El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Efe
Pedro Sánchez ha decidido abandonar a los catalanes que defienden la constitución. El sillón de presidente se paga caro.
Cualquiera de las dos noticias es suficientemente inquietante para un demócrata, máxime si es catalán y vive en esta tierra. Marlaska ha empezado el desmantelamiento de todo el operativo que estaba en marcha para asegurar el orden público en Cataluña ante la posibilidad de incidentes con motivo del aniversario del 1-O.
El señor ministro del interior parece entender que ya no hay peligro y
que los Mossos se bastan y se sobran para garantizar el orden. No es
cosa de broma: las Unidades de Intervención Policial,
UIP, se han marchado; también los miembros de la Benemérita, retenidos
en Cataluña a la espera de su destino, unos 300. Vayan sumando en cuanto
a número de efectivos policiales y, si me lo permiten, en calidad
profesional y fidelidad al cumplimiento de la ley. Porque, aunque, bien
nos consta, en los Mossos haya muchos, muchísimos agentes que son
ejemplo de dignidad y eficacia, no lo es menos que existe en el seno del
cuerpo una cuña separatista muy importante; eso, por no hablar de los
mandos, totalmente politizados.
La noticia ha causado, como es lógico, gran alegría en la Consellería de Interior en la que su titular, Miquel Buch,
no se cansa de recibir parabienes y palmaditas en la espalda. Dicen
fuentes próximas a Marlaska que este es el premio a las cargas
policiales que los Mossos han estado efectuando estas semanas pasadas.
“Su firmeza no deja el menor resquicio a la duda”, nos aseguran. Puede
ser, pero cabe recordar que estos son los mismos Mossos que hemos visto
en anteriores ocasiones actuar con una pasividad terrible ante los
radicales separatistas, cuando no en franca connivencia.
Que
se retiren los efectivos policiales cuando aún queda por delante el 27
de octubre, primer aniversario de la DUI, resulta harto curioso. En el
ministerio ¿están seguros de haber evaluado correctamente la curva de
riesgo para ese día? ¿Tienen las BRIMO suficientes
efectivos como para hacer frente ellas solas un escenario modelo
Maidan? ¿Sabe el señor ministro que habrá concentraciones convocadas por
la ANC y los CDR en Barcelona, Gerona, Lérida, Tarragona y Tortosa que coinciden en horario?
"¿Forma parte esta retirada del diezmo que ha de pagar Sánchez a los separatistas para que le continúen apoyando? Sería tanto como decir que el presidente del gobierno está cometiendo un delito de alta traición a los intereses que ha prometido defender"
En la retina de muchos están las imágenes de los
doscientos CDR que intentaron – y casi consiguieron – asaltar por la
fuerza el Parlament catalán el pasado uno de octubre. Con todos estos
datos, es increíble, suicida y, siento decirlo, sospechoso ordenar la
retirada de buena parte de la fuerza pública en suelo catalán, máxime
cuando no está infiltrada por elementos separatistas.
¿Forma
parte del diezmo que ha de pagar Sánchez a los separatistas para que le
continúen apoyando? Sería tanto como decir que el presidente del
gobierno está cometiendo un delito de alta traición a los intereses que
ha prometido defender, como son el mantenimiento del orden
constitucional y la integridad del territorio nacional.
No contribuye a tranquilizarnos que la vicepresidenta Calvo
salga a la palestra anunciando que el ejecutivo pretende reformar el
código penal en lo que atañe al delito de rebelión, justo cundo se
cierra la instrucción de los separatistas presos, como tampoco es buena
noticia que el mismo presidente Sánchez diga que ese delito ha cambiado
mucho a lo largo del tiempo, que, para que se produzca ha de haber uso
de las armas y que eso es lo que dice – miren que ejemplo – la
legislación alemana.
"El socialismo catalán está por entregarnos a todos con armas y bagajes con tal de auparse al gobierno de la Generalitat, permitiendo que Sánchez haga lo propio gracias a Esquerra y PDECAT"
Nada puede ser más inquietante para quienes defienden el
ordenamiento jurídico y el régimen democrático que comprobar como el
PSOE ordena que se vayan de Cataluña más de 800 guardias civiles y
policías nacionales para decir, en paralelo, que quizás el máximo delito
por el que estaban presos los dirigentes separatistas, en el fondo, no
lo sea.
Aunque las dudas, al menos
en esto, no son tales. El socialismo catalán, que es quien lleva la
batuta en estos asuntos, está por entregarnos a todos con armas y
bagajes con tal de auparse al gobierno de la Generalitat, permitiendo
que Sánchez haga lo propio gracias a Esquerra y PDECAT. El mismo Iceta lo
demostraba en el parlamento catalán el otro día cuando pedía con
boquita de piñón a Torra que controlase a los CDR en sus asaltos a sedes
de partidos no separatistas. No sé si lo decía por el PSC, porque en su
sede de Lérida se ha visto colgada del balcón una pancarta que exige la
libertad de los presos políticos.
Estamos cautivos y
desarmados, en manos de supremacistas locos por un lado y ventajistas
políticos por el otro. Y, encima, los fachas somos nosotros.
MIQUEL GIMÉNEZ Vía VOZ PÓPULI
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