Este perverso plan, de llevarse a cabo, provocaría a largo plazo la
destrucción de España, siendo ésta la antesala de la desmembración de
una de las naciones más antiguas de Europa.
El plan PP-PSOE para Cataluña y contra España toma forma.
EFE
Hace algo más de dos meses anuncié en este medio que PP y
PSOE perpetraban la mayor traición de la historia de España para
conceder a Cataluña unos privilegios que provocarían el fin de nuestra
nación tal y como la conocemos, así como el empobrecimiento generalizado en el resto de regiones que pasarían a ser, literalmente, colonias de Cataluña y del País Vasco.
Al instante salieron como fieras altos cargos del PP a
desmentirme (cosa que el PSOE no ha hecho). Sin embargo, las pruebas
demuestran que la hoja de ruta diseñada se está cumpliendo a la
perfección, a pesar del contratiempo que les supuso la negativa de Puigdemont a la oferta inicial de Rajoy,
quién huyó despavorido al saber con total certeza la respuesta que iban
a tener los jueces sobre la gravedad de los delitos cometidos y a
sabiendas que ni siquiera el Gobierno del PP podría evitar su
encarcelamiento, como sí ocurrió con los que no huyeron.
El Plan pactado por PP y PSOE tiene como objetivo llevar a Iceta a la presidencia de la Generalitat y, posteriormente, realizar las reformas necesarias que otorguen a Cataluña un autogobierno jamás conocido
El Plan pactado por PP y PSOE tiene como objetivo llevar a Iceta
a la presidencia de la Generalitat y, posteriormente, realizar las
reformas necesarias que otorguen a Cataluña un autogobierno jamás
conocido, el estatus de nación como estado asociado al reino de España y
el concierto económico.
Con ello esperan relegar a
los nacionalistas a un segundo plano para varios lustros, y sobre todo,
acabar con el grave peligro que suponen para ellos Podemos, y
especialmente Ciudadanos, como alternativa de gobierno en España, ya que
acabarían con toda la industria política que PP y PSOE han construido
durante cuarenta años, cosa que no están dispuestos a permitir bajo
ningún concepto.
Estas son las fases del plan que han trazado PP y PSOE para el futuro de Cataluña y de España:
Primera. PP y PSOE acordaron la aplicación de un artículo 155
“de broma” donde se convocaban elecciones a toda velocidad y se dejaban
intactas todas las instituciones catalanas sin tomar el control de
ninguna de ellas para no crear un clima que, según ellos, pudiera
derivar en enfrentamientos con víctimas civiles de las que luego
tuvieran que dar cuentas ante la opinión pública internacional.
Debían crear un escenario mediático en los ciudadanos catalanes que propiciara con toda seguridad que los partidos separatistas no alcanzaran los 68 escaños
Segunda. Debían crear un escenario mediático en los
ciudadanos catalanes que propiciara con toda seguridad que los partidos
separatistas no alcanzaran los 68 escaños (mayoría absoluta). Para
conseguirlo se han basado en dos premisas:
La primera
es que ambos partidos tenían la completa seguridad de que los tribunales
mantendrían a los cabecillas independentistas en prisión y a Puigdemnot
alejado en Bruselas, a pesar de que toda la opinión pública pensaba lo
contrario (yo mismo ya anuncié este hecho en redes sociales un día antes
de que el juez dictara el auto de permanencia en prisión de Junqueras y “los Jordis”). Este hecho, según ellos, provocaría una caída, o al menos, un no crecimiento del voto independentista
al no poder hacer campaña los líderes y dejar en manos de personajes de
segunda fila tal responsabilidad, como se ha demostrado en el resultado
de los debates electorales.
La segunda consiste en
que, dado que ni PP ni PSOE están en condiciones de movilizar el “voto
silencioso” en Cataluña, es decir, el voto abstencionista, que es el
único que puede revertir la mayoría independentista en escaños, otorgan
dicho papel al único partido que hoy puede concentrar ese voto contra el
independentismo, es decir, a Ciudadanos.
