Un simpatizante de Mariano Rajoy se toma un selfie con él en el inicio de la campaña electoral. (Reuters)
El pasado miércoles, un día antes de que se conociera el macrosondeo del CIS, publicaba un 'post' en el que hablaba de los tres posibles escenarios poselectorales que maneja el Partido Popular en función de los propios sondeos que tiene este partido, y les decía que el más previsible de esos tres escenarios era el primero, es decir, que la suma de escaños -y votos- de la izquierda fuera superior a la del centro-derecha.
En efecto, eso se confirmó al día siguiente: incluso en el peor de los casos (166 escaños) la suma de Unidos Podemos y el PSOE sería mayor que la de -en el mejor de los casos- la suma de PP y Ciudadanos (160 escaños), y con opciones reales los primeros de llegar a rozar la mayoría absoluta. En un interesante análisis publicado el viernes por Ángel Collado se da cuenta de la sorpresa que ha causado el sondeo del CIS en el PP, donde se las prometían felices creyendo que recuperarían parte del voto huido a Ciudadanos en diciembre y que el PSOE conseguiría aguantar el envite podemista y mantenerse estable como primera fuerza.
Pero hace tiempo, bastante tiempo, que los análisis que se hacen en Génova 13 son profundamente equivocados. Vamos, que no dan ni una. ¿Por qué? Pues básicamente porque se niegan a aceptar lo que ya es una evidencia: España ha cambiado. Y el PP no se ha enterado. Tampoco el PSOE, por mucho que insista Pedro Sánchez en intentar convencernos de que la fuerza del cambio la representa él. Nadie se lo cree. De hecho, tanto PP como PSOE siguen recolectando el malestar y el cabreo ciudadano por la crisis económica y la corrupción. Los españoles culpan, por igual, a los dos partidos hasta ahora mayoritarios de la situación en la que les han dejado, y no se creen ni una palabra de sus machaconas promesas de un futuro mejor.
España ha cambiado. Y el PP no se ha enterado. Tampoco el PSOE, por mucho que insista Sánchez en convencernos de que representa la fuerza del cambio
Da la sensación, además, de que a los partidos mayoritarios se les han acabado las ideas. No ofrecen nada nuevo, distinto, audaz… Es lo mismo de siempre. Me imagino ese 'brainstorming' en la sede del PP para elaborar el programa electoral, todos pensando en qué se puede ofrecer a los ciudadanos y de pronto a alguien se le ocurre la brillante idea: “¡Vamos a bajar los impuestos!”. Alguno pensaría, sin atreverse a expresar el pensamiento en voz alta… “Pero ¿esto no es lo mismo que ofrecemos cada cuatro años, y encima no lo cumplimos?”.
Yo no sé de quién depende la tormenta de ideas en Génova 13, pero si toda la campaña se va a sustentar en decir que el único cambio es el cambio económico que gracias al PP se ha llevado a cabo en estos cuatro años, es que son todos una colección de estúpidos. ¿Cambio económico? A peor, será… Aquel “¡es la economía, estúpido!” del asesor de Clinton ya no vale. Es evidente, y nadie lo discute, que el PP llegó al poder hace cuatro años y medio con el país al borde del rescate y que se ha conseguido superar la crisis y ahora nos encontramos en unafase de crecimiento económico y creación de empleo.
Pero ¿qué empleo?, ¿y en qué condiciones se encuentran la mayoría de los ciudadanos? No es ninguna casualidad que la mayor parte del voto de Podemos se concentre en lo que antes se consideraban clases medias acomodadas y en una franja de edad que va hasta los 45 años. Estos cuatro años han empobrecido a millones de españoles. Venir ahora con el cuento de que se les va a bajar los impuestos es casi un insulto. ¿Cómo cree el PP que va a reaccionar un ciudadano al que se le promete una rebaja de impuestos que al final le va a suponer 20 o 30 euros más para su bolsillo, cuando en este tiempo ha perdido, en el mejor de los casos, el 30, el 40 o el 50% de sus ingresos? Por no hablar de quienes lo han perdido todo y siguen en la misma situación.
Estos cuatro años han empobrecido a millones de españoles. Venir ahora con el cuento de que se les van a bajar los impuestos es casi un insulto
¿En serio cree el PP que esa gente va a votarles para evitar que llegue Podemos al poder? No es la economía, sino el cambio que se está produciendo en la sociedad y la capacidad de comprenderlo lo que está en la raíz del éxito de Podemos y, en menor medida, de Ciudadanos. El sondeo del CIS enfría, sin duda, el optimismo con el que los populares habían enfocado esta campaña, convencidos de que los ciudadanos se volverían hacia ellos como tabla de salvación… ¿De qué salvación?
Instalados en su autocomplacencia, los dirigentes de este partido -no todos, puedo asegurarlo, porque hay unos cuantos que son plenamente conscientes de lo que está sucediendo, y ustedes saben ponerles nombres y apellidos- creen que al final se impondrá el sentido común, ‘su’ sentido común… Pero no hay sentido común que valga cuando a millones de personas se las ha conducido a la ruina, y no se les ofrece nada distinto que les haga creer que ese partido ha comprendido los mensajes que la ciudadanía viene dando desde las elecciones europeas.
FEDERICO QUEVEDO Vía EL CONFIDENCIAL
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