Los intereses de la Unión Europea y de Boris Johnson estaban esta vez en línea: el mejor escenario era una mayoría amplia conservadora que garantizara que
Un empleado coloca la bandera europea en sede del Parlamento Europeo (EFE)
Los intereses de la Unión Europea y de Boris Johnson
estaban esta vez en línea: el mejor escenario era una mayoría amplia
conservadora que garantizara que el acuerdo del Brexit negociado por
Bruselas y el Gobierno británico queda aprobado por el Parlamento.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, ha señalado que la UE espera “tan pronto como sea posible una votación por el Parlamento británico sobre el acuerdo de retirada”. “La UE va a negociar para asegurar tener una cooperación estrecha en el futuro con el Reino Unido”, ha señalado el belga a su entrada en la cumbre europea de diciembre, que celebra este viernes su segunda jornada.
En Bruselas pocos mantenían ni la esperanza ni la voluntad
de que hubiera un parlamento fragmentado, ni siquiera que ganaran los
favorables a revertir el Brexit. Una fuente diplomática subrayaba que
hay consenso en que todos quieren en la capital comunitaria acabar con
el culebrón y pasar a la negociación de relaciones futuras, “que va a ser mucho más difícil”.
Los Veintisiete quieren que Westminster apruebe el texto negociado para que empiece a correr el tiempo de cara al 31 de diciembre de 2020, cuando finalizará el periodo transitorio, una fase en la que el Reino Unido sigue contando con los beneficios de formar parte de la UE pero sin ser ya miembro del club, y que sirve para cerrar un acuerdo comercial.
El problema es que 11 meses son muy pocos para cerrar un tratado comercial, algo que va a ser “un gran desafío dado el poco tiempo disponible”, ha asegurado Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos.
“Espero que Boris Johnson ‘entregue’ (el Brexit) como él mismo dijo durante la campaña”, ha asegurado por su parte Xavier Bettel, primer ministro luxemburgués, que ha señalado que “la gente necesita claridad”. “La excusa de que no hay una mayoría clara en Londres ya no sirve”, ha asegurado Bettel a su entrada en el Consejo Europeo.
El Consejo Europeo discutirá este viernes la situación del Brexit a partir de ahora, y aprobará unas conclusiones que mirarán ya a las negociaciones comerciales. Michel Barnier, negociador jefe del Brexit, seguirá al frente de las conversaciones durante esta segunda etapa, que será mucho más dura y difícil.
Ahora la atención está en dos puntos: primero que Westminster apruebe el acuerdo, y después comenzar a hablar de etapas y límites temporales. Bruselas está intentando explicar a sus homólogos británicos que en menos de un año no se puede aprobar un acuerdo comercial completo, y que sería necesaria una prórroga del periodo transitorio para completar un tratado que incluya servicios. El Reino Unido tiene hasta julio para notificar su petición de prorrogar la transición.
Sobre la negociación del futuro acuerdo comercial, que tanto Barnier como otras fuentes diplomáticas y comunitarias han venido advirtiendo que será mucho más complicada que las conversaciones del acuerdo de divorcio, Bettel ha asegurado que “no va a ser simple”, puntualizando que “nunca fue simple” nada relacionado con esta negociación.
En la madrugada del jueves al viernes, cuando se comenzaban a conocer los resultados de las elecciones, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, aseguró que la UE está “lista para las próximas etapas”.
“Es positivo que haya un resultado decisivo”, ha asegurado Leo Varadkar, primer ministro irlandés, que ha señalado que “el próximo paso es ratificar el Acuerdo de Retirada que garantice que no hay una frontera dura entre norte y el sur (de Irlanda)”, ha señalado el líder irlandés. Varadkar, cuyo trato verbal bilateral con Johnson fue clave para desbloquear el acuerdo del Brexit entre la UE y el Reino Unido, ha señalado que está “muy interesado en trabajar con el primer ministro en poner a funcionar la Asamblea en Irlanda del Norte”.
Varadkar también ha señalado la necesidad de que el futuro acuerdo comercial “establezca unos estándares mínimos”, que va a ser uno de los elementos delicados del futuro acuerdo comercial: nadie quiere que el Reino Unido entre en un proceso de desregulación que genere diferencia de estándares en derechos laborales o protección del medioambiente.
