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domingo, 18 de junio de 2017
Halcones y palomas en Hacienda: así se decidió denunciar a Cristiano a la Fiscalía
La unidad de delitos de la Agencia
Tributaria se impuso a la de fiscalidad internacional, que no veía
delito en el jugador. Tras enviar el caso a la Fiscalía, cierre de filas
en Hacienda
Cristiano Ronaldo en un entrenamiento con Portugal. (EFE)
La Agencia Tributaria ha cerrado filas en el tema de Cristiano Ronaldo. Oficialmente no hay debate. Para el fisco, Ronaldo ocultó 14,8 millones de euros y fue denunciado a la Fiscalía por cuatro delitos fiscales.
“No presentamos denuncias a medias”. Punto. Sin embargo, según ha
podido saber este diario, la decisión se tomó tras mucho debate interno
que ha dejado tiranteces entre los implicados. Hasta el punto de que la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI) se posicionó en contra de denunciar el caso pero se impuso el criterio de la Unidad de Coordinación de Delitos, la experta en el tema penal (algo lógico por el asunto que se trataba).
El
caso de Cristiano Ronaldo tiene dos componentes distintos a los de
otros futbolistas denunciados por la Fiscalía. Por un lado, él estaba
acogido a la ley Beckham y por lo tanto podía no
tributar en España todos sus ingresos. Además, en junio de 2015, antes
de que Hacienda le llamara, declaró voluntariamente todos sus contratos
de patrocinio mundiales y desveló su estructura en Islas Vírgenes e
Irlanda, la misma que han usado otros futbolistas representados por Jorge Mendes y que están denunciados. Sin embargo, Hacienda cree que esa regularización no fue completa ni veraz, por lo que no puede acogerse a la "excusa absolutoria", la previsión legal para eximir de delito a quien ponga en orden su situación antes de que le abran inspección.
El
jugador está acusado de defraudar 14,8 millones en cuatro años. Hay
empresarios en vía penal por solo 130.000 euros defraudados, señala una
fuente
Ronaldo tributó en España por un 20% de los 150 millones de ingresos mundiales de patrocinio, y considera que eso es más de lo que le corresponde porque tiene informes de que el 92% de su impacto publicitario
se produce fuera de España. Sin embargo, Hacienda tiene otra opinión.
Para la Agencia Tributaria, Cristiano ha declarado multitud de contratos
como “rentas de capital mobiliario”, las que podía no declarar en
España. Hacienda acepta en ese apartado el uso de la imagen del jugador
(unos cromos, por ejemplo) pero considera que si ha tenido participación
activa (jugar un partido o rodar un anuncio) eso ya no es un derecho de
imagen que pueda escapar a su control. Por eso eleva lo que debía
tributar por más del 50% de lo recibido.
Hacienda ha rastreado contrato a contrato e incluso ha pedido facturas de rodajes.
Entre ellos, de dos anuncios de Nike que se filmaron en España.
Considera que si el anuncio se rodó aquí eso es renta generada en
España, aunque se emita en medio mundo. Nike ha enviado informes según
los cuales su negocio en España es un 6% del negocio del mundo para
demostrar que ha explotado la imagen del jugador fuera de España.
“Si te pagan por un anuncio, te pagan por tu imagen, aunque obviamente
hay que rodarlo, y eso se puede tributar fuera”, opina un fiscalista
consultado que mantiene un criterio distinto al de Hacienda. La defensa de Cristiano
resalta que ese es un criterio nuevo, no comunicado ni legislado y que
no puede constituir un delito que no lo haya considerado así.
Cristiano Ronaldo, Carlo Ancelotti y Jorge Mendes. (Reuters)
Eso
no implica que la estructura del jugador fuese inmaculada. Fuentes
próximas al caso señalan que si Hacienda hubiese descubierto la
estructura de derechos de imagen en Islas Vírgenes e Irlanda
antes de que él la hubiese declarado, habría sido considerada delito
sin dudar. Igual que señalan que si la discrepancia se hubiese producido
en una primera declaración y no en su regularización voluntaria
tampoco habría problema y sería una mera discrepancia administrativa y
no delito. El caso es complejo y está lleno de detalles, aunque unos y
otros lo presentan como blanco o negro.
Al ser un tema que afectaba a la tributación exterior, la Agencia Tributaria consultó a la ONFI, creada en 2013, que no vio delito. La ONFI, dirigida por Néstor Carmona,
consideró que era una discrepancia y que no había precedentes de
impatriados –como llaman a los acogidos a la ley Beckham– acusados de
delito fiscal. Admitía que la forma de tributar los derechos podía ser
opinable y que se le podía reclamar el dinero a Cristiano sin
denunciarlo a la fiscalía. Lo mismo hizo Eva Ana G., la inspectora del caso y que ha sido citada a declarar como testigo por la Fiscalía. Fue la misma que inspeccionó a Xabi Alonso, cuyo caso fue judicializado.
