Antonio Gil Moreno
El
Concilio Vaticano II estableció en 1966, la Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales en la solemnidad de la Ascensión del Señor.
Desde entonces, cada año, los Papas han dirigido un mensaje a la Iglesia
con este motivo. Este año, con el título: "Somos miembros unos de
otros. De las comunidades en las redes sociales a la comunidad humana".
El Papa Francisco, en su mensaje, hace una llamada a formar comunidades
de personas utilizando las palabras que san Pablo dirigió a los
habitantes de Éfeso: "Somos miembros unos de otros". Son palabras que
tienen plena actualidad con la aparición de las intensas relaciones
digitales que hacen languidecer o incluso desaparecer otras relaciones
en las que sus protagonistas están cara a cara. Quienes tienen la
experiencia del encuentro personal lo fomentan y lo proponen porque
permite establecer una comunicación más completa. Pero son cada vez más
las personas, especialmente jóvenes, cuyas relaciones con los demás se
realizan a través de las nuevas herramientas de comunicación con una
calidad sensiblemente inferior, pero que ellos consideran suficiente y
que no están dispuestos a cambiar
Junto al mensaje del Papa, la
Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social ha elaborado también
un mensaje, en el que alertan de los tres efectos de la transformación
digital:
- "Primero, el debilitamiento de las relaciones personales
- Segundo, la manipulación de las opciones sociales y el bien común
- Tercero, la dificultad creciente para acceder a la verdad que ya anuncia nuevas modalidades".
Los obispos españoles afirman sin
paliativos que "las relaciones digitales pueden preceder o prolongar las
relaciones personales, las conversaciones cara a cara, pero no las
pueden sustituir. Si la persona quiere obtener relaciones personales de
calidad, y no se puede olvidar que eso es el amor, siempre será
necesario un quien completo, con una presencia completa, no meramente
digital". Asimismo, los obispos españoles afirman también sin
paliativos, que "en las relaciones digitales está latente el peligro de
la manipulación interesada de las opciones sociales y, en última
instancia, del bien común". Y por último, los obispos españoles afirman y
ponen de relieve "la dificultad creciente que el contexto digital
impone para acceder a la verdad. El problema no es que el mundo de
internet, desde la web hasta las redes sociales, se haya convertido en
el espacio de los bulos, las calumnias, las insidias o las falacias,
sino que, conviviendo éstos con la verdad, el rigor, la objetividad o la
exactitud, no existen las herramientas para discernir lo uno de lo
otro". Las advertencias de los obispos españoles son muy interesantes
para iluminar el ancho y casi infinito campo de los medios de
comunicación social, sobre todo, de las redes sociales. Es hora de que
oremos por los medios y sus responsables, por los periodistas e
informadores, para que sean conscientes de su poder y de su
responsabilidad. Es hora de que aprendamos a utilizar bien esos potentes
medios de comunicación, sin caer en la trampa de sus manipulaciones y
falsedades. Es hora de recitar con brisa de plegaria, aquellas hermosas
palabras del beato Lolo, nuestro compañero periodista en lo altares: "El
buen peregrino de la palabra pagará con moneda de franqueza la puerta
que se le abre en la hospedería del corazón".
ANTONIO GIL MORENO En su blog LUCES EN MI AGENDA
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