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lunes, 15 de agosto de 2016

LA SANIDAD UNIVERSAL ES HISTORIA GRACIAS AL PP

España una vez tuvo sanidad universal, lo de gratuita no es cierto porque lo pagamos con nuestros impuestos, pero hoy hemos pasado, como los países menos avanzados en este campo, a un sistema de aseguramiento. La razón última no es la crisis económica, como se quiere vender, sino que es parte de un plan coordinado con los lobbys sanitarios para ir sustituyendo poco a poco la sanidad pública por sanidad privada.
En el último quinquenio hasta 2014, el gasto público en salud se redujo en 8.161 millones de euros
La sanidad española cambia hacia un modelo de aseguramiento a lo anglosajón
Los fríos números, aunque solo los tengamos hasta 2014 fruto de la incompetencia de los que se dedican a elaborar estadísticas en España, son claros. En el último quinquenio hasta 2014, el gasto público en salud se redujo en 8.161 millones de euros (Sistemas de Cuentas de Salud del Ministerio de Sanidad e Igualdad), mientras que el gasto sanitario privado crecía en 3.983 millones de euros, lo cual da idea del progresivo trasvase de gasto de los consumidores, empujados por varios motivos a suscribir pólizas privadas. Una de estas razones es el deterioro progresivo de la atención primaria, donde ya es plausible la carencia de personal y de medios materiales, especialmente en zonas rurales o provincias pequeñas. Además, las listas de espera hospitalarias o de diagnóstico han rebasado la lógica de lo que es normal, y en algunos casos superan el año, como lo sufro yo en mis propias carnes en el Hospital Clínico de Madrid.
Los fuertes recortes en la sanidad pública hacen de oro a la sanidad privada en la crisis
Adicionalmente, los consumidores hemos tenido que asumir el coste de una serie de fármacos o prestaciones no estrictamente médicas que antes estaban cubiertas por la sanidad pública, por lo que la financiación de la sanidad se ha escorado hacia un modelo anglosajón, todavía con matices, donde se establece un sistema de aseguramiento privado que es el que provee de asistencia sanitaria en función de la renta, como se puede comprobar en EEUU. Luego hay un sistema paralelo, de ínfima calidad y mínimas prestaciones, para la población más pobre, cuya esperanza de vida es muy inferior a la que sí puede acceder a un sistema de atención sanitaria completa.
España partía de un modelo continental de asistencia sanitaria universal, incluso para la población extranjera no censada
España partía de un modelo continental de asistencia sanitaria universal, incluso para la población extranjera no censada legalmente residente, que suponía un gran logro en la lucha contra la discriminación por razones de raza y situación económica que gracias a la Ley General de Sanidad de 1986 hacia de España un verdadero país puntero en materia de derechos humanos y sanitarios. Este consenso, que tanto se llenan la boca el PP y Ciudadanos que hay que preservar se ha roto en 2012 con la elaboración y entrada en vigor del RD16/2012. Este texto legal, aprobado sin debate parlamentario y por el rodillo parlamentario y aplaudido por el lobby sanitario y farmacéutico en España, rompe el sistema de sanidad universal. Por un lado, quita el derecho a la tarjeta sanitaria de todos los extranjeros no censados legalmente, aunque vivan en nuestro país y paguen sus impuestos. Se les atenderá solo en urgencias y en maternidad, algo que se ha demostrado falso, ya que tenemos algún caso de fallecimiento por falta de asistencia sanitaria. Por otro lado, se establece que todo ciudadano nacional que carezca de tarjeta sanitaria, salvo que esté en la indigencia, no podrá ser atendido en la sanidad pública, salvo que pague una factura por los servicios prestados. En este punto, voy a poner un ejemplo cercano.
La sanidad universal ya es historia para los no asegurados
Mi madre carece de tarjeta sanitaria por razones que no vienen al caso, con 89 años, requirió los servicios de urgencia en el Hospital Clínico de Madrid. Fue llevada en Ambulancia al propio centro sanitario y atendida en dicho hospital. A la salida nos entregaron una factura por importe de 180 euros, a la que por supuesto me negué a pagar. Posteriormente, recibimos dos facturas más en el domicilio, la última con apremio y amenaza de embargo. Ante esta situación, nos pusimos en contacto con un medio de comunicación televisivo y el caso salió en las Mañanas de Cuatro hace unos meses. Ese mismo día, la Comunidad de Madrid intentó por todos los medios que no saliese la entrevista aduciendo que era falso que se fuese a cobrar dicha factura. A los pocos días, recibimos la llamada del Consejero de Salud de la Comunidad de Madrid preguntándonos cómo es que no tenía la tarjeta sanitaria, pero sin desmentir que tuviéramos que pagar la factura, aduciendo que ella tenía que sacarse la tarjeta sanitaria. Lo que no sabe el Consejero es que si no has cotizado nunca el INSS no te tramita la tarjeta, salvo en casos de indigencia. El resultado final es que Hacienda ha embargado, con apremio, la cuenta corriente de mi madre por un importe de 216 euros. Las pruebas están disponibles para cualquier lector interesado.
El modelo sanitario español ya no es universal sino que se basa en el aseguramiento
Ser atendido en un hospital sin tarjeta sanitaria cuesta 180 € y serás embargado por Hacienda si no pagas.
Esta es la realidad del modelo sanitario español. Ya no es universal, sino que se basa en el aseguramiento. Es decir, tienes que pertenecer a un colectivo que tenga derecho a ser asegurado y si no, tendrás que pagar los servicios, seas de la nacionalidad que seas, incluso si eres español. Nos acercamos al modelo americano, perdiendo derechos que nadie, salvo las Mareas, está dispuesto a luchar. La calidad del servicio se deteriora, el personal es insuficiente y poco a poco la esperanza de vida comenzará a descender, especialmente en las rentas más bajas. Eso ya ocurre en Madrid, por ejemplo, entre los habitantes del Distrito de Salamanca y los distritos de Villaverde y/o Puente de Vallecas.
La consecuencia última será la reducción de la esperanza de vida entre los más débiles
Lo peor de esta situación es que el PP y Ciudadanos están de acuerdo en este modelo sanitario y parece que son los actores que nos gobernarán en los próximos años. Procuren no ponerse enfermos, especialmente en verano.


                                                        ALEJANDRO INURRIETA  Vía VOZ PÓPULI

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