Los
informes de la unidad de delitos tampoco son vinculantes así que la
decisión de enviar el caso a la Fiscalía fue de la superioridad
El
asunto fue elevado finalmente a una tensa comisión delegada donde se
impuso el criterio de la jefa de la Unidad Central de Coordinación en
materia de Delitos, Caridad Gómez Mourelo, curtida en
los casos Noos y Gurtel entre otros grandes asuntos de corrupción. Su
informe no era vinculante.
Fuentes conocedoras del asunto explican que
los primeros no valoraban la trascendencia penal de que
la discrepancia con Cristiano no se produjese en la primera declaración
de la renta sino en una autocomplementaria que busca la excusa
absolutoria. Señalan que es Gómez Mourelo y su unidad
la que sabe de delito fiscal, la que conoce la jurisprudencia y no se
queda solo en las inspecciones, por lo que era lógico que su opinión
prevaleciera.
En este caso, la transparencia debe ser total
para que sea considerada “completa y veraz” y evitar así que el caso
vaya a delito.Según el ala dura, Cristiano había simulado una regularización
pero al declarar como rentas del capital mobiliario la inmensa mayoría
de sus contratos de imagen incidía en el error, y en una fase en la que
ya no caben interpretaciones sino la desnudez total.
En todo caso, los informes
de la unidad de delitos tampoco son vinculantes así que la decisión de
enviar el caso a la Fiscalía fue de la superioridad. Entre los
argumentos para denunciarlo está la enorme cantidad defraudada. El delito fiscal se da a partir de 120.000 euros. En tres ejercicios, Cristiano tiene más de 600.000 euros defraudados, hasta llegar a los 14,8 millones. Consideraban que con esas cuotas era muy difícil que Hacienda defendiera que no hay delito mientras en otros casos denuncia a pequeños empresarios por cantidades mucho menores. Otras fuentes recuerdan que a menudo los inspectores prefieren no ir a declarar a juzgados y más en casos mediáticos y se inclinan por saldarlo en vía administrativa.
El debate interno explica la reacción airada de Cristiano
y su entorno cuando en diciembre pasado 'El Mundo' publicó en España
'footballeaks'. Entonces defendieron la legalidad de la actuación del
jugador y esgrimieron que todo estaba en regla. En las conversaciones
informales con Hacienda les habrían transmitido que no veían delito, de
forma que la inspección se podía cerrar sin publicidad (los datos fiscales son reservados pero en cuanto saltan a una instrucción judicial es otra cosa).
Hacienda usa jurisprudencia de lo contencioso del Tribunal Supremo sobre los derechos de imagen en el exterior. Entre ellas, hay una sentencia sobre lo que cobró Julio Iglesias en Miami en 1995 por una gira patrocinada por Viajes Halcón o un contrato del Barcelona con una sociedad holandesa por los hermanos De Boer en los 90. La fiscal del caso, Inmaculada Sánchez-Cervera,
es la misma que archivó inicialmente el asunto de Xabi Alonso, y que se
vio obligada a rectificar por orden de la entonces fiscal general del
Estado, Consuelo Madrigal.
Uno de los precedentes del Supremo en lo contencioso es un patrocinio de Julio Iglesias
Uno de los aspectos que ha pesado a favor de la denuncia es que Hacienda no se juega nada en ello. Cuando la Agencia Tributaria
tiene dudas teme que si se pierde en los tribunales eso siente
jurisprudencia que le cierre vías para recaudar. En este caso, como la
ley Beckham ya no está vigente para futbolistas no hay posibilidades de
que un archivo en vía judicial se vuelva contra el fisco. No habrá
nuevos casos. Que el asunto de Cristiano se archive en
el juzgado no impide a Hacienda cobrar lo suyo en vía administrativa.
Además, al haber denunciado Hacienda se quita la acusación de dar trato de favor a jugadores del Real Madrid, como desde hace tiempo escuchan desde Barcelona.
Los asesores del delantero sostienen que no van a negociar una condena en conformidad con la Fiscalía.
Eso supondría asumir los delitos y pactar una condena de cárcel de
menos de dos años a cambio de una multa y de solventar el asunto por la
vía rápida. Es lo que hacen últimamente los empresarios acusados de delito fiscal dada la dureza de los jueces. El
jugador mantiene esa misma línea e incluso amenaza con irse del Real Madrid
y dejar España. Si no pacta y gana, sus abogados serán héroes. Si no
pacta y pierde, el problema –y muy serio– lo tendrá él. Si pacta y
acepta una condena de conformidad, tendrá que tragarse el sapo de asumir
cuatro delitos fiscales. Llegados a este punto no hay salida sencilla para el futbolista.
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