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martes, 29 de mayo de 2018

¿A QUÉ SE DEDICA QUIM TORRA?

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, a su llegada a la cárcel de Soto del Real. EFE


El sueldo del President Torra asciende a 145.000 euros anuales. Lo mismo que EmmanuelMacron y bastante más que el presidente y el primer ministro de Finlandia, que Theresa May o que Putin y Erdogan. Vamos a ver qué hace para ganárselo.

Todo por la patria (catalana, claro)

En tiempos de crisis, lo primero que se recorta son los sueldos de los trabajadores. Y aún gracias, porque en muchísimos casos lo que se hace es directamente echarlos a la calle. Pero eso no reza con respecto a nuestros amados líderes. ¿En qué cabeza cabría no recompensarlos holgadamente por todas sus preocupaciones, sus desvelos, sus angustias? Así lo entendió en su día el ahora célebre fugado Carles Puigdemont, que, nada más tomar posesión del cargo, se subió su estipendio un ocho por ciento respecto a lo que cobraba su antecesor, Artur Mas, ya saben, el de “ayudarme con un euro porque me embargan el pisito”.

Torra, poco partidario de enmendar la plana a los miles de presidentes de la Generalitat que lo han precedido, y que se remontan a nuestro Padre Adán como es bien sabido, no ha tocado ni un céntimo de su sueldo. Y, qué coño, el chico lo merece. La vorágine de trabajo en la que se halla sumergido no está pagada. Por si alguno de ustedes, escépticos desnaturalizados, lo dudara, he aquí el relato de las cosas que ha hecho hasta el día de hoy nuestro flamante President.

Se presentó como candidato. Ahí es nada. Con lo cansado que es ir al Parlament, sito en el Parc de la Ciutadella, desde su pisito en la calle Príncipe de Asturias. Cuarenta minutitos de paseo, menos de quince en coche oficial. Por cierto, menudo nombrecito para que viva allí separatista. Para ciscarse en el fielato del nomenclátor municipal. Menos mal que Ada Colau rebautizará, e si non e vero e ben trobatto, la calle por el más apropiado de Avenida del Soviet Chanel 5. Pero volvamos a lo que nos ocupa. Cosas que ha hecho este hombre: tras hacer un discurso en sede parlamentaria en el que dijo que iba a seguir con la república y con las leyes que el Tribunal Constitucional había declarado ilegales, dejó que hablaran esos pérfidos líderes de la oposición. ¿Hay mayor muestra de generosidad que ésa y mayor esfuerzo físico?, porque allí habló todo dios y Torra aguantó impasible, vejiga hermética y posaderas de hierro. Ah, y no roncó mientras se echaba un sueñecito reparador, que conste. Luego, tras ser elegido, se olvidó de dar las gracias a Esquerra y, ¡qué momento!, de saludar a Ernest Maragall, que andaba el abuelo como loco para abrazarlo. Ya me dirá ustedes si ese dribbling no es digno de una prima extra.

Pero no queda ahí la cosa. En su haber, Torra cuenta con el ímprobo trabajo de encontrar la estancia más deslucida, triste y fea de todo el Palau de la Generalitat para tomar posesión, lo que no es grano de anís. Añadamos el transporte de una imagen de La Moreneta, que Sant Jordi no se lleva. No satisfecho, se fue a Berlín para hacerle creer al bobo del fugadísimo que manda. Ahí sí que hay que reconocerle un gesto casi hercúleo, porque aguantar al flequillo es tarea más propia de santos o héroes que no de simples mortales, por Muy Honorables que sean.
Ha estado entretenidísimo en cambiar su cuenta en Tuiter y, de paso, ir borrando las barbaridades que allí había dejado escritas
Volvió a Barcelona extenuado, pero ¿acaso creen que se detuvo? ¡No, señoras y señores! Desde entonces ha paseado por Girona en olor de multitud con motivo de la fiesta de las flores - ¡qué bonito! -, ha ido a una estación de esquí porque se celebraba el aniversario de esta, se ha reunido con los de Junts per Catalunya y los del PDECAT, ha estado entretenidísimo en cambiar su cuenta en Tuiter y, de paso, ir borrando las barbaridades que allí había dejado escritas y, por si tamaño rosario de proezas laborales no fuera suficiente ¡ha elaborado una lista de miembros y miembras, que diría un podemita, para formar gobierno! De tamaña cosa ha surgido un torrente de actividad que este esforzado caballero ha tenido que hacer. Veámoslas.

