Nuestra Constitución fue fruto de una determinación colectiva de millones de ciudadanos que querían progreso, mirar a Europa y pensar en el futuro. Por eso, debemos defenderla contra viento y marea
Ejemplar de la Constitución española. (EFE)
Hoy celebramos que hace 41 años nos dimos una Constitución que nos ha traído el mayor tiempo de paz y prosperidad de nuestra historia; 41 años de democracia construida entre todos los españoles que aquel 6 de diciembre dieron un paso al frente tras años de dictadura; 41 años de una Transición
a la democracia de la que nos sentimos herederos, que es un ejemplo de
concordia y reconciliación y a la que los representantes públicos
debemos memoria y honor; 41 años de libertad, de igualdad, de solidaridad y de unión para todos los españoles.
Durante
este tiempo, hemos afrontado y superado muchos retos, y siempre lo
hemos hecho de la mano. Sin embargo, hoy nos encontramos con uno de los desafíos más importantes de nuestra historia democrática: el nacionalismo separatista,
que busca enfrentarnos, primero, y destruirnos, después. Una amenaza
directa por parte de aquellos que desprecian, excluyen y señalan a los
que no piensan como ellos y que quieren hacernos sentir extranjeros en
nuestra propia tierra. De aquellos que no celebran la Constitución
porque representan exactamente lo contrario a los valores de nuestra
Carta Magna. No quieren unión, porque buscan dividir a los ciudadanos.
No quieren libertad, porque nos quieren imponer su proyecto excluyente a
cualquier precio. No quieren celebrar la Constitución ni reivindicarla
en las calles ni en las instituciones, porque su único objetivo es
romper aquello que, juntos, hemos construido con tanto esfuerzo.
En Ciudadanos,
creemos que la Constitución hay que celebrarla y defenderla siempre,
porque celebrar la Constitución es celebrar la democracia. Nuestra
Constitución fue fruto de una determinación colectiva de millones de ciudadanos que querían progreso, mirar a Europa y pensar en el futuro. Por eso, debemos defenderla contra viento y marea. La defendimos el 23-F, la defendimos frente a los terroristas que asesinaron con vileza para chantajear al Estado y la defendimos parando el golpe a la democracia del separatismo en Cataluña. Los demócratas tenemos el deber histórico de que la Constitución siga vigente frente al separatismo que pretende derribarla.
Durante décadas, el nacionalismo ha ido minando con sigilo la Constitución mientras los gobiernos del Partido Popular y el Partido Socialista le daban cada vez más privilegios. Los viejos partidos abandonaron a su suerte a la mayoría de los catalanes, que no querían otra cosa que vivir en libertad e igualdad con el conjunto de España.
Ciudadanos
nació para poner fin a todo eso y rebelarse frente al nacionalismo
excluyente mientras el PP y el PSOE se complacían en firmar acuerdos con
Pujol, con el ‘tripartit’ y con Mas. Por eso, fuimos y seguimos siendo
tan necesarios en Cataluña. Porque nunca compramos las
tesis del nacionalismo. Porque queremos libertad e igualdad para todos
los catalanes, no el poder a cualquier precio, como estamos viendo con
Sánchez. Nadie que quiera gobernar para todos los españoles puede darl
la espalda a los constitucionalistas en ningún rincón de España.
La buena Constitución
Por
eso, hoy más que nunca, debemos ser firmes en la defensa de la
Constitución en Cataluña, sobre todo ahora, que quien lleva las riendas
del futuro de los catalanes apela a los instintos más bajos. Los
catalanes queremos volver a darnos la mano y no “altos niveles de
sacrificio”, como recientemente recomendaba el Sr. Torra.
Ante la gravedad de la situación, los constitucionalistas debemos apartar nuestras diferencias y priorizar lo que nos une. Lo intentamos en la moción de censura pero, de nuevo, el Partido Socialista falló a todos los catalanes.
Sin embargo, en Ciudadanos no nos rendimos y, por eso, hemos ofrecido
un pacto al Partido Popular y al Partido Socialista de Cataluña: para frenar los abusos del nacionalismo y abrir una nueva etapa de convivencia en Cataluña.
Tenemos
la responsabilidad de honrar el legado de aquellos que fueron capaces
de llegar a acuerdos que alumbraran un futuro en libertad para todos
Un pacto constitucionalista
que impulse una nueva ley electoral, que respete la pluralidad de la
sociedad catalana y se ajuste lo máximo posible a lo votado; una
televisión pública que sea de todos; una educación que no adoctrine y
que sea de calidad y trilingüe, y una agenda social que priorice las
necesidades de los catalanes frente al despilfarro del 'procés'.
Un pacto constitucionalista capaz de reactivar la economía, que
regenere las instituciones, luche contra la corrupción y condene la
violencia de los radicales.
Desde Ciudadanos, seguiremos
luchando contra el separatismo que se salta las leyes y daña la
convivencia entre catalanes. En un día como hoy, los demócratas tenemos
la responsabilidad de honrar el legado de aquellos que,
hace 41 años, fueron capaces de llegar a acuerdos que alumbraran un
futuro en libertad para todos los españoles. Un futuro por el que hoy,
más que nunca, merece la pena luchar.
LORENA ROLDÁN SUÁREZ* Vía EL CONFIDENCIAL
*Lorena Roldán Suárez. Candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat. Portavoz en el Parlamento de Cataluña y en el Senado.
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