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miércoles, 19 de septiembre de 2018
Los socios retan a Sánchez con el blindaje de la Corona: "Si sueltas una liebre, va por libre"
Los socios de investidura del PSOE
piden ampliar la retirada de aforamientos a la Corona y el PSOE se
alinea con PP y Ciudadanos para que no afecte a la Casa Real
El Rey Juan Carlos en los toros. (EFE)
La reforma exprés de la Constitución anunciada por Pedro Sánchez para eliminar los aforamientos de los políticos tuvo un efecto rebote imprevisto. Solo 24 horas después, el PSOE se vio alineado con el PP y Ciudadanos en defensa de la Corona. El responsable fue el PNV, que aprovechando una moción de Ciudadanos sobre el tema que votaba el Congreso pidió quitar ese privilegio también a la familia real,
y a esta petición se sumaron los socios de Sánchez. Aunque no salió
adelante, marcó posturas. "Cuando sueltas una liebre, la liebre ya corre
sola y puede salir en la dirección que no quieres", ironizó en los
pasillos Joan Baldoví (Compromís). El PSOE cumplió el
guion de los últimos 40 años: republicano en la oposición, monárquico en
el Gobierno. Al final, la Cámara aprobó sin votos en contra la moción
de Cs para suprimir los aforamientos, pero solo los de los políticos.
La reforma constitucional
que de forma sorpresiva anunció Sánchez el lunes para eliminar los
aforamentos a los políticos pareció en un primer momento una jugada
redonda. Le robaba la bandera a Ciudadanos, retomaba la iniciativa
política y dejaba atrás el tema de su tesis. Además, el presidente
anunció que se podía hacer en 60 días si había voluntad, por lo que
entra en el plazo en que Sánchez puede manejarse, sin informes eternos.
Pero luego llegaron los detalles. Moncloa primero explicó que solo sería
para los delitos cometidos fuera del cargo, lo que limitaba enormemente su aplicación. Serviría para el máster de Pablo Casado —otras alumnas están investigadas en un juzgado de Madrid mientras él está pendiente del Supremo— o si un diputado era cazado conduciendo borracho. Pero no para la corrupción ni otras acusaciones.
El PSOE siguió el guion de los últimos 40 años: republicano en la oposición, monárquico en Moncloa
En
teoría, no hay grupos que se opongan, pero gobernar con el apoyo de 84
diputados tiene sus limitaciones, como pronto comprobó el PSOE. El
Congreso tenía prevista este martes la votación de una moción de
Ciudadanos para suprimir los aforamientos de los políticos. La votación
pretendía que "en un plazo máximo de tres meses" se supriman "los aforamientos de los diputados, senadores y miembros del Gobierno". Albert Rivera
subió a la tribuna del Congreso y tiró de tono solemne, aunque no se
votaba una ley sino una especie de declaración de intenciones. "Hoy
tenemos una oportunidad histórica: decidimos si queremos ser unos
privilegiados o diputados normales". "Basta ya de blindaje y de privilegios.
De tener una justicia distinta. Los aforamientos son algo anómalo y del
pasado". "Si vamos a reformar la corrupción, hagámoslo de verdad". En
España hay miles de aforamientos, y afectan a políticos pero también a
jueces, policías, diputados autonómicos...
El PNV fue más allá y
planteó una enmienda para eliminar todos los aforamientos y "suprimir la
inviolabilidad del Rey en su actividad no institucional". "Vamos a
eliminarlos todos, pero todos", resumió el portavoz, Aitor Esteban,
como quien pone todos los amarracos en la mesa. Por el patio del
Congreso, al mencionar la moción, el viento parecía susurrar un nombre: Juan Carlos I. El emérito y sus relaciones con Corinna, las cintas en las que se mencionaban mordidas en el AVE a La Meca... La mancha que no ceja sobre la Corona después de décadas de silencio sobre la institución.
Como era previsible, la enmienda no salió adelante. Ciudadanos no varió
su proposición. Pero aun así marcó agenda del día —con permiso de Aznar
y su comparecencia a cara de perro y la fina argucia del PSOE a última
hora para colar a la oposición un gol en la reforma de la Ley de
Estabilidad Presupuestaria—.
Los
socios de Sánchez en la investidura —PNV, Bildu, ERC, Compromís,
Podemos— fueron subiendo a la tribuna en fila apoyando que se eliminen
los aforamientos. Pero todos. Lo resumió Baldoví, que calificó la moción
de Ciudadanos como "coja, pequeñita, de juguete". "¿Por qué no son más
ambiciosos y dejan los aforamientos en cero? Ni para el Rey ni para
nadie. A la familia real. Acepten la enmienda del PNV". "Todos somos
iguales ante la ley. Llevemos corona o no la llevemos", clamó la portavoz de Podemos, María del Carmen Pita. El partido de Pablo Iglesias ha recurrido en el juzgado el archivo de la pieza sobre Juan Carlos I. Al final, todos optaron por abstenerse.
El diputado socialista Gregorio Cámara
no entró al trapo y defendió que la reforma de la Constitución ya
incluye lo propuesto por Ciudadanos. Por la mañana, su jefa, la
portavoz, Adriana Lastra, advirtió de que la puerta de
la Corona está cerrada. Explicó que el Ejecutivo plantea una reforma
simple y que reformar lo que afecta al Rey exige la disolución de las
Cortes y un referéndum.
Albert Rivera, en el Congreso. (EFE)
Pero como recordó el diputado del PNV Mikel Legarda,
hay un camino intermedio. Porque en 2014, tras la adbicación de Juan
Carlos I, el Congreso aprobó de forma exprés una reforma constitucional
para ampliar el aforamiento al emérito, la reina Sofía, Letizia y
Leonor. Lo hizo con la mayoría absoluta del PSOE. Con los aforamientos,
las posibles causas que les afecten corresponden al Supremo y no a los
tribunales ordinarios.
A principios de agosto, Sánchez mostró su
defensa cerrada del reinado de Felipe VI. "Tenemos una monarquía
renovada y ejemplar en la figura del rey Felipe", declaró en rueda de
prensa. "¿Eso quiere decir que el reinado del rey Juan Carlos no fue
ejemplar?", repreguntó una periodista: "También, también, también",
respondió Sánchez.
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