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jueves, 7 de diciembre de 2017
El desacuerdo y el bloqueo político presiden el aniversario de la Constitución
Los partidos discrepan sobre la
reforma constitucional y apuntan a una legislatura fallida por falta de
acuerdos sobre iniciativas legislativas
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, recibe los aplausos del
presidente del Senado, Pío García-Escudero; el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, y el presidente del TC, Juan José González Rivas. (EFE)
“Creo en el consenso firmemente, como un requisito imprescindible
para desempeñar, con la mayor eficiencia y los mejores resultados, esta
tarea para la que fuimos elegidos por los españoles. Pues es a ellos y a
su bienestar a lo que nos debemos, y no sería justo ni leal incumplir
sus demandas por dar prioridad a intereses partidistas", aseguraba la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en el acto del 39 aniversario de la Constitución. Su canto al acuerdo de 1978 fue el único discurso del acto, en una sala presidida por el desacuerdo general que apunta a una legislatura fallida, la más improductiva de todas. El desacuerdo se reunió para homenajear al consenso.
Desacuerdo
sobre una improbable reforma constitucional, sobre el futuro de
Cataluña, sobre las iniciativas parlamentarias, sobre la financiación
autonómica y sobre la continuidad de la legislatura, hasta conformar el
aniversario con más distancia entre los líderes políticos. En el
Congreso no estuvieron tampoco ninguno de los partidos nacionalistas, independentistas o soberanistas,
evidenciando que Cataluña ha roto también el pacto territorial de la
Constitución y, por eso, es el primer cumpleaños de la Carta magna bajo
la aplicación del 155 en una comunidad.
El único optimista es el socialista Pedro Sánchez,
quien aseguró que confía en que en septiembre se abra la comisión de
reforma constitucional, por primera vez desde 1978. Previamente, debería
terminar sus trabajos en seis meses la comisión que debe evaluar el
funcionamiento del Estado autonómico. Pero como prueba del desacuerdo,
pocos minutos después de que hablara Sánchez, la presidenta andaluza, Susana Díaz, mostró su pesimismo por las reticencias de PP y Podemos.
El
único optimista es el socialista Pedro Sánchez, quien aseguró que
confía en que en septiembre se abra la comisión de reforma
constitucional
El PP cree que no necesariamente ese trabajo
acabará en reforma constitucional, pero hoy entregará su propuesta de
comparecencias, que incluye constitucionalistas, presidentes autonómicos
y padres de la Constitución. Ni los nacionalistas o independentistas, ni Podemos están en esa comisión, por lo que ya parte con menos consenso que el que tuvo el arranque del proceso constituyente en 1978.
Y
Albert Rivera, líder de Ciudadanos, participa en esa comisión, pero la
rechaza porque quiere que no sólo afecte al modelo territorial, sino que
se amplíe a la reforma del Senado, la eliminación de los aforamientos
políticos, la clarificación de las competencias del Estado y de las
comunidades autónomas, cambios en el sistema electoral y cuestiones
relativas a la financiación autonómica. Hace un año, Rivera
estaba más cerca en todo de Rajoy, porque acababa de apoyar su
investidura y ahora lamenta el incumplimiento de aquel pacto por parte
del Gobierno del PP.
No es fácil tampoco atisbar un
acuerdo de reforma constitucional con posiciones como la de la
presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el de
castilla-la Mancha, Emiliano García Page, poniendo en cuestión el
tratamiento fiscal de Navarra y País Vasco. Para Cifuentes, "es peligroso" abordar ahora una reforma constitucional.
El
desacuerdo cruzado afecta a otras iniciativas parlamentarias, porque
sólo se han aprobado dos proposiciones de ley en un año de legislatura y
porque varios portavoces admitieron ayer que está bloqueada la renovación de RTVE, una
vez que todos pactaron una reforma de la ley que la regula. Están a
menos de un mes de que finalice el plazo para hacer los nombramientos
mediante un concurso cuya regulación no se ha aprobado, es decir, que se
incumplirá ese compromiso de todos. "Con 137 escaños no se puede hacer
nada", dijo Rayoy, pero el resto de partidos con 237 tampoco logran casi
nada.
Otro desacuerdo es el que afecta a los Presupuestos de 2018.
No ha sido posible aprobarlos por la situación de Cataluña y porque el
PNV considera que la aplicación del 155 no ayuda al acuerdo. Y Rajoy en
el acto de la Constitución ha confiado en poder empezar a negociarlos en
enero. De eso depende la estabilidad y el fin de la legislatura en el
plazo de cuatro años que el presidente del Gobierno da por hecho.
Respecto a Cataluña, la ausencia de acuerdos y de voluntad de cerrarlos se resume en el pronóstico de Pablo Iglesias sobre unas probables segundas elecciones autonómicas, ante la imposibilidad de formar Govern tras los comicios del 21-D.
Iglesias no ve factible apoyar al socialista Miquel Iceta e identifica a
los otros tres partidos nacionales como el "bloque del 155"; Sánchez no
se compromete a apoyar a Inés Arrimadas de Ciudadanos y Rajoy lo basa
todo en la confianza de que los independentistas ya no tengan mayoría
absoluta en Cataluña.
Que
los temas de conversación fueran también el 155 y el expresident de la
Generalitat fugado de la Justicia en Bélgica da idea del desacuerdo e
incertidumbre, aunque la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegurara que el proceso independentista está "kaput" y "agotado".
En el acto del día de la Constitución daba impresión de acuerdo la elevada presencia de presidentes autonómicos.
Estuvieron nueve: los socialistas Susana Díaz (Andalucía), Guillermo
Fernández Vara (Extremadura) y Emiliano García Page (Castilla-La
Mancha); los 'pòpulares' Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Cristina
Cifuentes (Madrid), Fernando López Miras (Murcia), Juan Vicente Herrera
(Castilla y León), y José Ignacio Ceniceros (La Rioja); y el
nacionalista canario Fernando Clavijo (Canarias).
Pero su presencia sirvió para poner de manifiesto otro de los desacuerdos: el de la financiación autonómica.
Hace tres años que debía haberse aprobado un nuevo modelo y el Gobierno
incumplirá también el plazo establecido en la Comisión de Presidentes
de enero para que antes de final de año hubiera un acuerdo. Los
presidentes autonómicos aprovecharon el acto para expresar sus quejas
por la falta de recursos que sufren y Rajoy, presidente del Gobierno y,
por tanto, teórico impulsor de las iniciativas, pidió propuestas al
resto. La falta de acuerdos y de voluntad de buscarlos mantiene
bloqueada la aprobación del modelo que debe pasar primero por el Consejo
de Política Fiscal y Financiera y luego por el Parlamento. No se
cerrará este asunto sin acuerdo del PP con otros partidos.
Ni siquiera hay acuerdo dentro de cada uno de los partidos y, por ejemplo, Susana Díaz discrepa de propuestas de Iceta para Cataluña, respaldadas por Pedro Sánchez, como la de una hacienda propia. Y presidentes del PP critican en privado al Gobierno de Rajoy por aplazar la reforma del sistema de financiación autonómica.
Por
no haber acuerdos, no hay ni buena relación entre correligionarios y,
por ejemplo,la presidenta andaluza saludó con dos besos a Sánchez, su
oponente en las primarias del PSOE, pero ni miró siquiera a otros
miembros del equipo del secretario general socialista que le
acompañaban.
Los augurios de acuerdo para el futuro no son buenos
tampoco porque para el 40 aniversario de la Constitución, que se
celebrará dentro de un año, se ha formado una comisión organizadora en
la que no hay representantes propuestos por Podemos, ni por los
nacionalistas o independentistas.
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