Artículos para reflexionar y debatir sobre temas y cuestiones políticas, económicas, históricas y de actualidad.
Translate
jueves, 11 de octubre de 2018
Las elecciones andaluzas y las cuatro mutaciones políticas
Las próximas elecciones andaluzas
(las primeras del nuevo ciclo político) pondrán a prueba estas cuatro
mutaciones. Repasémoslas, en orden inverso al que señalan actualmente
las encuestas
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
La moción de censura que llevó a La Moncloa a Pedro Sánchez
fue, por sorpresiva y por tener efectos inmediatos, como si un agente
extraño irrumpiese en nuestro panorama político, un elefante en una
cacharrería que puso patas arriba el tablero. Los cuatro partidos
políticos principales (PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos) han reaccionado
como lo haría cualquier ser vivo ante un visitante inesperado: mutando para intentar sobrevivir. Las próximas elecciones andaluzas
(las primeras del nuevo ciclo político) pondrán a prueba estas cuatro
mutaciones. Repasémoslas, en orden inverso al que señalan actualmente
las encuestas:
-Podemos: de asaltar el cielo a socio minoritario de gobierno. Podemos irrumpió en el escenario político español tras las elecciones europeas de 2014
con aspiraciones hegemónicas. A día de hoy, a lo máximo que puede
aspirar es a ser necesario como socio minoritario de un (futuro)
Gobierno de coalición de izquierdas. Sería muy extenso repasar las
causas de esta mutación (la derrota de las tesis transversalistas de
Errejón, las formas agresivas de Iglesias, la confluencia con IU), pero
lo cierto es que la moción de censura de Sánchez fue la puntilla que
acabó con el sueño de hegemonía morado.
Tras apuntarse la muesca de derribar a Rajoy, Sánchez se ha alzado con el liderazgo político de la izquierda. Para Podemos,
la transición de ser un partido con vocación mayoritaria a un simple
socio de Gobierno no debe ser fácil: hasta ahora, Podemos ha sabido
aprovechar políticamente las plazas donde ha tenido mando (como las
alcaldías de Madrid y Barcelona), pero allí donde su papel ha sido
secundario (Extremadura, Castilla-La Mancha o Asturias), su labor como socio de gobierno ha sido frágil,
voluble y lesiva incluso para sus propios intereses. Basta señalar que
las encuestas que existen sobre la próximas elecciones autonómicas y
municipales muestran que Podemos resiste mucho mejor donde gobierna que
donde es socio minoritario de gobierno.
La moción de censura de Sánchez fue la puntilla que acabó con el sueño de hegemonía morado
En ningún otro sitio estas contradicciones están más a flor de piel que en Andalucía. Liderado por la corriente de Anticapitalistas
y con dirigentes al mando enfrentados con el socialismo andaluz desde
al menos la famosa pinza en los noventa, Podemos se enfrenta en
Andalucía a una contradicción imposible: su corazón le pide ser
oposición a Susana Díaz
y mantener viva la llama de su vocación de liderar una mayoría
alternativa. Su cabeza (y las encuestas) dicen que su mejor resultado
sería convertirse en socio menor de Susana Díaz. Cómo gestione este
apoyo (cuánto tensa la cuerda en la negociación, si decide entrar o no
en un eventual Gobierno de coalición, etc.) será una prueba de fuego para la formación morada,
un curso acelerado sobre cómo pasar de ser una formación antisistema a
convertirse en izquierda útil. Un banco de pruebas para la coalición que
de manera poco disimulada Pablo Iglesias ambiciona para la próxima
legislatura.
-Ciudadanos: de partido bisagra a líder de la oposición. Ciudadanos
se encuentra en la situación contraria. Tras las últimas elecciones
regionales, Ciudadanos, que por entonces tenía ambiciones más comedidas
que las de Podemos, eligió convertirse en un partido 'bisagra',
apoyando la formación del Gobierno del PP en Madrid o de la propia
Susana Díaz en Andalucía. Su eficaz gestion de este papel de 'socio
constructivo' y la evolución del desafío soberanista en Cataluña han
catapultado sus aspiraciones.
Si certifica el
sorpaso al PP en Andalucía, Ciudadanos se convertiría en el referente
del centro-derecha a nivel nacional. En las dos comunidades autónomas
más pobladas (Andalucía y Cataluña), Ciudadanos sería el principal partido de la oposición. Este empujón a sus aspiraciones podría llevarlo en la próxima meta volante (elecciones locales y autonómicas) a estar en condiciones de competir por liderar el Gobierno en Madrid o la Comunidad Valenciana (las dos siguientes comunidades autónomas en tamaño) y la simbólica alcaldía de Barcelona. Palabras mayores.
