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viernes, 9 de febrero de 2018

Josep Pla i Casadevall: una vida dedicada a escribir

En 1976 Joaquín Soler Serrano en una de las muchas entrevistas que hizo en el programa A fondo, en TV2, hizo una al Josep Pla que es de antología. Digo “es” porque aún puede verse colgada en internet.


Josep Pla


Para la gente que ya tenemos algunos años hablar de Josep Pla no nos extraña, pero sí que mucha gente joven lo puede tener por desconocido. Unos cuantos títulos leídos en la escuela y poco más. No pretendo hacer una biografía suya, sino remarcar algunos rasgos de su personalidad y reproducir algunas afirmaciones que hace en la entrevista sobre personas ligadas al mundo de la literatura y el arte. No quiero decir que tengamos que estar de acuerdo con todas ellas, sencillamente las reproduzco aquí por ser de quien son.

Puede ver la entrevista aquí

Josep Pla, se licencia en Derecho pero no ejerce la carrera y se dedica al periodismo. Habitual del Ateneu barcelonés se relaciona con Eugeni d’Ors, Francesc Pujols y Josep M de Sagarra. Huye del noucentisme y escribe con sencillez, claridad e inteligibilidad para todo el mundo.

En 1924 se exilia en París, durante la dictadura de Primo de Rivera, por un artículo crítico sobre Marruecos. Desde allí viaja como corresponsal del diario La Publicidad en el Reino Unido y la Unión Soviética. En 1925 publica su primer libro Cosas vistas, un conjunto de narraciones y retratos sobre “cosas que he visto”. Éxito total de crítica y público.

En 1927 vuelve a España y se incorpora a La Veu de Catalunya. En 1931, el mismo día de la proclamación de la República, va a Madrid de corresponsal del diario y se queda hasta poco antes del julio de 1936. Huye de nuevo a Marsella y Roma. En 1938 entra en la España franquista por Biarritz y en 1939 entra en Barcelona con las tropas franquistas. Terminada la guerra es subdirector de La Vanguardia.

Josep Pla no era ni antirrepublicano ni antimonárquico, era un individuo pragmático que buscaba la modernización del Estado. Inicialmente simpatiza con la República, pero acaba desencantado por la “locura frenética y destructora” que se originó.

Desencantado por los acontecimientos de la posguerra deja La Vanguardia y se retira en el Empordà, en casa, al Mas Llofriu. Allí vive un exilio interior y comienza a colaborar en la revista Destino, una revista fundada en Burgos en 1937 por la intelectualidad catalana refugiada en la zona franquista y que ahora renace en Barcelona de la mano de Josep Vergés e Ignacio Agustí.

En el Empordà viaja por su comarca, habla con la gente, descubre el paisaje, los pueblos, el mar… y lee, y escribe, y vuelve a viajar elaborando reportajes por cada uno de los sitios que pasa: Francia, Italia, Israel, América del Sur, New York, Cuba, la Unión Soviética, Oriente Medio…

La obra de Josep Pla abarca todas las temáticas: narrativa, dietarios, ensayos, viajes, biografías, política… Es el escritor más destacado en lengua catalana del siglo XX y su obra ofrece una imagen completa de la sociedad de su tiempo. Sus escritos en lengua castellana también son brillantes.

» La condición para ser feliz en este mundo es no ser envidioso. Soy la persona más insignificante del mundo, no tengo ninguna envidia y por eso soy feliz. Yo he sido siempre un realista. La realidad es Muy superior a la inteligencia humana, a la imaginación y a todo.

» En el Mediterráneo se ha inventado todo. Hay una frase presocrática que dice que cuando un pueblo tiene una pasión, la moral baja. Apliquémoslo a España… Lo más importante de España es la romanización. Los griegos no han dejado ni un solo recuerdo. Nada. Ni en Empúries, ni en Roses, ni en Barcelona. Barcelona es una cosa espantosa, agobiante y de escasísima calidad.

» Italia es quien ha hecho Maquiavelo, Leonardo o Miguel Ángel…  es un país inmenso, con gente muy inteligente, ahora bien, el desorden es inmenso.

» El socialismo es algo pagado por el capitalismo. Cuando el capitalismo no lo puede pagar, entra el estado y llega el comunismo. El comunismo es el socialismo pagado por el Estado.

Josep Pla empieza la entrevista dando una definición de cómo él entiende la literatura: «la literatura es buscar el adjetivo. Yo solo he procurado buscar los adjetivos y ponerlos detrás de los sustantivos: es lo único que he hecho en mi vida. A mí me gusta hablar con la gente. Lo único que yo he hecho en mi vida ha sido leer. He escrito porque he leído. Yo soy un hombre de Pascal, de La Bruyère, de La Rochefoucould y de Montaigne».

La literatura castellana es muy buena, pero muy buena! El castellano no lo conozco bien, lo domino muy poco. No conozco el “gracejo” de Galdós. El “gracejo” es de Madrid, en Cataluña es muy pobre. El chiste aquí no tiene ningún valor y siempre es tirando a vulgar.

Sigue la entrevista y Soler Serrano le emplaza a que, en pocas palabras, defina cada uno de los personajes que citará:

Dante: En dos versos te hace el retrato de un hombre

Cervantes: Escribe muy bien y tenía el realismo poético

Maquiavelo: El desarrollo que hace del hombre es algo prodigioso. Es el autor del descubrimiento de la vida moderna y del descubrimiento del hombre. Los griegos y los latinos escribieron poco sobre el hombre. Maquiavelo es un tipo virtuoso. Italia es quien ha hecho Maquiavelo, Leonardo o Miguel Ángel… es un país inmenso, con gente muy inteligente, ahora bien, el desorden es inmenso.

