ENTREVISTA CON RANA FOROOHAR:
Reconocida periodista estadounidense, Foroohar ha levantado un gran
debate sobre el sistema económico actual con la publicación en su país
de su libro 'Makers and Takers'.
“La enfermedad económica de Estados Unidos tiene un nombre: la financiarización.
Es un término académico para la tendencia con la que Wall Street y sus
métodos han llegado a reinar en América, que impregna no sólo la
industria financiera, sino también gran parte de los negocios americanos.
Incluye el crecimiento en tamaño y alcance de las finanzas en la
economía; el aumento de la especulación alimentada por la deuda en lugar
de los préstamos productivos; la consolidación del valor para los
accionistas como única guía para el gobierno corporativo; la
proliferación de un pensamiento egoísta y demasiado arriesgado tanto en
el sector público como en el privado; el creciente poder político de los
financieros y de los CEOs a los que estos hacen ricos; y el modo en que
la ideología de 'los mercados saben mejor qué hacer' se ha convertido
en el statu quo”.
La declaración pertenece a Rana Foroohar,
adjunta al director de la revista 'Time', analista económica de 'CNN' y
autora de 'Makers and Takers' (Crown Business Ed), un libro que ha
generado un notable debate en Estados Unidos. Foroohar ha colocado en el
centro de la reflexión la pugna entre la economía real, la que vende y compra bienes y servicios, y la financiera, que se ha convertido en
un instrumento de generación de recursos a partir de la compraventa de
activos. Foroohar ha conversado con El Confidencial acerca de las
dificultades que está viviendo la economía y de quiénes las están
causando:
PREGUNTA. El capitalismo actual se parece poco al que describen
los libros. Cuando, como usted afirma, el único propósito de las
empresas es crear valor para el accionista, a través de medidas
cortoplacistas, que se someten a escasa o ninguna regulación, y cuando
el high frequency trading es mucho más importante que la producción de
bienes y servicios, ¿hablamos de un sistema que necesita ser
reconducido? ¿Cuáles son las consecuencias de gestionar así los
negocios?
RESPUESTA. Mi tesis es que los cambios en la
naturaleza del sistema financiero, que ya no se dedica a dar préstamos,
sino a la compraventa de activos, han sido una de las razones esenciales
para que el crecimiento sea más lento en EEUU y en muchos otros países.
A medida que el peso de las finanzas ha crecido, pasando de ser poco
más del 2% de la economía a más del 7%, el número de empresas de nueva
creación ha caído, el porcentaje del gasto en I + D en las empresas ha
disminuido, los salarios son más bajos y la desigualdad ha resucitado (y
los dos últimos son problemas particularmente graves en una economía
como la de EEUU, que se compone en un 70% del gasto de los
consumidores). Además, la presión del mercado sobre las empresas, que
ahora están en deuda con Wall Street, ha dado lugar a la toma de
decisiones a corto plazo que perjudican el crecimiento a medio y largo.
En resumen, Wall Street se ha convertido en un viento que sopla en la
cara de las empresas y del crecimiento.
Sólo el 15% de los flujos de
capital de las instituciones financieras se destina a dar préstamos a
los negocios; el resto va al mercado de la vivienda y al trading
P.
La financiarización es un problema para EEUU, pero sus formas de
funcionamiento son esencialmente las mismas a nivel mundial. ¿Cuáles son
los problemas que está creando en Europa?
R. Cierto. Las
investigaciones muestran que si los niveles máximos se dan en EEUU y en
el Reino Unido, ocurre más o menos lo mismo en muchos otros países
desarrollados, y también en muchos países en desarrollo. Los bancos
alemanes, por ejemplo, tuvieron índices de apalancamiento aún mayores
durante la crisis de 2008 que los americanos, y en el Reino Unido, las
finanzas representan un porcentaje aún mayor de la economía que en los
EEUU. Esto es siempre un dique al crecimiento. De hecho, los estudios
demuestran que los efectos desaceleradores de unas finanzas tan grandes
se dejan notar incluso cuando el tamaño de la industria es la mitad del
que EEUU tiene ahora.
P. Leí el artículo
con el que Nitin Nohria, decano de Harvard Business School, respondió a
su libro. Y es llamativo, porque describe por qué unas finanzas que
operasen correctamente hubieran sido muy útiles en la India de hace 40
años, pero no da respuesta a los problemas de hoy que plantea en 'Makers
and Takers'. Y ese es el problema: las finanzas podrían ser muy útiles,
pero no lo son. ¿Por qué está ocurriendo eso?
