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martes, 7 de junio de 2016

DE LA "CAL VIVA" AL "PSOE, TE NECESITO"

“Trabajamos para superar al PP y para que los socialistas sean nuestros aliados”, le oí decir ayer en un desayuno informativo. De la "cal viva" al “PSOE, te necesito” en apenas dos meses





El líder y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, reconoció ayer a Carlos Alsina ('Más de uno', Onda Cero) que una buena parte de los votantes socialistas están “desanimados”. Buen comienzo para revertir el desaliento reinante en las filas socialistas después de ver las orejas al lobo de Podemos Unidos (altero deliberadamente el orden de los factores sin alterar el producto). Todos los sondeos coinciden en anunciar el temido 'sorpasso' y dejar al PSOE como tercera fuerza en el 'ranking' electoral, en el parlamentario, o en los dos a la vez.

El reconocimiento expreso de la desmotivación cursa junto a la consigna de remar juntos -dirigentes, barones, nuevas y viejas glorias del partido- en el compromiso de reactivar al electorado propio. Con apelaciones como la de Margarita Robles(número dos por Madrid) la otra noche en la tele: “Vamos a recuperar el orgullo de 1982”. Por cierto, no deja de sorprender que sea una figura independiente (la exmagistrada no es militante) quien esté sacando más brillo que nadie a la letra y el espíritu de la oferta electoral del PSOE.
Una vez encajado el bofetón de las últimas encuestas, el cierre de filas en torno a Pedro Sánchez se conjuga con la incredulidad que suscitan dichos sondeos
Una vez encajado el bofetón de las últimas encuestas y el bajo tono vital del partido, el cierre de filas en torno a Pedro Sánchez se conjuga con la incredulidad que puertas adentro suscitan dichos sondeos. “Que el consorcio Podemos-IU esté cinco puntos por encima del PSOE no hay quien se lo crea”, dice el exsecretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, mientras que en el equipo de campaña de Ferraz, aunque ya se cuidan de no pregonarlo, están convencidos de que las encuestas inflan a Podemos como ya inflaron a Ciudadanos en la precampaña del 20-D, cuando el PSOE llegó a aparecer como cuarta fuerza con 20 diputados menos (70) de los que realmente obtuvo (90).
Lo cual no supone ignorar, a tres días del clarinazo oficial para el inicio de la campaña, que su principal competidor es el consorcio formado por IU y Podemos, cuya misión en la vida es hoy por hoy sacar del terreno de juego al PSOE y ocupar su espacio político. Es el veneno envuelto en papel de celofán que Pablo Manuel Iglesias despacha en sus últimas intervenciones públicas. “Trabajamos para superar al PP y para que los socialistas sean nuestros aliados”, le oí decir ayer en un desayuno informativo, donde se hizo notoria la cura de realismo experimentada por el caudillo del partido morado. De la "cal viva" al “PSOE, te necesito” en apenas dos meses.
Esa cura dificulta la elaboración de un discurso socialista orientado a eludir el riesgo de quedar entre la derecha inmovilista y una izquierda mutante
Curiosamente, esa cura de realismo (o mejor, de radicalidad, que es la enfermedad aparentemente superada) dificulta la elaboración de un discurso socialista orientado a eludir el riesgo de quedar políticamente aplastado entre la derecha inmovilista (PP) y una izquierda mutante (Podemos Unidos).
¿Cómo reprobar a una fuerza de estirpe comunista que de repente se proclama socialdemócrata, presume de que sus ayuntamientos están reduciendo la deuda municipal, asume el dogma del equilibrio presupuestario (aunque en plazos más largos, como propone el PSOE desde los tiempos de Rubalcaba), comparte la propuesta socialista de mejorar las pensiones mediante un impuesto especial (recargo específico, en la propuesta socialista) o, al igual que los socialistas, también cree que las políticas de austeridad de Bruselas no han traído más que desgracias?
¿O cómo reconvenir a un líder que dice a la gente lo que la gente quiere escuchar, que ya no hace 'contorsionismo' verbal para evitar la palabra España, que ya no asimila la corrupción a la propiedad privada, que no ha vuelto a referirse al Congreso como “un Parlamento burgués de mierda”, o que se distancia de la Venezuela chavista como algo distinto y distante?
Al PSOE se le ha puesto cuesta arriba disputar a Podemos la hegemonía en la izquierda. Solo le queda la estrategia de ataque y descalificación
En Ferraz tienen dificultades para desenmascarar a unos rivales que llegan cargados con la emoción y el entusiasmo que les falta a los socialistas. No solo por esa cura de realismo en el partido morado. También porque el PSOE, siendo un partido de izquierdas, se enganchó a un partido de derechas (Ciudadanos) en su intento de gobernar en base al dictamen electoral del 20-D. El intento fue fallido, como todo el mundo sabe, pero la repetición de las elecciones puso el argumento en bandeja a Podemos, que ahora se rearma al advertir de que votar a los socialistas es votar al PP representado en el partido de Albert Rivera.
Cautivo de ese argumento, al PSOE se le ha puesto cuesta arriba disputar a Podemos la hegemonía en la izquierda. Solo le queda la estrategia de ataque y descalificación a un partido desestructurado (la presidenta andaluza Susana Díaz habla de sus diversas almas), radical, poco fiable y dirigido por un impostor. Pero en Ferraz aún no tienen claro si esa estrategia será o no contraproducente, por el hecho de que muchos votantes socialistas comparten el espíritu y en muchos casos la letra de las propuestas del partido morado. Al menos en su nueva versión de sonrisas televisadas y mano tendida al calor de un susurro: “PSOE, te necesito”.

                                                 ANTONIO CASADO  Vía EL CONFIDENCIAL

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