La población civil está inquieta y preocupada, ya que tiene la sensación de que el Ejército Naranja les está dejando a un lado y se sienten frustrados ante el éxito de una ofensiva exitosa del enemigo.
Veintiún meses después de alistarse en el Ejército Naranja, el Soldado Desconocido ha adquirido una más que considerable experiencia en combate. Atrás quedaron los inicios donde en su etapa de instrucción aprendió a montar mesas informativas, inflar globos, repartir caramelos y distribuir el entonces exiguo folleto donde figuraba un prometedor líder con un nítido mensaje “Imposible es sólo una opinión”.
En su historial figuran tres campañas (electorales) en las que se batió, junto con el resto de sus compañeros, en una batalla desigual contra unos enemigos que le superaban tanto en medios humanos como materiales.
En las singulares batallas en las que participó, se destacó especialmente por enfrentarse a temibles enemigos que le calumniaban despiadadamente desde el frente de la derecha, otros que le increpaban y agredían desde el frente de la izquierda, y finalmente los partisanos separatistas que saboteaban los puestos de mando para provocar el desánimo en el territorio patrio. En todos los casos, su misión era contrarrestar dichos ataques con contundencia, mientras una buena parte de la población civil le observaba con esperanza, porque le creían capaz de ayudar a recuperar la paz y la prosperidad de un territorio devastado por la oligarquía dirigente y la corrupción institucionalizada.
Tras la conclusión de las campañas, se siente orgulloso de los resultados obtenidos. Piensa que sus heridas de guerra han servido para algo, aunque se siente disgustado tras el resultado de la última campaña, ya que, aunque se firmó una tregua, ésta supuso sacrificar parte del terreno conquistado al enemigo, sufrir incumplimientos reiterados de los tratados de paz, y la sombra de que en futuro cercano se producirá el reinicio de las hostilidades, lo que provocaría más sufrimiento en la población civil.
Su empuje y valentía le valieron el reconocimiento de los miembros de su compañía, que le nombraron sargento de un pelotón, tras haber perecido su predecesor junto con otros soldados valientemente en el campo de batalla. Por estas pérdidas se siente triste, y especialmente porque muchos de ellos murieron por el fuego amigo debido a la inexperiencia de los observadores artilleros. A todos ellos, les rinde homenaje cada semana con la esperanza de que un día pueda volver a encontrarse con ellos.
Entretanto, en el Estado Mayor del Ejército Naranja, se recibe un parte de guerra preocupante. El informe describe un frente a la derecha que parece recuperar la iniciativa, amenaza con romper la tregua y atacar de forma inminente para acabar con lo que considera su mayor obstáculo para conquistar la hegemonía del país, el Ejército Naranja. Por otro lado, en el frente de la izquierda sus ejércitos están divididos y enfrentados, impera el desorden y la indisciplina, lo que les hace altamente vulnerables ante un desencadenamiento de las hostilidades. Por último, la actividad partisana está causando graves problemas de disensión en el territorio naranja, hasta el punto de que han llegado informes de inteligencia que señalan que algunos generales del Ejército Naranja podrían estar negociando de forma independiente con el enemigo en contraposición con la estrategia establecida, lo que está provocando elevada disensión, revueltas internas, destitución de oficiales e incluso deserciones en los acuartelamientos.
Para tener una idea más exacta de la situación interna, el Estado Mayor decide enviar a varios suboficiales al frente para recibir un informe detallado del Frente Ciudadano. Entre los designados, se encuentra el Soldado Desconocido, quién, tras varias semanas de visita e inspección, emite el siguiente informe preliminar al cuartel general:
“En el frente la moral es buena, si bien sufre un deterioro progresivo debido a la pérdida de numerosos soldados cualificados que han perecido en las duras batallas y por la proliferación de epidemias internas, cada vez más numerosas. Estas pérdidas costará muchos meses repararlas por la difícil tarea de captación de nuevos soldados cualificados y provoca que nuestro ejército en la actualidad esté debilitado en el caso de que se desaten repentinamente las hostilidades.
La población civil está inquieta y preocupada, ya que tiene la sensación de que el Ejército Naranja les está dejando a un lado y se sienten frustrados ante el éxito de una ofensiva exitosa del enemigo. Aunque nos consta, por testimonios obtenidos de desertores, que este hecho corresponde a una estrategia promovida por los servicios de inteligencia y propaganda enemigos, debo subrayar que he constatado, por conversaciones mantenidas con los Ciudadanos, que las decisiones adoptadas recientemente por el Estado Mayor sin tomar en cuenta a la Población Civil, acentúan y agravan la situación.
Corresponde al Estado Mayor del ejército determinar las medidas oportunas a tomar, siendo únicamente la misión de este emisario tratar de emitir la imagen fiel de lo que acontece en el Frente Ciudadano. En fechas próximas emitiré un nuevo informe detallado sobre la situación en las guarniciones de las villas donde ostentamos representación.
Sin otro particular, se despide respetuosamente, el Soldado Desconocido”.
PD: Este texto está dedicado a todos aquellos afiliados y simpatizantes de los partidos políticos que, de forma altruista y desinteresada, dedican parte de su ya complicada vida a tratar de hacer de España un país más decente y próspero, como legado para sus generaciones venideras.
JUAN CARLOS BERMEJO Vía VOZ PÓPULI
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