Los afiliados hacen sentir sus discrepancias con la estrategia elaborada por el partido. La asamblea general debatirá la política de pactos y la posible entrada en gobiernos esta legislatura.
El debate sobre estrategia política que Ciudadanos celebrará durante su asamblea general del 4 y 5 de febrero contendrá asuntos de gran calado para el partido, como la posible entrada en gobiernos locales y autonómicos —la discusión también podría alcanzar el gobierno central— antes de 2019, es decir, antes de que comience un nuevo ciclo electoral. Varias de las enmiendas seleccionadas de cara al cónclave naranja,
y elaboradas por afiliados de agrupaciones de toda España, así lo
plantean. La ponencia inicial redactada por la cúpula del partido, sin
embargo, apuesta
por mantener la labor de la formación fuera de los ejecutivos locales y
autonómicos la presente legislatura. Será a primeros de febrero cuando
la formación naranja afronte un debate decisivo sobre la hoja de ruta que seguirá a partir de este mismo año.
"Poco
a poco se deberá ir entrando en gobiernos para adquirir experiencia y
ganar presencia mediática ante la ciudadanía, para que sea
verdaderamente consciente de nuestra labor, que de otra forma se
apuntarán irremediablemente los partidos en el Gobierno, a pesar de que
en la mayoría de los casos la iniciativas reformistas eran nuestras". Se
trata del fragmento de una enmienda a la totalidad que formará parte
del debate en el congreso, como lo harán otras tantas que rondan la
misma cuestión y que recogen posicionamientos todavía más tajantes
mientras reclaman inmediatez: "La acción política de nuestro partido
necesita ser más visible y efectiva, de forma que nos consolidemos ante
el electorado como un partido de gobierno y una alternativa creíble, por
lo que tras esta asamblea hay que exigir la entrada de nuestro partido en coalición a nivel nacional, autonómico y local".
Algunas
enmiendas recogen posiciones tajantes que exigen ya la entrada del
partido en gobiernos locales, autonómicos y en el central
Las decisiones sobre los pactos poselectorales
constituirán otro de los asuntos mollares en torno al debate de la
nueva estrategia. Algunas de las enmiendas aprobadas defienden que los
pactos de gobierno, mociones de censura y resoluciones de calado que
afecten al ámbito local se decidan conjuntamente por la junta
directiva de la agrupación correspondiente y el grupo municipal de
concejales. El objetivo, por tanto, sería restar poder al comité ejecutivo nacional —a día de hoy, órgano responsable de esas cuestiones— e integrar otros niveles internos en la toma de decisiones para garantizar una participación más directa.
El debate ideológico
Otro de los grandes melones
que se abrirán en la asamblea será sin duda el referido a la ideología.
Algunos documentos sujetos a debate apuntan a "la confusión" que
Ciudadanos ha podido infundir entre sus votantes. "Nuestro primer
objetivo debe ser aclarar a los españoles el tipo de partido que somos,
pues la confusión ha hecho que muchos votantes potenciales de
centro-derecha moderada hayan dejado de votarnos, desilusionados por el
pacto con el PSOE". La misma enmienda insiste asimismo en que "la
verdadera vocación de Ciudadanos" es la de "sustituir en alguna medida
al denostado PP".
En el lado opuesto del debate se sitúan los dirigentes y afiliados partidarios de mantener el ideario naranja en el ámbito de la socialdemocracia. Es el caso del diputado autonómico catalán, Sergio Sanz, que ya defendió una enmienda a la totalidad en el pasado consejo general de diciembre y que finalmente no salió adelante en beneficio del posicionamiento oficialista que defiende escorarse hacia el liberalismo.
Sanz hará una segunda intentona en el gran cónclave para conservar la
definición del partido no solo "como socialdemócrata", sino que apostará
por preservar los orígenes catalanes en el preámbulo para
justificar la existencia de Ciudadanos en el espacio que el
centro-izquierda dejó en Cataluña hace años —afectando sobre todo a
votantes del PSC desencantados en vista de la postura de los socialistas
frente al nacionalismo—.
Templar las sanciones
En lo relativo a la ponencia de estatutos, se presentaron tres enmiendas a la totalidad. Uno de los aspectos más rebatidos se refiere a los nuevos mecanismos de expulsión,
que prevén una mayor dureza y que, según el texto inicial, podrían
aplicarse a "la creación o participación en corrientes de opinión que
sean contrarias a los intereses del partido". Las enmiendas contrarias a
este aspecto solicitan que se sustituya 'corrientes de opinión' por 'grupos organizados'.
PALOMA ESTEBAN Vía EL CONFIDENCIAL
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