LAS NUEVAS MENTIRAS DEL PLAN DE INVERSIÓN DE RAJOY

Fuentes del gobierno aseguran que el PIC no será como el “Plan E” de Zapatero, que consistió en levantar aceras para volver a construirlas.

Las nuevas mentiras del plan de inversión de Rajoy. EFE

 

Viernes 14 de julio de 2017. Mientras nuestros vecinos franceses celebran su fiesta nacional con un invitado de excepción, Donald Trump, del que ni los más atrevidos se hubieran atrevido nunca a pronosticar su presencia en el Eliseo, nuestro presidente, Mariano Rajoy, no ha querido ser menos, y ha convocado a toda la prensa del país junto a un nutrido grupo de empresarios.

El motivo no es otro que la presentación del PIC, o “Plan de Inversión en Carreteras”, la medida estrella del presidente con la que pretende recuperar popularidad tras los recientes varapalos de corrupción que se han hecho sentir en las encuestas.

Fuentes del gobierno aseguran que el PIC no será como el “Plan E” de Zapatero, que consistió en levantar aceras para volver a construirlas. No obstante, varios asistentes se muestran escépticos, entre ellos, Marcial.

Rajoy, se encuentra en medio de su intervención. Hasta ahora, ha anunciado que el PIC será un plan de inversión público-privada de 5.000 millones de euros en cuatro años

Rajoy, se encuentra en medio de su intervención. Hasta ahora, ha anunciado que el PIC será un plan de inversión público-privada de 5.000 millones de euros en cuatro años, que creará, durante la fase de inversión, 48.000 empleos directos, 30.000 empleos indirectos y 72.000 empleos inducidos. Además, se crearán en la fase de explotación y mantenimiento, otros 12.000 empleos directos, 8.000 indirectos y 19.200 inducidos.

Es decir, según Mariano, se crearán 150.000 empleos en la fase de inversión más otros 39.200 en la fase de mantenimiento. En total 189.200 empleos. El presidente ya está finalizando su discurso…

“Queremos que la economía española continúe avanzando segura y a gran velocidad por el camino de la recuperación, un camino que con este Plan Extraordinario vamos a transformar en la mejor autovía de Alta Velocidad [...] Yo, vuelvo a repetir y decirles, por tanto, otra vez a todos ustedes, que el Gobierno de España estará en su sitio. No tengan la más mínima duda. Muchas gracias por su asistencia y atención”.

Termina el discurso y el aforo premia al presidente con un sonoro aplauso. Rajoy está que no cabe de gozo al ver tanto apoyo en la sala. Siente que ha triunfado.

Varios directivos de las principales empresas de construcción están presentes

Tras el acto, el protocolo ha organizado al presidente una recepción con algunos de los invitados. Varios directivos de las principales empresas de construcción están presentes. El objetivo es ir comentando los aspectos del plan antes de su presentación, más detallada, a la vuelta de vacaciones.

Mientras deleitan un tentempié, Marcial se dirige a Rajoy.

—Interesante intervención presidente. —comenta Marcial.

—Muchas gracias. —contesta Rajoy.

—Dado que las empresas tendrán que hacer la inversión previamente ¿Ha estimado usted el tiempo que va a transcurrir hasta que el Estado pague la factura? Se lo digo porque los fondos de inversión nos están diciendo que no lo ven claro.

—Ese asunto lo está estudiando el ministro de Hacienda. Él os dará los detalles en su momento.

—Por otro lado, ha dado usted unos datos de generación de empleo que, en mi opinión, no son correctos.

—¿Ah no?

—Me temo que no.

—¿Y por qué cree usted que no son correctos? Mis asesores los han analizado con profundidad

—Verá, señor presidente, en primer lugar, usted dice que la inversión será de 5.000 millones en cuatro años y que espera generar unos 48.000 empleos directos.

—Así es.

—Normalmente, la rentabilidad esperada, para una empresa constructora, suele ser del 8% de la inversión, en este caso, serían unos 400 millones de euros. Por ello, el coste máximo asumible por las empresas podrían ser unos 4.600 millones de euros.

—Me parece algo razonable.

—Gracias señor presidente. Debo informarle que, en una obra estándar de infraestructura de carretera, el coste medio de personal se sitúa en un rango entre el 24 y el 30% del coste de la obra. En el caso del PIC, en el mejor de los casos para los nuevos empleados, la inversión destinada a coste salarial serían 1.380 millones de euros en cuatro años, digamos, unos 345 millones de euros anuales.

