Este escenario cadavérico no es el resultado de ninguna
falla estructural sino de la pertinaz incuria de una clase política que
lleva tiempo dando lo peor de sí. Es uno de los tópicos del lenguaje
político decir que España es un proyecto; no es inexacto, pero antes que
un proyecto, España es una herencia. Una herencia preciosa fruto de una
larga cadena de cuidados, de la que el pueblo ciudadano y sus
representantes se hicieron cargo por vez primera en Cádiz. Estamos
arruinando ese patrimonio compartido. Para salvarlo, es hora de que PSOE
y PP, como primogénitos responsables a izquierda y derecha, hagan lo
que tuvieron que hacer ya en 2015, 2016 y abril de este año. La única
conducta racional, la única respetuosa con la obra de nuestros mayores,
la única capaz de dignificar la política como arte del bien común y no
como mero turno en el usufructo de los cargos, es el pacto entre estos
dos partidos. El pacto que necesitamos no es con quien está al lado,
sino con quien está enfrente. La alternativa, cualquier otra
alternativa, es malograr el país que nos legaron. España es una
herencia: hay que cuidarla.
JUAN CLAUDIO DE RAMÓN Vía EL PAÍS
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