Si certifica el sorpaso al PP en Andalucía, Ciudadanos se convertiría en el referente del centro-derecha a nivel nacional
El mayor riesgo para Ciudadanos es parecido al de Podemos: que su vieja alma se resista a morir
mientras la nueva no termina de nacer. Salvo un improbable escenario en
el que Ciudadanos y PP suman mayoría absoluta en Andalucía (escenario
que no obstante está más lejos en el imaginario colectivo que en las
encuestas), las alternativas para Ciudadanos en Andalucía son
básicamente dos. Si queda en segundo lugar, parece claro que Ciudadanos
elegirá quedarse en la oposición como grupo mayoritario. ¿Y si queda
tercero?
Aquí surgen las dudas: la preferencia de Susana Díaz por un acuerdo con Ciudadanos
frente a Podemos, las ya comentadas trabas que Podemos en Andalucía
puede poner a este acuerdo y la propia naturaleza 'pactista' de la
formación naranja podrían empujar a Ciudadanos a negociar su apoyo al
Gobierno de Susana Díaz, lo que sin embargo comprometería sus
aspiraciones de convertirse en referente de la oposición a Pedro Sánchez
a nivel nacional. En Cataluña, los intereses de Ciudadanos a nivel
autonómico y nacional han coincidido hasta ahora. En Andalucía, sin
embargo, podrían ser contradictorios. Es el precio del éxito.
-PP: del monopolio del centro-derecha al 'momento Kodak'. Hasta hace apenas unos años, el PP
ostentaba el monopolio del espacio político de centro-derecha, y
disfrutaba del espectáculo de la lucha fratricida entre los partidos de
izquierdas. Ahora, mientras las aguas en el estanque de la izquierda se
han estabilizado, en la derecha andan revueltas, más aún tras la puesta de largo de Vox en Vistalegre.
Las elecciones en Andalucía parecen envenenadas para el PP: un candidato que apoyó a Sáenz de Santamaría en las recientes primarias, 36 años de derrotas electorales (basta
señalar que en el año 2000, mientras Aznar lograba una abultada mayoría
absoluta, Teófila Martínez perdía las elecciones frente a Chaves; en
2012, pocos meses después de que Rajoy lograse una mayoría absoluta casi
idéntica, Arenas lograba una victoria pírrica en Andalucía,
insuficiente para gobernar) y la sombra del debate catalán cerniéndose
sobre la precampaña andaluza (me atrevo a decir que si Inés Arrimadas
fuese la candidata de Ciudadanos en Andalucía, seguramente sería la
próxima presidenta andaluza).
Si
el PP resiste en la segunda posición, habrá mantenido el pulso. Si en
cambio cae a la tercera, deberá resolver cómo preservar su espacio
político
¿Cuál es la mutación para el PP? Saber adaptarse a un papel minoritario.
Si el PP resiste en la segunda posición, habrá mantenido el pulso. Si
en cambio cae a la tercera, deberá resolver cómo preservar su espacio
político, aunque sea minoritario (algo que no ha conseguido en Cataluña,
donde ha caído en la irrelevancia). De lo contrario, el PP andaluz
corre el riesgo de vivir su propio 'momento Kodak', la compañía que
vivió décadas de dominio incontestable en la industria fotográfica pero
fue incapaz de adaptarse a la era digital, hasta caer en la bancarrota.
-PSOE: del pacto del abrazo al abrazo del oso. La llegada al Gobierno ha cambiado los biorritmos del 'nuevo PSOE' de Pedro Sánchez.
Con la misma ligereza con la que se denunciaba el acuerdo comercial con
Canadá o se proponían impuestos sobre la banca, el Gobierno se está
desdiciendo de estas propuestas. Una mutación típica en un partido que
accede al Gobierno. Pero en realidad la mutación que afecta al PSOE andaluz no es esta (al fin y al cabo, llevan siendo un partido de gobierno desde hace décadas), sino el reposicionamiento de los posibles socios.
La mutación que afecta al PSOE andaluz es el reposicionamiento de los posibles socios
El
PSOE andaluz prefiere como socio de gobierno a Ciudadanos, aunque tal
vez se vea obligado a pactar con Podemos para mantenerse en el Gobierno;
el PSOE federal parece preferir el entendimiento con Podemos, pero tras
las próximas elecciones es posible que la aritmética parlamentaria le
obligue a entenderse con Ciudadanos. ¿Dónde acabaremos? Aún es pronto
para decirlo, pero algunas incógnitas empezarán a despejarse a partir
del próximo 2 de diciembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario