La orden es no cuestionar la España plurinacional, pero el número dos de Susana Díaz confía en que se aclare si esa apuesta conllevará privilegios para algunas comunidades
La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, consulta su móvil durante la inauguración del congreso federal del PSOE, el pasado sábado. (EFE)
Este 39º Congreso es el momento en que más claro ha avanzado el PSOE hacia la España "plurinacional" y coincide con la indiscutible pérdida de poder de los socialistas andaluces en los órganos federales. Aunque la orden es callar y no plantar cara, las alarmas con este asunto se han disparado.
El PSOE andaluz siempre se ha situado como fiel de la balanza y muro de contención de privilegios frente a envites nacionalistas. Es un clásico. Así ha sido tradicionalmente frente a Cataluña, donde el PSOE-A ha jugado de contrapeso del PSC. Para garantizarse ese papel, los socialistas andaluces han tenido tradicionalmente un lugar reservado en el puente de mando de Ferraz. No solo porque ha sido siempre la federación más numerosa sino también porque ha sabido jugar bien sus equilibrios de poder. Ahora todo esto es pasado.
El retroceso y la pérdida de poder del PSOE andaluz en la ejecutiva y el resto de órganos federales ha activado el botón de pánico, aunque la orden es no verbalizarlo. Susana Díaz repitió durante dos días de congreso federal, como si fuera un rezo, que todo el mundo sabe su visión de España, que respeta el artículo 2 de la Constitución y que la soberanía nacional reside en todos los españoles. En ningún caso ha discrepado de la apuesta por la plurinacionalidad aprobada por el PSOE, pese a que fue uno de los asuntos que más enfrentamiento produjeron con Pedro Sánchez en las primarias y el gran argumento por el que chocó con el secretario general durante el debate celebrado el pasado mayo.
Españoles “de primera y de segunda”
Este lunes, el número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo, fue muy comedido para no dinamitar la estrategia de su ‘jefa’ en su rueda de prensa habitual en Sevilla, pero no pudo evitar deslizar que confían en que se aclare si ese concepto conlleva que haya “españoles de primera y de segunda”. El problema no son lo calificativos o los nombres “sino lo que significa y cómo se desarrolla”, agregó en unas declaraciones recogidas por Europa Press. “Queremos saber si se nos está hablando de que pueda haber un tratamiento fiscal, económico, jurídico o de relación; o si se está hablando de que reconocemos las singularidades, la cultura o el idioma”, señaló Cornejo.
De fondo está también el malestar de los susanistas con el PSC de Miquel Iceta, que ha logrado que el PSOE avance hacia sus posiciones y que consideran traicionó a Díaz al garantizarle su neutralidad en las primarias, pese a que están convencidos de que fue un apoyo central de Sánchez. Antes, no hay que olvidar que el PSOE estudió un divorcio del PSC.
Aunque ayer pesos pesados del socialismo andaluz como Fernando Rodríguez Villalobos o Paco Reyes salieron a asegurar que arrimarán el hombro, el malestar y la inquietud están ahí. La propuesta de una España plurinacional no es nueva. Fue uno de los grandes caballos de batalla en las primarias y Susana Díaz se mostró en contra.
Papeles de origen andaluz
Curiosamente, la propuesta que abrazó Pedro Sánchez bebió de los documentos elaborados por la fundación andaluza Alfonso Peralespresidida por Carmen Calvo, hoy en la ejecutiva federal, cuando José Antonio Griñán era presidente. Aquel documento hablaba de 'plurinacionalidad', aunque luego el término se abortó en la 'Declaración de Granada' de 2013, que hasta este 39º Congreso había guiado el discurso socialista.
La mayoría de profesores y catedráticos de Constitucional que participaron en aquellos trabajos defendió que el concepto jurídico que tiene validez es el del Estado y abrazó sin dudas la España plurinacional. La fundación Alfonso Perales, ya con Amparo Rubialescomo presidenta, continuó trabajando para elaborar un documento que articulara una propuesta de reforma de la Constitución. Hace un año aproximadamente, Susana Díaz dio orden de frenar esos documentos.
Susana Díaz ordenó a la fundación Alfonso Perales, cuyos estudios inspiraron la propuesta de Sánchez, dejar de trabajar en la reforma de la Constitución
También Pedro Sánchez montó en su anterior etapa como secretario general un comité de sabios presidido por el catedrático y diputado por Granada Gregorio Cámara, que fue disuelto ante el estallido interno en el PSOE. Por aquel entonces, Susana Díaz y otros líderes territoriales ya habían hecho de la unidad de España frente al desafío secesionista catalán su gran bandera.
Díaz decía sí hace un año
Por eso llamó tanto la atención que el periodista Jesús Maraña desvelara en su libro ‘Al fondo, a la izquierda’ que apenas un año antes de sus primarias frente a Pedro Sánchez la dirigente andaluza había admitido que antes o después habría que reconocer que España es un Estado plurinacional.
El PP abrió fuego con esa plurinacionalidad abrazada por el PSOE de Pedro Sánchez y lamentó los coqueteos con estos términos en pleno desafío catalán. También desde Andalucía el líder popular, Juanma Moreno, retó a Susana Díaz a frenar en su partido un término al que se había opuesto hasta hacía pocas semanas.
El PSOE andaluz ya está inmerso en los preliminares del congresoregional que se celebrará a finales de julio y sigue con su guion de no dar batalla, ni siquiera expresar opinión, sobre los pasos de Pedro Sánchez. La decisión de nombrar portavoz a Margarita Robles ha despertado malestar entre muchos diputados, no solo andaluces, pero la orden es ser “más disciplinados que nadie”, en palabras de un diputado. La nueva dirección del grupo parlamentario ha incluido, tras el desalojo del malagueño Miguel Ángel Heredia, al jiennense Felipe Sicilia y en el Senado al gaditano Francisco Menacho.
ISABEL MORILLO Vía EL CONFIDENCIAL
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