En general, Bruselas ha respirado con la victoria holgada de los Conservadores británicos porque es el camino más corto para cerrar el capítulo del Brexit, que estaba siendo muy exigente y estaba consumiendo demasiados esfuerzos por parte de la Unión Europea sin que el debate avanzara en ninguna dirección. “Creo que la gente votó a Johnson para tener certeza. Incluso si eres Remainer estás harto”, ha asegurado también el primer ministro luxemburgués.
NACHO ALARCÓN Vía EL CONFIDENCIAL
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, ha señalado que la UE espera “tan pronto como sea posible una votación por el Parlamento británico sobre el acuerdo de retirada”. “La UE va a negociar para asegurar tener una cooperación estrecha en el futuro con el Reino Unido”, ha señalado el belga a su entrada en la cumbre europea de diciembre, que celebra este viernes su segunda jornada.
Johnson, tras su victoria: "Esto pone fin a la miserable amenaza de otro referéndum"
Los Veintisiete quieren que Westminster apruebe el texto negociado para que empiece a correr el tiempo de cara al 31 de diciembre de 2020, cuando finalizará el periodo transitorio, una fase en la que el Reino Unido sigue contando con los beneficios de formar parte de la UE pero sin ser ya miembro del club, y que sirve para cerrar un acuerdo comercial.
El problema es que 11 meses son muy pocos para cerrar un tratado comercial, algo que va a ser “un gran desafío dado el poco tiempo disponible”, ha asegurado Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos.
“Espero que Boris Johnson ‘entregue’ (el Brexit) como él mismo dijo durante la campaña”, ha asegurado por su parte Xavier Bettel, primer ministro luxemburgués, que ha señalado que “la gente necesita claridad”. “La excusa de que no hay una mayoría clara en Londres ya no sirve”, ha asegurado Bettel a su entrada en el Consejo Europeo.
Mapa de la (des)unión europea ante el Brexit
El Consejo Europeo discutirá este viernes la situación del Brexit a partir de ahora, y aprobará unas conclusiones que mirarán ya a las negociaciones comerciales. Michel Barnier, negociador jefe del Brexit, seguirá al frente de las conversaciones durante esta segunda etapa, que será mucho más dura y difícil.
Ahora la atención está en dos puntos: primero que Westminster apruebe el acuerdo, y después comenzar a hablar de etapas y límites temporales. Bruselas está intentando explicar a sus homólogos británicos que en menos de un año no se puede aprobar un acuerdo comercial completo, y que sería necesaria una prórroga del periodo transitorio para completar un tratado que incluya servicios. El Reino Unido tiene hasta julio para notificar su petición de prorrogar la transición.
Creo que la gente votó a Johnson para tener certeza
Sobre la negociación del futuro acuerdo comercial, que tanto Barnier como otras fuentes diplomáticas y comunitarias han venido advirtiendo que será mucho más complicada que las conversaciones del acuerdo de divorcio, Bettel ha asegurado que “no va a ser simple”, puntualizando que “nunca fue simple” nada relacionado con esta negociación.
En la madrugada del jueves al viernes, cuando se comenzaban a conocer los resultados de las elecciones, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, aseguró que la UE está “lista para las próximas etapas”.
“Es positivo que haya un resultado decisivo”, ha asegurado Leo Varadkar, primer ministro irlandés, que ha señalado que “el próximo paso es ratificar el Acuerdo de Retirada que garantice que no hay una frontera dura entre norte y el sur (de Irlanda)”, ha señalado el líder irlandés. Varadkar, cuyo trato verbal bilateral con Johnson fue clave para desbloquear el acuerdo del Brexit entre la UE y el Reino Unido, ha señalado que está “muy interesado en trabajar con el primer ministro en poner a funcionar la Asamblea en Irlanda del Norte”.
Varadkar también ha señalado la necesidad de que el futuro acuerdo comercial “establezca unos estándares mínimos”, que va a ser uno de los elementos delicados del futuro acuerdo comercial: nadie quiere que el Reino Unido entre en un proceso de desregulación que genere diferencia de estándares en derechos laborales o protección del medioambiente.
En general, Bruselas ha respirado con la victoria holgada de los Conservadores británicos porque es el camino más corto para cerrar el capítulo del Brexit, que estaba siendo muy exigente y estaba consumiendo demasiados esfuerzos por parte de la Unión Europea sin que el debate avanzara en ninguna dirección. “Creo que la gente votó a Johnson para tener certeza. Incluso si eres Remainer estás harto”, ha asegurado también el primer ministro luxemburgués.
NACHO ALARCÓN Vía EL CONFIDENCIAL
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