La pertenencia a un partido político apenas supera el 1% del total de electores en Cataluña y España, una muestra de la debilidad de su sistema democrático. De los partidos tradicionales, ERC es el que menos acusa la caída de militantes en los últimos 15 o 20 años
La desafección política en España es un hecho innegable y, además, va en aumento. Prueba de ellos son los datos sobre el descenso de la afiliación política a los partidos en los últimos 15 o 20 años. En relación al número de electores los afiliados son muy pocos y se podría decir que la mayoría viven de la política.
De
hecho, el relevo generacional que se ha intentado en algunos de los
partidos tradicionales y el que se ha producido en formaciones como
Podemos o Ciudadanos no se ha traducido en la práctica en un incremento
de la participación política.
Lo cierto es que la pertenencia a un partido político como afiliado apenas supera el 1% del total de electores
en España; y otro tanto sucede, por ejemplo, en la Comunidad Autónoma
de Cataluña. Es una muestra de la debilidad del sistema democrático
español.
Estas son las conclusiones que se pueden
extraer a partir de los datos de afiliación a los diferentes partidos
políticos en España y Cataluña, según una información publicada el
pasado lunes, 13 de noviembre, en el diario La Vanguardia.
En España, todas las afiliaciones caen
Así, la afiliación a los partidos tradicionales en España muestra en todos ellos un marcado descenso que no se refleja como contrapartida en los datos de afiliación de las nuevas formaciones políticas, como se puede observar en este gráfico, reproducido a partir de la información de La Vanguardia.
La caída de afiliados a los partidos en España en los últimos 15 o 20 años es espectacular
En el gráfico se puede apreciar la constante pérdida de militantes en Izquierda Unida (IU),
el antiguo Partido Comunista (PC), que en 1977 sumaban 201.740
afiliados, en el año 2000 habían caído hasta los 67.802, y actualmente
representan solo 21.558 afiliados.
Otro tanto ha sucedido con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que en el año 2000 contaban con 407.821 militantes y en 2017 se quedan en 187.360.
Por su parte, los datos que muestra el gráfico sobre el Partido Popular (PP) pueden resultar engañosos. Como destaca La Vanguardia en su información, “las cifras del PP son deslumbrantes, pero tienen truco.
Los casi 900.000 simpatizantes que exhibe el PP están exentos de abonar
cuota, lo que convierte su propia existencia en un enigma de difícil
comprobación”.
Si se calculan los ingresos de esta formación en concepto de cuotas abonadas, la cifra de militantes en 2017 se reduce 160.696.
En cuanto a los partidos de nueva cuña, Ciudadanos muestra una afiliación este año de 30.856 militantes.
Por su parte, en el caso de Podemos
nos encontramos también con cifras confusas en cuanto al número de
afiliados. Destacan muy considerables estadísticas de “inscritos”
(393.538, que no abonan cuotas), “activos” (204.844), que merman
sustancialmente cuando habla de “participativos” en procesos internos
(149.513); pero el número de militantes que dedican tiempo y esfuerzo a
Podemos este año es de 13.458.
Si hablamos de cifras globales de afiliación política en España, el total se situaría en 413.928 afiliados.
El aumento del rechazo a los políticos en las calles se refleja en la caída de la afiliación política
En Cataluña, ERC es la excepción
Otro tanto sucede al analizar las cifras de afiliados a los partidos políticos en Cataluña, con una evolución a la baja en todos los partidos históricos. La única excepción es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que en los últimos 20 años muestra una evolución casi horizontal y solo ha mermado en 600 afiliados, como muestra este otro gráfico.
ERC es el único partido que mantiene una evolución en el gráfico más o menos horizontal
Si en 1996 ERC tenía 8.400 afiliaciones, en 2008 había crecido hasta los 9.921, al beneficiarse del declive de CIU tras los patos de este partido con el PP, para luego descender también y situarse en los 7.800 militantes.
Las caídas más espectaculares de militancia la han sufrido CDC/PDeCAT, que pasó de 35.080 afiliados en 1996 a 10.424 en 2016; Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que tenía 29367 en 1998 y ha caído hasta los 14.685 este año; Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), que como Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) contaba en 1977 con 40.000 militantes, para descender en 1977 hasta los 7.000 y en 2015 contar solo con 5.642 afiliados. Por su parte, Unió Democràtica de Catalunya (UDC), que tenía 17.519 afiliados en el año 2000, en 2015 había caído hasta los 4.095.
En
los otros partidos que muestra el gráfico no hay una referencia
anterior a 2017, y estas son las cifras de afiliación: Partido Popular
de Cataluña (PPC), 4.981 afiliados; Ciudadanos, 2.350; Catalunya en Comú (CatComú), 6.805, sin obligación de pagar cuotas; y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), con 1.738 afiliados en 2016.
Así pues, la cifra total de afiliaciones a partidos políticos en Cataluña es de 58.520.
El hartazgo de la política se observa sobre todo entre los más jóvenes
Un solo afiliado por cada 100 electores
Si tenemos en cuenta que en Cataluña hay 5.553.983 electores, según datos del censo electoral del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados el 3 de noviembre de 2017, la conclusión es que la media de afiliación a los partidos políticos en Cataluña es del 1,05% sobre el total de electores.
Si se contrastan los datos de afiliación política en España, el resultado es parecido. España cuanta con un total de 36.518.100 electores,
también con datos del INE publicados el 9 de mayo de 2016. Si la
afiliación política es de 413.928 militantes, resulta que hay tan solo 1,13 afiliados por cada 100 electores.
Otro
cálculo aproximado que da una idea de esa desafección política de los
españoles es contrastar el total de afiliados con el número de cargos públicos en España y Cataluña.
Aunque
es difícil de ofrecer cifras exactas, el número de municipios en
Cataluña (948) y España (8.124) según el Anuario del Instituto de
Estadística de Cataluña (Idescat)
con datos de 2016, y el INE con datos de enero de 2017, puede dar una
idea aproximada del total de cargos públicos, que se aproximaría en
cierta manera al de los afiliados a partidos políticos.
Por
una parte, si se calcula una media de 5 regidores por municipio, en
Cataluña estaríamos hablando de casi 5.000 regidores, y en España de casi 60.000, a los que habría que
sumar alcaldes, diputados autonómicos y del Congreso, senadores, otros
cargos políticos como directores generales, secretarios generales,
asesores y un largo etcétera.
En el caso de Cataluña, El Economista calculaba en mayo de 2015 que los catalanes ‘sostienen’ a 11.338 políticos electos,
contando los del Parlamento catalán, alcaldes, regidores, diputados
provinciales y consejeros comarcales, a los que habría que añadir otros
cargos políticos como los ya mencionados.
Por otra parte, en mayo de 2013, por ejemplo, una información de ElDiario.es hablaba de una cifra de cargos electos en España que podía rondar entre 300.000 y 400.000, con datos de diferentes fuentes.
Siendo esto así, no sería aventurado concluir que la mayoría de afiliados a los diferentes partidos viven de la política.
FERRAN ESTEVE Vía FORUM LIBERTAS
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