—Si usted lo dice…

—Entonces, si usted ha afirmado ante toda España que se van a crear 48.000 empleos directos, habría que repartir 345 millones de euros entre 48.000 personas, lo que supone una media de 7.187 euros para cada trabajador, incluyendo el coste de cotizaciones sociales. Es decir, que estaríamos creando empleos netos de unos 450 euros al mes por jornada completa, y eso, señor presidente, es casi la mitad del salario mínimo interprofesional. ¿Es eso realmente lo que usted pretende con el PIC?

—¡Naturalmente que no! Me deja usted perplejo. ¿Está seguro de lo que dice?

—No lo digo yo, señor presidente, son matemáticas. Pero me temo que esa no es la única cifra que no es correcta.

—Por favor, continúe. ¿Dónde ha detectado usted más errores?

—En la creación de empleos inducidos. La definición de empleo inducido es todo aquel empleo que se crea por el gasto que generan con sus salarios los empleos directos e indirectos fruto de la inversión. En este caso, serían los puestos creados por el gasto que realizan los 48.000 empleos directos más los 30.000 empleos indirectos que usted dice que va a crear.

—Así es.

—Para estimar el gasto que van a realizar estas 78.000 personas, podemos tomar el dato que ofrece la Encuesta de Presupuestos Familiares realizada por el INE. Dicha encuesta, señala que en 2016 el gasto medio por persona ocupada fue de 11.341 euros anuales, y de 7.052 euros anuales por persona parada. Por lo tanto, si cada uno de estos nuevos ocupados, ahora parados, hace una progresión en cuatro años de un nivel a otro de gasto, el gasto medio de cada uno de ellos sería de unos 9.200 euros anuales, es decir, que la contribución de gasto anual de estas 78.000 personas para crear empleos inducidos sería de unos 718 millones de euros anuales.

—Y entones ¿dónde está el error?

—Pues que, para crear 72.000 empleos inducidos con 718 millones de euros anuales de contribución, estaría usted creando empleos inducidos de 7.500 euros brutos anuales, es decir, otra vez salarios menores del SMI por jornada completa, y eso considerando que el 100% del gasto de esos nuevos trabajadores fuera destinado exclusivamente a crear esos empleos inducidos, lo que no es cierto, ya que gran parte de ese gasto va destinado a impuestos y múltiples conceptos y no a generar dichos empleos inducidos.

—Pero ¿qué está usted diciendo?

—Señor presidente, por favor, permítame recomendarle que cambie de “expertos” a la hora de asesorarle. Cualquier analista laboral serio sabe que los empleos inducidos que se crean a partir de una inversión se sitúan en un rango comprendido entre el 30 y el 40% de la suma total de empleos directos e indirectos, dependiendo del sector. En el caso del PIC, en el mejor de los supuestos, se podrían crear unos 30.000 empleos inducidos en la fase de inversión, no más.

—Vaya. Me deja usted si palabras. ¿Ha detectado algún error más en lo que se refiere a las cifras de empleo?

—Me temo que si, señor presidente. Usted ha afirmado que con el PIC se crearán un total de 189.200 empleos, sumado los 150.000 de la fase de inversión y los 39.200 de la fase de explotación. Eso, con todos mis respetos, es un error mayúsculo, ya que, a medida que vayan finalizando las obras, la gran mayoría de los empleos de la fase de inversión se irán extinguiendo mientras van creando los de la fase de explotación a un ritmo mucho menor. Por lo tanto, nunca habrá una suma, sino que habrá una resta.

—¿Hay algo más de mi exposición que crea usted que no es correcta?

—Si. La estimación del retorno fiscal que usted ha hecho de 3.000 millones de euros creo que es exageradamente optimista. Mi previsión es que el estado ingresará unos 600 millones de euros en cotizaciones sociales, 525 millones de euros por IVA de materiales y utillaje y aproximadamente 450 millones de euros por impuestos repercutidos a los empleados (básicamente indirectos, porque que con esos salarios el IRPF será residual ya que sólo unos pocos empleados pagarían) más otros impuestos menores y sociedades de las concesionarias. En total no más de 1.700 millones de euros, con suerte.

En ese momento, Jorge, uno de sus asesores, le hace una señal con la mano al presidente.

—Bueno señores. Muchas gracias. Me van a disculpar. Debo dejarles porque el asunto de Cataluña reclama mi atención. Buenas tardes.

PD: Hoy les dedico el tema “Hot Stuff” de Donna Summer, tema de la película Full Monty.

https://youtu.be/vh4SvxaPuEQ

                                                              JUAN CARLOS BERMEJO  Vía VOZ PÓPULI