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miércoles, 23 de diciembre de 2015

ENIGMAS DESPUÉS DE UNA ELECCIÓN

Churchill decía que la Unión Soviética era “una adivinanza envuelta en un misterio dentro de un enigma”. Algo parecido es el dictamen que ha entregado la ciudadanía, esa que nunca se equivoca con su voto, este domingo. Ahora hay que resolver este embrollo.
Inestabilidad e incertidumbre. Esos han sido los conceptos más repetidos por los medios de comunicación tanto dentro como fuera. Los mercados, esos famosos mercados que tan importantes son, lo reflejaron en una caída de 3.6 por ciento en la Bolsa de Madrid (aproximadamente un cuarenta por ciento de la renta variable está en manos de foráneos) y un alza de la prima de riesgo. Parece claro que la primera reacción del capital es de no gustarle el resultado, algo lógico desde su punto de vista. Habrá que esperar a lo que pase a continuación.
Entramos en terreno desconocido. Toda la famosa Transición (con mayúscula) se montó tratando de evitar la incertidumbre mediante la estabilidad, a través de un esquema bipartidista con todo el poder para sus cúpulas y con un añadido de nacionalistas (hoy uno de los principales quebraderos de cabeza, pero ese es tema de otro día.) Herramienta clave, una ley de partidos todavía vigente basada en asegurar el triunfo del “reformismo desde dentro” con UCD y un segundo partido, en este caso el PSOE. Esquema con el beneplácito de las élites locales y de los poderes externos.
Ese esquema es el que ha saltado por los aires arrastrando consigo la certidumbre y la estabilidad. Entramos, de eso no hay duda, en una etapa diferente y las respuestas de antes ya no valen. Esto no es casual. Es una manifestación más, seguramente la más gráfica, de una crisis integral de nuestro país desde hace varios años. Una crisis (por razones externas a partir de 2008 pero sobre todo internas) que no es sólo económica sino también política, institucional, social y ética. El derrumbe económico que pone fin a una falsa prosperidad saca a la luz las otras miserias. En esas estamos. La ciudadanía ha dicho claramente “Basta” a una serie de lacras que van desde la corrupción y las prácticas partidistas hasta la desigualdad socioeconómica, el paro estructural creciente, por nombrar algunas. No se trata solo de hacer un revoque de fachada, hay que derribar una parte importante del edificio y reformarlo. Empezando por la Constitución, siguiendo por una auténtica separación de poderes y situando la educación, los derechos sociales y la administración de justicia en lugares preeminentes. Además de afrontar seriamente el tema autonómico.
Enorme tarea que exige de los dirigentes políticos inteligencia, decisión, visión, generosidad y sentido del bien común, sobre todo mirando a los más débiles que han crecido durante estos años. La cohesión social ha sufrido grandes destrozos y repararlos supone decisión política, dinero y tiempo.
Pero los dirigentes políticos no son eso que se llama “el poder”. Ese reside en otras partes. Por eso, esa enorme tarea patriótica debe ser realizada con el visto bueno de ese poder, sobre todo del económico que hoy es también el que crea opinión, el mediático. El poder interno y el externo. Este último es clave sobre todo en lo económico y financiero. Hemos asistido a una curiosa campaña electoral en la que las referencias al marco económico que define Bruselas han sido mínimas. Ofertas y ofertas olvidando o, al menos, minusvalorando esos condicionantes. Hoy decisiones pretendidamente autónomas en estas materias está fuera de lugar. No se trata sólo de lo que digan o piensen “los mercados” (en la realidad, las personas que deciden en los mismos), no se trata sólo de los límites que impone la globalización. Hay además esos condicionante que impone la unión monetaria y, cada vez más, la económica, de la UE. (Los de Podemos ya se dieron cuenta de esto y de un segundo Syriza giraron rápidamente a la antes denostada socialdemocracia. Vieron que sin eso no tenían nada que hacer).
Una etapa termina, otra empieza. Aún es muy pronto para profetizar. Pero no cabe descartar un acuerdo (no necesariamente de gobierno) PP-PSOE que tiene padrinos destacados o una nueva convocatoria electoral. En cualquier caso, abrochémonos los cinturones.



                          LUIS DE VELASCO En su blog EL REPLICANTE   Vía REPUBLICA de las ideas

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