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lunes, 26 de diciembre de 2016

PODEMOS se PSOEiza

Las prácticas impuestas en Podemos solo demuestran la debilidad de unas organizaciones que nacen exclusivamente para gestionar el poder que les otorga las urnas, despreciando una tras otra el capital humano y la capacidad de internalizar la disidencia.



La situación política en España, tras las últimas escaramuzas en Podemos se ha clarificado completamente y ya se puede afirmar, que no hay diferencias entre ninguno de los partidos mayoritarios en lo que se refiere a la organización interna, más allá de la fórmula de elección de líderes.
La formación morada ha sido la última en presentar en sociedad los métodos purgatorios a la disidencia, el mobbing descarado a quienes no son bienvenidos, aunque lo han hecho con ribetes de telenovela a lo Elena Francis, creyendo que con eso ya les daba una patena de partido distinto. Sin embargo, todo lo visto hasta ahora se asemeja completamente a las prácticas estalinistas que el PSOE ha aplicado siempre, y que yo mismo he vivido en primera persona de la mano del Virrey de Parla, Tomás Gómez.
El nacimiento de Podemos, tras un proceso de armonización complicado de un movimiento como el 15M elevó la ilusión a una gran parte de tropa social de izquierdas
Estas prácticas solo demuestran la debilidad de unas organizaciones que nacen exclusivamente para gestionar el poder que les otorga las urnas, despreciando una tras otra el capital humano y la capacidad de internalizar la disidencia, en un alarde de ejercicio de autoridad más propio de regímenes totalitarios.
El nacimiento de Podemos, tras un proceso de armonización complicado de un movimiento como el 15M elevó la ilusión a una gran parte de tropa social de izquierdas que estaba huérfana tras el fiasco permanente del PSOE, supuesta referencia de la izquierda transformadora. El paso de dos killers organizativos tan dispares, pero con el mismo objetivo como fueron Felipe González y Rodríguez Zapatero, dejaron el PSOE completamente muerto como organización viva, donde el debate y la diferencia se traten con rigor y se aproveche la experiencia y el conocimiento del diferente para enriquecer la organización. La experiencia me lleva a concluir que el modelo de partido clientelar, cutre, pasivo y de culto al líder o lideresa, aunque sea una rémora, tan practicado en Andalucía y Extremadura, cuyo maestro de ceremonias fue Alfonso Guerra, ha calado entre la militancia y se ha instaurado como primer dogma de fe. Ahora que la mili obligatoria ya no está vigente, los valores de disciplina y sumisión al superior, aunque se constate que está equivocado, es lo que lo que se enseña a fuego a los nuevos entrantes, que ya son muy pocos.
Esta praxis, tan ajena a los valores tradicionales de la izquierda, y que parecían desterrados viendo el germen de Podemos, donde se cansaban de votar y debatir en clave de horizontalidad y valores de respeto y fraternidad, ha saltado por los aires en cuanto se han visto ya instalados en la dinámica de un partido organizado. La horizontalidad y el respeto se han abandonado y se empieza a dilapidar al mejor capital humano, que lo tienen, en aras de la disciplina y el juego perverso y mezquino de las mayorías espurias, como ha esgrimido un personaje como Ramón Espinar, persona que tal vez haya internalizado lo que ha visto y vivido en su propia casa.
La soledad intelectual de Pablo Iglesias poco a poco le va llevando al precipicio de la mediocridad
La soledad intelectual de Pablo Iglesias poco a poco le va llevando al precipicio de la mediocridad y el abandono de las mejores prácticas de integración de tanto talento que estaba descarriado entre desazón y desesperación, tras la laminación política e ideológica que llevó a cabo el PSOE tras el triunfo de los Chicago y Minessota boys/girls que lograron triturar las ansias de cambio y trasformación de una gran parte de militantes y votantes. Esta corriente desintegró las aportaciones críticas de la nueva corriente postkeynesiana y hoy solo quedan al frente cabezas tan brillantes en lo orgánico, como Mario Jiménez o Javier Fernández, espejos donde se mirarán los cachorros de Juventudes cuya trayectoria a lo Javier de Paz, explica la ausencia de sentido crítico e inquietud intelectual.
Es lo que Podemos ha llevado a cabo tras el esperpento proceso precongresual, tan magro en ideas, como rico en exaltación de la disciplina y el voto de brazo de madera, y que ahora se empieza a cobrar sus piezas políticas, hasta que llegue el momento de la proclamación del virrey de Vistaalegre, santuario de las peores prácticas políticas en la acera de enfrente. Este escarnio público se ha cebado, como primera demostración de la testosterona morada a lo Espinar, en un gran profesional, José Manuel López en Madrid. Un tímido trabajador del tercer sector, reconocido por todo el mundo y que ha logrado ahormar un grupo selecto de diputados, junto a los postizos que te colocan los esbirros del poder para que te vigilen, y que estaba llevando a cabo una gran labor de oposición. Esta labor, reconocida incluso por sus enemigos de Ferraz o Callao, ha saltado por los aires simplemente porque se atrevió a apoyar a la candidatura que perdió por poco, pero que en nada suponía que se estaba jugando el puesto institucional. Aún a sabiendas del riesgo de perder una silla ganada en primarias, ha sido defenestrado por la maquinaria ociosa, y que no tiene donde volver en muchos casos, y que hoy presenta la pieza cobrada como el éxito de la gran mentira de la integración y la suma transversal.
Volveremos a las trincheras de las reuniones clandestinas
Aclarado el panorama en la izquierda muchos huérfanos de sentido común, ambición intelectual, debates serenos y radicales en el ansia de transformación real del país, volveremos a las trincheras de las reuniones clandestinas, cenas en la oscuridad y escritos para engrasar la mente, pero ya nunca volveremos a confiar en organizaciones que se autodenominan de izquierda transformadora. 


                                                                                 ALEJANDRO INURRIETA  Vía VOZ PÓPULI


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