Los partidos discrepan sobre la reforma constitucional y apuntan a una legislatura fallida por falta de acuerdos sobre iniciativas legislativas
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, recibe los aplausos del
presidente del Senado, Pío García-Escudero; el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, y el presidente del TC, Juan José González Rivas. (EFE)
“Creo en el consenso firmemente, como un requisito imprescindible
para desempeñar, con la mayor eficiencia y los mejores resultados, esta
tarea para la que fuimos elegidos por los españoles. Pues es a ellos y a
su bienestar a lo que nos debemos, y no sería justo ni leal incumplir
sus demandas por dar prioridad a intereses partidistas", aseguraba la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en el acto del 39 aniversario de la Constitución. Su canto al acuerdo de 1978 fue el único discurso del acto, en una sala presidida por el desacuerdo general que apunta a una legislatura fallida, la más improductiva de todas. El desacuerdo se reunió para homenajear al consenso.
Desacuerdo sobre una improbable reforma constitucional, sobre el futuro de Cataluña, sobre las iniciativas parlamentarias, sobre la financiación autonómica y sobre la continuidad de la legislatura, hasta conformar el aniversario con más distancia entre los líderes políticos. En el Congreso no estuvieron tampoco ninguno de los partidos nacionalistas, independentistas o soberanistas, evidenciando que Cataluña ha roto también el pacto territorial de la Constitución y, por eso, es el primer cumpleaños de la Carta magna bajo la aplicación del 155 en una comunidad.
Un año más desde 1978 se habló de la reforma de la Constitución, con la evidencia de las diferencias y la constatación de que las reticencias de PP y Podemos, cada uno desde su posición, hacen muy difícil que pueda abordarse en esta legislatura. "Es surrealista" y no debe hacerse la reforma para "hacerse el simpático con quienes no lo son", aseguró Mariano Rajoy para dejar clara su nula voluntad para afrontar la reforma constitucional.
Pablo Iglesias, líder de Podemos, considera imposible tal reforma. Su único gesto fue el de acudir esta vez al acto de aniversario de la Constitución al que no fue el año pasado.
El único optimista es el socialista Pedro Sánchez, quien aseguró que confía en que en septiembre se abra la comisión de reforma constitucional, por primera vez desde 1978. Previamente, debería terminar sus trabajos en seis meses la comisión que debe evaluar el funcionamiento del Estado autonómico. Pero como prueba del desacuerdo, pocos minutos después de que hablara Sánchez, la presidenta andaluza, Susana Díaz, mostró su pesimismo por las reticencias de PP y Podemos.
El PP cree que no necesariamente ese trabajo acabará en reforma constitucional, pero hoy entregará su propuesta de comparecencias, que incluye constitucionalistas, presidentes autonómicos y padres de la Constitución. Ni los nacionalistas o independentistas, ni Podemos están en esa comisión, por lo que ya parte con menos consenso que el que tuvo el arranque del proceso constituyente en 1978.
Y Albert Rivera, líder de Ciudadanos, participa en esa comisión, pero la rechaza porque quiere que no sólo afecte al modelo territorial, sino que se amplíe a la reforma del Senado, la eliminación de los aforamientos políticos, la clarificación de las competencias del Estado y de las comunidades autónomas, cambios en el sistema electoral y cuestiones relativas a la financiación autonómica. Hace un año, Rivera estaba más cerca en todo de Rajoy, porque acababa de apoyar su investidura y ahora lamenta el incumplimiento de aquel pacto por parte del Gobierno del PP.
No es fácil tampoco atisbar un acuerdo de reforma constitucional con posiciones como la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el de castilla-la Mancha, Emiliano García Page, poniendo en cuestión el tratamiento fiscal de Navarra y País Vasco. Para Cifuentes, "es peligroso" abordar ahora una reforma constitucional.
El desacuerdo cruzado afecta a otras iniciativas parlamentarias, porque sólo se han aprobado dos proposiciones de ley en un año de legislatura y porque varios portavoces admitieron ayer que está bloqueada la renovación de RTVE, una vez que todos pactaron una reforma de la ley que la regula. Están a menos de un mes de que finalice el plazo para hacer los nombramientos mediante un concurso cuya regulación no se ha aprobado, es decir, que se incumplirá ese compromiso de todos. "Con 137 escaños no se puede hacer nada", dijo Rayoy, pero el resto de partidos con 237 tampoco logran casi nada.
Otro desacuerdo es el que afecta a los Presupuestos de 2018. No ha sido posible aprobarlos por la situación de Cataluña y porque el PNV considera que la aplicación del 155 no ayuda al acuerdo. Y Rajoy en el acto de la Constitución ha confiado en poder empezar a negociarlos en enero. De eso depende la estabilidad y el fin de la legislatura en el plazo de cuatro años que el presidente del Gobierno da por hecho.
