El secretario general del PSPV, Ximo Puig. EFE
No hay un sólo dirigente territorial del PSOE que no defienda la revisión del Estado de las autonomías hacia un modelo federal. Ahora bien, basta adentrarse en las federaciones para encontrar diferencias en su planteamiento y la valenciana acaba de marcar territorio para defender que ese federalismo que los socialistas quieren introducir en la Carta Magna sea reconocido como asimétrico, una definición que incomoda mucho a los socialistas andaluces.
Andaluces y valencianos han abrazado el federalismo en los documentos políticos que aprobarán en sus próximos congresos, el último fin de semana de julio, pero con matices. La federación de Ximo Puig apuesta claramente por "reconocer en la Constitución la asimetría estructural del federalismo español en virtud de los hechos diferenciales de algunas comunidades autónomas".
Para los valencianos, la revisión de la organización territorial debe ir en la línea de adaptarlo a las necesidades que se derivan de su estructura y de las "realidades históricas y actuales del Estado español". Y, en particular, defienden "la singularidad del pueblo valenciano", actualmente reconocida como una "nacionalidad histórica", que les debe permitir alejarse de "posicionamientos sumisos y defender" sus intereses "de norte a sur del país".
En particular, los socialistas valencianos ponen el acento en la autonomía financieray llevan hasta la ponencia política que votarán en el Congreso de Elche su protesta por el "gran problema" de "infrafinanciación autonómica". Admiten que es un problema compartido por otras comunidades autónomas, pero recalcan que, en su caso, hay una"injusticia añadida": "Somos la única comunidad autónoma con renta per cápita inferior a la media que aporta al sostenimiento de los servicios públicos en España, cuando en aplicación del criterio de solidaridad tendríamos que recibir", dicen. Y en lo que se convierte, señalan, es que no pueden ofrecer servicios públicos básicos al nivel de otras comunidades.
En su ponencia lo dejan claro: van a promover un "proyecto valencianista que reivindique más autogobierno, más financiación y más cohesión social". Todo esto, en la búsqueda de un Estado federal que, además, reconozca "el carácter plurinacional" de España, un nuevo compromiso que todo el PSOE ha adquirido ya en esta nueva etapa que surgió tras la elección de Pedro Sánchez.
Los socialistas valencianos lo han introducido así en su ponencia, a diferencia del PSOE andaluz, que no hace mención de la nueva 'plurinacionalidad' socialsita y que al hablar de federalismo pone el acento en "la igualdad de los territorios". Por eso mismo, la federación que lidera Susana Díaz rechaza la asimetría que hace unos días también defendió la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, asegurando que todo Estado federal es "por definición" asimétrico. En el PSOE andaluz, ese "adjetivo" suena a desigualdad y es algo por lo que no están dispuestos a pasar.
En su documento, los socialistas andaluces recalcan que quieren un "modelo federal cooperativo, capaz de garantizar la igualdad en la diversidad de todos los españoles, el respeto a las singularidades". Y avisan de que el PSOEandaluz va a "reclamar para Andalucía el lugar que le corresponde". "De ninguna forma consentiremos que se quiera aprovechar el actual debate para relegar a Andalucía a una segunda categoría", avisan. Los andaluces, dicen, se han ganado "el derecho histórico a estar en el nivel de los territorios con mayor nivel de autogobierno".
El PSPV no es una sucursal del PSOE
En su ponencia, el PSPV también refuerza su peso propio y, aunque deja claro que se siente parte del proyecto federal del PSOE y necesita que sea fuerte, también avisa de que su prioridad es la defensa de los intereses de los valencianos. Por eso, lleva a su proyecto político el compromiso de que sus representantes "en cualquier institución y órgano ejecutivo" deberán mantener "un compromiso inquebrantable con la agenda valenciana".
En el documento lo denominan "máxima de obediencia valenciana" y lo explican como su voluntad de "mejorar" su sociedad, que va "desde el Sènia hasta el Segura". "Tenemos que ser reconocidos por nuestro entorno como una fuerza política alejada del sucursalismo", afirma la ponencia. Es decir, que el PSPV no es una sucursal de Ferraz.
Un aviso a navegantes con una crisis recienteen el recuerdo: la negativa de la dirección federal a que los senadores socialistas pudieran formar grupo en el Senado con Compromís y Podemos. Este portazo de Ferraz a la 'entesa' valenciana fue la gota que colmó el vaso en la relación entre Pedro Sánchez y Ximo Puig, que a partir de ese momento se distanció ya por completo del secretario general.
Ahora, ambos lados tratarán de tender puentes hacia la normalidad de la relación entre un secretario general y un dirigente territorial y Sánchez ha dado el paso de participar en la inauguración del Congreso de Elche. Eso sí, después de echarle un pulso avalando a un candidato alternativo al liderazgo del PSPV, el alcalde de Burjassot, Rafa García, al que se impuso el presidente de la Generalitat.
Después de participar en el inicio del cónclave, Sánchez estará en la clausura del andaluz, con su contrincante en las primarias, Susana Díaz. Para ese fin de semana en el que habrá hasta seis congresos, ha elegido participar en los de las dos federaciones más importantes del PSOE. Dos federaciones que, como se ve en sus ponencias, parten en posiciones distintas para el debate del modelo federal.
LAURA CALDITO Vía VOZ PÓPULI
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