La Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE) reprocha al Ejecutivo la "carencia de liderazgo" y que la Educación en España no sea considerada un asunto de Estado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Europa Press
La Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE) se suma a las críticas de la comunidad educativa al Gobierno por la gestión de la vuelta al colegio ante el avance de los rebrotes. Los inspectores han publicado un comunicado este jueves donde reprochan al Ejecutivo "la decepcionante extrema tardanza" con la que se está abordando el asunto.
"La Conferencia Sectorial del 27 de agosto así como la Conferencia de Presidentes autonómicos anunciada para finales de mes o inicios de setiembre por el presidente del Gobierno con la intención de preparar el inicio del curso 2020-2021, son dos ejemplos evidentes de que la educación en España no es considerada un asunto de Estado", explica el colectivo.
Según los inspectores de USIE, el sistema educativo fue apartado de los trabajos de la Comisión para la reconstrucción nacional del Congreso de los Diputados al no ser considerado un servicio esencial. "Todo se ha organizado no tarde, ni tardísimo, sino extremadamente tarde", señala el escrito.
Es decepcionante, apuntan, la falta de realismo y compromiso con la Educación y la carencia de liderazgo del Ministerio de Educación, que no está tomando decisiones relevantes concretas ni coordinando las políticas educativas territoriales.
"Se necesitan unos criterios educativos y sanitarios claros y una mayor dotación de medios materiales y humanos para garantizar la reapertura segura de los centros educativos, que es hoy más necesaria que nunca ante la ola de rebrotes que se extiende por todo el país a menos de 15 días del inicio del nuevo curso", afirman.
Para USIE, el único objetivo debería ser proteger el derecho a una educación segura y ordenada dentro de lo posible. "Hay que tener en cuenta el principio de realismo e incertidumbre que hacen inviables soluciones mágicas ante situaciones tan novedosas e imprevistas. Para lograr este objetivo será necesario un mayor compromiso de inversión que los 2.000 millones anunciados por el Gobierno", añaden.
"La escuela virtual es la antiescuela"
Los inspectores destacan la importancia de la enseñanza presencial. "La escuela virtual es la 'antiescuela' por cuanto la socialización es muy escasa y el aprendizaje se resiente sensiblemente, por lo que hay que garantizar la presencialidad, siempre con la máxima seguridad y atendiendo a las medidas higiénicas que en cada momento establezcan las autoridades sanitarias y siendo del todo conscientes de que habrá problemas y dificultades, como en cualquier otro sector y escenario", opinan.
Y miran a otros países. "Una veintena de países de la OCDE ya han experimentado la vuelta a las aulas; ellos son un buen referente a tener en cuenta, y nos podrían dar ejemplos de cómo hacerlo bien. Sin embargo, la convocatoria de una reunión de presidentes autonómicos a estas alturas del mes de agosto evidencia improvisación y un motivo de inquietud para toda la sociedad", sostienen.
Según USIE, la sociedad "observa sorprendida cómo se limitan ciertas actividades, se toman medidas preventivas colectivas y, sin embargo, en el ámbito educativo gran parte de la responsabilidad se descarga en los equipos directivos, docentes y familias". "Parece que, en vez de preparar el inicio del curso, van a analizar el final del pasado", reprochan.
Los inspectores recuerdan que el Ministerio se comprometió a crear un grupo de expertos para evaluar la situación del último trimestre del curso escolar. "¿Cuáles son sus conclusiones y propuestas? ¿Quiénes forman ese comité? ¿Cuándo conoceremos sus valoraciones los sectores educativos que estamos directamente afectados por esta situación educativa extraordinaria?", se preguntan.
"Es estéril y ridículo utilizar una normativa pensada para escenarios de normalidad en situaciones de excepcionalidad como la que vivimos. La reapertura escolar requiere una oferta de modelos individualizados y flexibles acordes a la realidad de cada centro educativo. No vale una talla única para todos. Pero, al mismo tiempo, se tienen que proporcionar criterios prioritarios, comunes y homologados que eviten agrandar desigualdades, y ahí juega un papel imprescindible el Ministerio de Educación", explican. Además, manifiestan que su sector debe centrar sus esfuerzos en asesorar, ayudar y comprender las difíciles situaciones en las que se verán involucrados todos los sectores de la comunidad educativa facilitando pautasy la conexión con las autoridades administrativas. "El asesoramiento debe ganar peso ante la supervisión. Los planes de inspección deben simplificarse al máximo para que se pueda atender lo realmente necesario e importante", reclaman.
MARINA ALÍAS Vía VOZ PÓPULI
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