El presidente del Gobierno escenificó el acuerdo pidiendo recuperar el diálogo institucional con el próximo Govern de Cataluña y rectificando toda sus opiniones sobre las pensiones
Mariano Rajoy, este miércoles en el pleno del Congreso. (Reuters)
Sonaba el timbre que anuncia el inicio del pleno del Congreso cuando Mariano Rajoy llegaba al pasillo del Congreso, en plena conmoción general por la difusión del vídeo de Cristina Cifuentes. El presidente del Gobierno no tenía obligación alguna de estar allí al inicio del pleno y menos para tener que responder sobre Cifuentes. Pero fue porque tenía que cumplir una parte del acuerdo con el PNV que le permite alargar la legislatura casi hasta 2020: tenía que dejar clara su voluntad de favorecer un Govern en Cataluña que recupere el diálogo institucional.
Era una de las exigencias del PNV que le recordó el presidente de los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, el martes en La Moncloa. Sobre el timbre, Rajoy cumplió su parte del acuerdo y repitió ante los periodistas lo del diálogo institucional. Un día curioso para Rajoy: por un lado asegura su continuidad e intenta tapar el agujero de protesta de pensionistas y, por otro, el PP vive uno de sus días más negros y eso que los ha vivido pésimos.
Poco antes, varios ministros habían llamado a los dirigentes del PNV para comunicarles que el Gobierno aceptaba en todos sus términos la reivindicación sobre las pensiones, una subida generalizada que hace bien poco el propio Rajoy consideraba imposible porque la recuperación no ha concluido. Ahora, los nacionalistas vascos se ponen la medalla de esa subida de pensiones y así lo harán constar en las enmiendas parciales a los Presupuestos que presentarán antes del viernes. Según explican, ese acuerdo no puede verse como un chantaje o una desigualdad para una comunidad concreta porque supone mejorar la situación de todos los pensionistas. De ahí el desconcierto del PSOE y de Podemos. Y también de Ciudadanos que se opuso al rumor de la transferencia de seguridad social o prisiones al País Vasco y, mientras, el PNV lo que ha pactado son las pensiones, superando al partido de Rivera.
Tan imposible lo consideraba el Gobierno, que vetó la tramitación en el Congreso de proposiciones de ley de la oposición para revalorizar las pensiones según el Índice de Precios al Consumo (IPC) alegando que supondría un coste de alrededor de 2.000 millones de euros al año. Ahora, por salvar la legislatura Rajoy sacrifica todas sus propuestas sobre pensiones y rectifica todas sus palabras sobre la imposibilidad de generalizar la subida. Le toca cuadrar las cuentas en el trámite parlamentario.
¿Por qué el PNV apoya los Presupuestos para mantener a Rajoy en La Moncloa? Fundamentalmente porque, según coinciden los nacionalistas y diputados del PP, prefieren a Rajoy débil para poder negociar con él, antes que arriesgarse a que el presidente del Gobierno sea Albert Rivera después de unas elecciones generales. Rivera ha hecho bandera de su rechazo al concierto y el cupo vasco. De hecho, una de las paradojas de la situación es que Rajoy sacará adelante las cuentas con los votos de partidos tan contrarios con Ciudadanos y PNV.
De hecho, para el pleno de este jueves, antes de la votación de las enmiendas de totalidad, se prevé el intercambio de reproches y críticas entre Albert Rivera y Aitor Esteban, los portavoces de los dos partidos sobre los que se asienta la continuidad de Rajoy.
Los nacionalistas vascos plantearon como condición previa la retirada del 155 en Cataluña por ser un partido nacionalista, pero porque cuando lo dijeron no sospechaban que a estas alturas no fuera a haber Govern. La salida fue pactar que Rajoy dijera este miércoles que está dispuesto al diálogo. También favorece esa salida que el Gobierno no haya querido recurrir y suspender la delegación de voto de Toni Comín, fugado en Bélgica para facilitar una investidura.
La previsión del Gobierno, de ERC y del PNV es que antes del 22 de mayo haya investidura en Cataluña, previsiblemente de Elsa Artadi. Antes habrá que pasar por la tramitación de la reforma de la Ley de Presidencia, el recurso del Gobierno y la suspensión por parte del Tribunal Constitucional. Los nacionalistas vascos están siendo una parte destacada de la búsqueda de esa salida.
En marzo, Gobierno, ERC y PNV dieron por hecha la investidura de Jordi Turull, lo que serviría para desbloquear la situación, pero el juez Pablo Llarena procesó y encarceló al aspirante a 'president'. En esos días, una diputada de ERC, que será 'conseller' en próximo Govern, fue advertida por su partido para que estuviera localizable en Semana Santa por altas posibilidades de que hubiera investidura.
