Esto es lo que buscan y necesitan las empresas para
mejorar internamente.
Uno de los mayores lastres de las empresas medianas y
grandes, es el corporativismo. El que sus profesionales busquen un acomodo en
la estructura de la empresa para tener un buen puesto, con una buena
remuneración, y después dedicarse con uñas y dientes a defenderlo tanto tiempo
como posible.
Se da en todos los estamentos de las empresas, pero muy
en especial en los puestos directivos. Y es muy lógico, pues cuanto más alto
está una persona, desde más arriba se puede caer.
Por eso las empresas para sobrevivir a los cambios que se
avecinan, buscan tener entre sus trabajadores a personas con actitudes de
emprendimiento que sean capaces de generar cambios disruptivos en los procesos
y los negocios de las mismas.
Así lo pone de manifiesto el estudio Emprendimiento corporativo en España realizado por la Universidad
de Deusto junto con otras Universidades como la Autónoma de Madrid.
Estas ideas están presentes sobre todo en las grandes
organizaciones, porque debido a su tamaño son las más reacias a los cambios. Los cambios en las organizaciones son siempre promovidos
por las máximas estructuras que sienten la necesidad de adaptarse, y deben de
convencer a las estructuras intermedias y altas para que modifiquen sus pautas
de conducta.
Si vemos los periódicos observamos como los máximos
dirigentes de empresas del tipo BBVA, Santander, Movistar, Enagas, etc…
aparecen en los medios lanzando mensajes “evangelizadores” sobre los
cambios a introducir en sus organizaciones. Pero claro, una cosa es decirlo y
otra muy diferente es conseguirlo.
Evidentemente, cada empresa tiene su propio camino, pero
parece que se está poniendo de moda la figura del Chief Entrepreneur Executive ( la manía de poner nombres ingleses a
lo que se puede denominar fácilmente en castellano ) como dinamizador interno
de todo el proceso de cambio.
Esta persona que a veces es un experto externo se coloca
al máximo nivel organizativo ( acceso directo a la Presidencia ) para que tenga
el poder de llevar a cabo las acciones necesarias. Y se hace depender de él
todo el proceso de cambio.
En este cambio es fundamental la actitud de la Start-up, es decir de la empresa pequeña
y nueva que se adapta al mercado y se orienta totalmente a los que los Clientes
desean de ella. Es flexible y reacciona con rapidez a las necesidades
cambiantes del entorno.
Esto es lo que buscan y necesitan las grandes empresas
para cambiar. Personas que lleven estos genes y promuevan los cambios
necesarios en su entorno. Esto es lo que valoran las empresas, sean grandes o
pequeñas.
Pero incluso con este tipo de personas dentro de la
organización es difícil de conseguir resultados, para ello hay entre otras
cosas que :
-
Implicación de la Alta Dirección en el
Proyecto
-
Predicar el Cambio y los Objetivos a todos
los niveles
-
Facilitar que participe el máximo de personas
-
Preparar y formar a las personas que lo
requieran
-
Diseñar Acciones acordes con la Organización
huyendo de aplicaciones externas estándar
-
Ser conscientes de que es una carrera de
largo plazo
Las ventajas de tener éxito o no también se perciben en
el largo plazo, pero hoy las situaciones cambian tanto y con tanta rapidez, que
el no hacerlo supone casi un suicidio.
Como muy bien dijo el amigo Charles Darwin hace ya mucho
tiempo, solo los que se adaptan a los cambios sobreviven.
Así ha sido, y así va a seguir siendo.
Lo que sucede ahora es que los cambios se producen con
una rapidez pasmosa, de ahí la importancia de la mentalidad de Start-up. La
empresa que no la tenga, lo pasará mal.
AMADOR PALACIOS
Publicado en su blog Desde la terraza de Amador
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