Unamuno: Es un autor ininteligible. Era un avaro espantoso.

Salvador Dalí: Es un comerciante tremendo que ha intentado hacer una fortuna y la ha hecho… Es un trabajador muy lento y que ha hecho algo. Tiene 3 o 4 cuadros muy buenos. Ante mí nunca dijo ninguna tontería

Josep Carné: demasiado perfecto

Carles Riba: No es un poeta. No tiene ni una chispa de poesía. Es un filósofo, es hombre de pensamiento.

Salvador Espriu: Tiende a la ininteligelibilidad sistemáticamente. Es un “cuco”. No lo entiende mucho la gente.

Francesc Cambó: Un hombre de este país. No tenía ni un centavo fue a Buenos Aires con los Güell y se pudo pagar las elecciones.

Prat de la Riba: Era un administrador, un hombre completamente vulgar, pero excelente. Tenía el país en la cabeza: hay que hacer más carreteras, más hospitales… eso está bien, pero era bastante vulgar

Santiago Rusiñol: Gracioso. Nada más.

Joan Maragall: Tiene ocho poesías muy buenas.

Mir: Un gran pintor.

Nonell: El gran pintor de aquí. Es muy bueno. Ambos hacen una pintura que pesa.

Eugeni d’Ors: Sabía muchas cosas. Lo que pasa es que era un vago. Era un hombre con un lenguaje jesuítico, demasiado rebuscado. Era un tipo muy importante. Sabía el francés como nadie, mejor que los franceses. Hablaba el lenguaje de Paris como cualquier tipo de París. Era un hombre curioso.

Azorín: Excelente escritor, lo que pasa es que no sabía el castellano, escribía en catalán. Decía: La puerta es verde, punto. El cielo es azul, punto. Este señor tiene la nariz grande, punto… Esto no es castellano. El buen castellano es la frase larga que termina generalmente en cola de pez. Era un levantino que escribía.

Perez de Ayala: De todos los escritores del 98 el que escribía mejor el castellano, un castellano perfecto, era Pérez de Ayala.

Gabriel Miró: Bastante bueno, más que Azorín.

Ortega y Gasset: Gran orador. Escritor…, filósofo…, no. Escritor de cosas políticas a una determinada altura, indiscutiblemente.

Valle-Inclán: Excelente! El idioma de Valle a veces no lo entiendo porque es muy gallego y hace unas cosas muy raras pero me parece que es muy bueno. Y en teatro es el único. El teatro 98 es Valle Inclán.

Jacinto Benavente: No…, es una literatura de tomar el té.

Delibes: Sí, en lo grisáceo. Es un autor en gris.

Francesc Pujols: Era un orgulloso. Las cosas de filosofía que conozco me parece que no valen nada. Escribía como si fuera la música de Wagner. Hace un realismo muy crudo. Tengo la impresión de que valen muy poco en el sentido de que me parece muy ridículo que un mediterráneo intente inventar otra religión.

Antoni Gaudí: Cuando yo era joven en el Ateneo todo el mundo estaba contra Gaudí. Y ahora resulta que es un hombre muy importante. Un arquitecto me decía que Gaudí ha sabido aguantar cosas sin hacer contrafuertes como los góticos y que como constructor es colosal. Pero para mí como artista no vale absolutamente nada.

Josep M de Sagarra: Bha…!

Julio Camba: Excelente! Camba no sabía nada de nada. Era un escritor que le salía la cosa porque estaba imbuido por el humorismo inglés. Sabía muy bien Keats y Chesterton y ha escrito cosas realmente curiosas. Lo del plagio siempre se ha hecho. El ideal de Cámara era jugar al bridge por la noche, ir a la cama a las 6 de la mañana, levantarse a las 6 de la tarde, ir a comer a cualquier lugar y volver a jugar y de vez en cuando hacer un artículo por ABC. Comenzó siendo anarquista, Cámara, como tanta gente de aquella época… Tengo una gran admiración por Cámara. Era un gallego curioso. Tenía una intuición extraordinaria.

Blasco Ibáñez: Buen escritor pero vulgar.

Montaigne: es muy buen autor, lástima que tenga tantas y tantas citas latinas y griegas. Se hace muy pesado. Las citas son un “camelo” total. Parece que todo el mundo sea erudito.

Goethe: Tengo una gran admiración por él. Sabía lo que se decía.

León Tolstoi: Guerra y paz una gran novela.

Feiodor Dostoiewsky: Nada! Creo que es un degenerado total.

Manolo Hugué: Excelente! No sabía hacer escultura, pero tenía la inteligencia del escultor. Tenía el concepto de la escultura como nadie lo ha tenido. Yo soy un anti Rodin total. A mí no me gusta la escultura literaria. Me gusta la escultura real, auténtica…, una vaca…, una mujer…, un campesino…
Y sobre pintores…, cuatro: Vermeer, Velázquez, El Greco, Goya… y bastante poco más.

Josep Pla (Palafrugell 1897-Llofriu 1981) tiene una extensa obra literaria -más de 30.000 páginas en catalán y castellano- y fue esencial para modernizar y divulgar la lengua catalana.

La cultura y la lengua catalanas resurgen también con su aportación, pero el nacionalismo catalán lo margina y no le perdona haber colaborado con el franquismo a pesar de ser el escritor más leído en lengua catalana. Nunca se le quiso otorgar el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes. Cuando Jordi Pujol compra la revista Destino a Josep Vergés se le expulsa de la revista después de haber colaborado durante 36 años. 


                                                    RAMÓN TORRA i PUIGDELLÍVOL   Vía FORUM LIBERTAS

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