Si es que cuando se nace estadista…


A raíz del gobierno imposible que Torra planteó y que Rajoy, tan apático como mal aconsejado, impidió que se publicase en el BOE, Torra ha tenido que llamar a los abogados par estudiar el asunto. Digo más, llegó a escribirle una cartita a Rajoy pidiéndole diálogo. Con lo difícil que es redactar una simple nota de cumpleaños y va este hombre y escribe una carta entera. Pero es que además ha viajado hasta la cárcel para ver a sus amigos y, quizás, para formarse una cierta impresión de un hipotético futuro que nunca se sabe si puede llegar.

Pero, no se lo pierdan, Torra también ha ido a TV3 o a Catalunya Ràdio, lugares donde ya se sabe que las preguntas sagaces y afiladas suponen todo un reto para el entrevistado separatista. Ítem más: Torra pasea por la calle cada día, es decir, primero se levanta, desayuna, realiza sus abluciones matinales y ¡hala! a ganarse el pan como cualquier obrero de la construcción. Durísima agenda cotidiana consistente en llamar a Berlín, a Elsa Artadi, a los de Junts per Catalunya, a los de Esquerra y a las CUP, para tranquilizarlos diciéndoles que como ahora, nunca.
Durísima agenda cotidiana consistente en llamar a Berlín, a Elsa Artadi, a los de Junts per Catalunya, a los de Esquerra y a las CUP, para tranquilizarlos diciéndoles que como ahora, nunca
Torra come, y cena, y aún merienda si se tercia la ocasión. Torra sigue la actualidad a través del canal 324 de TV3, Torra se entusiasma con los partidos del Barça y se cabrea con los del Real Madrid, Torra lee la prensa, lee libros, en fin, tiene una actividad en el terreno intelectual digna de un Byron o un Rimbaud, que digo Rimbaud, de un Rilke. Constaten sus paternidades como le saca partido al día este político preclaro, este ciudadano, uy no, perdón, este catalán nacido para entrar en el parnaso de los estadistas mundiales. Un sin vivir, lo que les decía.

A Torra aún le ha quedado tiempo suficiente como para que no le dejasen entrar en la sala de autoridades del aeropuerto del Prat, para que no le dejasen presidir un partido del Barça o que le diesen calabazas no menos de diez cónsules de países europeos en Barcelona. De los embajadores, ya casi ni hablamos. Menos mal que Raül Romeva se gastó una millonada desde la Consellería de asuntos exteriores para dar a conocer el proceso y ganarse la simpatía del mundo mundial.

Visto lo visto, ¿quién sería capaz de negarle ese sueldo astronómico? Claro está que no tiene que lidiar con terribles problemas de estado como Macron o May pero ¿no es igualmente tremendo soportar el peso de la púrpura que supone decir que se quiere pactar y dialogar con el Estado, manteniéndote a la vez en tus trece de la república separatista? Ahí quisiera ver a Merkel, con sus chorraditas de estrategias europeístas, el choque con Putin, la bronca italiana, el brexit o la explosiva situación interna en Alemania con los inmigrantes de un lado y los de Alternativa por Alemania por otro. Vale que la canciller cobra unos cien mil anuales más que Torra, pero eso es una injustica que se ya corregirá oportunamente cuando tengamos república y Madrid deje de meterse donde no le llaman.
Torra no tiene que lidiar con terribles problemas de estado como Macron o May pero ¿no es igualmente tremendo soportar el peso de la púrpura que supone decir que se quiere pactar y dialogar con el Estado, manteniéndote a la vez en tus trece de la república separatista?
Creo que, sumándolo todo, la cosa puede reducirse a esto: se presenta, lo votan, propone un gobierno ful, protesta, redacta una carta, viaja a Berlín, visita la cárcel, hace un par o tres de saliditas por Cataluña y se pasea por “sus” medios de comunicación. Sepan que, solo por esto, por ser sido President, amén de la pasta que cobra ahora, le quedará una pensión del ochenta por ciento de su sueldo, coche oficial, despacho, secretaria y escolta.

Luego habrá quien se pregunta por qué nuestros políticos matan por tener un cargo. Mientras tanto, los autónomos, los asalariados de miseria, los currantes en paro, los jóvenes, las mujeres, los mayores de cincuenta en paro, a pagar. Todo sea por la patria. La que sea, que me da igual.


                                                                                MIQUEL GIMÉNEZ   Vía VOZ PÓPULI

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