más votado el 20-D.
JOAQUÍN JAVALOYS
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