Respecto a Cataluña, la ausencia de acuerdos y de voluntad de cerrarlos se resume en el pronóstico de Pablo Iglesias sobre unas probables segundas elecciones autonómicas, ante la imposibilidad de formar Govern tras los comicios del 21-D. Iglesias no ve factible apoyar al socialista Miquel Iceta e identifica a los otros tres partidos nacionales como el "bloque del 155"; Sánchez no se compromete a apoyar a Inés Arrimadas de Ciudadanos y Rajoy lo basa todo en la confianza de que los independentistas ya no tengan mayoría absoluta en Cataluña.
Que los temas de conversación fueran también el 155 y el expresident de la Generalitat fugado de la Justicia en Bélgica da idea del desacuerdo e incertidumbre, aunque la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegurara que el proceso independentista está "kaput" y "agotado".
En el acto del día de la Constitución daba impresión de acuerdo la elevada presencia de presidentes autonómicos. Estuvieron nueve: los socialistas Susana Díaz (Andalucía), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Emiliano García Page (Castilla-La Mancha); los 'pòpulares' Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Cristina Cifuentes (Madrid), Fernando López Miras (Murcia), Juan Vicente Herrera (Castilla y León), y José Ignacio Ceniceros (La Rioja); y el nacionalista canario Fernando Clavijo (Canarias).
Pero su presencia sirvió para poner de manifiesto otro de los desacuerdos: el de la financiación autonómica. Hace tres años que debía haberse aprobado un nuevo modelo y el Gobierno incumplirá también el plazo establecido en la Comisión de Presidentes de enero para que antes de final de año hubiera un acuerdo. Los presidentes autonómicos aprovecharon el acto para expresar sus quejas por la falta de recursos que sufren y Rajoy, presidente del Gobierno y, por tanto, teórico impulsor de las iniciativas, pidió propuestas al resto. La falta de acuerdos y de voluntad de buscarlos mantiene bloqueada la aprobación del modelo que debe pasar primero por el Consejo de Política Fiscal y Financiera y luego por el Parlamento. No se cerrará este asunto sin acuerdo del PP con otros partidos.
Ni siquiera hay acuerdo dentro de cada uno de los partidos y, por ejemplo, Susana Díaz discrepa de propuestas de Iceta para Cataluña, respaldadas por Pedro Sánchez, como la de una hacienda propia. Y presidentes del PP critican en privado al Gobierno de Rajoy por aplazar la reforma del sistema de financiación autonómica.
Por no haber acuerdos, no hay ni buena relación entre correligionarios y, por ejemplo,la presidenta andaluza saludó con dos besos a Sánchez, su oponente en las primarias del PSOE, pero ni miró siquiera a otros miembros del equipo del secretario general socialista que le acompañaban.
Los augurios de acuerdo para el futuro no son buenos tampoco porque para el 40 aniversario de la Constitución, que se celebrará dentro de un año, se ha formado una comisión organizadora en la que no hay representantes propuestos por Podemos, ni por los nacionalistas o independentistas.
FERNANDO GAREA Vía EL CONFIDENCIAL
Desacuerdo sobre una improbable reforma constitucional, sobre el futuro de Cataluña, sobre las iniciativas parlamentarias, sobre la financiación autonómica y sobre la continuidad de la legislatura, hasta conformar el aniversario con más distancia entre los líderes políticos. En el Congreso no estuvieron tampoco ninguno de los partidos nacionalistas, independentistas o soberanistas, evidenciando que Cataluña ha roto también el pacto territorial de la Constitución y, por eso, es el primer cumpleaños de la Carta magna bajo la aplicación del 155 en una comunidad.
Un año más desde 1978 se habló de la reforma de la Constitución, con la evidencia de las diferencias y la constatación de que las reticencias de PP y Podemos, cada uno desde su posición, hacen muy difícil que pueda abordarse en esta legislatura. "Es surrealista" y no debe hacerse la reforma para "hacerse el simpático con quienes no lo son", aseguró Mariano Rajoy para dejar clara su nula voluntad para afrontar la reforma constitucional.
Pablo Iglesias, líder de Podemos, considera imposible tal reforma. Su único gesto fue el de acudir esta vez al acto de aniversario de la Constitución al que no fue el año pasado.
El único optimista es el socialista Pedro Sánchez, quien aseguró que confía en que en septiembre se abra la comisión de reforma constitucional, por primera vez desde 1978. Previamente, debería terminar sus trabajos en seis meses la comisión que debe evaluar el funcionamiento del Estado autonómico. Pero como prueba del desacuerdo, pocos minutos después de que hablara Sánchez, la presidenta andaluza, Susana Díaz, mostró su pesimismo por las reticencias de PP y Podemos.
El
único optimista es el socialista Pedro Sánchez, quien aseguró que
confía en que en septiembre se abra la comisión de reforma
constitucional
El PP cree que no necesariamente ese trabajo acabará en reforma constitucional, pero hoy entregará su propuesta de comparecencias, que incluye constitucionalistas, presidentes autonómicos y padres de la Constitución. Ni los nacionalistas o independentistas, ni Podemos están en esa comisión, por lo que ya parte con menos consenso que el que tuvo el arranque del proceso constituyente en 1978.
