La apuesta del PP porque sea Susana Díaz la ganadora de las primarias previstas para mayo es clara. Sus ventajas son grandes porque Mariano Rajoy quiere estabilidad y una legislatura larga, nada de meterse en el lío de tener que convocar nuevas elecciones después de haber sacado la investidura con fórceps el pasado octubre gracias a la abstención del PSOE. En la gestora que lo dirige provisionalmente, no se trabaja con otra idea distinta y se da como ganadora a la presidenta andaluza en un momento en el que la mayoría de los aparatos regionales parecen trabajar a su favor.
Fuentes del PP consideran asegurada la continuidad de la legislatura en este último escenario, pues creen que Susana Díaz abriría, además, la colaboración parlamentaria a otros temas de Estado distintos al desafío soberanista, entre ellos la reforma pendiente de las pensiones y, por supuesto, los Presupuestos para 2018.
No obstante, la grave fractura interna que sufre el Partido Socialista puede deparar sorpresas. La mayor de todas sería el regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general. Aunque los últimos mensajes que está transmitiendo a sus más próximos descartan una moción de censura contra Rajoy, pocos en el PP dudan de que la XII legislatura estrenada hace pocos meses tocaría a su fin y se iría a la convocatoria de nuevas elecciones ante el bloqueo político al que abocaría un PSOE nuevamente instalado en el “no es no”.
“En estas condiciones, con un líder socialista seriamente cuestionado nada más iniciar su nuevo mandato, el electorado apostaría por el valor de la seguridad que hoy representamos nosotros”, asegura un miembro destacado del PP, convencido de que su partido rozaría la mayoría absoluta y, en cualquier caso, podría sumarla gracias a Ciudadanos.
La cohabitación con Susana
Patxi López, que consiguió en su momento la Lendakaritza gracias al apoyo del PP vasco, no produce tanto temor en el Gobierno como Sánchez, aunque hay quien también tiene sus reservas. En el caso de que fuera el triunfador de las primarias, tanto en el PSOE como en las filas populares se considera claro que acabaría cohabitando con Susana Díaz, lo que se traduciría también en buena lógica en una cierta estabilidad parlamentaria.
“Gane quien gane, el PSOE no saldrá del atolladero pues no lo tendrá nada fácil para unir al partido. Podría decirse que hay grandes posibilidades de que gane un perdedor, ya que el principal beneficiario por una u otra vía será Mariano Rajoy”, concluyen en Ferraz, donde se masca la angustia ante el posible escenario de un congreso que no pueda ser clausurado con un discurso de unidad compartido por el conjunto del partido.
Esta es también una de las principales inquietudes de Susana Díaz, quien hasta hace pocas semanas preguntaba a uno de las personas de su círculo más íntimo si debe dar el paso y si puede haberse equivocado en los tiempos para hacerlo. De momento, sigue su ronda de contactos discretos con el resto de las baronías para transmitir el mensaje de que ella no es ninguna ‘killer’ y acabará gestionando desde el sillón de Ferraz un proyecto integrador.
FEDERICO CASTAÑO Vía VOZ PÓPULI
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