Pese a la importante caída del PP en las encuestas, la última, la del CIS, la formación de Rivera no logra sacar rédito al desgaste de los conservadores, lastrados por la corrupción
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en declaraciones en los pasillos del Congreso. (EFE)
El barómetro del CIS de julio no arroja datos demasiado positivos para el partido de Albert Rivera. Aunque lo sitúa en un porcentaje de intención de voto (14,50) superior al obtenido en el 26-J (13,05), también anota una caída de medio punto porcentual que no sería especialmente llamativa si no fuera por la debacle que registra el PP
de Mariano Rajoy (casi tres puntos). La encuesta del Centro de
Investigaciones Sociológicas pone de manifiesto una realidad peligrosa
para los liberales: que el posible 'golpetazo' de los populares no les sirva para reforzarse.
Y eso es especialmente grave en tanto que la formación centrista bebe
fundamentalmente de los votantes procedentes del partido del Gobierno.
Ciudadanos tampoco 'roba' apoyos al Partido Socialista pese a la llegada de Pedro Sánchez, que podría provocar en la opinión pública un evidente giro a la izquierda, dejando huérfano al sector socialdemócrata más centrado. Tampoco es el caso según el CIS. El 'nuevo PSOE' sube casi cinco puntos y no hay trasvase de votantes al partido naranja.
El PP se hunde en plena recuperación: la corrupción pesa más que la economía
Especialmente
llamativo es que los centristas no consigan capitalizar sus éxitos como
consecuencia de brindar un determinado apoyo al PP en el Ejecutivo. El
ejemplo más reciente son los Presupuestos Generales de 2017 —prorrogados durante seis meses— y aprobados en primera instancia gracias al apoyo de Ciudadanos. La medida estrella que consiguió arrancar el equipo económico de Rivera al ministro Montoro fue una rebaja del IRPF para las rentas de menos de 18.000 euros (las inferiores a 14.000 estarán exentas de pagarlo) pese a las reticencias del Gobierno,
que era partidario de esperar a 2019 para comenzar con las bajadas de
impuestos. El barómetro del CIS, realizado en los primeros diez días de
julio y cuando la medida ya se había concretado, no refleja efectos
positivos en los encuestados.
La estrategia de Ciudadanos
en el Congreso de los Diputados no ha variado desde que permitieron la
investidura de Rajoy hace prácticamente un año. El mandato para los
centristas es claro: apoyar al Gobierno en los asuntos de Estado para garantizar la estabilidad del país y
'atizarle' al mismo tiempo con los escándalos de corrupción. De ahí que
la formación naranja impulsara una ley integral contra la corrupción e
intente liderar todos los debates sobre regeneración. Algunos de sus
diputados, como Toni Cantó o Juan Carlos Girauta, han
protagonizado verdaderos enfrentamientos con algunos dirigentes del PP
por sacarles los colores desde la tribuna o en las propias comisiones
parlamentarias, como en la que ahora investiga la financiación B de la
formación de Rajoy.
También la valoración de Albert Rivera
empeora en la encuesta del CIS. Si el pasado mes de abril los españoles
preguntados daban al dirigente liberal una puntuación de 3,68, el
barómetro de julio registra una caída al 3,58 y es Pedro Sánchez el mejor valorado (3,73) de los cuatro grandes líderes nacionales por encima también de Rajoy (2,79) e Iglesias (2,95).
El principal reto que tiene por delante el partido de centro es el de fidelizar al máximo a sus votantes.
Algo que, al menos de momento, se ha convertido en una desventaja para
los de Rivera. Los resultados del CIS vuelven a ser un ejemplo de ello,
situándolo como el partido con menos votos fijos. En concreto, solo el 1% de los encuestados afirmó con total rotundidad que se decantaría seguro por la papeleta naranja.
Incluso las confluencias de Unidos Podemos, En Comú y En Marea,
registran votantes más fidelizados. Expertos demoscópicos como Narciso
Michavila, sociólogo y presidente de GAD3, insiste en que el votante de
Ciudadanos —más desideologizado— es "el más fácil de captar pero también el más fácil de perder" por su volatilidad.
El PSOE ya solo busca alcanzar al PP y mira a Podemos como muleta sin temor al 'sorpasso'
Con todo, desde la formación naranja insisten en valorar positivamente los resultados del CIS que, según expresó el secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, "demuestran la consolidación del crecimiento del partido por encima del resultado del 26-J" y lo enmarca en el "reconocimiento y el premio de los españoles al trabajo por la
regeneración democrática, la lucha contra la corrupción y la
estabilidad".
PALOMA ESTEBAN Vía EL CONFIDENCIAL
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