Tras anunciarse un modo de corregir la mutación de un gen que produce una deficiencia cardíaca la Iglesia objeta el descarte de embriones que conlleva: “No todo lo científico es ético”, afirma el director de Bioética de la UCA
La Iglesia católica es cautelosa frente a
la investigación genética, ya que si bien no la rechaza, sólo la acepta
cuando se practica con fines terapéuticos y no hay destrucción de
embriones porque, según su visión –que afirma que no está basada en
postulados religiosos, sino en constatación científica-, hay vida desde
el momento de la concepción. En cambio, se opone cuando se trata
de una mera manipulación genética que busca alterar la naturaleza
humana y posibilitar la selección del sexo. El Vaticano dejó en claro su posición en dos documentos: Donum Vitae, de 1987, y Dignitas Personae, de 1997.
Dicho
en palabras de la Santa Sede: “En la valoración moral se debe
distinguir la manipulación estrictamente terapéutica, cuyo objetivo es
el tratamiento de enfermedades debidas a anomalías genéticas o
cromosómicas (terapia genética), de la manipulación que altera el
patrimonio genético humano”. Advierte sobre el riesgo de intervenciones
que apuntan a la “producción de seres humanos seleccionados según el
sexo y otra cualidad preestablecida, o en cualquier caso que altere la
dotación genética del individuo y de la especie humana”.
¿Y cómo encajaría su posición en el caso de la técnica para corregir la mutación del gen
que produce la miocardiopatía hipertrófica que ayer se conoció? Podría
decirse, en principio, que estaría en línea por ser con fines
terapéuticos. Pero colisiona si apela a la fecundación in vitro,
que la Iglesia rechaza por considerar que la vida humana debe
concebirse en su ámbito natural, que mejor se ordena a la dignidad de la
persona. Y porque toda fecundación in vitro conlleva
el descarte de embriones, sea por el proceso de selección de estos, sea
como consecuencia del desarrollo del propio método.
Consultado por Clarín, el director del Instituto de Bioética de la UCA,
padre Rubén Revello, se excusó de pronunciarse sobre la investigación
que publicó ayer, con alta repercusión mundial, la revista científica
británica Nature. Pero se preocupó por destacar que la Iglesia “no está
en contra del avance de la ciencia, por el contrario, le da la
bienvenida”. Pero aclaró que “no puede dejar de advertir ante aquello
que puede ir en contra de la vida humana y de la dignidad de la persona.
Porque no todo lo científicamente posible es válido éticamente”.
FORUMLIBERTAS.COM Vía FORUM LIBERTAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario