Cataluña 1990 - 2017.
Marta Pérez
Putsch, textualmente traducido del alemán como
"empujón", tiene un significado muy similar a "golpe de Estado", y
usualmente se refiere a los intentos fallidos de subversión de la
legalidad, como el “Putsch de Múnich”, que fue protagonizado por Adolf
Hitler y sus secuaces.
Carles Puigdemont -pronúnciese en catalán
“Pustchdemont”-, presidente que promueve burlar la legalidad vigente e
instaurar un régimen nacionalista, es el último mandarín del proyecto
secesionista que sufrimos los catalanes y por extensión todos los
españoles: un proceso de desconexión gestado desde hace muchos años por
la enferma mente de Jordi Pujol, y promocionado entre los sufridos
habitantes de la otrora envidiada Cataluña con el uso fraudulento de
fondos públicos. Y todo, ante el mutismo, indolencia e indiferencia de
los llamados poderes fácticos, teóricos defensores de la nación
española, que decidieron desentenderse en su responsabilidad de proteger
la igualdad entre los españoles, abdicaron de sus funciones de
gobernantes, paralizaron a los actores económicos, regios, jurídicos,
militares y contaron con la idiocia manifiesta del poder político en el
desamparo de los pocos catalanes que decidimos alzar la voz para
defender la unidad de España. El estado desapareció de Cataluña durante los últimos lustros.
"Durante los últimos 25 años la burguesía catalana ha
colaborado entusiásticamente a la “omertá”, un silencio producido por
una enorme y exitosa campaña de publicidad"
Durante los últimos 25 años la burguesía
catalana ha colaborado entusiásticamente a la “omertá”, un silencio
producido por una enorme y exitosa campaña de publicidad, donde la
prensa ha sido sometida por la “casta” política, de la que dependía para
sobrevivir, a la que ha servido fielmente, olvidando su deber
primordial de informar con veracidad a los ciudadanos. Pujol y sus
cómplices tejieron un régimen absolutista legitimado por las urnas, en
el que formaban parte egregios personajes de la burguesía catalana,
empresarios que financiaban con las ganancias de las obras públicas el
tinglado nacionalista, empresas periodísticas genuflexas ante el poder y
la subvención, intelectuales de pacotilla con premios artificiales; y
sobretodo crearon una inmensa cantidad de ciudadanos cobardes que ha
formado el grueso de la sociedad catalana, mirando hacia otro lado por
miedo: miedo a la venganza, a la extorsión, a quedarse sin trabajo,
miedo a la maquinaria poderosa del poder que tritura toda crítica que
sea demasiado molesta. Todo dirigido por el llamado “ámbito catalán de
comunicación”, una extensa de red de medios informativos, periódicos,
emisoras de radio y televisión donde no existe más idioma que el
catalán, lengua que no se contemplaba como vehicular, sino como arma
política. Un idioma usado para segregar, no para unir.
El domingo 28 de octubre de 1990, “El Periódico de Cataluña” publicaba un documento titulado “Propuestas para aumentar la conciencia nacional en Cataluña”, promovido por los “Think Tanks” a sueldo de Pujol. El programa explicaba la perversa voluntad de
liquidar el llamado “Estado español”, a través de un complejo programa
de ingeniera social mediante la formación del espíritu nacional de los
catalanes, y modificar en 25 años el “mainstream” mediante la creación
artificial de una enorme red clientelar y, un explícito maccarthysmo
para promover el miedo entre los discrepantes, la purga de los débiles y
el uso de decenas de miles de millones de euros en medios de
comunicación, con la malvada intención de comprar y vender voluntades, y
así ganar una impostada mayoría a favor de la secesión.
La
introducción del texto no dejaba dudas sobre el proyecto orwelliano que
se publicó hace casi 30 años, y sintetizado por el mantra convergente
de “Fer país” (Hacer país)
"Configuración
de la personalidad catalana: Explicación y potenciación de los ejes
básicos, definitorios y positivos, de nuestra personalidad colectiva.
Elección y divulgación de los conceptos que permiten el máximo
fortalecimiento de nuestro pueblo”.
El proyecto de abducción colectiva centraba sus propuestas en tres flancos: la creación de asociaciones a favor de la autodeterminación de Cataluña,
(que liderasen las movilizaciones, mediante la inyección de ingentes
recursos y a través de frases repetidas hasta la extenuación “Espanya
ens roba”, “Dret a decidir”, “Som una nació”), el control de los medios de comunicación (TV3 y los medios privados, con especial énfasis en el “Grupo Godó”) y la dirección de las escuelas
“Es
necesario reunir diferentes grupos de personas, instituciones y
asociaciones que estén decididos a desarrollar líneas de
sensibilización. Hay que incidir de manera eficaz en todos los medios de
comunicación. Potenciar el uso de la lengua catalana por parte de
profesores, maestros y alumnos. Promover que en las escuelas el
profesorado de EGB incorpore el conocimiento de la realidad nacional
catalana.”