R. Hoy en día,
sólo el 15% de los flujos de capital de las instituciones financieras
van a los préstamos de negocios; el resto va al mercado de la vivienda
(que está muy financiarizado) y al trading. Básicamente, en los años
1970, el gobierno tomó la decisión de pasar la pelota sobre el
crecimiento a los mercados, y todas las administraciones desde entonces
han hecho lo mismo. Los resultados han sido el crecimiento del trading,
la dependencia de las tasas de interés ultra bajas, un aumento masivo de
crédito y la deuda y un crecimiento más lento.
Muchas
firmas gastan cantidades récord en la recompra de acciones, aumentando
artificialmente su valor para enriquecer al 10% de la población
P. Un montón de pequeñas y medianas empresas están teniendo muchos
problemas por la tendencia a la concentración y por las dificultades
para competir en un mercado en el que su poder es mínimo. ¿Hay una
relación directa entre la financiarización y la cada vez menor
importancia para las economías occidentales de las pequeñas y medianas
empresas?
R. Sí. Se puede rastrear fácilmente la separación
de las finanzas de lo que era su actividad principal, el préstamo, desde
la década de 1980 en adelante, lo que ha provocado que el número de
empresas nuevas caiga en los EEUU. A medida que las finanzas se han
hecho más grandes, el entusiasmo emprendedor ha disminuido.
P
¿Cómo incide la financiarización en una gran firma productiva? Al
priorizar la retribución de los accionistas, ¿no puede ponerla en
peligro? ¿Por eso todas están siendo gestionadas únicamente a corto
plazo?
R. Sí. Cuando se tiene en cuenta sólo el beneficio de
los accionistas (sin tomar en cuenta a los trabajadores, los clientes y
el ecosistema económico local), la única medida que se utiliza para
conocer el rendimiento de una empresa es el precio de la acción. Hacer
que suba se convierte en la única meta, algo a lo que ayuda mucho el
hecho de que a la alta dirección se la pague en stock options. Por esa
razón hay muchas firmas que se gastan cantidades récord en la recompra
de acciones (que aumentan artificialmente su valor y que enriquecen a ese 10% de la población
que posee el 80% de los activos) al tiempo que disminuyen el peso de la I
+ D en el porcentaje de ingresos. Es un círculo perverso que en última
instancia socava el verdadero valor de la empresa.
Necesitamos
replantear la función de los mercados financieros y remodelarlos para
que sirvan a la economía real, y no al revés, como ocurre hoy
P.
Este sistema financiarizado que describe en el libro pone en peligro a
la economía real, perjudica a los trabajadores y a la gran mayoría de
los empresarios. ¿A quién beneficia?
R. Sobre todo al propio
sistema financiero. Las finanzas sólo crean hoy el 4% de los puestos de
trabajo, pero reciben el 25% de las ganancias corporativas. Además, como
se han hecho más grandes, también se han vuelto menos eficientes (las
tarifas que cobran por sus servicios se han duplicado en los últimos 40
años). Esa es una señal típica de un poder monopolístico.
P. Una reciente encuesta en EEUU señalaba que había una parte
sustancial de la población que estaba contra el capitalismo. Gran parte
de las campañas electorales occidentales, y las primarias
estadounidenses son un buen ejemplo, muestran cómo hay nuevos partidos y
nuevos líderes que basan sus programas en las críticas a la
financiarización. ¿En qué aciertan y en qué se equivocan?
R.
Creo que el populismo que hemos visto en ambos lados del espectro
político en las primarias refleja la pérdida de confianza en nuestras
élites políticas y económicas. Cada candidato ofrece su receta para los
problemas, pero están abordando sólo pequeñas piezas del rompecabezas.
Necesitamos replantear la función de los mercados financieros y
remodelarlos para que sirvan a la economía real, y no al revés, como
ocurre hoy.
P. De entre todas las soluciones posibles, ¿cuál
cree que es la prioritaria? ¿Crear un sistema financiero cuya función
esencial sea dar soporte a la economía real? ¿Que Wall Street se ponga
al servicio de Main Street?
R. Sí, absolutamente. No se puede
tener una recuperación sostenible e incluso una economía funcional sin
un sistema financiero que esté al servicio de la economía real y de los
negocios reales. Esa debe ser la prioridad número uno.
ESTEBAN HERNÁNDEZ Vía EL CONFIDENCIAL
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