Y Albert Rivera, líder de Ciudadanos, participa en esa comisión, pero la rechaza porque quiere que no sólo afecte al modelo territorial, sino que se amplíe a la reforma del Senado, la eliminación de los aforamientos políticos, la clarificación de las competencias del Estado y de las comunidades autónomas, cambios en el sistema electoral y cuestiones relativas a la financiación autonómica. Hace un año, Rivera estaba más cerca en todo de Rajoy, porque acababa de apoyar su investidura y ahora lamenta el incumplimiento de aquel pacto por parte del Gobierno del PP.
No es fácil tampoco atisbar un acuerdo de reforma constitucional con posiciones como la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el de castilla-la Mancha, Emiliano García Page, poniendo en cuestión el tratamiento fiscal de Navarra y País Vasco. Para Cifuentes, "es peligroso" abordar ahora una reforma constitucional.
La confianza de Sánchez en la reforma de la Constitución choca el escepticismo de Díaz
El desacuerdo cruzado afecta a otras iniciativas parlamentarias, porque sólo se han aprobado dos proposiciones de ley en un año de legislatura y porque varios portavoces admitieron ayer que está bloqueada la renovación de RTVE, una vez que todos pactaron una reforma de la ley que la regula. Están a menos de un mes de que finalice el plazo para hacer los nombramientos mediante un concurso cuya regulación no se ha aprobado, es decir, que se incumplirá ese compromiso de todos. "Con 137 escaños no se puede hacer nada", dijo Rayoy, pero el resto de partidos con 237 tampoco logran casi nada.
Otro desacuerdo es el que afecta a los Presupuestos de 2018. No ha sido posible aprobarlos por la situación de Cataluña y porque el PNV considera que la aplicación del 155 no ayuda al acuerdo. Y Rajoy en el acto de la Constitución ha confiado en poder empezar a negociarlos en enero. De eso depende la estabilidad y el fin de la legislatura en el plazo de cuatro años que el presidente del Gobierno da por hecho.
Respecto a Cataluña, la ausencia de acuerdos y de voluntad de cerrarlos se resume en el pronóstico de Pablo Iglesias sobre unas probables segundas elecciones autonómicas, ante la imposibilidad de formar Govern tras los comicios del 21-D. Iglesias no ve factible apoyar al socialista Miquel Iceta e identifica a los otros tres partidos nacionales como el "bloque del 155"; Sánchez no se compromete a apoyar a Inés Arrimadas de Ciudadanos y Rajoy lo basa todo en la confianza de que los independentistas ya no tengan mayoría absoluta en Cataluña.
Iglesias reaparece en el aniversario de la Constitución sin esperanzas de reforma
Que los temas de conversación fueran también el 155 y el expresident de la Generalitat fugado de la Justicia en Bélgica da idea del desacuerdo e incertidumbre, aunque la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegurara que el proceso independentista está "kaput" y "agotado".
En el acto del día de la Constitución daba impresión de acuerdo la elevada presencia de presidentes autonómicos. Estuvieron nueve: los socialistas Susana Díaz (Andalucía), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Emiliano García Page (Castilla-La Mancha); los 'pòpulares' Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Cristina Cifuentes (Madrid), Fernando López Miras (Murcia), Juan Vicente Herrera (Castilla y León), y José Ignacio Ceniceros (La Rioja); y el nacionalista canario Fernando Clavijo (Canarias).
Pero su presencia sirvió para poner de manifiesto otro de los desacuerdos: el de la financiación autonómica. Hace tres años que debía haberse aprobado un nuevo modelo y el Gobierno incumplirá también el plazo establecido en la Comisión de Presidentes de enero para que antes de final de año hubiera un acuerdo. Los presidentes autonómicos aprovecharon el acto para expresar sus quejas por la falta de recursos que sufren y Rajoy, presidente del Gobierno y, por tanto, teórico impulsor de las iniciativas, pidió propuestas al resto. La falta de acuerdos y de voluntad de buscarlos mantiene bloqueada la aprobación del modelo que debe pasar primero por el Consejo de Política Fiscal y Financiera y luego por el Parlamento. No se cerrará este asunto sin acuerdo del PP con otros partidos.
Rajoy rechaza cambiar la Constitución para "hacerse el simpático con quienes no lo son"
Ni siquiera hay acuerdo dentro de cada uno de los partidos y, por ejemplo, Susana Díaz discrepa de propuestas de Iceta para Cataluña, respaldadas por Pedro Sánchez, como la de una hacienda propia. Y presidentes del PP critican en privado al Gobierno de Rajoy por aplazar la reforma del sistema de financiación autonómica.
Por no haber acuerdos, no hay ni buena relación entre correligionarios y, por ejemplo,la presidenta andaluza saludó con dos besos a Sánchez, su oponente en las primarias del PSOE, pero ni miró siquiera a otros miembros del equipo del secretario general socialista que le acompañaban.
Los augurios de acuerdo para el futuro no son buenos tampoco porque para el 40 aniversario de la Constitución, que se celebrará dentro de un año, se ha formado una comisión organizadora en la que no hay representantes propuestos por Podemos, ni por los nacionalistas o independentistas.
FERNANDO GAREA Vía EL CONFIDENCIAL
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