El documento tenía 20 páginas y dejaba en evidencia la manifiesta obsesión por inculcar el sentimiento nacionalista en la sociedad catalana, propiciando un férreo control en casi todos sus ámbitos
El documento tenía 20 páginas y dejaba en
evidencia la manifiesta obsesión por inculcar el sentimiento
nacionalista en la sociedad catalana, propiciando un férreo control en
casi todos sus ámbitos, propugnando la infiltración de elementos
nacionalistas en puestos clave de los medios de comunicación y de los
sistemas financiero y educativo. Este plan de infiltración nacionalista
lo puso en marcha la vieja “Convergència i Unió” en la década de los 90
por orden de Jordi Pujol y el dirigismo -no lo olvidemos- de Miquel
Roca. Los resultados se verán en este cálido verano del 2017.
Empezaba la soflama
“Cataluña es una ‘nació’ discriminada que no puede desarrollar libremente su potencial cultural y económico” y que “la
búsqueda de la soberanía hace imprescindible la sensibilización
ciudadana hacia el reforzamiento del alma social. (…) Vigilar la
composición de los tribunales de oposición para todo el profesorado. (…)
Reorganizar el cuerpo de inspectores de forma que vigilen la correcta
cumplimentación de la normativa sobre la catalanización de la
enseñanza.”
El adoctrinamiento en otras palabras.
Fijaba los puntos clave de infiltración “Incidir en las asociaciones de padres”, el “Fomento de las fiestas populares, tradiciones, costumbres y trasfondo mítico”. “Introducir
gente nacionalista (…) en todos los puestos claves de los medios de
comunicación. (…) Incidir en la formación inicial y permanente de los
periodistas y de los técnicos de comunicación para garantizar una
preparación con conciencia nacional catalana”.
Consideraba imprescindible la “Creación
de organizaciones patronales, económicas y sindicales catalanas, y
diseño de una estrategia para optar a los cargos directivos de las
instituciones financieras”, no se debían escatimar esfuerzos en “Incidir sobre la administración de justicia y orden público con criterios nacionales”, y entendía que se debía promover la “Divulgación
de la historia y del hecho nacional catalán: Difusión de los
acontecimientos cruciales de nuestra historia y de nuestros personajes
históricos, así́ como la aportación del pueblo catalán a la cultura y
ciencia europeas. Fomento de las fiestas populares, tradiciones,
costumbres y su trasfondo mítico.”
Se entendía el deporte como un elemento básico en la manipulación básica de los sentimientos, convirtiendo a los catalanes en unos “hooligans” de la patria
Se entendía el deporte como un elemento básico
en la manipulación básica de los sentimientos, convirtiendo a los
catalanes en unos “hooligans” de la patria a través de “Catalanizar
las actividades deportivas y lúdicas. Fomentar el conocimiento de la
realidad nacional catalana dentro de los diferentes les sectores donde
opera cada entidad.”, la obsesión separatista de infiltración en el
“Barça” ha sido evidente, consiguiendo transmitir la imagen de un
ejército en permanente lucha contra el maligno enemigo (Real Madrid,
encarnación de los males) y a la par la imagen internacional del proceso
separatista.
La catalanización forzosa de toda la actividad empresarial ha sido uno de los puntos destacados del plan
“Garantizar
el uso del catalán en todos los letreros, indicadores, tablones de
anuncios, impresos, publicidad, documentación comercial… Promover unas
organizaciones patronales, económicas y sindicales catalanas”, dar a conocer la realidad nacional catalana a través de “Hacer
conocer la existencia de Cataluña y de los Països Catalans en todo el
mundo, especialmente en Europa. Cohesionar el espacio catalán dentro del
marco noroccidental del Mediterráneo y de Europa del Sur. Estrechar las
relaciones entre los Països Catalans y su entorno económico (Aragón,
Occitania y norte de Italia) en todos los campos.”
Uno de los principales objetivos ha sido la creación de “Estructuras de Estado”
Uno de los principales objetivos ha sido la
creación de “Estructuras de Estado”, a la par que se ha denunciado la
falta de compromiso del estado con sus obligaciones para con los
catalanes, y para ello promulgaban
“Lograr
que Cataluña y los restantes Països Catalans tengan un peso importante
en el terreno económico. Dotar a Cataluña y al resto de los Països
Catalans de una buena red de comunicaciones terrestres, marítimas y
aéreas. Interconectar uno y otro lado de los Pirineos con nuevas líneas
férreas, carreteras y autopistas. Hacer de Cataluña y del resto de los
Països Catalans un núcleo de alto nivel de desarrollo en todos aquellos
aspectos donde valga la pena vivir. Propiciar una política de adecuación
territorial y urbanística respetuosa con el patrimonio cultural y
ambiental. Potenciar el papel de Barcelona como capital económica,
comercial y turístico-cultural del Mediterráneo noroccidental y del
Gran Ser europeo. Favorecer la autonomía tecnológica de Cataluña.”