"Entre el tractor de Aitor, el tractor de Rajoy y el tractor amarillo, llegaremos al tractor naranja", ha asegurado el diputado de Compromís Joan Baldoví, en la tribuna del Congreso durante el debate de Presupuestos, en referencia al intercambio de frases de cortejo en el debate de investidura entre el portavoz del PNV y el presidente del Gobierno y al color corporativo de Ciudadanos.
FERNANDO GAREA Vía EL CONFIDENCIAL
Era una de las exigencias del PNV que le recordó el presidente de los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, el martes en La Moncloa. Sobre el timbre, Rajoy cumplió su parte del acuerdo y repitió ante los periodistas lo del diálogo institucional. Un día curioso para Rajoy: por un lado asegura su continuidad e intenta tapar el agujero de protesta de pensionistas y, por otro, el PP vive uno de sus días más negros y eso que los ha vivido pésimos.
Poco antes, varios ministros habían llamado a los dirigentes del PNV para comunicarles que el Gobierno aceptaba en todos sus términos la reivindicación sobre las pensiones, una subida generalizada que hace bien poco el propio Rajoy consideraba imposible porque la recuperación no ha concluido. Ahora, los nacionalistas vascos se ponen la medalla de esa subida de pensiones y así lo harán constar en las enmiendas parciales a los Presupuestos que presentarán antes del viernes. Según explican, ese acuerdo no puede verse como un chantaje o una desigualdad para una comunidad concreta porque supone mejorar la situación de todos los pensionistas. De ahí el desconcierto del PSOE y de Podemos. Y también de Ciudadanos que se opuso al rumor de la transferencia de seguridad social o prisiones al País Vasco y, mientras, el PNV lo que ha pactado son las pensiones, superando al partido de Rivera.
Tan imposible lo consideraba el Gobierno, que vetó la tramitación en el Congreso de proposiciones de ley de la oposición para revalorizar las pensiones según el Índice de Precios al Consumo (IPC) alegando que supondría un coste de alrededor de 2.000 millones de euros al año. Ahora, por salvar la legislatura Rajoy sacrifica todas sus propuestas sobre pensiones y rectifica todas sus palabras sobre la imposibilidad de generalizar la subida. Le toca cuadrar las cuentas en el trámite parlamentario.
¿Por qué el PNV apoya los Presupuestos para mantener a Rajoy en La Moncloa? Fundamentalmente porque, según coinciden los nacionalistas y diputados del PP, prefieren a Rajoy débil para poder negociar con él, antes que arriesgarse a que el presidente del Gobierno sea Albert Rivera después de unas elecciones generales. Rivera ha hecho bandera de su rechazo al concierto y el cupo vasco. De hecho, una de las paradojas de la situación es que Rajoy sacará adelante las cuentas con los votos de partidos tan contrarios con Ciudadanos y PNV.
Subir las pensiones con el IPC cuesta 1.900 millones que alejan el objetivo de déficit
De hecho, para el pleno de este jueves, antes de la votación de las enmiendas de totalidad, se prevé el intercambio de reproches y críticas entre Albert Rivera y Aitor Esteban, los portavoces de los dos partidos sobre los que se asienta la continuidad de Rajoy.
Los nacionalistas vascos plantearon como condición previa la retirada del 155 en Cataluña por ser un partido nacionalista, pero porque cuando lo dijeron no sospechaban que a estas alturas no fuera a haber Govern. La salida fue pactar que Rajoy dijera este miércoles que está dispuesto al diálogo. También favorece esa salida que el Gobierno no haya querido recurrir y suspender la delegación de voto de Toni Comín, fugado en Bélgica para facilitar una investidura.
¿Cuánto vale un cuarto de libra de legislatura?
La previsión del Gobierno, de ERC y del PNV es que antes del 22 de mayo haya investidura en Cataluña, previsiblemente de Elsa Artadi. Antes habrá que pasar por la tramitación de la reforma de la Ley de Presidencia, el recurso del Gobierno y la suspensión por parte del Tribunal Constitucional. Los nacionalistas vascos están siendo una parte destacada de la búsqueda de esa salida.
En marzo, Gobierno, ERC y PNV dieron por hecha la investidura de Jordi Turull, lo que serviría para desbloquear la situación, pero el juez Pablo Llarena procesó y encarceló al aspirante a 'president'. En esos días, una diputada de ERC, que será 'conseller' en próximo Govern, fue advertida por su partido para que estuviera localizable en Semana Santa por altas posibilidades de que hubiera investidura.
"Entre el tractor de Aitor, el tractor de Rajoy y el tractor amarillo, llegaremos al tractor naranja", ha asegurado el diputado de Compromís Joan Baldoví, en la tribuna del Congreso durante el debate de Presupuestos, en referencia al intercambio de frases de cortejo en el debate de investidura entre el portavoz del PNV y el presidente del Gobierno y al color corporativo de Ciudadanos.
FERNANDO GAREA Vía EL CONFIDENCIAL
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