Para ello,
todos sus aliados mediáticos han creado un escenario dónde Ciudadanos
lidera todas las encuestas y es considerado el gran favorito, con el fin
de provocar que vaya a votar el mayor número personas y de ese modo se
reduzca la influencia del voto independentista en la consecución de
escaños para que no alcancen los 68. La prueba de que esto es así es que
tanto PP como PSOE (PSC), con presupuestos muy superiores, han invertido menos dinero en la campaña electoral que Ciudadanos, ya que confían en que sea mi partido el que concentre el mayor número de votos posibles.
Ambos partidos concluyen que, ante una derrota independentista y una victoria de Ciudadanos, Inés Arrimadas no podría ser investida presidenta
Tercero. Ambos partidos concluyen que, ante una derrota independentista y una victoria de Ciudadanos, Inés Arrimadas
no podría ser investida presidenta, ya que es imposible que la suma de
los escaños de los partidos llamados constitucionalistas (Cs, PP y PSC)
alcance los 68 escaños, y tampoco lo sería en el caso de que Podemos se
abstuviera (mensaje estéril de Cs a Podemos), ya que la suma de los
votos negativos de los independentistas siempre sería mayor que la de
los positivos. En resumen, la única forma de que Arrimadas sea
presidenta sería con el apoyo de Podemos, y esa hipótesis para PP y PSOE
es imposible.
Cuarto. Conseguido todo lo anterior, es
decir, la derrota independentista en escaños y la imposibilidad de que
Arrimadas sea presidenta, ambos partidos, con el apoyo de los medios
afines, martillean a los ciudadanos con la que, según ellos, es la única
solución para investir un presidente no independentista, la fórmula
Iceta, que obtendría el apoyo del PP, de Podemos y de un resignado
Ciudadanos que se prestaría a ello por deber patriótico a cambio,
probablemente, de varias consejerías y la vicepresidencia del Gobierno.
Investido presidente, Iceta pondría en marcha las medidas ya anunciadas por él mismo en la campaña, para otorgar más autogobierno y un nuevo modelo de financiación
Quinto. Investido presidente, Iceta pondría en marcha las medidas ya anunciadas por él mismo en la campaña, para otorgar más autogobierno
y un nuevo modelo de financiación, contando con el apoyo en Madrid
tanto del PP como de PSOE, y muy probablemente de los colaboradores
útiles de Podemos, para concluir con el plan.
Sexto.
Realizados estos cambios durante la legislatura, PSOE y PSC esperan
recuperar fácilmente grandes masas de votantes, ahora independentistas,
Comunes y de Ciudadanos, que le volverían a dar la hegemonía de la que
gozó en la época de Maragall y Montilla para revalidar la presidencia.
El PP por su parte, dado que no le interesa Cataluña salvo por los
escaños de las elecciones generales, vería como el “efecto Ciudadanos”
se diluye esperando recuperar sus votantes tradicionales y preservar sus
opciones en Madrid. Finalmente, tanto Podemos como Ciudadanos quedarían
relegados a un tercer plano sin provocar ningún peligro para conservar
su industria política y seguir devastando a España con sus centenares de
miles de enchufados, familiares y correligionarios que saquean el
erario público.
Este perverso plan, de llevarse a cabo, provocaría a largo plazo la destrucción de España, siendo ésta la antesala de la desmembración de una de las naciones más antiguas de Europa.
La
victoria de los separatistas en escaños, que truncaría este plan, pero
también supondría la destrucción de España, parece ser lo único que
quita el sueño a estos dos entes malvados que han sido los verdaderos
artífices de la criatura independentista por sus sonados desgobiernos a
lo largo del régimen del 78.
Una
victoria de Ciudadanos el 21 de diciembre sería una gran noticia, pero
será el tamaño de la distancia con el segundo la variable que determine
el éxito, o no, de este plan, y lo que marcará el futuro de Cataluña y
de España en los próximos años.
PD: Hoy les dedico el tema “The Loner” de Gary Moore https://youtu.be/6gcPdeL4Dnc
JUAN CARLOS BERMEJO Vía VOZ PÓPULI
No hay comentarios:
Publicar un comentario