Y
evidentemente limpiar la administración de elementos no comprometidos
con el nacionalismo, las purgas estalinistas que estos últimos días
estamos viendo con incredulidad ante la cobardía de unos nacionalistas
que temen perder su patrimonio
“La
Administración se identifique (en los conceptos: trabajo, creatividad,
participación, estilo, formas, actuaciones) con los valores nacionales”,
y resaltar la revisión en profundidad de los mecanismos de acceso y
promoción interna del funcionariado y el cambio sustancial de
orientación de la Escala de la Administracióń Publica.”
Las purgas de Purgamont.
En Madrid, conociendo la estrategia de disolución de España, siguieron jugando al “tú apóyame en Madrid y haz lo que quieras en Barcelona”
Este documento fue escrito en 1990 y hoy nos
lamentamos todos de sus consecuencias porque en Madrid, conociendo la
estrategia de disolución de España, siguieron jugando al “tú apóyame en
Madrid y haz lo que quieras en Barcelona”.
Hoy
la burguesía catalana cómplice del nacionalismo está asustada, y tienen
motivos para ello. El “proceso separatista” se radicaliza, la
frustración se extiende entre la menestralía catalana, en las zonas
rurales se amenaza a los pocos unionistas que resisten, mientras en la
ciudad condal la alcaldesa Colau tiene la agitación social por bandera y
las purgas a funcionarios, “consellers” o políticos débiles ante las
soflamas nacionalistas se multiplican por doquier.
A
los burgueses les han vuelto los fantasmas de la Barcelona de las
bullangas de 1835 cuando a la salida de las corridas de toros los
proletarios catalanes quemaban iglesias; han imaginado las guerras
carlistas que arrasaron Cataluña en el XIX; han rememorado el bombardeo
de Espartero de 1842 para sofocar la revuelta popular; de repente han
visionado la “Ciudad de las Bombas” de 1893 cuando mataban a
espectadores del Liceo; se han acogotado al recordar la “Semana trágica”
de 1909 cuando Barcelona fue llamada la “Rosa del Fuego”; se han echado
las manos a la cabeza con el pistolerismo anarquista de los años 20; de
repente han recordado el golpe de estado de Companys de 1934 y los
miles de cadáveres en las cunetas de julio y agosto de 1936. Cataluña
está en manos de una nueva generación educada en las madrasas
separatistas y con su futuro político en manos de unos aventureros que
no piensan dar ningún paso atrás.
“Lo mejor de los políticos catalanes es no tratarlos”
Durante la Guerra Civil, Azaña residió un tiempo
en Barcelona, pasando de ser amigo a enemigo de Cataluña. Ninguneado
por la Generalitat, atónito ante los crímenes impunes del verano de
1936, incrédulo por la ineficacia del Govern y las luchas partidistas
internas, vejado por la constante vulneración del Estatut por arrogarse
competencias que no tenía, y aturdido por las miserables rivalidades
personales y los sucesos de mayo de 1937. En su conocida obra
testamentaria “La velada de Benicarló”, arremete contra los políticos
catalanes, por su demagogia victimista, sus personalismos y la
deslealtad para con el resto de la España: “Lo mejor de los políticos catalanes es no tratarlos”.
El
“Pustch” de Hitler terminó en fracaso, pero la semilla de la discordia,
el odio, las purgas y la muerte se extendió por Alemania con los
funestos resultados que todos conocemos. Cataluña está siguiendo la
misma ruta. Desde 1990 su plan separatista estaba escrito y han cumplido
hasta con la última coma, estábamos avisados desde hace casi 30 años de
lo que sucederá en este próximo otoño del 2017.
El
1 de octubre de 2017 será una etapa más en el objetivo de los
separatistas, no será la última, pero promete romper la legalidad
española mediante un golpe de estado, pretende ser el inicio del fin del
trayecto del relato triunfante a favor de la ruptura, la apuesta final, el reto definitivo, la estocada mortal al
proyecto común español. El estado español puede enfocar sus esfuerzos en
dos direcciones.
O bien la indolencia de siempre y esperar que dentro
del nacionalismo vuelvan a surgir voces capaces de poner sosiego a tanto
dislate y retrotraernos a un falso dialogo. La segunda es emprender el
camino de la valentía. Aplicar la ley junto a la promoción de un relato
cargado de simbolismo, capaz de atraer a la mayoría de catalanoparlantes
cuyos sentimientos han sido secuestrados por el mensaje separatista.
Para ello se debe dotar a los catalanes libres de nacionalismo de los
medios e instrumentos necesarios para combatir el mensaje, con una
auténtica voluntad de regenerar el discurso político, mediático y social
que vivimos en la Cataluña, asfixiada por el oasis putrefacto y cuya
responsabilidad máxima pertenece a las estructuras del propio estado
español.
JOSEP RAMON BOSCH Vía VOZ PÓPULI
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