Las pretensiones socialistas de que sea Gabilondo quien presida la
Comunidad de Madrid se han topado con un Ciudadanos aupado por las
encuestas que prefiere consolidar su proyecto de cara a los comicios de
2019. Aunque implique la continuidad del PP
Sánchez y Rivera firman su fallido acuerdo de investidura en febrero de 2016.
Efe
La dimisión de Cristina Cifuentes tras
el escándalo del Máster en la URJC y horas después de que saliese a la
luz un vídeo de 2011 en el que aparecía robando dos cremas en un Eroski
ubicado en el madrileño barrio de Vallecas ha servido para que el PSOE
ponga su maquinaria en funcionamiento. ¿El objetivo? Que el nuevo
presidente de la Comunidad de Madrid sea el socialista Ángel Gabilondo.
Mientras el PSOE trata de hacer "recapacitar" al líder naranja, el rumbo tomado por este hacia la conquista de la capital en 2019 implica tomar distancias
Sin embargo, Pedro Sánchez y sus pretensiones han topado con un Albert Rivera
aupado por las encuestas. El presidente de Ciudadanos prefiere
consolidar su proyecto de cara a las elecciones de 2019 y, hasta
entonces, respaldar la continuidad del PP, eso sí, con un "candidato
limpio de corrupción". Mientras el PSOE trata de hacer "recapacitar" al
líder naranja, el rumbo tomado por este -hacerse con la capital en los
próximos comicios- implica tomar distancias.
Prueba de
ello es el cruce de mensajes entre ambos líderes políticos el día de la
salida de Cifuentes o, lo que es lo mismo, la jornada en la que la
moción de censura ansiada por socialistas y Podemos
dejaba de tener sentido. Antes de que la ya ex presidenta de la
Comunidad de Madrid anunciase su marcha, el secretario general del PSOE
envío un mensaje al dirigente de Cs para emplazarle a hablar sobre el
futuro de la citada comunidad.
Cruce de mensajes
"He enviado un
mensaje al señor Rivera y espero hablar esta tarde con él para intentar
resolver entre él, yo y Podemos la situación en la Comunidad de Madrid",
avanzaba Sánchez en una entrevista en 'Cuatro'. Según explicó, su
intención era pedir a Rivera que "reflexione" y que "sea consecuente"
con sus propias palabras respecto a que el PP es un partido "podrido"
por la corrupción.
Pero Rivera ya conocía la intención de su ahora adversario político y la conversación nunca se produjo. "Me sorprende que Albert Rivera
no haya tenido un minuto para hablar de la posibilidad de regenerar las
instituciones de Madrid. Dedica todo su esfuerzo a sostener en ellas a
un PP corrompido hasta la médula", lanzaba Sánchez por Twitter.
A última hora del día, después de haberse reunido con una veintena de embajadores de la Unión Europea
en Madrid, el líder naranja respondió con otro mensaje: "Tras la
dimisión de Cifuentes el escenario ha cambiado porque la moción de
censura ha decaído". Además le trasladó que después de la dimisión de
Cifuentes por la trama de la Universidad Rey Juan Carlos no hacía falta ya que hablaran.
Las 'calabazas' de Rivera
Ni
se produjo ninguna reunión ni ninguna conversación telefónica. Pero las
'calabazas' de Rivera no han frenado al PSOE. Pese a que el líder de
Ciudadanos les ha repetido que su partido irá "a ganar" las elecciones en Madrid en 2019
y que no apoyará la candidatura de Gabilondo pues "no hay que pretender
ganar en los despachos lo que no se gana en las urnas", Sánchez y su
equipo siguen enrocados en convencerle, ya sea en los pasillos del
Congreso, desde Ferraz o a través de las redes sociales.
La secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo,
ha advertido a Albert Rivera, de que terminará pagando en las urnas la
"incoherencia" de apoyar a un nuevo presidente del PP en la Comunidad de
Madrid. "Decía Sandro Pertini que en
política pueden ocurrir muchas cosas que a lo mejor pasen inadvertidas,
pero la incoherencia se paga en algún momento y es tan incoherente lo
que está haciendo Ciudadanos que es absolutamente patente para
cualquiera que lo quiera escuchar", lanzaba la exministra en una
entrevista con Efe.
También Ábalos.
El secretario de Organización socialista ha pedido a Ciudadanos que
apoye la candidatura de Ángel Gabilondo "o se reserve" pero, en ningún
caso, participe del proceso "podrido y en descomposición" del PP. Pese a
los ruegos, Rivera y los suyos ya divisan "una oportunidad" en mayo de
2019 y se arrogan el logro de haber conseguido finalmente "que haya un
relevo en la presidencia de la CAM, como pasó con el presidente de Murcia imputado por varios delitos de corrupción".
MARINA ALÍAS Vía VOZ PÓPULI
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