Translate

viernes, 21 de diciembre de 2018

EL INFAME SÁNCHEZ Y SU TRAICIÓN A LA NACIÓN


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE/ Emilio Naranjo


Desde lo de Carlos IV y su hijo, Fernando VII, lamiendo en Bayona las botas de Napoleón a cuatro patas ambos dos, ocho en total, no se veía cosa igual sobre la piel de toro. Desde entonces no asistíamos a un acto tan humillante para la nación española como esa “cumbre bilateral entre los Gobiernos de España y Cataluña” ayer protagonizada por el presidente okupa Pedro Sánchez y su sedicente homólogo catalán, porque es así como Quim Torra y su banda vendieron ayer a los corresponsales extranjeros la farsa organizada por ambos en el Palacio de Pedralbes. Como era de prever, como era de temer, Sánchez terminó pasando por el aro de las exigencias de Torra y aceptando esa parodia de “cumbre entre dos países amigos y vecinos”, como anoche titulaba un desnortado corresponsal extranjero su crónica desde Barcelona, una cumbre que, por encima de su manifiesta inanidad en lo que a efectos prácticos se refiere, supone una ilegalidad flagrante que no solo vulnera el espíritu de la Constitución, que por supuesto, sino también su letra. Es la rendición del Gobierno de España ante el separatismo.
Huelga explicar las razones de esa bajada de pantalones. El inquilino de la Moncloa dejaría de serlo minuto y medio después de que el separatismo catalán decidiera retirarle su apoyo en el Congreso

Y mientras se sienta “de presidente a presidente” con el representante de un movimiento xenófobo y supremacista que desprecia a más de la mitad de los catalanes y al resto de los españoles –en realidad con un mandao del verdadero líder de la revuelta, huido en Bélgica de la Justicia española-, ese mismo mandao le organiza en la calle la revuelta de los nuevos Escamots, los camisas pardas del prusés, que hoy prometen colapsar Barcelona cercenando la libertad de los ciudadanos para emprender sus normales quehaceres, demostrando una vez más que Cataluña es un territorio sin ley, una parte de España donde los Gobierno de España han abdicado de su obligación de imponer el orden y hacer respetar la Constitución. El Estado no existe en Cataluña, y se halla en liquidación por derribo, si no directamente liquidado, en el resto de España. Un Gobierno golpista en Barcelona y un Gobierno pro golpe en Madrid. Un Gobierno en Moncloa atado de pies y manos a los intereses de los enemigos de la nación. Lo nunca visto, desde lo de Bayona y Fontainebleau, en más de 200 años de historia.
Muy castigado en los últimos meses por las divisiones internas, el separatismo recibió ayer una recarga de oxígeno que tratará de exprimir al máximo en semanas y meses venideros
Muy castigado en los últimos meses por las divisiones internas, el separatismo recibió ayer una recarga de oxígeno que tratará de exprimir al máximo en semanas y meses venideros. Señal de ese supuesto “clima de diálogo” que el presidente y su patética vicepresidenta pretenden vender a los españoles, los líderes separatistas en prisión habían decidido suspender la dizque huelga de hambre que venían realizando en la cárcel, mientras en Madrid sus representantes le aprobaban a Sánchez el techo de gasto para los PGE del 19. Do ut des. Toma y dame. This for that. Ese independentismo de cuello blanco, ese independentismo burgués de los negocios y los profesionales liberales, ese sorprendente independentismo de gente viajada que se ha dejado seducir por un Movimiento de inequívoco signo totalitario como tantos alemanes se dejaron seducir por el nazismo en los años treinta del siglo pasado (ver la “Historia de un alemán”, de Sebastian Haffner), sigue viviendo en el mejor de los mundos sin nadie que le moleste, sin Estado que le llame al orden. Ellos siguen cortando el pastel. Ellos se reparten la Fira, la Cámara de Comercio y hasta Foment del Treball (Nacional) sin nadie que les haga sombra. La vida sigue igual de bien para los ricos que alientan esta aventura enloquecida, porque, en la España sin pulso de hoy, esa aventura sigue sin tener un coste siquiera mínimo para ellos.

Ruptura de la convivencia en la calle


Es la gran paradoja de la actual situación. La sedicente sintonía de “dos Gobiernos abiertos al dialogo”, y la ruptura de la convivencia que a nivel de calle, a nivel de familias, incluso de centros de trabajo, sufren en Cataluña quienes no comulgan con los postulados del Movimiento Nacional separatista. De la ruptura se ha pasado a la confrontación, en espera de la chispa que provoque el incendio definitivo, en búsqueda de ese muerto que Torra desea ardientemente en la esperanza de que la sangre provoque esa intervención internacional que obligue a nuestro blandengue apuesto Godoy -aquel que en el reinado del mismo Carlos IV le daba ajipedobes (“sebo de pija” leído al revés, que los españoles nunca hemos sido muy sutiles para las cosas del sexo) a la reina María Luisa de Parma-, a plegarse a los deseos de los enemigos de la libertad de los españoles. Lo ocurrido estos últimos días en Sociedad Civil Catalana (SCC) no es ajeno a la rendición del Gobierno de España ante el separatismo. El golpe de mano ocurrido en SCC hay que interpretarlo como otra ficha que se desmonta para ser presentada como uno más de los regalos que ayer Sánchez ofreció en bandeja al nazi Torra en Pedralbes. SCC ha sido tomada por el PSC. Sic transic.

Sabemos que estamos ante un sicópata del poder, un sicópata vanidoso y mentiroso a partes iguales, un tipo sin el menor escrúpulo
Sabemos que estamos ante un sicópata del poder, un sicópata vanidoso y mentiroso a partes iguales, un tipo sin el menor escrúpulo, él y Begoña, Begoña y él, tanto monta, a quienes la derecha constitucionalista, junto a los cientos de miles, quizá millones, de socialistas constitucionalistas, está obligada a desalojar del poder cuanto antes, o antes de que sea demasiado tarde. Nada se podrá enderezar mientras este lamebotas del separatismo (calificativo que Emilio La Parra, “Diarios de viaje de Fernando VII”, adjudica a aquel rey felón que fue capaz de escribir a Napoleón diciéndole que “Mi mayor deseo es ser hijo adoptivo de S. M. el Emperador nuestro Soberano”) no sea expulsado de La Moncloa. España está sin Gobierno digno de tal nombre, rodando imparable por la cuesta abajo de la división y la anarquía. No es probable que mañana ocurran disturbios de mayor cuantía en Barcelona, básicamente porque es viernes y víspera de la Navidad, y los niños bien de los CDR tenemos que salir pitando hacia la masía del Empordà para pasar las fiestas antes de que el tráfico nos lo impida. Lo grave ocurrió ayer con esa rendición del Gobierno de España ante el gobierno golpista de la Generalidad. Pocas veces tuvieron los españoles de bien tantos motivos para sentirse tan avergonzados con su condición de tales.


                                                                                     JESÚS CACHO  Vía VOZ PÓPULI

No hay comentarios:

Publicar un comentario