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lunes, 20 de febrero de 2017

LOS SECRETOS DE LA COALICIÓN PP-PSOE

Con Podemos en el galllinero, en Moncloa apuestan por la continuidad de sus fecundas relaciones con la gestora del partido socialista


Mariano Rajoy es felicitado por Antonio Hernando tras ser investido presidente del Gobierno. (EFE)


Lo admitió hace unos días en TVE. Rajoy excluye totalmente el anticipo de elecciones generales, aunque no salgan adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2017, que el Gobierno presentará a finales de marzo o primeros de abril.
Le gustaría disponer de esa ley orgánica, por razones técnicas más que por razones económicas, "pero si no es posible, tampoco se va a desplomar el cielo", dicen en Moncloa. Ahora también lo dicen en Hacienda, donde ha decaído la posición inicial, según la cual el Gobierno solo presentaría los Presupuestos si previamente habían sido acordados con otros grupos (Montoro 'dixit').
La cuestión es que, como ya dijo negro sobre blanco el presidente, convocar elecciones este año "sería un disparate". El fondo es de naturaleza política. Tres son los vectores del análisis:
El Gobierno está dispuesto a comprender el no del PSOE sin amenazarle con una disolución anticipada de las Cortes
Primero- Supone asumir el no socialista al Presupuesto de 2017, a costa de tener que consolidar la prórroga del anterior. Moncloa entenderá sus razones sin tomarse la revancha. O sea, el Gobierno está dispuesto a comprender el no del PSOE sin amenazarle con una disolución anticipada de las Cortes. Podría hacerlo desde el 3 de mayo, pero no lo hará, aunque no logre el apoyo de terceros, como el PNV, en la votación presupuestaria.
Segundo- Por la cuenta que le trae al interés general de un país amenazado por el populismo y el separatismo, queda implícita o encubierta la voluntad marianista de no hacer daño al PSOE en sus circunstancias. Se trata de respetar su proceso de renovación interna (primarias en mayo, congreso federal en junio) sin hacer olas desde fuera. Es decir, sin tomar decisiones que desestabilicen el pilar izquierdo de la centralidad.
En dicha coalición, "ninguna de las dos partes ha querido dejar a la otra en una posición imposible", según un alto cargo del Gobierno
Y tercero- No desean, el Gobierno ni el PP, crear problemas a la comisión gestora del PSOE. Todo lo contrario. Las discretas conversaciones de Rajoy con el presidente de la misma, Javier Fernández, no solo acreditan una excelente sintonía entre ambos. También han convertido en un lugar común el agradecimiento a la oposición constructiva del PSOE. Eso ha acabado visualizando la existencia de una coalición 'de facto' frente a los embates del populismo y el secesionismo. En dicha coalición, "ninguna de las dos partes ha querido dejar a la otra en una posición imposible", me dice un alto cargo del Gobierno.
Con Podemos en el gallinero después de su asamblea general (irrelevantes en la agenda política y parlamentaria), pero con la incógnita del mando socialista en el aire, en Moncloa apuestan por la continuidad de sus fecundas relaciones con la gestora del PSOE.
No solo en Moncloa se temen que en las primarias socialistas los pretendientes compitan en ver quién es más duro con el PP
Solo es una apuesta. No solo en Moncloa se temen que en las primarias socialistas los pretendientes compitan en ver quién es más duro con el PP. También en Ferraz, donde la irrupción de Pedro Sánchez a la reconquista del liderazgo, pregonando revoluciones por abajo y mirando hacia Podemos y Esquerra como eventuales compañeros de viaje, puede triturar de nuevo las razones que facilitaron el desbloqueo institucional a finales del año tonto de 2016.
Razones contenidas en la famosa resolución del comité federal del 28 de diciembre de 2015: "El PSOE actuará en coherencia con sus valores, con lealtad a los españoles y anteponiendo siempre el interés general a cualquier otro objetivo".

                                                  ANTONIO CASADO Vía EL CONFIDENCIAL

 

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